1. República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación
I.U.P “Santiago Mariño”
Extensión Maracay
Integrante
José Chamoun
CI:26.570.145
Prof. Ing. Patricia marquez
Octubre, 2021
Tarea 10 % Infografía
2. ¿Qué es el conocimiento?
Resulta sumamente complicado definir el conocimiento o establecer sus límites conceptuales. La mayoría de
las aproximaciones a qué cosa es, dependen siempre de la perspectiva filosófica y teórica que uno posea, dado
que existen conocimientos relacionados a todas las ramas del saber humano, y también a todas las áreas de la
experiencia.
Incluso el conocimiento mismo sirve como tema de estudio: la rama de la filosofía que lo estudia se conoce
como Teoría del conocimiento.
Comúnmente, entendemos por conocimiento al proceso mental, cultural e incluso emocional, a través del
cual se refleja y reproduce la realidad en el pensamiento, a partir de diversos tipos de experiencias,
razonamientos y aprendizajes. En este concepto puede incluirse uno o varios de los siguientes elementos:
Hechos o informaciones que aprendidos por alguien y comprendidos a través de la experiencia, la
educación, la reflexión teórica o experimental.
La totalidad del contenido intelectual y de los saberes que se tienen respecto a un campo específico de la
realidad.
La familiaridad y la consciencia que se obtiene respecto a un evento determinado, luego de haberlo
vivenciado.
3. Elementos del conocimiento
Se reconocen usualmente cuatro elementos del conocimiento, que son los que intervienen en la
adquisición o formulación de un saber cualquiera:
Sujeto. Todo conocimiento es adquirido por un sujeto, es decir, forma parte del bagaje mental o
intelectual de un individuo.
Objeto. Los objetos son todos los elementos reconocibles de la realidad, que sirven al sujeto para
formar conocimientos, es decir, para formularse ideas, entender relaciones, fabricar pensamientos.
El sujeto solo, aislado de todo y de todos, no puede obtener conocimiento.
Operación cognoscitiva. Se trata de un proceso neurofisiológico complejo, que permite establecer
el pensamiento del sujeto en torno al objeto, o sea, permite la interacción entre sujeto y objeto y
su formulación intelectual en el conocimiento.
Pensamiento. El pensamiento es difícil de definir, pero en este ámbito podemos
comprenderlo como la “huella” psíquica que el proceso cognoscitivo deja en el sujeto
respecto de su experiencia con el objeto. Es una representación mental del objeto,
inserta en una red de relaciones mentales y que permiten la existencia del
conocimiento como tal.
4. Tipos de conocimiento
Hay muchas formas de clasificar el conocimiento, atendiendo a su área específica del saber (por ejemplo:
conocimientos médicos, químicos, biológicos, matemáticos, artísticos, etc.), o a su naturaleza y su forma
de adquirirse. Según esto último, tendríamos:
Conocimientos teóricos. Aquellos que provienen de una interpretación de la realidad o de experiencias de
terceros, o sea, indirectamente, o a través de mediaciones conceptuales como libros, documentos, filmes,
explicaciones, etc. De este tipo son los conocimientos científicos, filosóficos e incluso las creencias
religiosas.
Conocimientos empíricos. Se trata de aquellos que obtenemos directamente, a partir de nuestra vivencia
del universo y de los recuerdos que de ella nos quedan. Este tipo de conocimiento constituye el marco
básico de “reglas” sobre cómo opera el mundo, que en algunos casos pueden llegar a ser intransmisibles,
como son el conocimiento espacial, abstracto y el vinculado con las percepciones.
Conocimientos prácticos. Se trata de los que permiten obtener un fin o realizar una acción concreta, o que
sirven para modelar la conducta. Suelen ser aprendidos por imitación o bien teóricamente, pero sólo
pueden realmente incorporarse cuando son llevados a la práctica. Es el caso de los conocimientos
técnicos, éticos o políticos.
5. Importancia
Es importante para la vida de la sociedades el acopio de conocimientos, no sólo científicos sino de todo tipo
de sabiduría que nuestra especie ha generado. Ya decía Bacón que el conocimiento es poder, analizando
esta máxima se sabrá si, en realidad aquella sentencia es una verdad incuestionable. El conocimiento, obvio
es decirlo, destierra la ignorancia. Cuando vivimos en la ignorancia, al no conocer el mundo, somos presa de
errores vitales que nos conducen a una vida difícil, llena de sacrificios, que incluso nos conducen a morir
prematuramente. Por ejemplo, cuando un ser humano carece de los conocimientos básicos en el campo de
la salud, al contraer una enfermedad, recurre al brujo, creyendo que tal padecimiento es producto de
circunstancias mágicas y esta acción lo lleva a destruirse. La ignorancia lo condujo a la superstición, de ahí la
importancia del conocimiento científico que le permitiría conocer la realidad, que lo apartaría de los
factores negativos. Miremos con claridad que la ignorancia y la superstición son herramientas empleadas
por los sistemas imperantes que promueven en las masas tercermundistas aquellos factores o barreras que
impiden el progreso que las haría libres, organizadas, disciplinadas, inteligentes y aptas para ejercer la
democracia con plenitud, educadas, urbanas , instruidas, cultas y felices. El conocimiento es un elemento
necesario para alcanzar el éxito, Don Benito Juárez por su sabiduría alcanzó los más altos puestos públicos.
El éxito social guiado por la sola vanidad, no lo busca el sabio, pero llega por si solo, pues, una inteligencia
equipada con los conocimientos suficientes, tarde o temprano tiende a ser reconocido y ubicado en el lugar
que le corresponde.
6. Evolución
la teoría evolutiva del conocimiento es una propuesta epistemológica que integra los campos de la teoría
evolutiva, las neurociencias y la filosofía. Con su ayuda es posible situar la reflexión sobre la natura- leza
del conocimiento humano bajo la luz de la conciencia histórico evolutiva.
Es indudable que no siempre el hombre ha pensado lo mismo, o que las cosas sean exactamente iguales a
siglos anteriores; las etapas por las cuales ha pasado el hombre desde su creación hasta nuestros tiempos
han sido las que han ido forjando o evolucionando el conocimiento. Desde tiempos muy remotos surgieron
los primeros pensadores, los cuales tenían por objeto buscar una razón lógica acerca de diversos temas
como lo son: el cómo se creó nuestro planeta, que si había vida en otros planetas, que si hay vida después
de la muerte, entre otras muchas cuestiones.
El conocimiento es tal en cuanto que puede ser utilizado y puede comunicarse, del mismo modo en que un
libro tiene utilidad en cuanto que es leído, el libro nos informa, en primer lugar, si es que llega a nosotros,
después hará falta que decidamos abrirlo y dedicar nuestro tiempo a leerlo, en este punto es donde entra la
voluntad de adquirir dicho conocimiento, lo que actualmente llamamos motivación. Influyen en este proceso
dos aspectos fundamentales: el acceso al objeto que deseamos conocer (o libro que podamos leer), y por otro
lado nuestra predisposición para conocer (o leer el libro).
7. La Teoría del conocimiento es una de las ramas de la filosofía, que se centra en el estudio del conocimiento
humano, en sus distintas acepciones. Dependiendo de la perspectiva académica del estudio, puede considerarse
la Teoría del conocimiento como un sinónimo de la gnoseología o de la epistemología.
En el primer caso, se estudia la naturaleza misma del conocimiento: su origen, sus límites, etc.; mientras que en
el segundo caso se estudian las circunstancias históricas, psicológicas o sociológicas que definen la obtención del
conocimiento, al igual que las estrategias empleadas para validar el conocimiento o, por el contrario, para
invalidarlo.
Teoría del conocimiento
El conocimiento humano es un tema abordable desde muchas aristas posibles y cuya naturaleza es difícil de
asir, aunque mucho más fácil de clasificar. De esta manera, el estudio del conocimiento, por un lado, reflexiona
sobre sus características y sus condiciones de aparición.
Por otro lado, esta disciplina ordena el conocimiento en base a sus limitaciones, requisitos formales o
mecanismos que empleamos para convalidarlos y diferenciar el conocimiento de la fe, de la fantasía o del
error.