2. 9¿Os es poco que el Dios de Israel os
haya apartado de la congregación
de Israel, acercándoos a él para que
ministréis en el servicio del tabernáculo
de Jehová, y estéis delante de la
congregación para ministrarles,
3. 21He aquí los grupos de los
sacerdotes y de los levitas,
para todo el ministerio de la
casa de Dios, estarán contigo
en toda la obra;
4. asimismo todos los voluntarios e
inteligentes para toda forma
de servicio, y los príncipes, y
todo el pueblo para ejecutar
todas tus órdenes.
5. 7Y dieron para el servicio de la
casa de Dios cinco mil talentos y
diez mil dracmas de oro, diez mil
talentos de plata, dieciocho mil
talentos de bronce, y cinco mil
talentos de hierro.
6. 8Y todo el que tenía piedras
preciosas las dio para el tesoro
de la casa de Jehová, en mano
de Jehiel gersonita.
7. 9Y se alegró el pueblo por haber
contribuido voluntariamente;
porque de todo corazón
ofrecieron a Jehová
voluntariamente.
9. 24Hubo también entre ellos una
disputa sobre quién de ellos sería el
mayor. 25Pero él les dijo: Los reyes de
las naciones se enseñorean de ellas, y
los que sobre ellas tienen autoridad
son llamados bienhechores;.
10. 26mas no así vosotros, sino sea
el mayor entre vosotros como
el más joven, y el que dirige,
como el que sirve.
11. 27Porque, ¿cuál es mayor, el que
se sienta a la mesa, o el que
sirve? ¿No es el que se sienta a
la mesa? Mas yo estoy entre
vosotros como el que sirve.
12. 25Entonces Jesús, llamándolos,
dijo: Sabéis que los gobernantes
de las naciones se enseñorean
de ellas, y los que son grandes
ejercen sobre ellas potestad.
13. 26Mas entre vosotros no será así,
sino que el que quiera hacerse
grande entre vosotros será
vuestro servidor,
14. 27y el que quiera ser el primero
entre vosotros será vuestro siervo;
28como el Hijo del Hombre no
vino para ser servido, sino para
servir, y para dar su vida en
rescate por muchos.
15. 1En aquel tiempo los discípulos
vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién
es el mayor en el reino de los
cielos? 2Y llamando Jesús a un
niño, lo puso en medio de ellos,
16. 3y dijo: De cierto os digo, que si
no os volvéis y os hacéis como
niños, no entraréis en el reino de
los cielos.
17. 4Así que, cualquiera que se
humille como este niño, ése es el
mayor en el reino de los cielos.
5Y cualquiera que reciba en mi
nombre a un niño como este, a
mí me recibe.
19. 6De manera que, teniendo
diferentes dones, según la gracia
que nos es dada, si el de profecía,
úsese conforme a la medida de la
fe; 7o si de servicio, en servir; o el
que enseña, en la enseñanza;
21. 9porque ellos mismos cuentan de
nosotros la manera en que nos
recibisteis, y cómo os convertisteis
de los ídolos a Dios, para servir al
Dios vivo y verdadero,
22. 10Amaos los unos a los otros con
amor fraternal; en cuanto a honra,
prefiriéndoos los unos a los otros.
11En lo que requiere diligencia, no
perezosos; fervientes en espíritu,
sirviendo al Señor;
23. 12gozosos en la esperanza; sufridos
en la tribulación; constantes en la
oración; 13compartiendo para las
necesidades de los santos;
practicando la hospitalidad.
24. 1Permanezca el amor fraternal.
2No os olvidéis de la hospitalidad,
porque por ella algunos, sin
saberlo, hospedaron ángeles.
26. 30Pero os ruego, hermanos, por
nuestro Señor Jesucristo y por el
amor del Espíritu, que me
ayudéis orando por mí a Dios,.
27. 31para que sea librado de los
rebeldes que están en Judea,
y que la ofrenda de mi servicio
a los santos en Jerusalén sea
acepta;
28. 5Amado, fielmente te conduces
cuando prestas algún servicio a
los hermanos, especialmente a
los desconocidos,
Ejemplo
29. 6los cuales han dado ante la
iglesia testimonio de tu amor; y
harás bien en encaminarlos
como es digno de su servicio a
Dios, para que continúen su viaje.
30. 7Porque ellos salieron por amor
del nombre de El, sin aceptar
nada de los gentiles. 8Nosotros,
pues, debemos acoger a tales
personas, para que cooperemos
con la verdad.
35. Dios no es injusto para olvidar
vuestra obra y el trabajo de amor
que habéis mostrado hacia su
nombre, habiendo servido a los
santos y sirviéndoles aún.
36. 11Pero deseamos que cada uno
de vosotros muestre la misma
solicitud hasta el fin, para plena
certeza de la esperanza,
37. 12a fin de que no os hagáis
perezosos, sino imitadores de
aquellos que por la fe y la
paciencia heredan las
promesas.
38. 41El que recibe a un profeta por
cuanto es profeta, recompensa
de profeta recibirá; y el que
recibe a un justo por cuanto es
justo, recompensa de justo
recibirá.
39. 42Y cualquiera que dé a uno
de estos pequeñitos un vaso
de agua fría solamente, por
cuanto es discípulo, de cierto
os digo que no perderá su
recompensa.
40. 20De esta manera hizo Ezequías
en todo Judá; y ejecutó lo
bueno, recto y verdadero
delante de Jehová su Dios.
41. 21En todo cuanto emprendió
en el servicio de la casa de
Dios, de acuerdo con la ley y
los mandamientos, buscó a su
Dios, lo hizo de todo corazón, y
fue prosperado.