1. LA ENSEÑANZA POR PROYECTOS: ¿MITO O RETO?
La autora del texto, Aurora LaCueva, nos hace tener una nueva visión de qué son los
proyectos, cómo emplearlos, cómo sacar su máximo partido.
Este texto comienza con una idea fundamental, que es la que tiene en cuenta durante
todo el escrito, y es, que, la enseñanza por proyectos resulta una estrategia
imprescindible para lograr un aprendizaje escolar significativo y pertinente.
A pesar de que las
investigaciones realizadas
confirman que trabajar con
proyectos es la mejor opción para
el aprendizaje significativo, éste,
suele ser minoritario y marginal. A
pesar de esto, se cree, que poco a
poco, los docentes sumidos en la
“escuela tradicional”, se dan
cuenta de que el camino que
siguen no es el correcto.
La enseñanza por proyectos, puede dejar de ser un mito para convertirse en un
reto que debemos asumir. Esto puede conseguirse porque no disponemos de un solo
proyecto, si no de multitud de ellos, son formas de trabajar en las que los alumnos
presentan una fuerte participación, es una manera de enseñar que hace que no solo
demos una materia, sino que trabajemos varias a la vez, los proyectos han de ser, el
eje de la enseñanza escolar. Este tipo de trabajo, familiariza a los estudiantes con las
realidades del mundo en el que viven.
También presentan un inconveniente fundamental, pero que podemos evitar,
y esto es que muchas veces se confunden los proyectos con los falsos proyectos. Los
falsos proyectos se caracterizan por mandar tareas para casa, experiencias de
laboratorio en las que los alumnos siguen los pasos sin más… gracias a conocer los
errores que se presentan, podemos corregirlos y evitarlos.
2. Encontramos también, tres tipos de proyectos: los científicos, los tecnológicos
y los ciudadanos. A pesar de esta distinción, solo debemos entenderla con un carácter
indicativo y no debemos asumirla estrictamente.
La autor del texto opina que, una escuela sin proyectos, no está completa. Esta
opinión se debe a que, piensa que los proyectos presentan características beneficiosas
como por ejemplo: valorar los saberes y las experiencias de los estudiantes, y que
acreditan los saberes y experiencias infantiles, y por lo tanto, sin esto, la educación es
incompleta.
Es fundamental, que entendamos que los proyectos no pueden imponerse,
porque de esta forma es cómo surgen las antítesis de los verdaderos proyectos. Por
eso, dentro del aula debemos tener muy en cuenta las inquietudes del alumnado, y no
cerrarle las puertas.
Por otro lado, debemos de tener
muy en cuenta, como futuros docentes,
que, es cierto que los alumnos han de ser
los protagonistas de los proyectos, pero
que los docentes presentan un papel muy
activo en esta tarea, y, por lo tanto, el
educador ha de prepararse cada vez más
para actuar en este tipo de enseñanza.
También hemos de tener en cuenta,
que los proyectos necesitan una preparación y una buena organización, es decir, que
no pueden surgir de un día para otro. Los proyectos son trabajos muy elaborados. La
autora los compara con un iceberg: lo que se ve a primera vista es apenas una parte muy
pequeña de todo lo logrado.
Los proyectos, en muchas ocasiones son criticados por presentar un carácter
empirista, es decir, que desprecia la teoría del saber humano ya producido y
organizado. Pero, esto, no es en absoluto lo que se pretende con los proyectos, ya que
3. éstos evitan caer en extremismos simplificadores, y pretenden afrontar la educación
en toda su complejidad.
En conclusión, según LaCueva, la enseñanza investigativa es la más segura
para un aprendizaje completo. La enseñanza tradicional tiene muy poco que ofrecer,
en cambio, la investigativa, es la opción más realista para ayudar a todos a acceder a
una formación cultural de calidad.
En mi opinión, los trabajos por proyectos son fundamentales, ya que presentan
numerosas ventajas ante la escuela tradicional de siempre. Pienso que debemos
complementar la manera de enseñar, y no dejar de un lado la teoría, pero como ya se
ha comentado en el texto, la enseñanza por proyectos no pretende ser extremista.
Además de que observo que tiene muchas ventajas frente a la tradicional, creo que a
los alumnos les motiva más este tipo de enseñanza, y, si realmente, nuestro objetivo
como docentes es que el alumnado aprenda, deberíamos aplicar la metodología más
adecuada para ellos.