1. ARISTÓTELES
III- LA TEORÍA DE LA VIRTUD
Concepto de una moral teleológica:
La ética no es una ciencia teórica, sólo un saber o reflexión de orden
práctico en torno a la virtud y al bien del ser humano. En la ética no
investigamos para saber qué es el bien, sino para ser buenos y virtuosos.
Diferencia Aristóteles la ética como modo de ser adquirido (εθος =éthos,
carácter), de la ética como modo de ser dado naturalmente (ηθος = êthos,
talante, temperamento).
La ética en sentido teleológico equivale a suponer que el bien y el fin de
una acción o de un individuo se identifica, son lo mismo: el bien del ser
humano es el fin propio del ser humano.
Ocurre que el bien no es un término unívoco, no se dice ni se predica
siempre en el mismo sentido. Habrá pues que indagar cuál puede ser el
bien propio del humano, y no podemos admitir que exista algo así como un
bien absoluto o bien en sí mismo.
Desde luego no existe problema para determinar dónde debemos situar
subjetivamente el bien y el fin humanos: todos aceptamos que ese bien y
ese fin es la felicidad (eudaimonía), lo malo es que no nos ponemos de
acuerdo objetivamente en dónde está la felicidad. Para unos, la felicidad se
alcanza con riquezas; para otros con honores y fama; otros muchos creen
obtenerla a través del placer. Sin embargo, dice Aristóteles, todos estos no
son más que bienes externos que no son perseguidos por sí mismos, sino
por ser medios para alcanzar la felicidad. Es ésta la única que se basta a sí
misma para ser: es autárquica y perfecta. Los demás bienes externos se
buscan porque pueden acercarnos más a la felicidad, aunque su posesión
no implica que seamos felices.
Indagación del bien objetivo del ser humano:
Aristóteles, como biólogo, analiza las diferentes funciones y niveles de los
seres vivos, incluyendo al hombre. Así, distingue:
a) nivel vegetativo: nacimiento, nutrición, desarrollo, reproducción,
muerte. En este nivel no está situado el bien propio del ser humano.
b) nivel sensitivo: movimiento (locomoción) y funciones sensibles
(percepción). Tampoco en este nivel se encuentra el bien propio.
c) nivel intelectual: pensamiento, investigación y contemplación de la
verdad. Aquí sí se encuentra el bien propio (vida y saber teórico). Es un
bien y un saber “ocioso”, “lujoso”, “inútil” (es un fin en sí mismo y no un
medio). El mayor bien para un hombre será el pleno desarrollo de
aquello que le es más esencial: la inteligencia; la actividad
contemplativa. Será la virtud de la sabiduría la que le procure al
hombre la verdadera felicidad aunque debe conjugarla con otras
virtudes y con los bienes exteriores.
Concepto de virtud:
La virtud no es innata al hombre, como lo son las pasiones, instintos o
tendencias. Si fueran propias de nuestra naturaleza, todos seríamos
virtuosos por el mero hecho de ser hombres, y esto, desde luego, no ocurre.
Pero aunque no es un don de la naturaleza, la virtud tampoco es una
ciencia, como sostenían los socráticos y Platón. No por conocer qué es el
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2. ARISTÓTELES
bien o qué es la justicia somos buenos o justos. La virtud implica
voluntad, obrar a sabiendas, con conciencia. No pertenece ésta sólo al
orden del lógos, sino también e inevitablemente al éthos: la costumbre, el
hábito. Las virtudes se adquieren a través de la costumbre, el ejercicio y el
hábito.
Nos acostumbramos a algo cuando repetidamente obramos de tal manera
que se convierte en un hábito de nuestra conducta. No podremos ser
justos sólo conociendo qué es la justicia. Debemos ejercitarla y practicarla
hasta convertirla en un hábito en nuestro comportamiento. Únicamente
practicando la justicia, se puede llegar a ser justo.
La virtud implica también una cierta medida, un cierto orden entre el
exceso y el defecto. Aristóteles intenta objetivar la virtud: ésta ha de
situarse en un término medio entre dos vicios, uno por exceso y otro por
defecto. Así, el valor es un medio entre la cobardía y la temeridad, y la
generosidad será el justo medio entre la prodigalidad (exceso) y la avaricia
(defecto).
Según Aristóteles no hay una medida impersonal para definir en cada
situación el justo medio. Cada hombre debe ser juez tal y como lo haría
siempre un hombre sabio y prudente.
"La virtud es una disposición adquirida de la voluntad,
consistente en un justo medio relativo a nosotros, el cual está
determinado por la regulación recta tal y como lo determinaría
el hombre prudente"
Clasificación de la virtud:
a) virtudes morales o éticas: regulan la parte “apetitiva” del ser humano:
justicia, temor, audacia, templanza, esperanza, magnanimidad,
fortaleza. Dentro de la justicia, a la que considera “virtud de dar a cada
cual lo que le pertenece” distingue la justicia distributiva (orden del
todo-Estado a las partes-ciudadanos); justicia leal (orden de las partes
al Estado) y justicia conmutativa (orden de las partes a las partes).
b) Virtudes intelectuales o dianoéticas: regulan las tendencias de carácter
superior o intelectual. Distingue:
b1) teóricas: contemplación de la verdad, ciencia o sabiduría,
investigación...
b2) prácticas: la prudencia (σοφροσυνη = sofrosine), considerada la virtud
por antonomasia. Afecta tanto a lo individual como a lo colectivo, de ahí
que exista una prudencia doméstica o familiar, una prudencia individual o
personal y una prudencia política. Ella es la encargada de determinar el
término medio según el recto juicio de un varón honesto y adulto; y de
señalar los fines y proponer los medios adecuados, en todos y cada uno de
los distintos momentos del acto voluntario (presentación de un fin,
deliberación, decisión, ejecución).
b3) productivas
Política:
Ética y política están íntimamente vinculadas en Aristóteles. La ética
desemboca en la política y se subordina a ella, en la medida en que la
voluntad individual ha de subordinarse a las voluntades de toda una
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3. ARISTÓTELES
comunidad. Pero también, la política permitirá que el Estado eduque a los
hombres en la virtud y, sobre todo, en la justicia.
Aristóteles defenderá un organicismo social: el Estado es como una
especie de "ser natural" que no aparece como resultado de un pacto o
acuerdo convencional entre hombres, sino que es connatural al hombre, es
decir, pertenece a su misma esencia o naturaleza.
Según Aristóteles, las familias surgen de la necesidad de la especie
humana para procrear y subsistir como especie. Esta es la unión primera
entre hombres. Luego surge la aldea o pueblo como agrupación necesaria
para satisfacer las necesidades primarias y cotidianas. Una familia no
puede procurarse a sí misma de todo lo necesario. La ciudad-estado es la
culminación de este proceso. Su fin no es ya la subsistencia. No se trata ya
de vivir, sino de "vivir bien"; es decir, de procurar la felicidad a todos sus
miembros.
Así el Estado se comporta como si fuera un organismo o un "ser vivo" que,
como cualquier otro, tiende a un fin: la felicidad de los ciudadanos.
aisladamente, los hombres no podemos lograr nuestro fin: la felicidad.
Necesitamos de la comunidad política para conseguirlo: somos animales
políticos (zôon politikón), que desarrollan sus fines en el seno de una
comunidad.
El carácter político del hombre se explica por su capacidad de lenguaje.
Las leyes son lenguaje social y compartido por todos. La tarea del
legislador será precísamente estipular las leyes y hacerlas cumplir. En toda
sociedad hay siempre un elemento coactivo. La ley no da sólo derechos;
también impone deberes.
Aristóteles criticará la teoría política de Platón, la utopía de la República le
parece demasiado alejada de la realidad, y la política debe dirigirse a lo que
hay, no a lo que nos gustaría que hubiera o a lo que debería ser. El Estado
no puede consistir en una unidad perfecta, ya que esto conllevaría su
propia destrucción. Igual que en un organismo las partes que lo componen
están diferenciadas entre sí, el Estado es un todo que abarca multitud de
diferencias; y en ello consiste: en la regulación mediante leyes, de todas las
diferencias, de todas las voluntades.
Tampoco estaba de acuerdo con la teoría platónica que proponía abolir la
propiedad privada y que pretendía colectivizar las mujeres y los hijos: todo
ello conllevaría la destrucción de la recta moral y del propio Estado.
FORMAS DE GOBIERNO
Cuantitativamente, pueden darse distintas cleses de gobiernos,
dependiendo del número de gobernantes: uno solo, unos pocos o la
mayoría y cualitativamente, estas formas podrán ser justas o injustas,
atendiendo a si su mira está puesta en el bien particular o en el bien
común.
Por la cantidad BIEN MAL
UNO Monarquía Tiranía
VARIOS Aristocracia Oligarquía
TODOS Democracia Demagogia
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