1. B I E N E S TA R COR P OR A L
LIBERARSE DE
LAS CORAZAS
PARA VIVIR
CON PLENITUD
MOVIMIENTOS DE DESPERTAR PSICOCORPORAL
QUE NOS AYUDAN A REENCONTRARNOS
L
as corazas son protec- siente el impulso de saltar,
ciones físicas y menta- correr, gritar… y es coartado
les, que hemos levan- repetidamente, sus múscu-
tado a lo largo de la vida, para los guardarán la memoria
afrontar “amenazas” internas de esa inhibición. Se formará
y externas. Con el tiempo, es- una coraza: la musculatura se
tas corazas se traducen en fijará en una rigidez o una ex-
tensiones corporales, dolor cesiva laxitud que irá asocia-
crónico, depresiones y creen- da a una creencia limitadora
cias limitadoras que impiden (“Para que me quieran, debo
vivir con plenitud. El Méto- estar quieto y callado”) y a
do de Liberación de Corazas una determinada emoción,
(mlc), creado por la psicote- rabia, tristeza, pena…
rapeuta Marie Lise Labonté,
ayuda a romper con nuestras CÓMO ES UNA SESIÓN
rigideces y a reencontrarnos El mlc nos libera de las cora-
con nosotros mismos. zas a través de movimientos
En su día, las corazas nos de despertar psicocorporal, el
protegieron, pero con el tiem- diálogo con el propio cuerpo
po, consciente o inconscien- para restablecer ese víncu-
temente, dificultan nuestro lo que un día se escindió. En
anhelo de vida. Forman ten- las sesiones se usan pelotas
siones musculares y articula- blandas, bastones forrados de
res, y dificultan la respiración espuma…, objetos que masa-
y la circulación de energía vi- jean puntos estratégicos con
tal y de amor. La coraza, ade- el fin de liberar y flexibilizar
más, contiene las emociones las tensiones. Las sesiones
y creencias que fueron recha- pueden ser individuales o en
zadas en su momento. Vea- grupo, repartirse en semanas
mos un ejemplo: si un niño o en seminarios intensivos.
2. UN EJERCICIO
Este movimiento libera
la coraza pélvica y ayuda
a serenarse y arraigarse.
TÚMBATE y dobla las rodillas;
los pies permanecen en el
suelo, paralelos. Coloca una
pelota de tenis bajo la nalga
izquierda. Lleva la rodilla iz-
quierda con la mano izquier-
da hacia el pecho, sin tocarlo.
CON LA MANO, acompaña la
rodilla haciendo movimien-
tos circulares; el pie cuelga
relajado. Respira a tu ritmo
y relaja el resto del cuerpo.
RETIRA la pelota, estira la
pierna izquierda y compá-
rala con la derecha. ¿Hasta
dónde sientes el efecto del
movimiento? Haz lo mismo
con la parte derecha.
Cada sesión se inicia con un
pequeño espacio donde com-
partir nuestro proceso. Lue-
go siguen una serie de movi-
mientos sencillos propuestos
para la ocasión. Los movi-
mientos conducen a una re-
lajación muscular y psíquica,
a una toma de conciencia de
nuestro cuerpo. Para acabar,
se nos invita a expresar cómo
hemos vivido ese encuentro
con nosotros mismos. Aquí
el silencio también habla y
es bienvenido. i
LURDES REINA
Diplomada en mlc con
Marie Lise Labonté.
Naturópata y terapeuta
psicocorporal.
www.lurdesreina.
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