1. Asperger vs. Autismo
ASPERGER
El Síndrome de Asperger es un trastorno profundo del desarrollo cerebral
caracterizado por deficiencias en la interacción social y en la coordinación motora,
y se hace evidente por los inusuales y restrictivos patrones de interés y conducta.
Este comportamiento fue observado y descrito por primera vez por Hans Asperger,
un médico austriaco, cuyo trabajo fue traducido al resto del mundo en los años 80.
- El niño que padece de Asperger tiene un aspecto externo normal, suele ser
inteligente y no tiene retraso en la adquisición del habla
- Presenta problemas para relacionarse con los demás niños o adultos y, en
ocasiones, presentan comportamientos inadecuados.
- La capacidad intelectual de los niños con Síndrome de Asperger es normal y su
lenguaje normalmente sólo se ve alterada cuando es utilizada con fines
comunicativos.
- Los niños con síndrome de Asperger suelen fijar su atención hacia un tema
concreto, de manera obsesiva muchas veces, por lo que no es extraño que
aprendan a leer por sí solos a una edad muy precoz, si ese es el área de su
atención.
- Un niño con este Síndrome también se encontrará afectado, de manera variable,
en sus conexiones y habilidades sociales, y en el comportamiento con rasgos
repetitivos y una limitada gama de intereses.
- Tienen una comprensión muy ingenua de las situaciones sociales, y no suelen
transformarlas en su propio beneficio. La mala adaptación que presentan en
contextos sociales es fruto de un mal entendimiento y de la confusión que les crea
la exigencia de las relaciones interpersonales.
- A pesar de sus dificultades, los niños que padecen de ese trastorno son nobles,
poseen un gran corazón, una bondad sin límites, son fieles, sinceros, y poseen un
sinfín de valores que podemos descubrir con tan sólo mirar un poquito en su
interior.
Las causas del síndrome de Asperger en niños y bebés
Existe un componente genético relacionado con uno de los padres. Con cierta
frecuencia es el padre el que presenta un cuadro completo de síndrome de
Asperger. En ocasiones, hay una clara historia de autismo en parientes próximos.
El cuadro clínico que se presenta está influenciado por muchos factores, incluido
el factor genético, pero en la mayoría de los casos no hay una causa única
identificable.
2. AUTISMO
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno neurobiológico del
desarrollo que ya se manifiesta durante los tres primeros años de vida y que
perdurará a lo largo de todo el ciclo vital.
Los síntomas fundamentales del autismo son dos:
• Deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social.
• Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.
Los indicios que pueden ser indicativos del TEA en los niños son:
• En el parvulario y en la escuela, hay falta de interés por los otros niños.
• No comparten intereses (no acostumbran a señalar con el dedo aquello que les
llama la atención para compartirlo con los demás).
• Ausencia de juego simbólico (dar de comer a muñecas, hacer cocinitas, jugar a
coches como si fueran de verdad, etc.).
• Se establece poco contacto visual y no observan la expresión de la cara del
interlocutor cuando juntos están viendo alguna cosa inusual. No acostumbran a
realizar la sonrisa social.
• Su lenguaje, si existe, es literal (no entienden las bromas, los chistes, los dobles
sentidos ni las metáforas).
• Evitan el contacto físico o les gusta más bien poco. Acostumbran a tener
hipersensibilidad táctil, olfativa, gustativa y auditiva. Frecuentemente existe poca
sensibilidad al dolor.
• Reaccionan poco ante la voz de sus padres, lo que puede hacer sospechar de un
déficit auditivo.
• Presentan intereses inusuales. Además, son repetitivos y no compartidos.
• Pueden mostrar comportamientos extraños, repetitivos y auto estimulantes como
el balanceo, el movimiento de aleteo de manos o caminar de puntillas entre otros.
• Los que presentan más nivel intelectual, notan que son diferentes y no entienden
qué les pasa. Son la pieza del puzle que no sabe acoplarse ni encajar en el tablero
social.