1. República Bolivariana de Venezuela
Ministerio de Educación del Poder Popular Superior
Universidad Fermín Toro
Escuela de Administración
Cabudare – Estado Lara
JOHN GUILLEN.
C.I13.645.841
Profesora: ENID MORENO
Cabudare 30 de Noviembre 2012
2. En nuestro día a día solemos tomar una
enorme cantidad de decisiones, algunas de las
cuales somos claramente conscientes, pero la
gran mayoría no.
Decidimos acerca de una gran variedad de
áreas distintas de nuestra vida, tomando
elecciones que nos influyen de una forma
determinante en nuestra manera de ser y
actuar, como por ejemplo: los amigos/ as, los
estudios, los hobbies, el trabajo, nuestro estilo
de vida, entre otros. Los seres humanos somos
seres racionales, pero en ocasiones nuestra
mente puede sabotearnos
3. La mente da una importancia
desproporcionada a la primera información
que recibe. Las impresiones iníciales,
estimaciones o datos, anclan los
pensamientos y juicios subsiguientes.
4. Las personas nos sentimos cómodas con nuestras
rutinas y evitamos adoptar medidas que nos puedan
generar críticas, decepciones o arrepentimientos, aún
sabiendo que hay alternativas mucho mejores. el cambio
nos produce ansiedad y encontramos confort en el estatus-
quo. Esto influye por supuesto en la toma de decisiones,
pues tendemos a dar valoraciones desproporcionadamente
altas a la opción de quedarnos como estamos (estatus-
quo), a pesar de tener otras opciones objetivamente
superiores.
5. Tomamos decisiones que no son válidas
en el presente, para justificar elecciones
del pasado que fueron erróneas. De esta
forma seguimos encubriendo nuestro error
inicial. Los costos recuperables son antiguas
inversiones de dinero o tiempo que no se
puede recuperar
6. Tendemos a decidir inconscientemente lo que
queremos hacer antes de pensar por que queremos
hacerlo. Se puede decir que tenemos la
inclinación a sentirnos más comprometidos por las
cosas que nos gustan que por las que no nos
gustan, además nos esforzamos por obtener
información que confirme nuestros descubrimientos
inconscientes.
7. Como uno exprese el problema afectará a
como se plantee la toma de la decisión. Una misma
situación puede plantearse en términos de
ganancias o en términos de pérdidas. Las personas
evitamos el riesgo cuando se les plantea un
problema desde el punto de vista de conseguir
ganancias, pero aceptan el riesgo cuando se les
plantea un problema desde el punto de vista de
evitar pérdidas.
8. A pesar de que la mayoría de nosotros no
somos especialmente expertos en la elaboración
de previsiones, en realidad solemos mostrar un
exceso de confianza respecto a nuestra
fiabilidad. Esto puede llevar a errores de juicio
y por consiguiente, a decisiones deficientes.
9. Es el exceso de precaución que hay para una
decisión, este tipo de trampa nos puede llevar a
un cambio en el cual buscamos la seguridad y la
confianza que se debe tener para tomar una
decisión. Es decir si somos demasiado cautos
puede que no actuemos como deberíamos ya que
nos sentimos frenados o invertimos en exceso en
sentirnos seguros.
10. Es la capacidad de recordar para buscar
una forma equilibrada los acontecimientos que han
pasado. Se dice que damos mayor relevancia a los
acontecimientos recientes importantes. Además los
acontecimientos dramáticos pueden influenciarnos
excesivamente.
11. Esta nos hace percibir erróneamente que la
suerte nunca nos llega y que siempre hay alguien
más afortunado que nosotros. Nos cuesta mucho
entender que en los juegos de azar todos tenemos
la misma probabilidad de ganar o perder y que,
sin embargo, es muy probable que haya por ahí
algún “afortunado” que gane varias veces
seguidas.