Una empresa peruana de conservas de pescado se constituyó en 2010 con un capital de S/. 400,000. En julio de 2012, la socia Andrea Calle Ball transfirió el 25% de sus acciones al socio Ricardo Rey Cavagñaro con una sobretasa del 20% sobre su valor nominal, pero el pago se pospuso hasta enero de 2013. La empresa omitió registrar esta transacción. En enero de 2013, el auditor detectó la deficiencia y propuso los asientos contables necesarios para corregirla.