1. Liceo de Atenas Español Undécimo
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Estudiante: ___________________________________ 11 - _____
Generación del 27
En el contexto del periodo entre guerra, durante el desarrollo y auge de los movimientos
vanguardistas, surge un movimiento estético conformado por escritores españoles: la
Generación del 27’; su producción artístico – literaria trasciende gracias a las particularidades
que envuelven su producción.
Una generación literaria se conforma por un grupo de escritores que, nacidos en fechas
cercanas, poseen experiencias de vida referidas a acontecimientos propios de su época.
Al grupo generacional español del 27’ se lo conoce de esta manera puesto que estuvo
conformado por un conjunto de autores que escriben en torno al año 1927, El acontecimiento
que los unió y les dio el nombre fue el homenaje que el grupo hizo a Luis de Góngora en 1927
en Sevilla, al conmemorarse el tercer centenario de su muerte.
Los principales representantes del grupo son: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego,
Federico García Lorca, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Vicente Alexandre, Miguel Hernández y
Luis Cernuda.
Características de esta generación:
Tradición y vanguardismo: Aunque desean encontrar nuevas fórmulas poéticas, algunos
no rompen drásticamente con las tradiciones y sienten admiración por el lenguaje
poético de Góngora, por los autores clásicos y las fórmulas populares del romancero.
A la par de lo tradicional, las corrientes de vanguardia, sobre todo el surrealismo, ejercen
gran influencia en el grupo del 27. Los escritores surrealistas exploran el mundo de lo
inconsciente y pretenden alcanzar la belleza absoluta, que está por encima de la realidad.
Intención estética: Intentan encontrar la belleza a través de la imagen. Pretenden
eliminar del poema lo que no es belleza y así, alcanzar la poesía pura. Quieren
representar la realidad sin describirla, eliminan todo aquello que no es poesía.
Temática: Sienten especial interés por los grandes asuntos del hombre como el amor, la
muerte, el destino y los temas cargados de raíces populares. (mitología)
Estilo:Se preocupan, especialmente, por la expresión lingüística y buscan un lenguaje
cargado de lirismo.
Versificación: Utilizan estrofas tradicionales (romances, coplas…) y clásicas (sonetos,
tercetos…) También utilizan el verso libre y procuran el ritmo de la repetición de
palabras, esquemas sintácticos o paralelismo de ideas.
Tomado de
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Hernández, A. (2011) El ciprés de Silos de GerardoDiego: Comentario del texto. Obtenido de
https://srhernandez.wordpress.com/2011/10/17/el-cipres-de-silos-de-gerardo-diego-comentario-de-texto/
http://www.vmorales.es/Comentarios/Gene27/GDiego_Cipres.pdf
http://esdelibrotrabajocastro.wikispaces.com/La+aurora
http://www.comentariodetexto.com/comentario-del-poema-no-es-el-amor-quien-muere-de-luis-cernuda/
Varela, M y Sandino, W. (2012) Literatura 11°. Heredia: Editorial Marwal
EL CIPRÉS DE SILOS
(Poemario: Versos Humanos)
Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño.
Mástil de soledad, prodigio isleño,
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza,
peregrina al azar, mi alma sin dueño.
Cuando te vi señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales,
como tú, negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos.
Gerardo Diego
Aspectos del análisis estructural
Métrica Versos endecasílabos
Rima Consonante
Figuras Literarias Metáfora: Enhiesto surtidor de sombra y
sueño que acongojas el cielo con tu
lanza."
Prosopopeya: "mudo ciprés en el fervor
de Silos"
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Símil: “como tú, negra torre de arduos
filos".
Figuras de construcción retórica Aliteración:
Enhiesto surtidor de sombra y sueño
Encabalgamiento:
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño.
Composición Poética
Soneto: dos cuartetos y dos tercetos
El Ciprés de Silos
El 4 de julio de 1924, Gerardo Diego pasó la noche en la hospedería del monasterio benedictino
de Santo Domingo de Silos, en la provincia de Burgos. Se conoce que quedó embelesado por la
belleza del claustro, que albergaba en aquella época cuatro cipreses, y escribió este soneto en el
libro de visitas. Fue publicado posteriormente en el libro Versos humanos (1925, Premio
Nacional de Literatura).
Se ha dicho que “El ciprés de Silos” es la expresión de un hombre creyente en busca del
afinamiento espiritual que Dios procura. Si bien es cierto que la idea de perfeccionamiento en
Dios es fundamental en el soneto, al igual que el ciprés como símbolo del anhelo ascético.
Motivo Poético: el alma del poeta busca la unión mística con Dios. El hablante lírico, motivado
por la soledad, llega a la contemplación del árbol que lo inspira a encontrarse con lo
trascendental - divino.
El yo lírico utiliza un tono de reverencia propio de las oraciones católicas de alabanza como las
Letanías, es decir, advocaciones en honor a Dios, la Virgen María o los santos.
El poeta expresa la soledad y sufrimiento del alma que anhela desprenderse de la vida material,
por eso habla de "acongojas", "soledad", "negra", "delirios".
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También menciona armas que simbolizan esa lucha espiritual: "con tu lanza", "flecha de fe",
"saeta de esperanza".
El poema hace referencia a un hombre desesperanzado que llega a un monasterio en busca de
paz espiritual y se siente impactado por la presencia de un enorme árbol, que es un mudo testigo
de la relación entre los hombres y Dios.
La realidad representada: Un lugar de honda espiritualidad: Silos, ubicada en Burgos, España;
con una larga tradición histórico-literaria-, enclavado en pleno corazón de Castilla. En su
claustro románico, silencioso, solitario, se alza un ciprés que, de acuerdo con el motivo poético
del texto en estudio, representa las cualidades espirituales del lugar.
El estilo románico del monasterio representa la plenitud artística del sentido religioso de la
Edad Media. La identificación del escritor con el ambiente resuelve la oposición paz,
espiritualidad/inquietud, desasosiego, a favor del primer par.
Esquema del contenido
a) Descripción del ciprés de Silos (versos 1-6).
b) Encuentro del poeta (versos 7-8) con el ciprés.
c) Reacción que suscita en el poeta la contemplación del ciprés (versos 9-14).
Yo Lírico: el poeta que, en medio de la incertidumbre y la duda religiosa admira la espiritualidad
representada por un elemento de la naturaleza. Refiere el anhelo de espiritualidad.
Tú Lírico: un imponente árbol de ciprés ubicado en el jardín central del claustro de Silos. Se
refiere en él su búsqueda de lo espiritual a través de su indudable verticalidad
Lenguaje: la clave expresiva del poema reside, fundamentalmente, en el rasgo de verticalidad
que se enfatiza en la descripción del ciprés. Esta verticalidad se expresa a través de una auténtica
cadena metafórica (estrofa 1, versos 5-6, 11-12), que acaba confiriendo al ciprés categoría de
símbolo. Símbolo del espíritu despojado de la realidad terrestre, que se eleva hasta el cielo
obsesivamente: acongojas, devanado (nótese la personificación), loco empeño, delirios... Se trata
de lo que se ha llamado un símbolo bisémico, que se caracteriza por la coexistencia de dos zonas
de significación: la literal de árbol y la simbólica presente en éste. La verticalidad está asociada a
la transparencia, a la pureza (surtidor, verso 1, reaparece en cristales, verso 11) y una serie de
cualidades espirituales evidentes: refugio, descanso, solaz, que fascinan al conturbado peregrino.
Debe destacarse la ordenación trimembre: señero, dulce, firme (verso 9). La sintaxis responde a
la actitud emocionada del autor:
• Frases nominales (versos 1-6).
• Oración exclamativa (versos 9-10).
• La acumulación de vocativos (último terceto).
En el plano fónico, hay que señalar la aliteración en /s/ del verso 1 que subraya la verticalidad
ascensional del ciprés y sobre la que volverá el autor en los versos 9-10: señero, ansiedades, sentí.
LA AURORA
(Poemario: Poeta en Nueva York)
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La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean en las aguas podridas.
La aurora de Nueva York gime
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas
nardos de angustia dibujada.
La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible.
A veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.
Los primeros que salen comprenden con sus huesos
que no habrá paraísos ni amores deshojados;
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.
La luz es sepultada por cadenas y ruidos
en impúdico reto de ciencia sin raíces.
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de sangre.
Federico García Lorca
CONTEXTO SOCIO-CULTURAL:
El Crac del 29 también conocido como la Crisis de 1929, fue la más
devastadora caída del mercado de valores en la historia de la Bolsa en
Estados Unidos, genera miseria social.
En Norteamérica, el crac coincidió con el comienzo de la Gran Depresión,
un período de declive económico en las naciones industrializadas que
llevó al establecimiento de reformas financieras y nuevas regulaciones
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que se convirtieron en un punto de referencia. La crisis del 29 ha sido, probablemente, la mayor
crisis económica a la que se ha enfrentado el intervencionismo como sistema y que fue
motivado por la manipulación de la oferta monetaria, por parte del gobierno americano, tras su
nacionalización en 1914, al abandonar el patrón oro.
La estructura del poema se organiza en dos partes:
Del verso primero hasta el verso diez: Lorca empieza el poema describiendo la entrada de
la aurora en Nueva York. Aurora que prácticamente está personificada; a través de las
imágenes incoherentes y oníricas que aparecen en esta primera parte, el lector percibe
dos cosas que vendrán a ser la base de esta, la angustia y la suciedad en la ciudad de
nueva York.
La segunda parte va del verso once hasta el veinte: En ella la aurora deja de tener
protagonismo. Lorca pasa a describirnos lo que ocurre en la ciudad. La gente acude al
trabajo esclavizada por el dinero, las industrias destruyen con sus humos y sus ruidos la
luz del día, los niños mueren por las calles...
Métrica: Hay presencia de versos libres de distinta medida, con predominio, al final, de versos
alejandrinos (14 sílabas).
Figuras literarias:
Metáforas: Son las figuras representativas. Sirven para dar belleza y simbolismo al poema.
Comunican angustia, como si la persona viviera en una especie de vorágine.
La aurora simboliza la esperanza, sin embargo, en este poema trae consigo la desesperanza y la
angustia ante un mundo que percibimos incorregible, triste y oscuro.
"los enjambres furiosos de monedas": representación crítica del dinero y el interés
económico que propicia la institución de una sociedad inequitativa.
"el cieno de números y leyes": Critica el engranaje burocrático, la justicia y la política.
Prosopopeyas: Dan realismo a la imagen de la ciudad que destruye y devora al individuo.
"La aurora de Nueva York gime"
taladran y devoran abandonados niños".
El poeta utiliza verbos de acción en cada prosopopeya para referirse a los problemas sociales y la
angustia del individuo: la aurora gime, llega, nadie la recibe.
Símil: El poema se cierra con una comparación grotesca que denuncia la deshumanización y la
muerte:
"Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de-sangre."
FIGURAS DE CONSTRUCCIÓN:
Anáforas: Resaltan la aurora, la naturaleza en contraposición con lo material representado por
los rascacielos, el hormigón, la carencia de luz y aire.
"La aurora
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La aurora de Nueva York"
Contrasta la belleza del amanecer con la fealdad y la deshumanización.
Reiteraciones:
"a los juegos sin arte, a sudores sin fruto".
Encabalgamiento:
"La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean en las aguas podridas.
HABLANTE O YO LÍRICO: Se expresa con un tono de admiración por la naturaleza en
contraposición con la vida moderna. El desarrollo ocasiona que el ser humano pierda su relación
con el mundo que lo rodea.
El desencanto por la pérdida de sensibilidad que no permite apreciar el esplendor de la aurora.
La ciudad se convierte en un infierno donde los seres humanos vagan sin identidad ni dignidad.
TÚ LÍRICO: Es una exaltación a la aurora en una de las ciudades más representativas del
capitalismo y más deshumanizada del planeta: Nueva York. Se clama a la aurora como el inicio
de la vida, pero desde una perspectiva de soledad y aislamiento hasta convertirse en una
pesadilla.
El poeta García Lorca viajó a Nueva York en 1929 y escribió "Poeta en Nueva York" donde
recoge sus impresiones de la gran ciudad. Su poesía está impregnada de símbolos originales
creados para aumentar la musicalidad y la armonía.
El poema se inicia con una alusión al mito grecorromano: la personificación de la Aurora.
Según el mito, Aurora era una diosa bellísima encargada de descorrer el velo de la noche para
dar paso a su hermano el dios Sol. A veces cuando sale a recorrer el cielo se acuerda de sus
tristezas y llora. Esas lágrimas son el rocío que cae al amanecer. Es importante notar que el
poeta le asigna a la aurora cualidades muy distintas a las del mito.
En la sociedad capitalista los grupos humanos se ordenan por clases en torno al dinero, la oferta
y la demanda de productos, generalmente, por medio del monopolio. Esta situación hace que se
dé una injusta distribución de los bienes.
La mayoría de los símbolos de García Lorca representan la muerte. El poeta estaba desencantado
de las guerras, la explotación de los seres humanos, la pobreza y persecución que se vivía en
España y en el mundo. Este desencanto se pone de manifiesto mediante el texto poético a través
de algunas construcciones nominales con valor connotativo:
a) Negras palomas: La paloma es el símbolo de la paz. García Lorca le otorga un nuevo
significado, tal como ocurre con la aurora.
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b) Huracán: Representa lo vertiginoso de la vida moderna. Esta rapidez no permite las
relaciones interpersonales ni la solidaridad. La persona tiene tanta prisa que es incapaz de
conmoverse ante la violencia o la muerte.
c) Aguas podridas: Son los efectos del materialismo producto de una sociedad egoísta, en la
cual solo el dinero tiene valor. García Lorca utiliza el agua estancada como símbolo de
muerte, en una sociedad capitalista donde el ser humano es desechable como si fuera una
basura.
d) Nardos de angustia: Son las últimas esperanzas, el último esbozo de humanidad. Significa
que existe una parte de la sociedad que aún cree en el arte y la belleza. Sin embargo, la
belleza produce también angustia y dolor.
e) Monedas en enjambres furiosos: Se refiere al poder económico de una de la más
emblemáticas potencias mundiales. En esta sociedad la persona se valora por lo que posee
y no por lo que es en esencia: un ser humano con sentimiento, emociones, fracasos y
triunfos. El dinero se personifica para resaltar su poder destructivo y para sustituir a la
persona.
f) Huesos: Representan el dolor más profundo y la muerte. El ser humano vive sin
esperanza, sin amor ni futuro.
Dos grandes campos semánticos, que entran en conflicto:
La luz, la aurora, la mañana, la esperanza, el juego, el paraíso representan valores
positivos de lo humano y de la Naturaleza.
Las aguas podridas, negras palomas, angustia, taladrar, devorar, leyes y números,
naufragio de sangre, abandonados niños muestran la deshumanización, la alienación y la
pérdida de valores humanos que en la ciudad se operan.
Motivo Poético
Expresión de sentimientos de angustia, sufrimiento e impotencia ante una realidad social
marcada por la desesperanza. Las personas se encuentran imposibilitadas para actuar y
defenderse de la injusticia, se expresa la deshumanización, la existencia de un espacio físico
urbano contaminado y destructivo.
La estructura de La Aurora es una oposición entre naturaleza y civilización, que el poeta
enfrenta de forma dialéctica para denunciar la deshumanización de la sociedad moderna. Lorca
reivindica la libertad, el retorno a la naturaleza frente a la alienación de la era industrial, al
tiempo que denuncia la opresión sufrida por las clases desfavorecidas, los marginados, los
oprimidos, así como la segregación racial.
Todo ello lo hace con un lenguaje de gran simbolismo, donde predomina el sustantivo, tanto en
la descripción de objetos como en la evocación de sentimientos. Los adjetivos en cambio no
suelen ser descriptivos, y generalmente se presentan en asociaciones ilógicas, en imágenes
fantásticas de raíz surrealista. Abundan las frases adverbiales y los verbos suelen expresar
dinamismo, acción.
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Lorca y el Surrealismo
El surrealismo es un movimiento artístico y literario surgido en Francia en el primer cuarto del
siglo XX, en el entorno del poeta André Breton. Este movimiento debe mucho a las teorías de
Freud sobre el inconsciente.
Lorca utiliza la técnica surrealista para expresar la angustia que le produce esa cultura urbana,
materialista, que ha envilecido al amor y que ha degradado la naturaleza y para lanzar un grito
de protesta contra ella. Para ello utiliza imágenes irracionales, absurdas, como salidas de una
pesadilla, para dar su personal visión de una ciudad en la que abunda la violencia, la avaricia, la
crueldad y la miseria en los suburbios.
No es el amor quien muere
(Poemario: Donde habite el olvido)
No es el amor quien muere,
somos nosotros mismos.
Inocencia primera
abolida en deseo,
olvido de sí mismo en otro olvido,
ramas entrelazadas,
¿Por qué vivir si desaparecéis un día?
Sólo vive quien mira
siempre ante sí los ojos de su aurora,
sólo vive quien besa
aquel cuerpo de ángel que el amor levantara.
Fantasmas de la pena,
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a lo lejos, los otros,
los que ese amor perdieron,
como un recuerdo en sueños,
recorriendo las tumbas
otro vacío estrechan.
Por allá van y gimen,
muertos en pie, vidas tras de la piedra,
golpeando la impotencia,
arañando la sombra
con inútil ternura.
No, no es el amor quien muere.
Luis Cernuda
No es el amor quien muere
Luís Cernuda se vió influenciado por la poesía bílblica y la poesía clásica y se percibe en su obra
la lectura constante de sus dos poetas españoles preferidos: Garcilaso y Bécquer. Esta influencia
de Bécquer puede apreciarse ya en el título de su libro Donde habite el olvido, con el que
Cernuda abandona el lenguaje surrealista para encontrar su tono más personal. Este verso con
que Luis Cernuda titula su libro corresponde al poema
LXVI de las Rimas de Bécquer.
Todo el libro sigue el hilo de ese tono angustiado y triste
de las Rimas, una angustia que reproduce una constante
en la vida y la obra de Luis Cernuda: la lucha entre la
realización de sus deseos y la realidad. Sus temas
dominantes serán, por ello, la soledad, la añoranza de un
mundo habitable, el ansia de belleza perfecta y, sobre
todo, el amor.
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Estructura del poema
El poema está compuesto por veintitrés versos distribuidos en seis estrofas.
La primera de dos versos, la segunda y la quinta de cinco, la tercera de
cuatro, la cuarta de seis y la última de un sólo verso. Está compuesto por una
mezcla de versos de arte mayor y arte menor, de once y siete sílabas, a
excepción de un verso de catorce sílabas.
Existe una rima predominantemente asonante que no sigue ninguna regla
que la unifique. Todos estos elementos advierten de que el poema es una
silva irregular. La silva exige únicamente que los versos que la formen sean de once y siete
sílabas, por lo que admite múltiples variaciones y una gran libertad de creación al poeta.
El poema está constituido temáticamente de la siguiente manera:
El amor es inmortal, los hombres sin amor mueren. (versos 1, 2, 23).
La vida sin amor no tiene importancia. (versos 3 al 7)
Sólo viven los que aman plenamente. Los demás no viven de verdad. (versos 8 al 22).
Motivo Poético
El motivo poético expresado a través del poema es la idea de que el hombre sin amor no vive
verdaderamente. Para expresar el tema el autor introduce diversas ideas que se unen en una
misma. Dice en primer lugar, que el amor no muere, que somos nosotros los que morimos.
Generación del sentido en el texto poético
Estrofa 1: No es el amor quien muere / somos nosotros mismos
La persona que carece de la correspondencia amorosa no muere físicamente pero sí
emocionalmente. No podemos sentirnos vivos totalmente. Por eso, para el hablante lírico
solamente viven los que aman y son amados. Los demás son espectros de lo que en un tiempo
fueron: seres enamorados, amados y amantes, seres realmente vivos. Por lo tanto, el amor nunca
muere, quien verdaderamente muere es la persona que “pierde” ese amor.
Estrofa 2:
Inocencia primera
abolida en deseo,
olvido de sí mismo en otro olvido,
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ramas entrelazadas,
¿Por qué vivir si desaparecéis un día?
En la segunda estrofa habla del amor, de los placeres que le produjo y se pregunta si vale la
pena vivir sin todo ello. Él mismo afirma la idea de que sin amor no merece la pena vivir.
En esos versos se alude a una “inocencia primera”/”abolida en deseo”, de tal manera se expresa
la ingenuidad propia de la juventud y cómo la experiencia amorosa transforma y propicia la
pasión.
En los dos versos siguientes: “olvido de sí mismo en otro olvido/
Ramas entrelazadas” expresa una definición del amor. Aparece la palabra “olvido”, que ya
aparecía en el título del libro y que aquí ayuda al autor a expresar la idea de que cuando llega el
amor uno deja de atenderse exclusivamente a sí mismo, deja de centrarse solamente en su
persona para prestar toda su atención en la persona amada.
Hay, por tanto, en este verso una metáfora en la palabra “olvido” que resulta significativa porque
hace que el verso transmita esa sensación de placentero abandono, de júbilo total, producida por
el amor, que hace sentir que todo lo demás carece de importancia.
En el siguiente verso continúa expresando su visión del amor y utiliza para ello una metáfora
pura en la palabra “ramas” que simboliza, como explicará con el verbo “entrelazadas”, la unión
de los dos amantes. Quizá por ello utiliza el sustantivo “ramas” ya que para él los dos amantes
están tan unidos física como espiritualmente, como dos ramas de un mismo árbol.
Estrofa 3:
Sólo vive quien mira
siempre ante sí los ojos de su aurora,
sólo vive quien besa
aquel cuerpo de ángel que el amor levantara.
En las tres estrofas siguientes el autor explica el porqué de su triste conclusión, la tercera estrofa
resulta clave para entender la idea de correspondencia que el autor anunciaba en la estrofa
anterior, su visión de la vida y del amor.
“Sólo vive quien mira / siempre ante sí los ojos de su aurora”: el autor retoma aquí el simbolismo
de la mirada en Bécquer y lo aplica a su propia visión amorosa. Para Bécquer que las miradas de
los amantes se cruzaran era símbolo de correspondencia amorosa.
Cuando habla de “aurora” se está refiriendo de forma metafórica a la otra persona, que para el
hablante lírico es como su día, su renacer..
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Como máximo símbolo de amor y cariño habla del beso, de besar “aquel cuerpo de ángel que el
amor levantara”. Con el verbo “besar” se está refiriendo, de forma más sugerente y clara, a la
relación sexual.
Estrofa 4:
Fantasmas de la pena,
a lo lejos, los otros,
los que ese amor perdieron,
como un recuerdo en sueños,
recorriendo las tumbas
otro vacío estrechan.
En las dos estrofas siguientes habla de los que faltos como él, de ese amor correspondido dejan
de vivir. Por eso dice que “lejos” de todos esos placeres, están los demás, los que como él han
perdido ese amor. Ellos sólo pueden “estrechar” el vacío que les ha dejado esa falta de amor, un
vacío hecho de recuerdos difuminados y escasos.
Después de haber amado y perdido ese amor solo les queda ir vagando por “las tumbas”, el lugar
que habitan, buscando a alguien a quien “estrechar” pero solo abrazan el vacío y viven como lo
que son, “fantasmas de la pena”.
Estrofa 5:
Por allá van y gimen,
muertos en pie, vidas tras de la piedra,
golpeando la impotencia,
arañando la sombra
con inútil ternura.
En la siguiente estrofa muestra el autor una imagen desoladora de esos antiguos amantes. “Por
allá”, “gimen” y la paradoja “muertos en pie” transmiten una imagen tétrica de como esos
“fantasmas” van vagando a lo lejos, sollozan tristemente. Además los llama también “vidas tras
de la piedra”, es decir, son cuerpos con vida física pero no espiritual, vidas sepultadas.
Todo el poema presenta una constante antítesis entre lo vivo y lo muerto. Esas personas no están
realmente muertas e intentan amar de nuevo. Esta idea la sugiere, de forma perfecta, el verbo
“golpeando” y completa su significado con el sustantivo “impotencia”; pareciera imposible
reavivar el amor. Utiliza aquí el adjetivo “inútil” para dejar claro que todo ese esfuerzo no sirve
para recuperar ese amor perdido.
Estrofa 6: No, no es el amor quien muere.
El último verso del poema es la total afirmación de la premisa inicial. En el poema primero
expresa su conclusión, luego la explica y finalmente la reafirma: el amor no muere.
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Cabe señalar la visión de la vida que tenía Bécquer para comprender de qué manera Luis
Cernuda se vio influenciado por el poeta. Bécquer como lo demás autores románticos era un ser
insatisfecho del mundo que le rodeaba porque su mundo de deseos e ilusiones chocaba con el
mundo real. Por eso opinaba que el hombre está condenado a la soledad. Lo único que podía
salvarle de esa soledad y podía hacerle ver el mundo de forma diferente es el amor. A través
del poema puede apreciarse cómo el centro temático de su obra es una dolorosa lucha entre su
anhelo de realización personal y los límites impuestos por la realidad del mundo que le rodea.