Este documento es una oración dirigida a la Sagrada Familia (Jesús, María y José) que incluye peticiones de perdón por los pecados cometidos, conversión de herejes e infieles, y auxilio para las almas del purgatorio. Se compone de himnos, oraciones y salutaciones a cada miembro de la Sagrada Familia, donde se pide imitar sus virtudes para alcanzar la vida eterna. Finaliza con una oración final pidiendo la protección y bendición de la Sagrada Familia para las familias, la Iglesia,
1. TRISAGIO A
LA SAGRADA FAMILIA
ACTO DE CONTRICIÓN Y OFRECIMIENTO
Eterno Dios y Señor nuestro,
humildemente postrados a vuestras soberanas
plantas, os pedimos por intercesión de vuestra
queridísima Familia Jesús, María y José perdón de
todos nuestros pecados y de todas las omisiones
en vuestro santo servicio, como también en las
obligaciones particulares de nuestro estado,
proponiendo de ellos una verdadera enmienda; y
os rogamos asimismo por el estado de la santa
Iglesia y Prelados de ella; por la exaltación de la fe
católica, extirpación de las herejías, paz y
concordia entre los Príncipes cristianos,
conversión de todos los infieles, herejes y
pecadores; por los agonizantes y caminantes; por
las benditas almas del purgatorio y demás
piadosos fines de nuestra santa Madre Iglesia.
Amén.
V/. Bendita y alabada sea la santa Trinidad
de la tierra, Jesús, María y José, ahora y siempre.
R/. Por los siglos de los siglos. Amén.
V/. Abrid, Señor, mis labios.
R/. Y mi lengua pronunciará tus alabanzas.
V/. Señor, en mi favor benigno entiende.
R/. Dios, a mi socorro presto atiende.
V/. Gloria y honor a la Sagrada Familia de
Nazareth.
R/. Ahora y por siempre. Amén
HIMNO
De Jesús, José y María
las grandezas celebremos
y al Padre Eterno adoremos
llenos de fe y alegría.
A la Trinidad terrena
rindamos los corazones
suplicándole sus dones
y gracias de que está llena.
De los bienes inefables
ya que sois los Despenseros,
os suplicamos teneros
propicios, píos y afables.
ORACIÓN A JESÚS
Oh bondadosísimo Jesús, Dios y Señor
nuestro, os alabamos y bendecimos, puesto que
por amor a los hombres quisisteis vestiros de
nuestra pobre naturaleza al objeto de redimirnos,
de abrirnos de nuevo las puertas del cielo,
cerradas por el pecado, y enseñarnos además con
2. el ejemplo de vuestras esclarecidas virtudes de
humildad, pobreza, obediencia y sacrificio, el
camino que debíamos seguir, para que
marchando por él con fidelidad y constancia
durante nuestra peregrinación por este valle de
lágrimas viniéramos a reinar con Vos por toda la
eternidad. Gracias, Jesús amabilísimo, por tanta
caridad y dignación, y de todas veras os
suplicamos que, a imitación de María vuestra
Madre según la carne, y de José vuestro virginal
padre, atraídos también nosotros de vuestro
amor, sepamos practicar las virtudes que de
palabra y obra nos enseñasteis y así acertemos a
vivir según los deseos de vuestro divino Corazón.
Amén.
Aquí se dice un Padrenuestro, Avemaría y
Gloria Patri, y nueve veces:
V/. Santa, santa, santa te confesamos,
amabilísima y Sagrada Familia.
R/. Gloria a Jesús, hijo del Eterno Padre;
gloria a María, madre del divino Hijo; gloria a José,
esposo de la celestial Reina.
ORACIÓN A MARÍA
Oh María, hija del Padre celestial y madre
de Jesús humanado, llena de gracias y virtudes,
por estas vuestras singulares prerrogativas os
alabamos y bendecimos, como también por ser
nuestra Corredentora, nuestra cariñosa madre,
defensora contra las asechanzas del demonio, y el
conducto seguro por donde nos vienen todas las
bendiciones y dones del cielo. Os suplicamos,
santísima Señora, por aquel celo, solicitud y
prudencia con que trabajabais y servías a Jesús,
vuestro Hijo divino, y a José, vuestro amado
esposo, que sepamos también nosotros seguiros
en la práctica de esas tan preciosas virtudes,
siendo afables con todos, aplicados y exactos en el
cumplimiento de los propios deberes, y
ejemplares en todas partes, particularmente en el
hogar doméstico, a fin de que, imitándoos acá en
la tierra, disfrutemos después con Vos en la gloria
eterna. Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria Patri, y
nueve veces:
V/. Santa, santa, santa te confesamos,
amabilísima y Sagrada Familia.
R/. Gloria a Jesús, hijo del Eterno Padre;
gloria a María, madre del divino Hijo; gloria a José,
esposo de la celestial Reina.
ORACIÓN A SAN JOSÉ
Oh dichoso y muy afortunado San José,
por aquella alta distinción y autoridad que os
confió el Padre Eterno al daros por esposa a la
santísima Virgen María y por Hijo adoptivo a su
propio divino Hijo Jesús, elevándoos con ellos a la
incomparable dignidad de Jefe y Custodio de la
Sagrada Familia; por este vuestro singular
privilegio y honor, os suplicamos así como Vos
fuisteis siempre fiel a las inspiraciones de Dios y
celosísimo guardián de Jesús y de María, no
menos que perfectísimo imitador de todas sus
admirables virtudes, también nosotros, fieles sin
interrupción ni cansancio a los toques de la gracia,
nos hagamos dignos del amor de Jesús y de María,
por medio de la práctica de aquellas mismas
3. virtudes de que nos disteis hermoso ejemplo allá
en la santa Casa de Nazareth. Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria Patri, y
nueve veces:
V/. Santa, santa, santa te confesamos,
amabilísima y Sagrada Familia.
R/. Gloria a Jesús, hijo del Eterno Padre;
gloria a María, madre del divino Hijo; gloria a José,
esposo de la celestial Reina.
SALUTACIÓN
Sacra Familia bendita,
bendita mil veces seas,
pues con tu gloria recreas
la Majestad infinita.
A ti, beldad exquisita,
llorando mis extravíos
y los pasados desvíos,
entrego mi corazón:
¡miradme con compasión!
¡¡¡no me dejéis, Padres míos!!!
ORACIÓN FINAL
¡Oh Familia benditísima, del Altísimo la
más querida! Aunque pobres pecadores, os
alabamos y glorificamos, y postrados humildes a
vuestras plantas, imploramos vuestra protección y
amparo, en todas nuestras necesidades
espirituales y temporales. No atendáis,
amadísimos Padres, a las muchas ingratitudes y
pecados que hasta aquí hemos cometido, sino
más bien acordaos tan sólo de que sois Padres
amorosos, solícitos y compasivos de los hijos que
llegan a vosotros de veras arrepentidos y con
firme propósito de enmendarse. Así prometemos
hacerlo; y al efecto dignaos darnos vuestra santa
bendición y concedednos vuestra gracia. Dadla
también a nuestras casas y familias, para que cada
una de ellas sea copia fiel de la paz, unión y exacto
cumplimiento de la ley de Dios, de que nos disteis
admirable ejemplo viviendo en la santa Casa de
Nazareth. Y ya que el Padre Eterno ha puesto en
vuestras manos todos los tesoros del cielo y de la
tierra, os rogamos también por el Soberano
Pontífice, por la Iglesia y por el Estado, por la
conversión de todos los pecadores, y por el alivio
de las benditas almas del purgatorio y porque con
vuestro invencible poder, ahoguéis cuanto antes
en la tierra los errores, supersticiones, vicios y
malvadas sectas que la malicia y la astucia de
Satanás, vuestro irreconciliable enemigo, ha
introducido entre los hombres, a fin de que,
destruidos enteramente los infernales planes,
vengan todos al conocimiento de la verdadera fe y
práctica de las santas virtudes, reinéis
pacíficamente en nuestras almas y después nos
deis la vida eterna. Amén.