El documento es una invitación a asistir a un curso en Marruecos en los próximos meses. Alienta a quienes han asistido previamente a compartir sus experiencias para motivar a otros a inscribirse. También anuncia que se formará un nuevo grupo de jóvenes maestros para continuar viajando y enseñando. Incluye una historia sobre un hombre que ayudó a un soldado desertor dándole comida en un túnel oscuro, enseñando la importancia de la compasión.
1. Casa Templaria,20 junio 2012
¡Alegría semillas!
Ya faltan pocos días, aún quizás un mes, para ir de nuevo al
país de Mil y una Noches, Marruecos, os invito a continuar a ver
la web, Facebook, youtube, ver las fotografías, os recuerdo que el
curso es único, una vez en vuestra vida tendréis que asistir.
¡Quien quiere puede!
Invito a todas las personas que han estado en Marruecos en
el mes de mayo que cuenten, que compartan su experiencia, lo que
han vivido para motivar, animar a que pueda ser nuevamente un
curso inolvidable ¡ánimo Brasil! Sé que estáis empezando el otoño
y siempre da un poquito más de sueño. Mi querido Romeu haz
una buena publicidad para Marruecos cuento contigo para que al
menos traigas tu sólo un autobús ¡tu puedes! Mi querido Eloir
sabes que tuviste una prueba muy grande y muy fuerte,
inolvidable y es para que puedas ayudar ¡ale Eloir, mi amado
Eloir! Mi querida Izabel del Arrumadhino eres mi fiel semilla y
haces parte de ese mi jardín con tu amistad y fidelidad. Espero
que podáis traer a la mitad de Brasil. Mi querida América
completa ánimo. España, habéis vivido algo maravilloso, Marisol
anímate a traer un autobús entero.
2. ¿Cómo podría explicaros la alegría que tengo de poder
volver de nuevo a ese curso donde se formó también a los nuevos
maestros? Estoy en hora buena, os doy una buena noticia, se va a
preparar otro grupo, primero los jóvenes serán nuevos maestros y
se complementará con otras semillas de los países, vamos a
continuar a viajar, a formar a ayudar al planeta; son los
maestros blancos y negros del ying y el yang que me dijeron
“nosotros tenemos esperanza” fue mi gran alegría, ya me he
colocado las alas porque correr no es suficiente ¡hay que
volaaaaaar!
Una vez el Señor Antonio tenía que hacer unos 10 kilómetros
para vigilar las vías del tren y tenía que ser por la noche, siempre
era por precaución para que no existiera ningún problema para
los trenes, hoy en día todo es eléctrico y aún así hay accidentes.
Hace algunos años no había accidentes y se vigilaba muchísimo
porque había otra “consciencia” existía el honor de los hombres,
existía el honor de la vida y el respeto. Una noche iba con su
linterna y al pasar un túnel escuchó unos ruidos y dijo “¿quién va
ahí?” no le contestaron y cada vez tenía más miedo, más miedo,
más miedo. El Señor Antonio pensó, como todos nos hubiésemos
imaginado, que venían a matarlo, que lo iban a secuestrar, que
3. quizás era un animal, era la montaña efectivamente. Antes de
llegar al final del túnel se encontró con un muchacho quizás no
tenía ni 20 años, era un soldado que había desertado porque no le
gustaba el régimen de aquella época y le daban mucho
sufrimiento, se había escondido e iba para su casa, el Señor
Antonio pasó mucho miedo y dijo “me encuentro con un ser
humano, si no voy hacia él, él vendrá hacia mí, tengo Fe en Dios,
que Dios decida” y cuando se acercó el joven tenía tanto miedo
también porque no sabía si le perseguía o que iba a ser de su
destino.
¿Qué hizo el Señor Antonio? Llevaba su mochila con un
bocadillo y una botella de refresco y le dijo, “muchacho toma,
seguro no has cenado nada” y el muchacho le contestó, “no
solamente no he cenado sino que llevo cinco días sin comer
escondido en la montaña y se puso a llorar del susto y del miedo
que tuvo. Le dio los consejos y cada uno siguió su camino.
Al día siguiente cuando llegó a su casa el Señor Antonio le
explicó a su esposa lo que le ocurrió, su mujer se puso a temblar y
dijo “Dios mío si te hubiese matado” y contestó “tranquila Rosa no
morirás hasta que Dios no lo quiera y eso lo sabes, lo presientes. Si
tienes tu consciencia en paz verás que siempre tu Fe te salvará” y
así fue aquel soldado tan jovencito pudo llegar a su casa, era de
una ciudad muy lejana y en cuanto llegó lo primero que hizo fue
escribirle:
“querido Señor Anónimo, gracias por haberme dado de comer,
estoy en Casa de mis padres, como comprenderá ni le doy mi dirección
4. ni mi nombre ni apellido, quiero continuar a vivir y sobre todo que
ahora me he dado cuenta que la vida tiene un precio ¡es muy valioso!
Atentamente, Un amigo”
El Señor Antonio saltó de alegría porque una vez más Su
Maestro de Tiberiades lo había escuchado.
¿Qué tenemos que repetir mis queridas semillas “haz el bien
y no mires a quien”
Si hoy en día los valores del honor, de la lealtad, de la
fidelidad para muchos se han perdido para ustedes no,
manténgalos y aplíquenlos y una vez más nunca pierdan la
esperanza ni la Fe
¡Ah quería decirles que pasé el día maravilloso con mi
amigo, la amistad, mi amigo Julien, hoy ya está en su casa feliz.
Hablamos de muchas experiencias a él le gustaba la medicina, la
psicología y yo le hablaba de Jesús, del Universo y aunque muchas
veces no comprendía el significado de lo que decía, siempre hubo
un mutuo respeto. Que alegría tener un amigo es tener una joya,
hoy dos gracias a Dios por tener tantos amigos, ustedes semillas.
Recuerden el curso de Marruecos y den gracias a Dios!
Con todo mi amor
La Jardinera