La energía eléctrica se produce principalmente en centrales hidroeléctricas y termoeléctricas y se transmite a hogares, escuelas y oficinas a través de cables de cobre recubiertos de plástico. Para su conducción se usan materiales como el cobre y el aluminio como conductores e insulantes como la porcelana y el vidrio para evitar el paso de la electricidad. Es importante seguir medidas de seguridad como no tocar aparatos eléctricos conectados para prevenir accidentes.