informe del grupo de expertos

1. Facultad de Educación. Toledo
CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA EXPULSIÓN DE LOS JESUITAS
AGUILERA GUÍO, M. N. (MNieves.Aguilera@alu.uclm.es); ALBA FERNÁNDEZ, M. S.
(MSagrario.Alba@alu.uclm.es); BÚRDALO CARRERO, J. J. (JoseJavier.Burdalo@alu.uclm.es);
CABEZAS GARCÍA, M. (Maria.Cabezas1@alu.uclm.es); MORÓN FLORES, S.
(Sheila.Moron@alu.uclm.es); PRIVADO IRALA, M. (Marina.Privado@alu.uclm.es); SÁNCHEZ
GÓMEZ, A. (Aitana.Sanchez1@alu.uclm.es).
Fecha de presentación:
Fecha de aprobación:
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Resumen:
El objetivo de esta práctica es conocer las causas y las consecuencias relacionadas con la
educación de la expulsión de los jesuitas por parte de Carlos III en 1767.
Palabras claves: Carlos III, Jesuitas, Motín de Esquilache, educación, religión, universidades.
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Introducción:
La compañía de Jesús, o más comúnmente conocidos como los Jesuitas, son una orden
religiosa de la iglesia Católica que tuvo una gran relevancia en la España del S. XVIII. Los
Jesuitas o Compañía de Jesús fue fundada por san Ignacio de Loyola en el S. XVI.
Para alcanzar el máximo nivel, llevan a cabo una formación y preparación de alrededor de 20
años, en los que estudian numerosas ramas de conocimiento, adquiriendo así una gran cultura
y sabiduría.
El principal argumento que motivó para expulsar a los jesuitas era que estos promovían el
desorden público. Y es que la labor social llevada a cabo por los jesuitas, que tenía como base
las ideas de la Contrarreforma, les hacía estar cerca del pueblo pero también de la nobleza, y
ese amplio ámbito de acción molestaba al gobierno. Aunque Carlos III no estuviese muy
convencido desde un primer momento.
El objetivo de la práctica es buscar información acerca del tema concreto, con la finalidad de
completar las ideas previas y enriquecer el conocimiento.
La hipótesis que proponemos es que en un período de inestabilidad política y económica, los
jesuitas eran envidiados por el resto de la población por poseer una gran riqueza y recibir una
gran formación y conocimientos, lo que llevó al odio generalizado de este colectivo y la presión
al monarca para que acabara expulsándolos. Además, las ideas de los jesuitas eran contrarias a
las de Carlos III.

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Las consecuencias económicas serían positivas, pues el estado aprovechará todos los bienes
dejados por los jesuitas, pero en educación serían negativas, pues disminuiría notablemente el
nivel cultural del país, ya que tenían monopolizada la enseñanza.
Metodología:
El grupo de trabajo (“grupo experto”) estaba formado por seis miembros.
Durante la primera semana nos dedicamos a buscar información de manera individual sobre el
tema por diversas fuentes (principalmente páginas de Internet propuestas por el profesor y
otras relacionadas, y una enciclopedia). El siguiente paso fue reunirnos para poner lo
encontrado en común y comprobar que toda la información encontrada coincidía y no había
contradicciones. Finalmente, elaboramos dicho informe cogiendo información encontrada
entre unos y otros, añadiendo y quitando cosas para alcanzar este resultado final.
Las variables a tener en cuenta en este trabajo fueron el poco tiempo del que disponíamos, la
rigurosidad y nivel de concreción del tema y la búsqueda de información no excesivamente
compleja para la posterior exposición de los datos a nuestros compañeros, ya que la amplia
información presente en las redes puede ocasionar problemas de contraposición de
información y comprensión.
Las posibles fuentes de error que podemos considerar se basan principalmente en la fiabilidad
y objetividad de las páginas web consultadas. Quizás hubiera sido también conveniente la
consulta de más libros e informes oficiales.
Resultados y Discusiones:
Carlos III de Borbón, rey de España es figura clave para entender la supresión de la Compañía
de Jesús en el siglo XVIII. Su largo y estable reinado, fecundo en muchos aspectos, sigue
sorprendiendo por este hecho de alcances mundiales, y sólo puede ser entendido al
contextualizar la época, la política y la persona del rey.
Como hemos dicho anteriormente, el Motín de Esquilache de 1766 fue la principal causa por la
que los jesuitas fueron expulsados, siendo responsabilizados de la organización de éste por el
descontento por la subida de precios de los alimentos de primera necesidad. Desde luego, el
jesuita López tomó parte en el motín, pero no existieron pruebas concluyentes para atribuirle
toda la responsabilidad. Esta acusación se debió también al odio extendido de las clases altas e
ilustradas hacia los jesuitas. Domínguez Ortiz ha señalado las causas más importantes de este
odio a los jesuitas. En primer lugar, su influjo en la corte era muy grande, acumulado ya desde
los tiempos de los Austrias. Los Borbones habían sustituido a los dominicos por los jesuitas en
el confesionario, lo que provocó las consecuentes envidias y enemistades. Por otra parte, en lo
que al aspecto económico se refiere, los jesuitas luchaban para no pagar ciertos impuestos, lo
que producía lógicas tensiones en los obispados. Pero, como ya se ha apuntado, las rivalidades
eran especialmente fuertes en el terreno de la educación, en el que los jesuitas ejercían un
envidiable monopolio.
De este modo, el rey fue presionado para redactar el real Decreto que se expone a
continuación por el se exigía a los miembros de la Compañía de Jesús abandonar territorio
español.

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Pragmática real del Rey: el decreto parece acusar a los jesuitas de perturbar el orden público
La Compañía de Jesús destacó especialmente en el campo de la educación. En España, en
vísperas de la expulsión, los jesuitas poseían 105 colegios y 12 seminarios, por lo que su
expulsión privó de profesores a más de un centenar de colegios, ya que dominaban Facultades
Mayores y algunas Universidades. Se creó así un vacío pedagógico difícil de solucionar a corto
plazo, con severas consecuencias. No obstante, la rápida reacción del gobierno evitó que éstas
fueran terribles. Convocó oposiciones a las cátedras y a las plazas de gramática, dotándolas
con los bienes confiscados a los jesuitas, siendo estos cedidos a otras instituciones como por
ejemplo la Universidad de Sevilla a la que se le concede el edificio de la “Casa Profesa” y la
Iglesia “La Asunción” Además, una cláusula impedía que los nuevos «beneficiados» fueran
eclesiásticos, lo que contribuyó al proceso de laicización de la educación.
El área de la investigación también lo sintió muy notablemente, tanto en el campo de las
Humanidades (Isla, Luengo) como en el de las Ciencias. España no podía permitirse el lujo de
desprenderse de tales figuras.
Conclusiones:
Mediante la búsqueda de información en diferentes páginas webs hemos descubierto cuál fue
el principal motivo que llevó a Carlos III a expulsar a los jesuitas del territorio español: a
mediados del siglo XVIII, los jesuitas eran un colectivo de la sociedad bastante odiado por las
clases altas debido al gran cúmulo de poder y privilegios que poseían. La colaboración de
algunos jesuitas en la organización del Motín de Esquilache fue la excusa perfecta para
presionar al rey y mandar su expulsión. Sin embargo, muchas fueron las consecuencias,
especialmente en el nivel cultural del país, que se quedó sin ilustres figuras de la investigación
y humanistas, profesores y universidades.

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Referencias y Bibliografía:
http://personal.us.es/alporu/historia/jesuitas_expuls.htm#expulsion
http://cidec.org.mx/carlosylosjesuitas.html
http://blogs.ua.es/contrarreforma/2011/01/25/la-expulsion-de-los-jesuitas-en-espana-
buscando-razones-parte-i/
http://es.wikipedia.org/wiki/Mot%C3%ADn_de_Esquilache
http://www.cervantesvirtual.com/portales/expulsion_jesuitas/
http://webs.advance.com.ar/pfernando/DocsIglLA/Expulsion_jesuitas_intro.html
Enciclopedia “Historia de España”, Los Borbón 8 (2004), Ed. Espasa Calpe S.A., Madrid, Pozuelo
de Alarcón.