2. Judith Butler ( 24 de febrero de 1956 , Cleveland –) es una filósofa post-estructuralista y profesora del departamento de retórica y literatura comparada de la Universidad de California, Berkeley, que ha realizado importantes aportaciones en el campo del feminismo , la Teoría Queer , la filosofía política y la ética . Autora de El Género en disputa. Feminismo y la subversión de la identidad (1990) y Cuerpos que importan. El límite discursivo del sexo (1993), ambos libros describen lo que hoy se conoce como Teoría Queer .
3. EL GÉNERO EN DISPUTA Obra en la que afirma en que los comportamientos de roles de género se encuentran reglamentados a través de una serie de pautas culturales histórica y lingüísticamente construidas. En el Prefacio (1999) que adelanta la autora “tampoco sabía que iba a construir una intervención provocadora de la teoría feminista, ni que sería citado como uno de los textos fundadores de la teoría queer”. Utiliza el concepto de performatividad y esta idea la traslada a la categoría de género y afirma que este se encuentra performado a través de las actuaciones linguísticas, donde el individuo depende de un discurso que lo antecede y que lo configura como persona que lo determina como categoría genérica y sexual.
4. La performatividad del género dice la autora, es la forma en que la anticipación de una esencia dotada de género provoca lo que plantea como exterior a si misma. Esta pista de “performatividad de género” lo toma de la interpretación que Jacquez Derrida hizo de “Ante la ley” de Kafka. La autora nos anticipa, en el prefacio a la edición de 1999, que su propósito es criticar el supuesto heterosexual del feminismo y que lo hará desde la óptica del postestructuralismo, es decir, mediante la deconstrucción de las categorías de sexo, género, deseo, etc. Se pregunta de qué manera las prácticas sexuales no - normativas ponen en tela de juicio la estabilidad del género como categoría de análisis. presentará como conclusión los lineamientos generales de su Teoría de la Performatividad de Género [i] , [i] El término performativo , ideado por el filósofo inglés J. Austin, se refiere a los verbos cuya expresión equivale a la realización del acto que significan. Por ejemplo, prometo , pregunto , ordeno son verbos performativos porque al enunciarlos se está realizando el acto de prometer, preguntar, ordenar. En este caso, performativo hace referencia a lo que al hacerse, constituye al ser, una actividad que crea lo que ella misma describe, una acción que no se sustenta en ningún sujeto ontológicamente primordial, sino que, por el contrario, lo constituye en su mismo transcurrir.
5. Se refiere a los términos controvertidos de política y representación : Representación: término operativo dentro de un proceso político que intenta extender la visibilidad y la legitimidad hacia las mujeres como sujetos políticos… “ Para la teoría feminista, el desarrollo de un lenguaje que represente completa o adecuadamente a las mujeres ha parecido necesario para fomentar su visibilidad política.” Foucault señala que los sistemas jurídicos de poder producen a los sujetos que después llegan a representar. Judith Butler, para quien la categoría mujer , como representación de valores y características determinadas, es normativa y por tanto, excluyente. Su solución –a diferencia de la respuesta que intenta el multiculturalismo- no pasa por la combinación “políticamente correcta” de los diversos atravesamientos que constituyen al sujeto en sus múltiples identidades. Ella proclamará, más bien, la absoluta prescindencia de toda identidad.
6. Butler plantea que el “sexo” entendido como la base material o natural del género, como un concepto sociológico o cultural, es el efecto de una concepción que se da dentro de un sistema social ya marcado por la normativa del género “ Dentro de la práctica política feminista, parece necesario un replanteamiento radical de las construcciones ontológicas de la identidad para formular una política representativa que pueda revivir el feminismo sobre otras bases” Feminismo como política de representación: “ En el transcurso de este esfuerzo por cuestionar a las “mujeres” como sujeto del feminismo, el uso no problemático de esa categoría puede traer como resultado que se descarte la posibilidad de que el feminismo sea considerado una política de representación.”
7. “ Me pregunté entonces: ¿qué configuración de poder construye al sujeto y al Otro, esa relación binaria entre hombres y mujeres y la estabilidad interna de esos términos?” Este planteamiento, desestabilizó la categoría de “mujer” o “mujeres”, y obligó a la perspectiva feminista a re concebir sus supuestos, y entender que “las mujeres”, más que un sujeto colectivo dado por hecho, era un significante político . Al mismo tiempo, esta aguda desencialización del género, la idea de que las normas de género funcionan como un dispositivo productor de subjetividad, sirvió de fundamento teórico y dio argumentos y herramientas a una serie de colectivos, catalogados como minorías sexuales, que también, junto a las mujeres, eran (y continúan siendo) excluidos, segregados, discriminados por esta normativa binaria del género. Butler ayudó mucho al impulso y la expansión de los movimientos queer, y también trans e intersex. presentando una lectura radicalmente personal del tabú del incesto como mecanismo que sirve a los fines de imponer las identidades de género diferenciadas e internamente coherentes dentro de un marco heterosexual
8. Se pregunta: “¿Qué nueva forma de política emerge cuando la identidad como una base común ya no constriñe el discurso de la política feminista?” La respuesta es que visualizar la política femenina de esa manera abre una oportunidad mucho más grande para una política democrática que aspire a la articulación de las diferentes luchas en contra de la opresión. Lo que emerge es la posibilidad de un proyecto de democracia radical y plural.” [i] Butler se pregunta en Problemas de los géneros, teoría feminista y discurso psicoanalítico : “ ¿Existe otro punto de partida normativo para la teoría feminista que no requiera la reconstrucción o la puesta bajo la luz de un sujeto femenino que no puede representar, y mucho menos emancipar, el conjunto de seres corpóreos que se encuentran en la posición cultural de mujeres?” Son los discursos sociales sobre la superficie del cuerpo los que crean la falsa convicción de una identidad, de una esencia interior, a posteriori . El efecto último de esta repetición actual es la aparición de la sustancia, convirtiendo al género aparentemente en una expresión natural de los cuerpos. Esta repetición institucionaliza al género, volviéndolo rígido. [i] Mouffe, Ch. (1999): El retorno de lo político ; Barcelona, Paidós
9. “ ... actos y gestos, deseos actuados y articulados crean la ilusión de un núcleo interior y organizativo del género, una ilusión mantenida discursivamente para regular la sexualidad dentro del marco obligatorio de la heterosexualidad reproductiva.” [ii] siguiendo a Foucault, sostiene que los sujetos se constituyen a través de la exclusión; es decir, las políticas de subjetivación encierran necesariamente las prácticas de la sujeción. La liberación de las mujeres, en esta nueva teoría posmoderna, podría interpretarse mejor como la liberación de la propia identidad, que es lo verdaderamente opresivo. según Butler, es de esta pesada definición ontológica represiva y excluyente de la identidad de la “mujer”. Idea del “cuerpo”, como medio pasivo sobre el cual se afirman los significados culturales, como mero instrumento: Beauvoir afirmaba claramente que una llega a ser mujer, pero siempre bajo la obligación cultural de hacerlo. “ No hay nada en su estudio que garantice que la persona que se convierte en mujer sea necesariamente de sexo femenino.” Para Butler, el significante político es políticamente efectivo precisamente en razón de su imposibilidad de describir o representar de modo completo, aquello que nombra. Su hipótesis fundamental al inicio es que cualquier teoría feminista que restrinja el significado del género en las presuposiciones de su propia práctica establece normas de género excluyentes, a menudo con consecuencias homofóbicas.
10. Butler respecto de la trayectoria de estos feminismos es la de que "la crítica feminista debe explorar las afirmaciones roralizadoras de una economía significante masculinista, pero también debe ser autocrítica respecto de los gestos totalizadores del feminismo". La autora cree que Foucault se dedica a "investigar los intereses políticos que hay en designar como origen y causa las categorías de identidad que, de hecho, son los efectos de instituciones, prácticas y discursos con puntos de origen múltiples y difusos. El objetivo de este cuestionamiento es centrar y descentrar esas instituciones definitorias: el falogocentrismo y la heterosexualidad obligatoria", en vez de buscar "los orígenes del género, la verdad interna del deseo femenino, una identidad sexual genuina o auténtica que la represión ha mantenido oculta". Butler hace toda una crítica al poder jurídico como productor del sujeto que sólo dice representar, produciendo, de esta manera, un ocultamiento de un supuesto sujeto anterior a la ley. El feminismo intentando representar a la categoría de mujer lo hace, sin poder evitarlo, desde ese mismo discurso que establece lo jurídico. De esta manera “las mismas estructuras de poder mediante las cuales se busca la emancipación producen y restringen la categoría de “las mujeres”, sujeto del feminismo. Es decir, el sujeto del feminismo no deja de ser, para ella, un sujeto creado por el hombre. Es otra de las manifestaciones de la “estructura universal o hegemónica del patriarcado o de la dominación masculina”.
11. Butler, por su parte, fundamenta su análisis a partir de la distinción entre sexo y género que hace la antropología estructural y las críticas feministas que acuerdan que "el género no es el resultado causal del sexo ni tampoco es tan aparentemente fijo como el sexo. Así, la unidad ya está potencialmente impugnada por la distinción que permite que el género sea una interpretación múltiple del sexo". Su operación lógica consiste en que "si el género es los significados culturales que asume el cuerpo sexuado, entonces, no puede decirse que un género sea resultado de un sexo de manera única". Propone cuestionar, entonces, el reducir los sexos a dos (hombre y mujer) y que los géneros, consecuentemente, sean también dos (masculino y femenino). De esta manera se anularía la correspondencia del sistema binario de géneros en una relación mimética a los sexos". La idea inmutable del sexo puede que esté tan culturalmente constituida como la de género y que por tanto lo originario pueda ser el género, y, de esta manera, la distinción entre sexo y género no exista como tal. Así, la autora mantiene la postura de que "la normatividad heterosexual no debería ordenar el género, y que tendría que oponerse a tal ordenamiento". INTRO…
12. De Wikipedia: La Teoría Queer es una hipótesis sobre el género que afirma que la orientación sexual y la identidad sexual o de género de las personas son el resultado de una construcción social y que, por lo tanto, no existen papeles sexuales esenciales o biológicamente inscritos en la naturaleza humana , sino formas socialmente variables de desempeñar uno o varios papeles sexuales. La Teoría Queer es una hipótesis sobre el género que afirma que la orientación sexual y la identidad sexual o de género de las personas son el resultado de una construcción social y que, por lo tanto, no existen papeles sexuales esenciales o biológicamente inscritos en la naturaleza humana, sino formas socialmente variables de desempeñar uno o varios papeles sexuales. pero ha sido reapropiado por quienes recibían ese insulto. De este modo, se han convertido -por primera vez- en los productores del discurso sobre sexualidad (las minorías sexuales siempre han sido el objeto estudiado, el “otro”). Ahora son, como dice Beatriz Preciado, “el sujeto de la enunciación”.
13. En primer lugar, lo “queer” es una respuesta. Una reacción de un sector de la población gay, lesbiana, transexual y transgénero de Estados Unidos ante el camino que había tomado el movimiento homosexual más influyente. A principios de los 90, ese frente más visible se había convertido en defensor de un status quo conservador. Queer es una teoría posmoderna que surgió en la academia estadounidense a finales de la década de 1980. Hubo gente que se hartó de esa situación y empezó a reunirse, a reflexionar sobre la lucha, la identidad y la diversidad. Y de ahí surgió el pensamiento queer. Se tomaron ideas de Michel Foucault y de Monique Wittig, y pensadores como Judith Butler, Eve K. Sedgwick, Donna Haraway y Teresa de Lauretis que publicaron textos que cuestionaban diversos aspectos de la teoría feminista y de los estudios gays y lesbianos, un proceso que sigue aún en marcha. Hay que demostrar en la sociedad de hoy en día, que somos hombres o mujeres en nuestro aspecto, roles, … (género). Es lo que Judith Butler llama la performatividad del género . la teoría queer plantea que tanto el género como el sexo son una construcción, un planteamiento que está en permanente contestación. Lo importante es que la teoría queer ha tirado una bomba a diversos campos teóricos y eso está aportando un debate muy enriquecedor. Butler dice que debe considerarse el género sexual como la interpretación que se hace de la diferencia biológica como una condición que no es lo que somos, sino lo que hacemos.