1. Fuente. Resumen de la conferencia "Televisión: ¿Instruye o Destruye?. Por D. Joaquín Arozamena, Periodista,
escritor y experto en comunicación.
Los efectos de la televisión en el desarrollo social y emocional de los niños
El tiempo que un niño o joven pasa frente al televisor es tiempo que se le resta a actividades importantes, tales
como la lectura, el trabajo escolar, el juego, la interacción con la familia y el desarrollo social. Los niños también
pueden aprender cosas en la televisión que son inapropiadas o incorrectas. Muchas veces no saben diferenciar
entre la fantasía presentada en la televisión y la realidad. Están bajo la influencia de miles de anuncios
comerciales que ven al año, muchos de los cuales son de bebidas alcohólicas, comidas de preparación rápida y
juguetes.
Los niños que asisten demasiada televisión están en mayor riesgo de que:
- Saquen malas notas en la escuela.
- Lean menos libros.
- Hagan menos ejercicio físico.
- Tengan problemas de sobrepeso
- Se conviertan en niños pasivos
La violencia, la sexualidad, los estereotipos de raza y de género y el abuso de drogas y alcohol son temas
comunes en los programas de televisión. Los jóvenes y especialmente los niños son impresionables y pueden
asumir que lo que ellos ven en televisión es lo normal, seguro y aceptable. Por consecuencia, la televisión
también expone a los niños a tipos de comportamiento y actitudes que pueden ser abrumadores y difíciles de
comprender.
La publicidad en la televisión y los niños
Los niños son los grandes explotados por la publicidad en la televisión. Los fabricantes de juguetes ganan
millones a cada año por lanzar al mercado sus productos para niños. Los fines de semana y las vacaciones son
sus temporadas preferidas, cuando se generan aún más beneficios económicos. Además, la publicidad televisiva
proyecta estereotipos relacionados a aspectos raciales, sociales, culturales, sexuales, así como también hábitos
alimentarios. Según estudios norteamericanos se emiten una media de 23 publicidades por hora, que sugieren
cereales, galletas, comidas rápidas, refrescos y golosinas. Ese excesivo número de comerciales que sugieren
alimentos, tiene su parte relacionada a la obesidad infantil.
Por otra parte, la exagerada representación de imágenes corporales perfectas puede contribuir al problema de
la anorexia nerviosa sobre todo en adolescentes, debido a la ansiedad que provoca. Si un niño con sobrepeso
aprende en la tele lo importante que es mantener la forma de una manera exagerada, va a desarrollar
complejos y consecuentemente seguirá los consejos y las dietas que digan en la tele, aparte de los valores
erróneos que le estará asimilando. Mas que la mitad de la publicidad contiene información errónea, engañosa o
ambas, pero que los niños creen como verdadera. De tal manera que, la TV no sólo ofrece sino que impone
experiencias, condicionamientos a nuestros niños pues ellos son el principal blanco hacia el cual van dirigidos la
mayoría de los anuncios comerciales.
2. Cómo controlar el tiempo y el tipo de información que reciben los niños de la tele
De los 4 a los 5 años de edad, los niños establecen hábitos permanentes y características emocionales, a través
de la imitación y la identificación. La imitación es consciente, pero la identificación es inconsciente y ocurre por
la adopción de pautas de conducta y actitudes de personas significativas para él.
Por esa razón, es necesario estar vigilantes cuanto a los efectos de la televisión en el niño y específicamente
cuanto a la violencia televisiva. Escenas violentas pueden generar conductas agresivas en los niños, por el simple
hecho de aprenderlas e imitarlas.
Si los padres están de acuerdo con que sus hijos vean la televisión, primero deben estar seguros de que sus hijos
tengan experiencias positivas con la tele.
El padre y la madre deben ser compañeros de su hijo, ayudando a los niños delante de la televisión
- Asistiendo los programas de telévisión con ellos.
- Eligiendo programas apropiados para el nivel de desarrollo del niño.
- Poniendo límites a la cantidad de tiempo: no más que una o dos horas al día.
- Apagando la tele durante las horas de la comida y de los estudios.
- Apagando los programas que no les parezcan apropiados para su hijo.
- Evitando siempre los programas con violencia explícita. Las telenovelas, noticiarios, o dramas pueden causar
sufrimientos innecesarios a un niño.
- Estimulando discusiones con sus hijos sobre lo que están viendo mientras miran a los programas juntos.
- Señalando el comportamiento positivo como la cooperación, la amistad, etc.
- Haciendo conexiones de lo que están viendo con situaciones reales o de estudio.
- Relacionando sus valores personales y familiares con los que ven en la tele.
- Discutiendo con ellos sobre el papel de la publicidad y su influencia en lo que se compra.
- Estimulando al niño para que practique deportes, y se envuelva en pasatiempos y en estar con amigos de su
misma edad.
- No permitiendo a niños con edad inferior a los 2 años a que miren la televisión.
- Grabando programas de calidad para verlos en otro momento.
- Evitando el zapping. Solamente encender la tele para mirar algún programa específico.
- Creando el hábito de apagar la televisión cuando se termina el programa.
- Evitando a los dibujos animados que muestren a sus personajes sufriendo. Eso es muy común en las grandes
películas de dibujos animados, en las que el niño se angustia al identificarse con el personaje. No hay evidencia
de beneficios en que un niño sufra al ver una película infantil.
- Haciéndoles saber que los personajes en las películas son desempeñados por actores y no por personas reales.
Televisión sín límites y sin críticas no es lo ideal
Cada vez los niños pasan más tiempo delante de la televisión. De hecho, la televisión en España se ha convertido
en la primera alternativa de ocio infantil: el 30% de los niños, según una investigación del Instituto de
Creatividad e Innovaciones Educativas de la Universidad de Valencia, afirma que lo primero que hacen nada más
3. llegar a casa es encender la televisión, un porcentaje que queda muy por encima de los que escuchan música
(13,1%), leen (10,9%), o juegan con sus hermanos o amigos (18,8%).
Guía para educar los niños a ver la televisión
Para ver la televisión y entenderla, hay que conocerla. Aprende a verla y enseña a tu hijo. Seleccionamos algunas
prácticas saludables para aprender a ver la televisión:
- Los padres deben tomar conciencia de que hay contenidos de televisión que pueden ser inadecuados para los
niños, y asumir la responsabilidad de elegir los más idóneos para cada edad.
- Es importante ver la televisión con los hijos, y aprovechar el potencial que tienen para crear una comunicación
familiar en torno a los programas y sus contenidos.
- Es conveniente explicar al niño la diferencia entre realidad y ficción, vincular los actos a las consecuencias, y
contrarrestar todo aquello que atente contra valores elementales.
- Los padres deben controlar el tiempo que los niños ven la televisión, y ser un referente para ellos.
- A veces, no sólo puede ser contraproducente lo que ven los niños, sino lo que ven los niños que ven los padres.
Consumir televisión de manera ilimitada y sin críticas, no es el mejor ejemplo.
- Es necesario que padres y profesores conozcan la programación y mantengan una actitud crítica respecto a los
programas que promueven estereotipos y modelos sociales inadecuados para los más jóvenes.
- La televisión no es madre ni niñera; se debe evitar la tentación de acudir a ella como única forma de
entretenimiento o diversión.
- Antes de encender la tele, es importante saber lo que se va a ver, y no encender la tele para ver lo que hay... Y
saber cuándo apagarla.
- Intentemos que la televisión no sea el centro del hogar; no debe ser la única que hable, sino un lugar de
encuentro y comunicación del entorno familiar.
- Cuando los niños ven la televisión en su cuarto, disminuye la capacidad de los padres para supervisar los
contenidos.
- Los niños deben aprender a ver la publicidad. Son los padres y los educadores los que deben enseñar a los más
jóvenes la realidad del mundo comercial.
- La televisión no debe utilizarse nunca como premio o castigo. Al hacerlo, la erigimos en árbitro de la vida
familiar y transmitimos al niño una idea equivocada sobre su verdadera entidad.
- Los niños tienen que dormir. La televisión no debe interferir en los horarios de sueño de nuestros hijos en los
que, además, se concentran los contenidos menos indicados.
- Se deben buscar puentes entre la televisión y la escuela: recuperar la educación audiovisual y elaborar
materiales didácticos para hacer de la televisión una fuente de conocimiento.
- El niño vive en un entorno audiovisual que puede ser determinante en su formación. Y hay que aprender a
utilizar el enorme potencial que tiene la televisión para la educación o entretenimiento de nuestros hijos.
Veríamos mejor la televisión si …
...aprovecháramos sus posibilidades de comunicación y socialización, en la familia y en la escuela.
... se diferencian claramente los contenidos de la publicidad.
... las instituciones se dotaran de organismos de vigilancia y control de la formativa existente sobre televisión.
... desde todas las instituciones se promoviera más la formación audiovisual de padres, niños y profesores.
4. ... no utilizáramos la televisión como madre o niñera.
... fuéramos capaces de seleccionar los contenidos de acuerdo a nuestros intereses y valores.
... aprendemos a utilizara el enorme potencial que tiene para la educación o entretenimiento de los niños.