Luisa de Marillac y la educación de las niñas pobres
Novena a San Juan Pablo ii
1. NOVENA EN
HONOR A
SAN JUAN PABLO II
"LA VOCACIÓN DEL CRISTIANO ES LA SANTIDAD, EN TODO MOMENTO DE LA VIDA.
2. ORACIÓN
INICIAL
ORACIÓN INICIAL
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
¡Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo dónanos tu bendición!
Bendice a la Iglesia, que tú has amado, servido, y guiado, animándola a caminar con
coraje por los senderos del mundo para llevar a Jesús a todos y a todos a Jesús.
Bendice a los jóvenes, que han sido tu gran pasión. Concédeles volver a soñar, volver
a mirar hacia lo alto para encontrar la luz, que ilumina los caminos de la vida en la
tierra.
Bendice las familias, ¡bendice cada familia!
Tú advertiste el asalto de Satanás contra esta preciosa e indispensable chispita de
Cielo, que Dios encendió sobre la tierra. San Juan Pablo, con tu oración protege las
familias y cada vida que brota en la familia.
Ruega por el mundo entero, todavía marcado por tensiones, guerras e injusticias. Tú
te opusiste a la guerra invocando el diálogo y sembrando el amor: ruega por
nosotros, para que seamos incansables sembradores de paz.
Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo, donde te vemos junto a María, haz
descender sobre todos nosotros la bendición de Dios.
Amén.
3. DÍA 4
SAN JUAN PABLO II Y LA VIDA
San Juan Pablo II exhortó a los cristianos a defender a "cada ser
humano desde la concepción hasta su ocaso natural", sirviendo
fielmente el "Evangelio de la vida" frente a legislaciones e
ideologías contrarias que atentan a la dignidad humana y
favorecen la degradación moral de la sociedad, especialmente de
la juventud.
Evocar al Papa Juan Pablo II nos permite reconocer su enorme
compromiso a favor de la vida humana, su contribución decisiva
en la elaboración de una pastoral de la vida.
4. PALABRAS DE SAN JUAN PABLO II
Amadísimos hermanos y hermanas, no os desaniméis ni os canséis
de proclamar y testimoniar el evangelio de la vida; ayudad a las
familias y a las madres en dificultad. Especialmente a vosotras,
mujeres, os renuevo la invitación a defender la alianza entre la
mujer y la vida, y de haceros "promotoras de un "nuevo
feminismo" que, sin caer en la tentación de seguir modelos
"machistas", sepa reconocer y expresar el verdadero espíritu
femenino en todas las manifestaciones de la convivencia civil,
trabajando por la superación de toda forma de discriminación, de
violencia y de explotación" (Evangelium vitae, 99).
5. El hombre está llamado a una plenitud de vida que va más allá de
las dimensiones de su existencia terrena, ya que consiste en la
participación de la vida misma de Dios.
Lo sublime de esta vocación sobrenatural manifiesta la grandeza y
el valor de la vida humana incluso en su fase temporal.
En efecto, la vida en el tiempo es condición básica, momento
inicial y parte integrante de todo el proceso unitario de la vida
humana.
6. CUANDO LA IGLESIA DECLARA QUE EL RESPETO INCONDICIONAL
DEL DERECHO A LAVIDA DETODA PERSONA INOCENTE
«Quiere simplemente promover un Estado humano. Un Estado que
reconozca, como su deber primario, la defensa de los derechos
fundamentales de la persona humana, especialmente de la más débil ».
DESDE LA CONCEPCIÓN A SU MUERTE NATURAL.
7. NO
MATARÁS
ABORTO
"Si aceptamos que una madre suprima el fruto de su seno,
¿qué nos queda? El aborto es el principio que pone en peligro
la paz en el mundo".
Embriones engendrados en número excesivo, seleccionados
y congelados, son sometidos a experimentación destructiva
y destinados a la muerte con decisión premeditada.
EUTANASIA
Esto es adueñarse de la muerte, procurándola de modo
anticipado y poniendo así fin « dulcemente » a la propia vida o a
la de otros. En realidad, lo que podría parecer lógico y humano,
al considerarlo en profundidad se presenta absurdo e inhumano.
8. “La Encíclica Evangeliun Vitae es una confirmación precisa firme
del valor de la vida humana de su carácter inviolable, y, al mismo
tiempo, una acuciante llamada a todos y a cada uno, en nombre
de Dios:
¡Sólo siguiendo este camino encontrarás:
9.
10. Imploremos por intersección de San Juan Pablo II a nuestra Madre
por la dignidad de la vida humana:
Oh María, aurora del mundo nuevo, Madre de los vivientes, aTi
confiamos la causa de la vida: Mira, Madre, el número inmenso de
niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil
vivir, de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de
ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia o de una
presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a
los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de
celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valentía de
testimoniarlo con solícita constancia, para construir, junto con todos
los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida.
11. ORACIÓN
INICIAL
TOTUS TUUS
Virgen, Madre de mi Dios,
¡haz que yo sea todo tuyo!
Tuyo en la vida,
tuyo en la muerte;
tuyo en el sufrimiento,
tuyo en el miedo
y en la miseria;
tuyo en la cruz
y en el doloroso desaliento;
tuyo en el tiempo y en la eternidad.
Virgen, madre de mi Dios,
¡haz que yo sea todo tuyo!
Amén.
12. ORACIÓN
INICIAL
ORACIÓN FINAL
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Oh Dios Padre Misericordioso, que por mediación de Jesucristo, nuestro Redentor, y
de su Madre, la Bienaventurada Virgen María, y la acción del Espíritu Santo,
concediste a san Juan Pablo II la gracia de ser Pastor ejemplar en el servicio de la
Iglesia peregrina, de los hijos e hijas de la Iglesia y de todos los hombres y mujeres
de buena voluntad, haz que yo sepa también responder con fidelidad a las exigencias
de la vocación cristiana, convirtiendo todos los momentos y circunstancias de mi
vida en ocasión de amarte y de servir al Reino de Jesucristo.
Te ruego que me concedas por su intercesión el favor que te pido…
(Pídase la gracia que deseas)
A Tí, Padre Omnipotente, origen del cosmos y del hombre, por Cristo, el que vive,
Señor del tiempo y de la historia, en el Espíritu Santo que santifica el universo,
alabanza, honor y gloria ahora y por los siglos de los siglos.
Amén.
Notas del editor
Frente a quienes promovían la trivialización de las relaciones entre el hombre y la mujer y el mal llamado “amor libre”, Juan Pablo II supo ofrecer un análisis humano y teológico capaz de realzar el sentido auténtico del matrimonio y la belleza de la apertura a la vida propia de la relación esponsal.Rescatar el verdadero sentido del matrimonio y de la familia permitía, además, conquistar aquella perspectiva necesaria para defender la vida en todas sus etapas, precisamente porque cada ser humano existe desde Dios y desde las relaciones que vinculan a los seres humanos entre sí.Por eso se explica que Juan Pablo II se comprometiese, en primera persona, en la lucha contra el aborto en todo el mundo
En la misma quedaron evidenciadas la gravedad y la injusticia de acciones como el aborto, el homicidio y la eutanasia, con un tono tan claro que no dejaba lugar a dudas o a vacilaciones.
Juan Pablo II exhortó a los cristianos a defender a "cada ser humano desde la concepción hasta su ocaso natural", sirviendo fielmente el "Evangelio de la vida" frente a legislaciones e ideologías contrarias que atentan a la dignidad humana y favorecen la degradación moral de la sociedad, especialmente de la juventud.
"El futuro es de los jóvenes -enseñaba Juan Pablo II-, aún cuando también se da por descontado de la misma manera que no podrán construir este futuro sin asumir la heredad de las generaciones precedentes, sin "honrar al padre y a la madre", que les han transmitido el don de la vida con los valores y los ideales más entrañables para ellos.
La solidaridad, entendida como « determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común »,121 requiere también ser llevada a cabo mediante formas de participación social y política. En consecuencia, servir el Evangelio de la vida supone que las familias, participando especialmente en asociaciones familiares, trabajen para que las leyes e instituciones del Estado no violen de ningún modo el derecho a la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, sino que la defiendan y promuevan.
Por esto, nuestra acción de « pueblo de la vida y para la vida » debe ser interpretada de modo justo y acogida con simpatía. Cuando la Iglesia declara que el respeto incondicional del derecho a la vida de toda persona inocente —desde la concepción a su muerte natural— es uno de los pilares sobre los que se basa toda sociedad civil, « quiere simplemente promover un Estado humano.
ABORTO
¡Es verdad! No puede haber auténtica paz sin respeto de la vida, especialmente de la inocente e indefensa como la de los niños por nacer. Una coherencia elemental exige que quien busca la paz defienda la vida. Ninguna acción en favor de la paz puede ser eficaz si no se opone con la misma fuerza a los ataques contra la vida en todas sus fases, desde su nacimiento hasta su ocaso natural.
Precisamente en el caso del aborto se percibe la difusión de una terminología ambigua, como la de 'interrupción del embarazo', que tiende a ocultar su verdadera naturaleza y a atenuar su gravedad en la opinión pública. Quizá este mismo fenómeno lingüístico sea síntoma de un malestar en las conciencias. Pero ninguna palabra puede cambiar la realidad de las cosas: el aborto procurado es la eliminación deliberada y directa, como quiera que se realice, de un ser humano en la fase inicial de su existencia, que va de la concepción al nacimiento" (58).
EUTANASIA
Estamos aquí ante uno de los síntomas más alarmantes de la « cultura de la muerte », que avanza sobre todo en las sociedades del bienestar, caracterizadas por una mentalidad eficientista que presenta el creciente número de personas ancianas y debilitadas como algo demasiado gravoso e insoportable. Muy a menudo, éstas se ven aisladas por la familia y la sociedad, organizadas casi exclusivamente sobre la base de criterios de eficiencia productiva, según los cuales una vida irremediablemente inhábil no tiene ya valor alguno.
Se recogen, aunque sea en forma sintética, las valoraciones morales con respecto a la procreación artificial, el diagnóstico prenatal, la experimentación y, en general, con respecto a las intervenciones sobre embriones humano; si se reafirma el valor y la situación ético-jurídica del embrión; se condena el suicidio específicamente en la forma, recientemente propuesta, del suicidio asistido; se recuerdan las valoraciones éticas sobre la anticoncepción, la esterilización, la pena de muerte y la legítima defensa.Estos temas se hallan en el capítulo primero, que describe los delitos que se realizan contra la vida, y luego vuelven a aparecer en el capítulo tercero, que es de índole doctrinal y moral, donde, por consiguiente, se pronuncian los juicios morales. Así pues, se trata una amplia gama de problemas de bioética.
Para terminar este sencillo homenaje………..¡Que estas palabras lleguen a todos los hijos e hijas de la Iglesia!¡Que lleguen a todas las personas de buena voluntad, interesadas por el bien de cada hombre y mujer y por el destino de toda la sociedad!”