Las Matemáticas un Placer o una Tortura. Semillero Pigmalión U.C.M.C
1. LAS MATEMÁTICAS ¿UN PLACER O UNA TORTURA?1
CAMILO ANDRÉS CARVAJAL VARGAS2
Noviembre 2014
El estudio de las matemáticas ha sido un tema bastante controvertido en los últimos años, ya que cada vez es más notorio el descenso en el nivel académico de los estudiantes en esta asignatura. Dicha controversia lleva a dos preguntas en general ¿Por qué está disminuyendo el rendimiento de los estudiantes en matemáticas? y ¿Por qué muchos estudiantes adoran las matemáticas mientras otros las aborrecen? Estas son preguntas que abarcan diferentes hipótesis, relacionadas con el comportamiento, gusto por la materia, contexto, entre otras. Por tanto, con base en algunos estudios y estadísticas, en este escrito se pretende lograr un acercamiento al tema en cuestión y resolver estas incógnitas.
En primera lugar, el entorno del estudiante constituye uno de los factores más influyentes en la enseñanza, y el contexto más grande en el que nos encontramos es la sociedad. Según la Asociación Internacional de Evaluación del Rendimiento Escolar (IEA) “La respuesta social suele ser victimista, admitiendo que las matemáticas son difíciles y que esos malos resultados están dentro de lo razonable” (Hidalgo, Maroto y Palacios, 2005, Pág. 3). Haciendo énfasis en esta frase, la sociedad conlleva al estudiante a pensar que las matemáticas son un reto casi imposible de lograr, y que su aprendizaje básicamente debe considerarse como un privilegio. Pero este no es un pretexto o una razón suficiente para explicar el bajo rendimiento de los estudiantes, ya que algunos estudiantes bajo las mismas condiciones, aceptan las matemáticas en su vida, mientras otros las hacen a un lado; así que debemos buscar respuestas más allá de la visión social.
1 Este ensayo se escribió en el marco del proyecto interdisciplinar “Matemáticas y comunicación” dirigido por las docentes Jaqueline Cruz y Lucila Moreno
2 Estudiante primer semestre de Administración de Empresas Comerciales-Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca - Facultad de Administración y Economía. E-mail: kamix101@hotmail.com
2. En mi concepto, la sociedad es una palabra bastante global para buscar una respuesta centrada y especifica al mal rendimiento de los estudiantes, pero es un hecho que el contexto en el que se encuentra el estudiante es un factor de gran importancia para explicar su comportamiento ante las matemáticas. Un claro ejemplo lo podemos observar en uno de los aportes de Turégano (1985), quien nos da una explicación de esta forma:
Una actitud negativa de 92% hacia las matemáticas en alumnos de magisterio se logra reducir a 46% después de usar metodologías específicas: charlas-coloquio sobre las matemáticas y su importancia, conocimiento por parte del alumno de la programación didáctica, combinación del método expositivo y activo, cambio y diversidad de materiales de trabajo, etc.
Con lo dicho anteriormente, logramos ver que si un estudiante está acostumbrado a una metodología de enseñanza rutinaria y repetitiva, muy seguramente su actitud se verá reflejada negativamente ante el estudio de las matemáticas, debido a que se tornará algo aburrido y no le hallará mayor importancia. Pero si dicha metodología cambia, se verá directamente relacionado en el pensamiento del estudiante lo que seguramente se reflejará en actitudes más positivas.
Según Hidalgo, Maroto y Palacios (2005), los estudiantes crean un perfil educativo con referente a las matemáticas, que puede ser “perfil matemático” o “perfil anti- matemático”, y estos se sustentan en seis factores esenciales, que son: Causalidad, gusto por las matemáticas, auto-concepto, creencias matemáticas, creencias sobre el docente y creencias sobre la familia. En realidad estos factores son los que dan la pauta para definir la simpatía o desagrado hacia las matemáticas, teniendo en cuenta que cada uno está relacionado directamente con el otro.
Lo anterior revela que podemos enlazar lo propuesto por Turégano con los factores que componen los perfiles de los estudiantes, ya que por ejemplo, un estudiante puede sustentar su desagrado hacia las matemáticas con la forma en la que el docente le enseñó dicha materia, o por la poca atención que sus padres
3. le dieron al haber reprobado matemáticas en un grado de secundaria. En este caso se puede observar como el contexto del estudiante se enlaza con el principio de creencias sobre el docente, o creencias sobre la familia, y muy seguramente este estudiante estaría situado en el “perfil anti-matemático”.
Cabe resaltar lo siguiente: “Se suma el hecho de que los aprendizajes matemáticos son acumulativos, como lo son también las dificultades. Las lagunas de primaria se heredan en secundaria y se hacen insuperables a partir de la enseñanza superior” (Hidalgo, Maroto y Palacios, 2005, Pág. 3). Parece entonces que esta es una aclaración muy concisa, que nos da a entender que si un estudiante obtiene un perfil matemático, ya sea positivo o negativo, lo llevará con él durante el resto de su vida. Es decir, esta justificación es un soporte a lo propuesto sobre el agrado o no hacia las matemáticas y el mal rendimiento resaltado en los estudios de la IEA, debido a que en el caso de un estudiante que no logre superar una “prueba matemática” de bajo nivel, no logrará superar ninguna otra prueba más adelante, y se desprende como consecuencia el mal rendimiento en la materia.
Tomando como apoyo lo señalado anteriormente, el contexto en el que un estudiante crece y genera unos hábitos y un perfil académico, afecta directamente su parte emocional hacia la materia. Podemos hacer una comparación entre un estudiante que posee un padre que le gustan las matemáticas y un estudiante que posee un padre al que no le gustan. El estudiante 1 seguramente tendrá más capacidades de aprendizaje con referente a las matemáticas y un mayor apoyo por parte de su familia en dicha materia, y traerá como consecuencia que las matemáticas que está aprendiendo en la primaria sean la base de todos sus estudios secundarios y profesionales y generen un sentimiento de simpatía, o en otras palabras, un perfil matemático. Con respecto al estudiante 2, el apoyo que recibirá de su familia será poco o casi nulo, así que seguramente en algún momento tendrá dificultades de aprendizaje en matemáticas que le conllevaran progresivamente a tener un perfil anti-matemático.
4. Según Hidalgo, Maroto y Palacios (2005, Pág. 24) El gusto o rechazo por las matemáticas puede ser entendido como la valoración promedio de un conjunto de variables de naturaleza emocional, tales como el auto concepto matemático, la percepción de dificultad o las emociones asociadas mas frecuentemente con esta materia (diversión o aburrimiento, por ejemplo).
Teniendo en cuenta lo anterior, el contexto y los factores esenciales de los perfiles matemáticos entrarían en el conjunto de variables que harían parte de la apreciación de cada estudiante sobre la materia, es decir, que cada estudiante tiene unas razones únicas para tener simpatía o no con las matemáticas, independientemente de que todos nos encontremos en el contexto general llamado “sociedad”.
En conclusión, el mal rendimiento de los estudiantes en matemáticas se puede argumentar en parte en el contexto en el que se encuentran en este momento, ya que actualmente la sociedad tiene un concepto “difícil” de las matemáticas y considera normal este hecho, y dicho contexto lleva a la creación de un perfil académico negativo en los estudiantes. También cabe resaltar que no todos los estudiantes se encuentran en este grupo, debido a que la sociedad es un concepto global, y se deben tomar puntos de referencia más específicos. Cada estudiante tiene razones únicas para adorar o aborrecer las matemáticas, pero se argumentan en el contexto en el que desarrollan su aprendizaje y de allí el conjunto de emociones que surgen hacia esta ciencia.
REFERENCIAS:
Hidalgo, Maroto y Palacios (2005), El perfil emocional matemático como predictor de rechazo escolar: relación con las destrezas y los conocimientos desde una perspectiva evolutiva, Distrito Federal: Santillana.
Turégano, P. (1985), Experiencia sobre un cambio de actitud hacia las matemáticas en alumnos de magisterio: Zaragoza.