1. LA EXPERIENCIA DE SABER COMUNICAR
Licda. Andry Salas
Licda. Maigualida Colina
Licda. Maryannis Godoy
Licda. Lidice Romero
Levantarse y saludar a quienes viven junto a ti es rutinario, cuestión de cada día, un
hábito. Sin embargo, ¿estás realmente comunicándote? Marie de Raburin-Chantal,
Marquesa de Sevigne (escritora francesa) dijo: “Si los hombres han nacido con dos
ojos, dos orejas y una sola lengua es porque se debe escuchar y mirar dos veces antes
de hablar”. Frase muy interesante, tomando en cuenta que escuchar es el sentido que
más difícilmente usamos, pero primordial en la comunicación haciendo ejercicio
positivo de ella: saber comunicarse.
De igual manera, parece increíble, pero muchas veces a pesar de estar utilizando los
mismos códigos lingüísticos, la comunicación puede no ser eficaz. Es lo que sucede
con frecuencia en nuestros diversos contextos de acción, puesto que aunque se utilice
el mismo código, cada persona interpreta la información a su conveniencia según su
estado de ánimo, disposición, o circunstancia para el momento en el que se efectúa la
comunicación.
En este sentido, un sin fin de oportunidades se presentan para mejorar las habilidades
que implica saber comunicarse. Éstas, pensandolas de forma práctica se basan en la
agudización de los sentidos -vista, oído, olfato, gusto y tacto. Unido a su vez, del que
se dice el menos frecuente entre los seres humanos: el sentido común. Otro aspecto
que cuidar en la experiencia de saber comunicarse es la gestualidad. Al respecto,
vendrán como torbellinos recuerdos de personas diciéndote o diciéndole a otros: -!No
es lo qué dices, si no, cómo lo dices! En ocasiones, sin tomar en cuenta que lo que
decimos parte desde lo fundamental, nuestra experiencia de vida, nuestros
presupuestos éticos o valores, aquello que nos constituye. Es decir casi comparable a
tu rúbrica, a tus huellas dactilares; modificables de fondo sólo por la Gracia de Dios o
una quemadura de tercer grado - algo hiperbólico, pero directamente proporcional a
“real”.
Entonces, definitivamente, un aspecto a considerar de cuidado para mejorar la
experiencia de saber comunicar es la gestualidad, el lenguaje corporal, que con
frecuencia le describen como una mezcla de instintos (vestigios de recuerdos de lo que
fuimos al inicio de la evolución del hombre, ubicados en el cerebro reptil), unido a la
2. conciencia en la adquisición de las normas u ordenamientos básicos de la sociedad
que nos desenvolvemos (posturas, maneras, giros de partes corporales, entonación,
miradas, entre otros).
Es posible afirmar por ello, que existen momentos sutiles de total y absoluta
comprensión entre los que se comunican, en los que resulta la comunicación un acto
perfecto y armónico del que se exclamaría: - !Oye, pero quién dijo que esto es difícil!.
Dichos espacios de tiempo entre dos o más personas con tal nivel de eficacia en
comunicación, surgen cuando acallan su voz y dan paso a sus sentidos poniendo el
máximo de semántica sólo en la gestualidad, entendiéndose el gesto como una forma
de comunicación no verbal que transmite una sensación muy ligada a la actitud del
hablante; valga recordar que el proceso de comunicación descrito hasta ahora es el
establecido entre dos o más personas que hablan.
Poder comunicarnos a través del habla es toda una experiencia y lo más increíble es
que, aunque nos comunicamos desde antes de nacer - esto con nuestra madre -
somos personas con habilidades potenciales efectivas a la hora de hacer llegar el
mensaje a nuestros interlocutores. Sin embargo, y considerando que el hablante sea el
mismo sujeto con experiencias insatisfactorias de comunicación, es de reconocer la
premisa que cada experiencia comunicativa es diferente, puesto que se debe tomar en
cuenta las fortalezas y las debilidades comunicacionales tanto de las personas con las
que nos comunicamos como las propias adquiriendo tal hecho una complejidad mayor,
ante la cual en momentos será sólo dejar hablar poniendo atención y en otros hablar
habiendo visto, escuchado, gustado, olido, sentido y pensado muchas veces.
Seria maravilloso comunicarnos eficazmente con todos los que están a nuestro
alrededor y que éstos entendieran lo que expresamos, eso sí, tomando en cuenta que
pertenezcan a nuestro círculo profesional, familiar, amistoso… porque, cuando quieres
comunicarte con otras personas que de antemano sabes que no te entienden (sea por
idioma, alguna discapacidad u otro nivel cultural) te vales de un sin fin de métodos,
utilizas señas, gestos, símbolos, escritos en carteles o simples papelitos, es maravillosa
la sensación de satisfacción cuando logras que ese mensaje llegue, esta nota me lleva
a realizar la pregunta ¿Por que no hacemos el mismo esfuerzo cada vez que queremos
comunicar algo? tal vez la respuesta a esta pregunta no es otra que, el subestimar la
importancia que tiene tomar en cuenta las diferentes formas de interpretación,
consciente o inconscientemente, que se les puede dar a nuestras palabras o gestos a
la hora de comunicarnos, y nos excusamos en el hecho mismo de : “bueno eso no es lo
3. que yo quise decir” o “lo que quise decir fue tal cosa”, creyendo que eso es o debería
ser suficiente para nuestros interlocutores.
Otro aspecto a considerar es el hecho significativo de que nuestras palabras deben
estar acompañadas de nuestras acciones, es decir, no se puede pretender ser cordial
con las palabras mientras el tono de voz y gestos o ademanes utilizados no están a la
par, ademas de la pertinencia de acuerdo al tema y el lugar donde se lleva a cabo la
experiencia comunicacional, sin dejar de lado la congruencia entre lo que se dice y o
que se hace, de allí que muchas veces no logremos de forma acertiva la comunicación.
Algo si debemos tener presente siempre, y es que el comunicarse es un privilegio , una
bendición, y quien logra disfrutar de ella, puede lograr ser efectivo en la misma, más
aún alcanzar éxito en todo lo que se proponga, ya que por ser seres gregarios siempre
dependeremos de la comunicación, sin embargo no se debe olvidar que ademas de
gregarios somos complejos, complejisimos se podria decir” jajajajaja”, por lo cual no se
debe entonces concluir que la comunicación entre nosotros siempre será perfecta, lo
que se puede hacer entonces es cada dia crecer en el arte de la efectiva comunicacion,
y asi vivir satisfactoriamente en nuestro diario vivir: LA EXPERIENCIA DEL SABER
COMUNICARSE.