1. II RUTA PLENARIA DE LA PEÑA “LA PARADA CARTOGRAFICA”
ENCINASOLA 18/02/2006
El sábado 18 de febrero celebramos nuestra segunda salida plenaria,
según teníamos previsto.
Quedamos citados a las 7.30 horas en el puente del Alamillo y hacia
las 7.45 horas apareció una caravana de coches poco usuales para el
transporte de la Peña.
Paco Tovar traía su furgoneta Kangoo en la que caben por lo menos
siete bicicletas, quintándole las ruedas delanteras, con él venía el Meji; le
seguía Antonio Chiclamina con su coche Xantia, acompañado por dos amigos
que han tenido el valor de unirse para hacer esta ruta con nosotros, Jóse y
Guillermo son sus nombres; seguidamente venía el Laguna del Barba que
venía acompañado de Paco Avila. El único sin ubicación era yo por lo que
después de los saludos y parabienes de rigor metí la bici en la furgo de
P.Tovar y yo me fui con el Barba, quedamos a desayunar en la Venta de
Arroyo de la Plata.
Durante el camino tuvimos aguaceros, bancos de niebla y un cielo
totalmente cubierto pero llegamos sin ningún contratiempo a la Venta,
aunque sin conseguir conectar el G.P.S.
El servicio de la Venta ha cambiado, ahora atienden, más o menos, la
barra dos señoritas con poca gracia y poco agraciadas pero con mejor humor
que los anteriores camareros.
Desayunamos café con tostadas, algunos colacao y pusimos, para el
pago, un fondo común de diez euros, cada uno.
Seguimos viaje a La Nava con algún aguacero sin mayor importancia y
el cielo algo más claro, dejando los coches en el parque a la salida del pueblo.
Tras una preparación bastante minuciosa tanto de las personas como
de las bicicletas hacia las diez y cuarto nos pusimos en marcha bajando al
cauce del río Múrtiga y atravesando el puente pudimos ver unas bonitas
vistas el río, salimos a la carretera general de Badajoz y por ella fuimos
durante unos cuatro kilómetros pasando por una fuente sin que el Barba se
parara.
Así llegamos al cruce de Encinasola hacia donde cogimos y
comenzamos un leve pero seguido ascenso por una carretera de paisajes
preciosos y paralela al río Múrtiga, P.Avila y yo nos animamos pedaleando
más de la cuenta y nos perdimos la animada conversación que según nos
contaron después, habían venido manteniendo el resto del pelotón.
2. Al pasar por una zona de encinas vimos dos ciervas durante bastante
tiempo, pues corrían paralelo a la carretera hasta que decidieron tirar para
el monte, después nos salieron dos perros con ganas de jaleo y una vez fuera
de peligro nos paramos para ver como atacaban al grupo, pero nuestras
malas intenciones se vieron defraudadas pues después de esperar por lo
menos media hora, los perros ni aparecieron.
Seguimos hacia Encinasola ya más agrupados llegando al barranco la
Olla y después de atravesar el puente giramos a la izquierda por un camino
que no sabíamos muy bien donde llegaba, pero el Barba se había quedado con
las ganas la anterior vez y de esta no pasaba. Tiramos por él y nos alegramos
nada más comenzar porque era muy bonito y auténtico, entre dos vallas; al
llegar a un cruce de caminos con una cancela enfrente que nos impedía
seguir, tiramos para la derecha, porque el Barba había preguntado y así se lo
habían indicado. El camino empeoraba sensiblemente convirtiéndose en una
senda que nos ofreció varias subidas por terreno rocoso que nos hicieron
sudar, después de una de estas subidas con una vista espectacular y una
bajada estupenda nos paramos a comer chorizo y salchichón estupendo que
traía P.Avila, los postres lo protagonizaron los dátiles del Chicla y los
bombones del P.Tovar.
Mientras los demás disfrutábamos de estas delicias, Chema se dedicó
a cambiar la cámara de su rueda trasera que le venía dando la lata y el
Barba descubrió la incontestable aplicación del G.P.S. al trasladar el punto
de coordenadas sobre el plano de siempre.
Seguimos y en el último kilómetro aproximadamente había un cruce
hacía la derecha que salía claramente a la carretera y seguido iba derecho
al pueblo, cogimos este y fue duro porque el camino discurría por el cauce
de un arroyo con el suelo empapado y las hierbas muy altas y también
mojada, además de cruzar algunos desagües de aguas fecales, pero bueno un
par de rampitas más y estábamos en el pueblo, justo en el inicio de la calle
Contrabandista. PAvila cogió por la carretera y se perdió esta experiencia.
Tras llegar todos, discutimos hacia donde tirar pues algunos querían
ir a comer a Barrancos, pero eran doce kilómetros, entre ida y vuelta,
además debía de ser bastante cuesta arriba según se contemplaba desde
donde estábamos. Así que tiramos cuesta arriba en busca del bar donde la
vez anterior habíamos comido las exquisitas morcillas guisadas, pero no
estaban preparadas por lo que tuvimos que cambiarlas por unos platos de
migas con aceitunas, que aunque estaban sueltas, creo estaban un poco
pasadas, pero con ellas y unas cervecitas repusimos algo de fuerzas y
decidimos subir a la Peña de San Sixto, que como bien nos explicó P.Tovar
fue el séptimo Papa que ocupó la cátedra de San Pedro entre los años 115 y
125 de nuestra era.
3. Luego de hacernos unas fotos ante el expositor de películas pornos y
de dar buena cuenta de las migas, nos pusimos en camino hacia la Peña que
según decía el cartel estaba a un kilómetro, por lo que dedujimos que se
trataba de las ruinas que habíamos visto desde el pueblo, pero al llegar nos
dimos cuenta que lo que anunciaba era el inicio del camino que llevaba a la
Peña a la cual había unos cuatro kilómetros, por lo que un poco
desilusionados dimos la vuelta y tomamos por una calle que sí llevaba a los
restos que habíamos visto y que pertenecen al castillo de San Felipe, no
subimos, había que hacerlo campo a través; la calle seguida nos llevó a la
salida del pueblo y unos niños nos dijeron que tenía salida a la carretera,
como no veíamos muy claro que el camino llegara a unirse con la carretera
cogimos por un atajo que nos salió a la derecha por la parte derribada de
una valla con un sendero que bajaba por la ladera llena de hierbas y flores
donde un pacifico burro estaba comiendo.
Jóse y Guillermo estaban bastante cansados y las piernas estaban
empezando a no responderles, pero la salida, después de una pequeña subida
es una bajada fantástica, con unas vistas espectaculares del puente sobre el
río Sillo, que baja del pueblo, hasta llegar de nuevo al cruce de Cumbres de
San Bartolomé.
Fuimos subiendo de nuevo, la carretera bonita estaba adornada con
muchos almendros en flor y el tiempo aguantaba sin descargar el agua que
amenazaba, paramos al llegar a lo alto a las puertas de un cortijo, con vacas
detrás de las alambradas que alguien quiso que fueran toros, cuando llegaron
Jóse y Guillermo estaba claro que no podían más, menos mal que P.Tovar
sacó los bombones y animó un poco el cotarro, no obstante si oímos decir al
viento: << Estamos aquí en lo alto de un monte más lejos que dios >>.
Bajamos un buen trecho, llaneamos un poco y por fin subimos a
Cumbre de San Bartolomé, llegamos el jabato P.Avila, el Meji y yo y la
espera pudo alcanzar los tres cuartos de hora que aprovechamos para ver
que todo estaba cerrado, bares, tiendas, eran las cuatro menos veinte en el
reloj del Ayuntamiento.
Cuando habíamos desechado la idea de comer algo se nos acercó un
vejete al que preguntamos y nos dijo que una tienda que había a la espalda
quizás nos podría abrir, hacia allí nos dirigimos y efectivamente nos abrió,
no nos podía preparar bocadillos por lo que compramos una bolsa de patatas
grande y mucho Gatorade, el Barba por su cuenta compró un chorizo que
después nos vino estupendamente.
Salimos del pueblo por la calle Audiencia y en seguida encontramos el
camino pero cuando habíamos bajado como un kilómetro divisamos a lo lejos
una gran subida que ni el Barba ni yo recordábamos, ante esto Guillermo dijo
que él se quedaba y Jóse se apuntó a la idea, no podían más y la vista de la
4. cuesta los dejó kao. Quedamos en venir a recogerlos y continuamos camino
de la gran subida que fue dura y durante la cual nos cayó un aguacero, pero
una vez coronada disfrutamos de una bajada bastante corta para lo que yo
recordaba, hasta que salimos a la antigua carretera nacional y fue pura
delicia pues era bajada suave con buen firme en un entorno magnífico e
incluso el sol hizo su aparición, espectacular el túnel del tren adentrándose
en la montaña, en fin impresionante.
Llegamos de nuevo a la carretera de Badajoz un poco más abajo de
por donde habíamos salido esta mañana y fuimos subiendo hasta el sitio en
el que teníamos los coches. Tras algunas discusiones de cómo íbamos a por
los dos rezagados, se llegó a la conclusión de que lo mejor era que se
acercara el Chicla con su coche que se le puede abatir medio asiento con lo
cual cabrían los tres y las dos bicicletas y además no tendría que esperar
que todos estuviéramos preparados, lo que llevaría otro buen rato, así se
hizo, el Chicla partió y los demás nos quedamos cambiándonos y metiendo las
bicis en la furgo de P.Tovar, menos el Barba y P.Avila que las llevan en el
coche del Barba. Por cierto que P.Avila ha hecho una ruta a lo campeón, está
muy bien de forma pese a su diagnosticada artrosis de cadera y acabó la
ruta sin que se le pusiera cara de paralimpico. ¡¡Enhorabuena!!
Mientras esperábamos la vuelta del Chile e impelidos por el hambre le
metimos mano al chorizo del Barba, al que había comprado mal pensados, y al
pan de P.Avila que generosamente lo repartieron mientras caía un buen
chaparrón. Al poco llegó el Chicla con Jóse y Guillermo que nos contaron su
aventura: Después de dejarlos comenzaron a subir la cuesta y les cayó el
aguacero igual que a nosotros, pero descubrieron una tienda donde les
prepararon unos buenos y largos bocadillos, como tenían frío se refugiaron
en una cabina telefónica para que el calor humano actuase y así se los
encontró Antonio cuando fue a recogerlos.
Una vez todos y todas acoplados nos pusimos en camino de vuelta
parando en la Venta de Valdeflores donde tomamos, unos café y otros
cervezas, con algo dulce los primeros y queso los segundos.
Allí nos despedimos quedando emplazados para la próxima salida el 11
de marzo y poniéndole falta de asistencia a Manu, que es reincidente y
Marcos que según nos comunicó tenía problemas de agenda.