El Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Argentina destaca el papel activo del Estado en garantizar el acceso de todos los ciudadanos a las nuevas tecnologías a través de financiamiento a proyectos de inclusión digital a nivel municipal. Aunque reconoce que queda trabajo por hacer en capacitar docentes e incorporar contenidos, los primeros datos sobre estos esfuerzos son muy positivos, particularmente para sectores con menos recursos que antes no tenían acceso. Dentro de diez años, imagina generaciones más ilustradas cientí
2. Entrevista a : Lino Barañao
Desde 2007 es Ministro de Ciencia, Tecnología
e
Innovación Productiva de la Nación. Fue
director
de la Agencia Nacional de Promoción Científica
tecnológica y de Innovación
3. En primer lugar, resalto el papel activo del Estado,
ya que es el único que puede encauzar un programa
que garantice el acceso de todos los ciudadanos
a las nuevas tecnologías En esta articulación de distintos
agentes estatales,
El Ministerio brinda financiamiento a proyectos de inclusión
digital a nivel municipal,
4. Aunque sabemos que falta mucho por recorrer, y
que todavía es necesario capacitar a los docentes y seguir
incorporando contenidos, los primeros datos ya resultan muy positivos
. El impacto más grande radicará, sin dudas, entre los sectores de
menos recursos, que hasta ahora
no tenían la posibilidad de acceder a las nuevas tecnologías Y dentro
de ese grupo, los adultos serán
los principales impactados
5. Creo que es necesario, porque el fundamentalismo representa
en la actualidad una amenaza a nivel global. No me refiero sólo
al fundamentalismo islámico. En los Estados Unidos, entre el 40
y el 50% de la población dice descreer de la teoría de
la evolución.
6. Alfabetizar científicamente consistiría, en primer lugar, en transmitir el
método científico, al establecer una verdad científica y evaluar su
grado de validez a través de la experiencia.
Muchas veces, en especial en la escuela, los conocimientos se
transmiten como verdades reveladas y esto no permite comprender los
cambios en la concepción del mundo.
7. La escuela se erige, históricamente, como un ámbito de
nivelación y homogeneización de conceptos; de
introducción y consolidación de una visión nacional del
mundo, aunque después cada uno encuentre la
respuesta a su demanda metafísica por distintas vías.
8. Con honrosas excepciones, faltan docentes que
generen entre sus estudiantes esa pasión por la
ciencia. La mayoría se limita a transmitir los
conocimientos básicos, y presentan a la ciencia como
un conocimiento algo difícil de asimilar y con exámenes
complicados de aprobar. No se transmite el goce por la
búsqueda activa del conocimiento: se lo presenta como algo ya
resuelto por el científico, siempre gente muy inteligente e
inaccesible, cuyos descubrimientos o resultados deben ser
reproducidos de manera infausta y aburrida, con nula aplicación en
la vida real por parte del alumno.
9. De ahora a diez años, imagino generaciones más ilustradas científicamente,
con estudiantes capaces de programar sus propias netbooks; de buscar y
producir información original; y de generar nuevas redes y formas de
comunicación, para discutir ideas y propuestas. Imagino algo maravilloso,
porque ya estamos en presencia de experiencias muy interesantes. Por
primera vez en la historia de la humanidad, los jóvenes tienen cosas para
enseñarles a los adultos, pero también a sus pares. Que hoy un chico
argentino juegue de manera virtual con otro que vive en Tailandia,
reconociéndola diversidad cultural pero a la vez los intereses comunes que
tienen, resulta tan o más fantasioso que una novela de Julio Verne
10. El flujo de información en tiempo real, a través de las redes sociales,
genera fenómenos también inéditos, como acabamos de ver con las
revoluciones sucedidas en África del norte. Es fantástico el control que la
población comienza a hacer de las nuevas tecnologías en su provecho, y
por eso resulta clave que el Estado garantice el acceso de todos a ellas.
En cómo procesar toda esta información, sin perder el razonamiento lógico
ni el espíritu crítico, radicará el gran desafío de los próximos años. Se
debe garantizar que este núcleo de estrategias prevalezca por sobre el
diluvio de datos. Es algo que debemos pensar y debatir, pero que no nos
debemos preocupar. Considero positivo el advenimiento de cambios, y
prefiero eso a la estabilidad absoluta. Mientras pasen cosas, está todo
bien. Lo preocupante sería que, como nación o sociedad, estuviéramos al
margen de todos estos debates.