Y lo mejor de todo, si una pizca de soberbia, más bien Luifer con la Biblia en su mano habló de unidad y de mejores días para Bolivia y los bolivianos.
1. El tumbo al Tirano
Juan Manuel Arias Castro
Fueron casi catorce años de sufrimiento, de violaciones, de abusos de atropellos a la razón
y a las leyes, fueron 14 años donde se robó y se dejó que se robe. Fueron 14 años de
escándalos de violaciones a menores, de hijos bastardos en menores y que para tapar la
boca de la gente nombro ministro a la mama de la menor. Fueron 14 años donde se
persiguió sin piedad a todos aquellos que pensaban distinto, a todos los que levantamos la
bandera de la autonomía y los que pensábamos libremente. Fueron 14 años de violencia
sindical sin límites, de Bartolinas y Bartolinos, de Ponchos Rojos y Ponchos Verdes, de
cocaleros y de ahijados narcotraficantes. En fin, fueron 14 años en los que los bolivianos y
especialmente casi todos los cruceños (menos la cúpula de la CAINCO y de la FEPSCZ),
fuimos hostigados, perseguidos y apuntados en más de un millón de veces como racistas y
vende patrias. ¡Qué sufrimiento!
¿Acaso hoy nos hemos olvidado eso? No voy a decir su nombre a propósito, pero ese
individuo, déspota e intolerante salió del gobierno huyendo como un delincuente gracias a
un gran cruceño, que consiguió parar este país por 21 días y lo hizo que con la biblia en la
mano y una simple carta, que en tres oportunidades fue a La Paz, y al mismo tiempo en que
multitudes de masistas pedían su cabeza, en otros escenarios multitudes lo coreaban
“Camacho, Camacho” como un gran líder que había conseguido algo que los bolivianos
habíamos perdido: la esperanza.
Eso nos regaló Luis Fernando Camacho Vaca, la esperanza de que Bolivia se podía
desprender de manera pacífica y sin derramar ni una sola gota de sangre de la tiranía de un
gobierno violento e ilegal. La esperanza de una Bolivia que se unió con un solo propósito, la
Democracia. Por el bien de esa unidad él se abrazó y selló un pacto de unidad de oriente
con occidente, con el Jefe de los Ponchos Rojos de la Provincia Omasuyos de La Paz, él se
abrazó con la Resistencia Cochala, los potosinos ni que se diga, en fin, con todo el país. Y lo
mejor de todo, si una pizca de soberbia, más bien Luifer con la Biblia en su mano habló de
unidad y de mejores días para Bolivia y los bolivianos.
Y así,con eso llegóaLa Paz y cumplió con lapromesa que le habíahecho al CabildoCruceño,
de hacer nuevamente ingresar la Biblia al Palacio Quemado y horas después el Tirano casi
en la clandestinidad leía su renuncia. Misión Cumplida Luis Fernando Camacho. Cumpliste
con tu promesa y eso nadie, pero absolutamente nadie puede negar.
Ahora él es candidato a Presidente. Esa candidatura se la ganó a punta de honor y valentía.
Es lógico que la arena de la política es muy distinta a la arena cívica, ahora le toca lidiar con
tiburones, calculadores y especialmente oportunistas que en este país hay a millones, de
los que se tiene que tener cuidado, especialmente porque cada uno quiere llevar “agua a
su molino” y porque ahora aquellos que lo adulaban y lo alzaban en hombros hoy se han
vuelto grandes politólogos que hasta critican la actitud y las acciones de este nuestro líder.
2. Por suerte todos ellos son conocidos y no hay duda que las circunstancias, por si solas, los
alejarán y tenemos seguridad que la sabiduría y la fe que tiene en Dios lo lleve a tomar
buenas decisiones. La democracia y las libertades están garantizadas en los próximos años,
gracias a Luis Fernando Camacho Vaca.
Escrito el 11 de diciembre de 2019