1. Ácidos grasos esenciales
Fosfolípidos y Hierro
ÁCIDOS GRASOS ESENCIALES
Los ácidos grasos esenciales, linoleico y linolénico, son necesarios para el desarrollo y funcionamiento del
sistema nervioso y del cerebro por su abundancia en la membrana de las neuronas.
Un aporte adecuado de éstos se consigue consumiendo: aceite de semillas, frutos secos, germen de cereales,
aguacate, cereales integrales, soja y aceite de hígado de bacalao. O mediante complementos dietéticos como
el aceite de onagra y el germen de trigo.
FOSFOLÍPIDOS
Los fosfolípidos son una mezcla compleja de grasas, ácidos grasos esenciales, ácido fosfórico y dos vitaminas
del grupo B como la colina y el inositol.
Estas sustancias forman parte de la membrana de las células, incluidas las neuronas, por lo que es preciso una
concentración adecuada de estos compuestos en el organismo para el buen funcionamiento celular. Abundan
en: hígado, sesos, corazón, yema de huevo.
HIERRO
Trasporta oxígeno a los tejidos es componente esencial de la hemoglobina y de la mioglobina que almacena el
oxígeno en el músculo. Interviene en la producción de energía.
Las células cerebrales utilizan hierro para su funcionamiento normal a cualquier edad y este mineral interviene
en la función y síntesis de neurotransmisores. Por ello, la deficiencia en hierro se relaciona con menor
capacidad de concentración, de atención y de memoria y menor rendimiento escolar o laboral.
Los alimentos ricos en hierro: Almejas, berberechos y similares, morcilla,
vísceras (hígado, riñón), foie gras, carnes (sobre todo de caballo),
pescados (hierro hemo). Levadura, germen de trigo, legumbres, frutos
secos o cereales integrales (hierro no hemo).
Los alimentos vegetales contienen hierro de menor absorción por el
organismo. No obstante, combinándolos con alimentos ricos en vitamina
C o en proteínas, aumenta la absorción orgánica de este mineral. La
vitamina C y las proteínas son factores que mejoran su asimilación,
mientras que un exceso de vitamina B9 o ácido fólico, de fitatos, de
taninos o de oxalatos la reducen. Por ello, cuando una persona requiere
de suplementos de hierro oral, se indica que es mejor tomarlos antes del
desayuno junto con algún alimento rico en vitamina C (kiwi, cítricos, etc.).
Casos recomendados: Embarazo lactancia, hemorragias de todo tipo, menstruaciones abundantes.
Anemias de todo tipo. Malnutrición (regimenes de adelgazamiento)
Carencia: Anemia ferropénica, debilidad y mayor riesgo de infecciones.
Exceso: Es raro y suele deberse a un problema metabólico. Niveles altos de hierro se asocian a alteraciones
hepáticas, pancreáticas y cardiacas.
Orlando Betancor
Técnico en Dietética y Nutrición. Profesor de Cocina. Personal
Cooking Trainer. Terapeuta Fisioenergético.
www.elriaddelabaraka.com - info@elriaddelabaraka.com
El Riad DelaBaraka
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