La cadena de frío es el sistema para almacenar y transportar sangre y productos sanguíneos a la temperatura correcta desde la recolección del donante hasta la administración al paciente, lo que depende de equipos bien mantenidos y monitoreados para almacenar y transportar la sangre a temperaturas controladas, así como del uso correcto de este equipo por todo el personal involucrado en la manipulación de los productos sanguíneos.