Cada persona es singular debido a tres conjuntos de factores. Primero, las tendencias comunes a la especie como los reflejos y procesos homeostáticos. Segundo, las características hereditarias ligadas a los genes que contribuyen a la singularidad infinita antes de que influyan la cultura y el ambiente. Tercero, ciertas capacidades latentes como la conciencia, el sentido de sí mismo y la organización jerárquica que representan el potencial para alcanzar el estado adulto y originan los estadios del desarrollo humano.
1. SINGULARIDAD EN EL NIÑO
Singularidad es la cualidad Característica, peculiaridad que determina los rasgos
que distingue una cosa de otra de su misma clase o especie.
El primer hecho que nos llama la atención es la singularidad, tanto del proceso
como del producto. Cada persona es un idioma en sí misma. Las disposiciones
innatas, la materia prima para el desarrollo de la personalidad, comprenden por
lo menos tres conjuntos de factores.
Primero están aquellas tendencias comunes a la especie que contribuyen a su
supervivencia: Un conjunto de reflejos, impulsos y procesos hemostáticos. Todo
lo que pueda ser llamado con propiedad instintiva cae en esta clase. Esta
particularidad, señala el hecho de que las disposiciones y su maduración
dependen del estado total concomitante del proceso de evolución. En este caso
las relaciones sociales del niño deberán ser favorables para que el instinto
aparezca.
Un segundo grupo de disposiciones incluye todo lo que normalmente llamamos
"herencia". Aquellas características ligadas a los genes, que asociamos con la
familia, la estirpe, y la raza. Puesto que las combinaciones de rasgos vinculados
con los genes son aparentemente casi infinitas en número, observamos que este
tipo de singularidad infinita en la personalidad aun antes de que las operaciones
diferenciales de la cultura y el ambiente comiencen a influir. Ciertamente, los
genes explican también la uniformidad de la especie. : Que tengamos 2 ojos, una
columna vertebral y un equipo común de glándulas. Pero cuando hablamos de
herencia, estamos más inclinados a pensar en semejanzas (por ejemplo: el
parecido del niño con sus padres) y a olvidar que el funcionamiento de los genes
también nos adentra en el camino hacia la singularidad con nuestras variadas
dotes temperamentales, plasticidad neural, y umbrales de respuesta.
Disposiciones originariasNos referimos a ciertas capacidades latentes o
potenciales que juegan un papel crucial en el proceso de evolución. Si esta
normalmente dotado, el niño desarrollara con el tiempo una conciencia, un
sentido de sí mismo y una organización jerárquica de rasgos. Llegará a ser una
especie de sistema estructural, autorregulándose y auto manteniéndose. Lo que
es más, el mismo se esforzara por llegar a ser algo más que una copia
mimeografiada de la especie a la que pertenece. Tales capacidades representan
potencialidades para alcanzar el estado adulto. Ellas originan los estadios
característicos del desarrollo humano.