La Ley de Portabilidad Numérica permite a los usuarios mantener su número telefónico cuando cambian de proveedor de servicios, promoviendo así una mayor competencia en el sector de las telecomunicaciones. Empezó a operar a finales de 2012 y otorga a los usuarios el derecho de conservar su número al cambiar de operador, a la vez que garantiza un mejor servicio al cliente y una competencia más equitativa entre las empresas de comunicaciones.