Este documento argumenta que los instructores deben cultivar una conciencia crítica y un espíritu científico en los estudiantes para que puedan examinar, valorar, interpretar y argumentar con el discurso de manera adecuada. También sostiene que los instructores deben enseñar a los estudiantes a reconocer que la realidad presentada en un discurso no es solo objetiva, sino que refleja la perspectiva del autor. Finalmente, afirma que incorporar la lectura crítica en la labor pedagógica beneficiar