1. TRABAJO PRÁCTICO DE RELIGIÓN
“RELIGIÓN CRISTIANA”
Origen, fundación y misión de la Iglesia:
Un designio nacido en el corazón del Padre.
El Padre eterno creó el mundo por una decisión totalmente libre y misteriosa de su sabiduría y
bondad. Decidió elevar a los hombres a la participación de la vida divina a la cual llama a todos los
hombres en su Hijo: Dispuso convocar a los creyentes en Cristo en la santa Iglesia. Esta "familia de
Dios" se constituye y se realiza gradualmente a lo largo de las etapas de la historia humana, según
las disposiciones del Padre: en efecto, la Iglesia ha sido prefigurada ya desde el origen del mundo
y preparada maravillosamente en la historia del pueblo de Israel y en la Antigua Alianza; se
constituyó en los últimos tiempos, se manifestó por la efusión del Espíritu y llegará gloriosamente a
su plenitud al final de los siglos.
La Iglesia, prefigurada desde el origen del mundo.
El mundo fue creado en orden a la Iglesia decían los cristianos de los primeros tiempos. Dios
creó el mundo en orden a la comunión en su vida divina, comunión que se realiza mediante la
"convocación" de los hombres en Cristo, y esta "convocación" es la Iglesia. La Iglesia es la finalidad
de todas las cosas, e incluso las vicisitudes dolorosas como la caída de los ángeles y el pecado del
hombre, no fueron permitidas por Dios más que como ocasión y medio de desplegar toda la fuerza
de su brazo, toda la medida del amor que quería dar al mundo: «Así como la voluntad de Dios es
un acto y se llama mundo, así su intención es la salvación de los hombres y se llama Iglesia».
La Iglesia, preparada en la Antigua Alianza.
La reunión del pueblo de Dios comienza en el instante en que el pecado destruye la comunión
de los hombres con Dios y la de los hombres entre sí. La reunión de la Iglesia es por así decirlo la
reacción de Dios al caos provocado por el pecado. Esta reunificación se realiza secretamente en el
seno de todos los pueblos: "En cualquier nación el que le teme a Dios y practica la justicia le es
grato"
La preparación lejana de la reunión del pueblo de Dios comienza con la vocación de Abraham
(un hombre que creía y adoraba a alguien, pero no sabía a quién con certeza. La gente lo seguía
mucho). Dios le promete que llegará a ser padre de un gran pueblo, y tendrá una gran
descendencia. (Él no podía ser padre hasta ese momento). La preparación inmediata comienza con
2. la elección de Israel como pueblo de Dios. Por su elección, Israel debe ser el signo de la reunión
futura de todas las naciones.
La Iglesia, instituida por Cristo Jesús.
Corresponde al Hijo realizar el plan de Salvación de su Padre, en la plenitud de los tiempos; ese
es el motivo de su "misión". El Señor Jesús comenzó su Iglesia con el anuncio de la Buena Noticia,
es decir, de la llegada del Reino de Dios prometido desde hacía siglos en las Escrituras. Para
cumplir la voluntad del Padre, Cristo inauguró el Reino de los cielos en la tierra. La Iglesia es el
Reino de Cristo "presente ya en misterio".
Este Reino se manifiesta a los hombres en las palabras, en las obras y en la presencia de
Cristo. Acoger la palabra de Jesús es acoger "el Reino" (ibíd.). El germen y el comienzo del Reino
son el "pequeño rebaño" de los que Jesús ha venido a convocar en torno suyo y de los que él
mismo es el pastor. Constituyen la verdadera familia de Jesús.
El Señor Jesús dotó a su comunidad de una estructura que permanecerá hasta la plena
consumación del Reino. Ante todo está la elección de los Doce con Pedro como su Cabeza; puesto
que representan a las doce tribus de Israel, ellos son los cimientos de la nueva Jerusalén. Los
Doce y los otros discípulos participan en la misión de Cristo, en su poder, y también en su suerte.
Con todos estos actos, Cristo prepara y edifica su Iglesia.
Pero la Iglesia ha nacido principalmente del don total de Cristo por nuestra salvación, anticipado
en la institución de la Eucaristía y realizado en la cruz. El agua y la sangre que brotan del costado
abierto de Jesús crucificado son signo de este comienzo y crecimiento. Pues del costado de Cristo
dormido en la cruz nació el sacramento admirable de toda la Iglesia. Del mismo modo que Eva fue
formada del costado de Adán adormecido, así la Iglesia nació del corazón traspasado de Cristo
muerto en la cruz.
La Iglesia, manifestada por el Espíritu Santo.
Cuando el Hijo terminó la obra que el Padre le encargó realizar en la tierra, fue enviado el
Espíritu Santo el día de Pentecostés para que santificara continuamente a la Iglesia. Es entonces
cuando la Iglesia se manifestó públicamente ante la multitud; se inició la difusión del Evangelio
entre los pueblos mediante la predicación. Como ella es "convocatoria" de salvación para todos los
hombres, la Iglesia es, por su misma naturaleza, misionera enviada por Cristo a todas las naciones
para hacer de ellas discípulos suyos.
3. Para realizar su misión, el Espíritu Santo la construye y dirige con diversos dones jerárquicos y
carismáticos. La Iglesia, enriquecida con los dones de su Fundador y guardando fielmente sus
mandamientos del amor, la humildad y la renuncia, recibe la misión de anunciar y establecer en
todos los pueblos el Reino de Cristo y de Dios.
La Iglesia, consumada en la gloria.
La Iglesia sólo llegará a su perfección en la gloria del cielo, cuando Cristo vuelva glorioso. Hasta
ese día, la Iglesia avanza en su peregrinación a través de las persecuciones del mundo y de los
consuelos de Dios. Aquí abajo, ella se sabe en exilio, lejos del Señor, y aspira al advenimiento
pleno del Reino; y espera y desea con todas sus fuerzas reunirse con su Rey en la gloria. La
consumación de la Iglesia en la gloria, y a través de ella la del mundo, no sucederá sin grandes
pruebas. Solamente entonces, todos los justos descendientes de Adán, se reunirán con el Padre
en la Iglesia universal.
Los principios fundamentales del Cristianismo son:
o Monoteísmo con sentido de paternidad: el Dios predicado por Jesús es alguien que se
puede llamar Padre.
o Se distingue en todo momento lo espiritual de lo terrenal.
o Acepta el orden establecido.
o Igualdad esencial entre todos los hombres.
o El cristianismo es la religión del amor.
Los Diez Mandamientos de la Ley de Dios son:
1 Amarás a Dios sobre todas las cosas.
2 No tomarás el Nombre de Dios en vano.
3 Santificarás las fiestas.
4 Honrarás a tu padre y a tu madre.
5 No matarás.
6 No cometerás actos impuros.
7 No robarás.
4. 8 No dirás falso testimonio ni mentirás.
9 No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10 No codiciarás los bienes ajenos.
Dogmas de Fe:
Pecado Original.
La Santísima Trinidad.
La Inmaculada Concepción.
Maternidad Divina.
La Eucaristía.
Libro Sagrado:
Biblia.
Antiguo Testamento.
Textos sagrados israelitas anteriores a Cristo (39-46).
Nuevo Testamento.
4 Evangelios.
1 Libro de Hechos.
1 Apocalipsis.
19 Epístolas.
Preceptos:
Celebrar la eucaristía entera todos los domingos y fiestas de guardar.
Confesar los pecados mortales al menos una vez al año, en peligro de muerte, y si se ha de
comulgar.
Comulgar al menos por Pascua de Resurrección.
Ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Iglesia.
5. Ayudar a la Iglesia en sus necesidades.
Sacramentos:
Bautismo.
Rito usual por medio del cual se hace una bienvenida al cristianismo. (Solo se puede realizar una
vez en la vida).
Consiste en derramar agua en la frente o la inmersión en agua. Se puede aplicar tanto a niños
como a “creyentes adultos” (el cuál puede incluir jóvenes adolescentes).
Comunión.
El sacramento del sacrificio del Cuerpo y de la Sangre de Jesucristo, instituido por él mismo. Quién
realiza este acto, en la Iglesia Católica, es únicamente el sacerdote, y los materiales son el pan de
trigo y el vino de vid.
Confirmación.
Es uno de los sacramentos que administra el obispo.
Se efectúa mediante la imposición de manos y la unción con los óleos sagrados. En la Iglesia
Católica la ceremonia se realiza por un obispo o, en su caso, un sacerdote autorizado.
Confesión.
Sacramento del perdón, pues a través de la absolución sacramental el penitente recibe el perdón
de Dios.
Sacramento de la reconciliación, pues junto al perdón de Dios se otorga la reconciliación con Dios y
con la Iglesia.
Es la última parte del camino de conversión que realiza el penitente para recibir el perdón de sus
pecados.
Unción de los enfermos.
Se les da una gracia especial a los enfermos o ancianos, fortaleciendo y reconfortando al cristiano
6. debilitado por la enfermedad, y lo prepara para el encuentro definitivo con Dios.
El rito, para el cual se utiliza óleo bendecido cada año en la Misa Crismal del Jueves Santo,
consiste en hacer tres veces la señal de la cruz en la frente y en cada una de las manos del
enfermo. Mientras se lo unge, el sacerdote repite una oración.
Matrimonio.
Es una alianza por la que un hombre y una mujer constituyen una comunidad de vida y de amor.
Por su naturaleza está ordenada al bien de los cónyuges y a la generación y educación de los
hijos.
Orden Sacerdotal.
Consiste en la consagración de un varón al ministerio del servicio a la Iglesia, lo que le exige
dedicación plena y libre disposición.
Tiene su origen en los apóstoles elegidos por Jesucristo para proclamar su mensaje.
Festividades:
Navidad (Nacimiento de Cristo).
Cuaresma.
Semana Santa.
Pascua.
Pentecostés.
Símbolo del Cristiano:
Cruz en la que Jesús fue crucificado.
Lugar de surgimiento del Cristianismo:
Palestina, bajo el dominio de los romanos.
Objetos Sagrados:
7. Sagrada Hostia.
Sagrado Cuerpo de Jesús.
Libro de las Bendiciones.
Recoge todas las oraciones y lecturas que sirven para numerosas bendiciones que son
tradicionales en la Iglesia (bendición de personas, lugares, objetos, etc.).
Leccionario.
Libro litúrgico que contiene las lecturas de la Sagrada Escritura, para las lecturas de las Misas u
otras celebraciones.
Evangelios.
Libro similar al leccionario, contiene el texto de los cuatro Evangelios.
Ambón.
Lugar en el cual las personas proclaman, durante las celebraciones litúrgicas, de las diversas
lecturas bíblicas. Desde el ambón, el ministro hace la homilía, es decir, el momento en el cual
explica la Palabra de Dios y de Jesús.
Sede.
Lugar donde el que preside la Celebración se coloca junto a los que ayudan en la Eucaristía. Allí se
sienta a escuchar la Palabra de Dios.
Atril.
Es la base en la cual se apoyan los libros sagrados. Se coloca normalmente sobre el ambón con el
leccionario. A veces, en el momento de la presentación de las ofrendas, se pone un atril portátil
sobre el altar para el Misal.
Patena.
Tiene forma de un plato, sobre ella se colocan las Hostias en las celebraciones de la Misa.
Sagrario.
8. Es el lugar donde se conserva el Pan Consagrado (las Hostias). Una lámpara encendida indica en
las Iglesias o Capillas esta presencia.
Vela.
Sobre el altar durante la celebración siempre está la vela encendida. La vela consumiéndose da luz
y es un símbolo de Cristo que ofrece su vida por la salvación de los hombres.
Cirio Pascual.
Vela grande, grabada y decorada, se bendice en la Vigilia de Pascua y es el símbolo de Cristo, la
Luz del mundo. Arde cerca del altar en todo el tiempo que va desde la Vigilia Pascual hasta
Pentecostés. Se enciende, además, durante la celebración del sacramento del bautismo y durante
los ritos fúnebres.
Custodia.
Objeto litúrgico, destinado a recibir la Hostia consagrada, exponiéndola a la adoración de los fieles
y para la bendición de la Eucaristía.
Misal.
Libro de oraciones y Lecturas que son necesarias para celebrar la Santa Misa.
Cruz Procesional.
Es una cruz montada sobre un poste. Es llevada por el porta cruz en la procesión de entrada y en
la procesión final.
Vinajeras.
Son dos botellas destinadas a contener el Vino y el Agua necesarios para la celebración de la Misa.
Campanas.
Sirven en el altar para señalar algunos momentos importantes de la Misa: la elevación de la Hostia
y el Cáliz después de la consagración y bendición con el Santísimo Sacramento.
Lavabo.
9. Este objeto se usa para lavar las manos del Sacerdote antes de la Consagración. El agua purifica
las manos del Sacerdote.
Acetre.
Recipiente que sirve para contener el agua bendita.
Altar.
Donde se origina el Sacrificio de Cristo. Siempre debe de llevar mantel y debe estar siempre limpio.
Cáliz.
Recipiente que contiene el vino para la celebración de la Misa, que se convertirá en la Sangre de
Cristo.
Copón.
Copa más amplia que el Cáliz, en la cual se ponen las Hostias para la Comunión de los fieles.
Después de la Eucaristía, contiene el Pan Eucarístico que se conserva en el Tabernáculo o
Sagrario para las Comuniones fuera de la Celebración o para la Adoración Eucarística.
Purificador.
Es un pequeño paño de lino, similar a un pañuelo, que sirve para secar el Cáliz y limpiar la Patena
y el borde del Cáliz. Tiene una Cruz bordada en el centro.
Palia.
Pequeña tela de lino, generalmente almidonada, que se usa para cubrir el Cáliz y la Patena durante
la Misa.
Corporal.
Es un paño cuadrado de tela rígida, ya que generalmente se almidona. Se dobla en tres partes. Se
coloca en altar durante la preparación de los dones en el ofertorio. Sobre él se coloca el Cáliz, la
Patena y el Copón. También se usa para la bendición o exposición del Santísimo.
Algunas imágenes de los Objetos Sagrados:
10. La Iglesia Católica es gobernada por una jerarquía. La autoridad suprema la posee el Obispo de
Roma, quién es llamado “Papa” (“Petri Apostoli Potestatem Accipiens”, que significa “El que recibe
la potestad de Pedro”). Es elegido por un grupo de Cardenales.
Conformación del Clero:
Papa.
Sumo Pontífice y Jefe de la Iglesia Católica, el vicario de Cristo en la Tierra, el Obispo de Roma
y el poseedor del Pastoreo de todos los cristianos, concedido por Cristo a San Pedro y,
consecuentemente, a todos los Papas. (Francisco I).
Cardenales.
Reunidos en el Colegio Cardenalicio, son los consejeros y los colaboradores más íntimos del
Papa, siendo en su inmensa mayoría obispos.
A cada cardenal es atribuida una iglesia o capilla en Roma para hacer de él miembro del clero
de la ciudad, de ahí nació la clasificación de:
Cardenal Obispo.
Cardenal Presbítero.
Cardenal Diácono.
11. Arzobispo.
Son prelados que en la mayoría de los casos, están al frente de las arquidiócesis.
Obispo.
Son los sucesores directos de los doce Apóstoles y, por eso, recibieron el todo del sacramento
del orden. Esto les confiere la mayoría de los casos, jurisdicción completa sobre los fieles de sus
diócesis.
Sacerdotes o Presbíteros.
Son los ministros sagrados que se encargan de administrar los sacramentos, de proclamar la
palabra de Dios y de ofrecer oraciones y sacrificios agradables al Señor para la salvación del
pueblo.
Algunos de ellos lideran las parroquias de su diócesis y tienen varios títulos (unos honoríficos,
otros no tanto), como por ejemplo:
Vicario.
Vicario General, Vicario Judicial o Vicario episcopal.
Monseñor.
Canónigo.
Diáconos.
Son auxiliares de los presbíteros y obispos y poseen el primer grado del sacramento de la
orden. Son ordenados no para el sacerdocio, sino para el servicio de la caridad, de la proclamación
de la Palabra de Dios y de la liturgia.
Laicos.
Son todos los cristianos, excepto los miembros del orden sagrado y del estado religioso
reconocido en la Iglesia. Como todos los fieles, los laicos están encargados por Dios del apostolado
en virtud del bautismo y de la confirmación y por eso tienen la obligación y gozan del derecho,
individualmente o agrupados en asociaciones, de trabajar para que el mensaje divino de la
salvación sea conocido y recibido por todos los hombres y en toda la tierra; esta obligación es tanto
más apremiante cuando sólo por medio de ellos los demás hombres pueden oír el Evangelio y
conocer a Cristo.
Consagrados.
12. Las personas consagradas, que pueden ser laicos o clérigos, normalmente se agrupan en
órdenes religiosas o en institutos seculares, existiendo sin embargo aquellos que viven
aisladamente o hasta en comunidad abierta, junto a los otros laicos no consagrados. Ellos
decidieron vivir una vida consagrada de modo especial a Dios.
Joaquín Antunez Giollo.
5to Sociales.
Trabajo Práctico de Religión.