Este documento resume las consideraciones para determinar si un diente con soporte periodontal comprometido puede ser utilizado como pilar para una prótesis parcial removible. Se recomienda considerar este tipo de dientes como pilares solo cuando no hay otras opciones más favorables, se ha logrado éxito en el tratamiento periodontal, y existe control de defectos óseos y parafunciones. El paciente también debe cumplir con un estricto programa de mantenimiento.

1. Jeannette González M.
Grupo Dra. Marinkovic

2.  Presencia de sacos periodontales
 Pérdida del nivel de inserción clínica
 Mayor movilidad dentaria
 Pérdida significativa de remanente óseo
 Alteraciones mucogingivales
 Área periodontal disminuida
 Relación corono-radicular desfavorable
 En dientes multirradiculares se puede encontrar compromiso
de furca
 El fulcrum se desplaza hacia apical, produciéndose un
aumento de la palanca en el lado donde se produce la fuerza,
generando mayores tensiones sobre el diente.
 Aumenta la relación brazo de potencia – brazo de resistencia,
haciendo más desfavorable al sistema.
 Se generan más fuerzas horizontales, lo que es menos
tolerado por el ligamento periodontal.

3. Se recomienda que los dientes pilares móviles
comprometidos periodontalmente, sean considerados
para soportar PPF bajo las siguientes condiciones:
 Cuando se carece de otros pilares favorablemente
distribuidos y con mayor soporte periodontal.
 Éxito comprobado de la terapia periodontal activa.
 Control de defectos óseos verticales.
 Reconsiderar dientes con procedimientos de resección
radicular.
 Pacientes cuidadosamente seleccionados con respecto al
cumplimiento del programa de mantenimiento.
 Control cuidadoso del esquema oclusal.
 Control o ausencia de parafunciones.

4.  Apuntes de clases del 2011 del Área de Prótesis parcial
Removible, del Departamento de Prótesis, de la Facultad
de Odontología de la Universidad de Chile.
 Osorio LS, Ardila CM. Restauraciones protésicas sobre
dientes con soporte periodontal reducido. Av.
Odontoestomatol 2009;25(5):287-93.