2. Restauración Dentaria
La restauración dental se produce cuando
su Odontólogo repara un diente dañado,
cariado o perdido, devolviéndole su
funcionamiento normal. El tratamiento
temprano de un diente dañado o cariado
puede ayudar a que su diente dure toda la
vida.
La restauración dental no solamente ayuda a
mejorar el aspecto, sino que también puede
corregir problemas como dientes fracturados,
y con caries. Si no se trata a tiempo cualquiera
de estos problemas se pueden ocasionar
daños mas graves.
3. Esmalte
El esmalte es translucido de color blanco o gris azulado.
El color de nuestros dientes está dado por la dentina, la cual se
trasluce a través del esmalte y está determinado
genéticamente.
Debido a que es una estructura cristalina, el esmalte es un
tejido birrefringente.
Está formado principalmente por material inorgánico (94%) y
únicamente una pequeña cantidad de sustancia orgánica
(1,5%) y agua (4,5%). El material inorgánico del esmalte es
similar a la apatita.
4. Dentina
La dentina es radio-opaca por su relativamente alta
impregnación de sales minerales. Su color es amarillo, y la
elasticidad es una capacidad de la que goza este tejido y que
depende de la estructura orgánica y contenido en agua.
Se compone en un 65% de materia inorgánica (hidroxiapatita
de calcio), en un 25% de materiales orgánicos y en un 10% de
plasma acuoso. La sustancia orgánica es en su mayoría
colágena I acompañada de proteoglucanos y glucoproteínas.
La dentina es producida por los odontoblastos, que se
ubican entre la dentina y la pulpa dentaria.
5. Pulpa
Dentro de la pulpa están los vasos sanguíneos, vasos
linfáticos, nervios, células de defensa, sustancia base y
fibroblastos. Sin embargo, otra característica de la pulpa es la
presencia de odontoblastos, necesaria para la producción de
dentina.
Desde el punto de vista del desarrollo, la pulpa dental
emerge como resultado de la promoción de la lámina dental
del mesodermo para formar la papila dental. Su forma es
determinada por el órgano de esmalte.
6. Protección Dentinopulpar
Involucra todas las maniobras, sustancias y materiales que se
utilizan durante la preparación y restauración cavitaria y que
tiende a proteger constantemente la vitalidad del órgano
dentinopulpar.
7. Causas del daño pulpar
Existen varios factores capaces de producir irritación pulpar.
Estos pueden ser:
Irritantes físicos
Irritantes químicos
Irritantes bacterianos
Dentro de los físicos encontramos:
El calor friccional
El desecamiento de la dentina
La profundidad excesiva de la preparación
8. Otros Pueden Ser:
La presión de condensado
La contracción de polimerización
El trauma inducido por sobrecarga oclusar o
contactos prematuros
Los anclajes dentarios
9. Calor friccional
El calor friccional que se genera durante la preparación
cavitaria o el pulido de restauraciones puede alcanzar la pulpa
y causar daño. Si se producen altas temperaturas durante
largos periodos, los vasos y las células resultan afectados y
parte de la pulpa puede volverse necrótica. Cuanto mayor sea
la velocidad de corte, mayor será el calor que se genere.
10. Presión de condensado
y Contracción de polimerización
En cavidades profundas las fuerzas provocadas por el
condensado de la amalgama pueden producir inflamación
pulpar.
La contracción de polimerización de los composites tiende a
producir la separación de la restauración de las paredes
dentarias, lo que origina una brecha a través de la cual se
produce filtración marginal.
11. Trauma inducido por sobrecarga
oclusal o contactos prematuros
Las fuerzas oclusales excesivas, ocasionales o repetidas,
pueden causar alteraciones pulpares como calcificación
intrapulpar, pulpitis y necrosis. El trauma repetido da como
resultado sensibilidad pulpar posoperatoria.
12. Razones
A) por la dificultad de eliminar los excesos debido a su color similar
al diente.
B) porque al no tener un módulo elástico elevado (rigidez) el
composite se flexiona durante la masticación y provoca
a través del movimiento del fluido dentario una presión indirecta
sobre la pulpa, especialmente cuando la restauración no está
bien adherida.
13. Anclajes Dentinarios
El uso de anclajes dentinarios es riesgoso tanto por la
posibilidad de exponer inadvertidamente la pulpa como por las
microfracturas dentinarias provocadas durante su inserción.
Con las técnicas adhesivas actuales estos anclajes han caído
en desuso.
14. Irritantes Químicos
Entre las sustancias que al ser aplicadas incorrectamente
podrían resultar irritantes para la pulpa podemos considerar: a)
los antisépticos y limpiadores cavitarios,
b) los ácidos, ‘’primers’’ y adhesivos, y
c) los materiales de protección y restauración.
Antisépticos.
15. Antisepticos y limpiadores cavitarios.
Antes de colocar el material de restauración, es indispensable eliminar
los restos dentarios adheridos a las paredes cavitarias para lograr su
correcta adaptación y evita la filtración marginal.
También es necesario tratar la dentina con alguna solución antiséptica,
para actuar sobre los microorganismos residuales.
El lavado con agua a presión permite desalojar la mayor parte de los
restos de las paredes cavitarias, pero para los más adheridos es
necesario utilizar sustancias químicas tales como el ácido cítrico al
50%, hipoclorito de sodio al 5%, que se aplican durante 10 o 15
segundos.
Agua a presion -
Jeringas de Agua
16. Antisepticos y limpiadores cavitarios.
En la dentina aumenta el diámetro de los túbulos por la
desmineralización que provoca, lo que favorece la entrada del
mismo elemento químico utilizado o bien de microorganismo
por filtración marginal si la restauración colocada no sella
herméticamente la cavidad.
El alcohol, que sirve para desengrasar las paredes
adamantinas antes del grabado, provoca deshidratación de la
dentina si se lo aplica en cavidades profundas y durante más de
10 segundos.
Se aconseja la utilización de soluciones detergentes y
microbicidas, soluciones yodadas al 0.5% y 1%.
17. Ácidos, primers y adhesivos
El barro dentario producido durante el tallado cavitario actúa como una protección natural
sobre la superficie cortada, ocluyendo los túbulos con los detritos que forman verdaderos
tapones.
En la técnica del grabado total se utilizan acondicionadores ácidos que eliminan
totalmente el barro dentinario, abren los túbulos y desmineralizan la dentina intertubular.
Esto hace más permeable la dentina y facilita la difusión de agentes irritantes hacia la
pulpa. No obstante, la dentina puede ser grabada si se efectúa el sellado inmediato con un
sistema adhesivo que proteja la pulpa de la filtración.
El sistema adhesivo cierra los túbulos abiertos formando tapones de resina y penetra la
zona intertubular completando el sellado mediante la hibridación de la dentina.
De todos modos, la capa hibrida no debe ser considerada como una barrera absolutamente
impermeable.
La técnica de grabado total no es inocua, sino que resulta un factor irritativo mas para el
complejo dentinopulpar, así como los estímulos vibratorios, térmicos y mecánicos y la
deshidratación provocados por la preparación cavitaria.
18. Los componentes del sistema adhesivo deber ser hidrófilos para poder
penetrar y mojar uniformemente la superficie grabada.
Tienen que actuar rápido y sellar firmemente la dentina tubular e
intertubular y no dislocarse por las fuerzas de contracción de
polimerización.
Además, su capacidad para infiltrar la dentina debe coincidir con el
espesor de tejido decalcificado por el grabado.
De no ser así, bajo la capa hibrida quedaría una zona de dentina
estructuralmente débil, desprovista de su protección mineral y no
recubierta por la resina.
Pashley enumera una serie de factores que deben tenerse en cuenta
para reducir la posibilidad de dañar la pulpa cuando se emplea la
técnica de grabado dentinario.
El tipo de acido y su concentración deben ser los adecuados y el
tiempo de aplicación debe de limitarse a lo necesario para lograr una
adhesión optima.
El acido debe colocarse sobre la dentina en forma pasiva, sin frotar.
Idealmente, la profundidad del grabado no debería exceder los 5µm
(micrómetros), hay que evitar la destrucción del colágeno y tendrían
que dejarse residuos de los tapones de barro para mantener la
permeabilidad dentinaria en un bajo nivel.
19. Todas las precauciones resultan insuficientes si previamente
no realizo un diagnostico pulpar preciso y si no se respetan los
principios básicos de una buena técnica operatoria.
Es necesario el aislamiento absoluto con dique de goma y el
perfecto conocimiento de las características de los materiales a
utilizar.
Pero sobre todas las cosas, es imprescindible conseguir un
cierre hermético con la restauración final para evitar
complicaciones postoperatorias.
En caso de duda, cuando las condiciones clínicas no
garanticen un buen sellado o cuando no exista un espesor de
dentina remanente considerablemente, las técnicas de
restauración tradicionales resultan más seguras.
20. Materiales de protección y restauración
En las cavidades que no había sido perfectamente selladas se
encontraron reacciones pulpares agudas, aumento de flujo sanguíneo,
células inflamatorias y focos de necrosis.
En cambio, en cavidades bien selladas y aisladas del medio bucal las
reacciones fueron de reparación. Investigadores realizados con
materiales semejantes a aquellos utilizados en dientes de animales
demostraron de forma definitiva que hasta en aquellos casos de
ausencia de infección los materiales resinosos aplicados sobre las
pulpas expuestas causaron serios daños pulpares como inflamación
crónica mediada por macrófagos y células gigantes hasta los periodos
más prolongados de estudios (300 días).
Además, debemos recordar que los materiales resinosos no han sido
aun recomendados por los fabricantes para recubrimiento pulpar
directo o pulpectomia, a pesar de los resultados positivos que han sido
observados al utilizarlos sobre la pulpa de animales, como ratas y
monos.
21. Materiales de protección y restauración
Durante muchos años, se considero que todos los materiales de restauración,
en mayor o menor medida, eran nocivos para la pulpa. Esta creencia
fundamento en parte la colocación sistemática de una base previa a la
restauración.
Todos los materiales de protección y restauración actuales evaluados según las
normas ANSI e ISO y aceptados por la American Dental Association y la
Federacion Dental Internacional, bien manipulados y aplicados dentro de las
condiciones clínicas para las cuales fueron recomendados por los fabricantes,
son bien tolerados por la pulpa en ausencia de infección.
La irritación química es secundaria a la filtración bacteriana. Esto ha sido
demostrado por los trabajos de Brännström, Cox y otros, quienes colocaron
diferentes materiales, como cementos de silicato, fosfato y aun acido, en forma
directa sobre la pulpa de primates.
22. Aunque muchos operadores continúan utilizándolo en
cavidades profundas con el argumento de que posee acción
sedante y paliativa, el OZE puede resultar irritante para la
pulpa. Incluso un cemento modificado de fraguado rápido
como el IRM provoca una reacción inflamatoria pulpar si se lo
coloca en cavidades cuya distancia pulpar sea menor a 0.5
mm.
Respecto a la manipulación de todos los materiales, se debe
prestar especial atención al estado de conservación y fecha de
vencimiento, respetar las proporciones indicadas, realizar la
preparación e inserción de manera correcta y asegurarse de
que su polimerización sea completa. De lo contrario, su
biocompatibilidad podría verse alterada por diversos factores
(liberación de sustancias toxicas, deshidratación, presión de
condensado, etc.)
23. Irritantes Bacterianos
Los irritantes bacterianos pueden originarse:
a) por restos de tejido cariado,
b) por no eliminar el barro dentinario y
c) por filtración marginal.
24. Restos de tejido cariado.
La forma de avance de la caries determina que al llegar a la dentina la lesión se
extienda rápidamente en forma lateral a través del limite amelodentinario.
Como consecuencia, el área de dentina afectada generalmente resulta mayor
que la extensión externa de la lesión. Por debajo del esmalte sano muchas
veces persisten restos de dentina cariada difícilmente visibles y accesibles a la
instrumentación. Los restos de dentina infectada, con su contenido de
microorganismos, representan una causa importante de irritación pulpar.
En la actualidad, el uso del detector de caries para verificar la total eliminación
de los tejidos cariados se considera una práctica habitual.
25. No eliminación del barrillo dentario.
La dentina recién cortada, con barro dentinario en su superficie, debe ser considerada
como una herida infectada. El lavado con el agua a presión de la jeringa arrastra gran
cantidad de los detritos y el polvillo suelto sobre la superficie.
Sin embargo, no es suficiente para eliminar los restos dentarios más adherentes, que
están contaminados por microorganismos. Estos segregan toxinas y deben ser eliminados
del interior de la preparación entes de proceder a su restauración.
Las bacterias residuales en el barro dentinario pueden reproducirse y provocar un
problema clínico a distancia.
Brännström sugiere el uso de una solución detergente y microbicida para eliminar las
bacterias que pudieran haber subsistido después del procedimiento operatorio de la
preparación cavitaria. También pueden utilizarse soluciones hidroalcoholicas de colutorios
bucales. Estas soluciones contienen un agente tensoactivo que reduce la tensión
superficial de los tejidos y favorece su penetración y un antiséptico que inhibe el
crecimiento bacteriano. La utilización de este tipo de sustancias no interfiere en los
mecanismos adhesivos.
Cuando se realiza grabado total, el propio acido aplicado sobre la dentina elimina todo el
barro dentario. Asimismo, el acido ejerce cierta acción antimicrobiana – propiedad que
también reúnen algunos adhesivos-, auque tal vez no la suficiente como para prescindir
del uso de soluciones antisépticas.
26. Filtración marginal.
La filtración marginal es la causa mas frecuente de sensibilidad postoperatoria,
caries recurrente y fracaso de la restauración.
Debido a la contracción de polimerización, cambios dimensionales, solubilidad,
falta de adhesión u otros factores, los materiales de restauración muchas veces
no logran cerrar herméticamente la cavidad que obturan. La brecha existente
entre la pared cavitaria y la restauración es una vía de entrada de elementos
tóxicos y microbianos que provocan irritación pulpar.
Ya en 1927 Crowell consideraba que la filtración bacteriana alrededor de los
materiales de restauración era la causa principal de la patología pulpar
postoperatoria. Numerosas publicaciones posteriores respaldan este concepto.
La eliminación completa de la interfaz diente-restauración es un desafío de la
odontología adhesiva. A pesar de los progresos alcanzados con los materiales,
ninguno provee un sellado absoluto para prevenir la microfiltración. Están en vías
de desarrollo los sistemas adhesivos que sellen los márgenes en dentina y en
cemento tan eficazmente como lo hacen en esmalte.
27. Sellador dentinario.
Son recubrimientos de unos pocos micrones de espesor que se emplean
fundamentalmente para evitar el pasaje de sustancias químicas, bacterias y
toxinas a través de los conductillos dentinarios.
Además, al bloquear las terminaciones de los túbulos previenen la
hipersensibilidad dentinaria, por lo que son útiles para sellar la dentina antes de
la cementacion de una corona. Los selladores dentinarios colocados sobre las
paredes cavitarias reducen la filtración marginal. Son aislantes eléctricos pero no
términos. Reducen el galvanismo bucal en pacientes con restauraciones de
diferentes metales.
Como selladores dentinarios se utilizan: a) Los barnices y b) los sistemas
adhesivos.
Funciones de un Sellador Dentinario.
• Aislamiento químico y eléctrico.
• Sellado de la superficie dentinaria.
• Barrera antibacteriana y antitoxinas.
• Reducción de la sensibilidad dentaria.
• Reducción del galvanismo bucal.
• Reducción de la filtración marginal.
• Inhibición de la penetración de iones metálicos.
28. Barnices.
Consisten en soluciones de una resina natural o sintética en un solvente (acetona,
cloroformo o éter) que al evaporarse deja sobre la superficie por recubrir una capa muy
delgada de resina. La resina natural utilizada es el copal disuelto en acetona.
Los barnices no forman una capa uniforme. Para obtener una película homogénea, sin
poros, deben aplicarse por lo menos dos capas de barniz. Demasiadas capas interferirán
en la adaptación del material de restauración.
La función principal del barniz es reducir la filtración marginal en restauraciones de
amalgama.
Actúa como asistente químico y eléctrico, pero no térmico. Además, reduce el galvanismo
bucal e inhibe la penetración de iones metálicos de la restauración de la dentina
subyacente, lo que previene la decoloración del diente. Su uso esta contraindicado debajo
de restauraciones de composite. El uso clínico de los barnices esta disminuyendo y
siendo reemplazado por sistemas adhesivos.
29. Biocompatibilidad del barniz de copal.
Por muchos años el barniz de copal se utilizó para evitar la
microfiltración marginal al sellar la interfase entre la
amalgama y el diente, mientras los productos de corrosión de
la amalgama cerraban la brecha. Algunos estudios (Barber et
al., 1964; Murray et al., 1983; Seend et al., 1984) han
demostrado que el barniz de copal previene la microfiltración
temprana alrededor de las restauraciones de amalgama.
32. Cómo Actúa el Cemento de ionomero de vidrio
Puede actuar como forro o como base, según el espesor en que se le coloque,
será considerado como nos refiramos a las bases cavitarias.
33. Forros cavitarios.
Los forros cavitarios (‘’liners’’) son recubrimientos que se colocan en
espesores que no superan 0.5mm. Además de constituir una barrera
antibacteriana y antitoxinas ante una eventual filtración marginal, reducir la
sensibilidad dentaria, producir aislamiento químico y eléctrico y reducir el
galvanismo como los selladores dentarios, pueden liberar fluoruros (acción
preventiva) o actuar como bacteriostáticos e inducir la información de dentina
terciaria (acción terapéutica). Hoy se sabe que esta última no es una propiedad
exclusiva de estos materiales.
Los forros cavitarios pueden ser cementos o resinas de endurecimiento
químico, físico o dual, o productos que forman una capa por evaporación del
solvente.
Los materiales más utilizados como forro cavitario son: a) el hidróxido de
calcio fraguable, b) el cemento de ionomero vítreo y c) los materiales
fotopolimerizables con resinas y otros componentes. Actualmente, la
utilización de los forros cavitarios esta siendo reemplazada por la ‘’
hibridación’’ de la dentina en algunas situaciones clínicas.
35. Materiales fotopolimerizables con resinas y otros
componentes.
Existen algunos productos que contienen calcio y fluoruros en su
composición pero que no son considerados ionomeros vítreos porque
no endurecen a través de la reacción acido-base propia de estos. Son
materiales resinosos fotopolimerizables.
Su manipulación es sencilla, tienen buen color para ser usados bajo
restauraciones estéticas, pero liberan fluoruro en baja proporción y se
adhieren poco a la dentina.
37. Cemento de ionomero de vidrio
Es el material de protección dentinopulpar que mas se acerca al ideal. Se adhiere al tejido
dentario y se une bien al composite sin necesidad de grabado. No irrita a pulpa si es bien
manipulado.
En su composición hay una elevada cantidad de fluoruros que al liberarse proporcionan
efectos preventivos. Produce un buen sellado de la dentina y su solubilidad es minima. Su
modulo elástico y su coeficiente de expansión térmica son similares a los de la dentina,
por lo que resulta un buen sustituto de esta en grandes cavidades. Al fraguar, no sufre la
contracción que ocurre con los composites al polimerizar y por eso es conveniente que en
grandes preparaciones sea el ionomero el material que ocupe la mayor parte de la
cavidad. Al reducir el volumen final de la restauración de composite, también se reducen
proporcionalmente los efectos de la contracción de polimerización. Como base tiene
excelentes propiedades mecánicas y puede utilizarse como relleno del esmalte sin
soporte y para reconstruir muñones.
El ionomero vítreo convencional para ser usado como base o forro cavitario se presenta
en forma de un polvo y un líquido. Algunos productos se presentan en forma
encapsulada.
El polvo esta compuesto por un vidrio que contiene oxido de sílice, calcio, fosfatos,
aluminio y fluoruros. El liquido es una solución acuosa de acido poliacrilico y sus
copolímeros y otros ácidos como el tartarico y el itaconico.
La mezcla fragua químicamente a través de una reacción acido-base, formando una sal.
39. El ionomero de vidrio modificado con resinas también se presenta en forma de un polvo y
un líquido, a los que se le ha incorporado un monómero soluble y un fotoiniciador.
Existe, además, un producto encapsulado. También se puede utilizar como base un
ionomero modificado con resinas multipropósito, en el que se modifica la relación polvo-
liquido para obtener la consistencia necesaria para los diferentes usos clínicos.
La manipulación del ionomero modificado con resinas es más sencilla que la del
convencional y las proporciones no son tan críticas. El tiempo de trabajo es mayor y el de
endurecimiento se reduce solo a los 30 segundos de fotopolimerizacion.
Para favorecer la adhesión del ionomero vítreo se hace el pretratamiento de la dentina
con soluciones de acido poliacrilico al 10% o al 25%. Se deben esperar entre 15 y 30
segundos antes de secar, para permitir que los acondicionadores ejerzan su acción.
Actualmente, se recomienda no lavar, aunque la decisión de hacerlo o no dependerá del
caso clínico. Para algunos productos de fotoactivación no se aconseja el pretratamiento
de la dentina. Hay marcas comerciales que proporcionan sus propios imprimadores
(‘’primers’’) y adhesivos.
40. Otras bases cavitarias.
El cemento de fosfato de zinc, utilizando durante muchos años como
base cavitaria, tiene excelentes propiedades mecánicas, pero no libera
fluoruros ni es adhesivo. El cemento de policarboxilato también posee
buenas propiedades mecánicas y si es adhesivo, pero tampoco libera
fluoruros y su manipulación es complicada.
Por estas razones, estos cementos han sido reemplazados por el
ionomero vítreo, que actualmente es el material de protección ideal. El
oxido de zinc y eugenol y otros productos modificados resultan
irritantes para la pulpa en preparaciones profundas. Sus propiedades
mecánicas son inferiores a las del ionomero y son incompatibles con
las restauraciones adhesivas, porque el eugenol interfiere sobre la
polimerización de los composites. Por lo tanto, su uso como base esta
contraindicado.
Se utilizan para la inactivacion de caries múltiples por su acción
antibacteriana y porque debido a su baja solubilidad y contracción
pueden producir un buen sellado provisorio de la cavidad.
41. Factores a tomar después de la preparación cavitaria para la
selección del material restaurador.
a) diagnostico pulpar.
b) Permeabilidad dentaria.
c) Edad del paciente.
d) Profundidad de la preparación.
e) Material de restauración.
f) Oclusión.
43. Permeabilidad dentinaria.
Cuanto mayor sea la permeabilidad dentaria, más serían las vías de entrada de los
elementos irritaticos hacia la pulpa y la necesidad de protegerla. La permeabilidad se
relaciona en forma directa con la profundidad de la reparación.
Cuanto más se aproxima la preparación dentaria a la pulpa, mayor es el número de
túbulos dentinarios dañados por unidad de superficie. El diámetro de cada túbulo también
aumenta cerca de la pulpa. Estos dos factores contribuyen al incremento de la superficie
dentinaria de difusión. Los túbulos dentinarios próximos a la unión amelodentaria
presentan un diámetro cercano a 0.8 µm, y en los que están próximos a la pulpa del
diámetro es cercano a 3 µm.
La permeabilidad también depende de la edad del paciente. El diente joven con anchos
túbulos dentinarios abiertos es más permeable a los componentes tóxicos que un diente
viejo que con los anos ha producido una cantidad considerable de dentina esclerótica y
terciaria. La preparación en un diente virgen también dejara expuesto un tejido más
permeable que la remoción de antiguas restauraciones o las erosiones y abrasiones de
las cuales la pulpa se fue defendiendo lentamente.
Es interesante recordar que, independientemente de la profundidad y el diámetro de los
conductillos dentinarios, puede tener importancia de la permeabilidad la presencia de
zonas hipocalcificadas como los espacios de Czermak en diversas zonas más o menos
extensas. La dentina terciaria o de irritación, si no sido invadida por bacterias, es el mejor
material de protección biológico de la pulpa dental.
44. Edad del paciente como uno de los factores.
Este factor es importante para la selección del material de protección por lo ya
apuntado en cuanto a permeabilidad y porque en el paciente joven el tamaño
pulpar es mayor que en el adulto, lo que significa menores espesores de dentina
remanente tras la preparación cavitaria.
Por otra parte, la pulpa joven y bien irrigada responderá positivamente a las
noxas formando dentina terciaria y esclerosis como elementos de defensa. Una
pieza adulta tiene disminuida esta capacidad y procedimientos tales como la
protección pulpar directa tendrán menores probabilidades de éxito.
45. Profundidad de la lesión.
Este es el factor que mas pesa en el momento de decidir la protección
dentinopulpar por realizar. Por ello, las preparaciones cavitarias se han
clasificado en superficiales, intermedias y profundas una vez determinado el
tratamiento a seguir. A medida que aumenta la profundidad y que la
aproximación al núcleo odontoblastico es mayor, más grande es el riesgo de
producir lesión pulpar. La preparación de una cavidad superficial que corta las
prolongaciones odontoblasticas cerca del limite amelodentinario solo causa leve
irritación. La reducción del espesor de dentina remanente aumenta la
permeabilidad, como ya se ha explicado. Es preciso señalar que a profundidades
cavitarias similares no siempre corresponde el mismo espesor de dentina
remanente debido a la edad, la formación de dentina terciaria, etc.
La excesiva profundidad de la preparación también produce debilitamiento del
piso cavitario.
No solo será necesario aplicar materiales que induzcan la reparación pulpar y
aíslen la pulpa de los irritantes que pudieran ingresar al estar aumentada la
permeabilidad. También abra que reforzar el piso cavitario con un material rígido,
para evitar que se flexione al condensar el material de restauración o durante la
masticación y transmita presiones a la pulpa.
46. Material de restauración.
Las restauraciones de ionomero de vítreo y de compomero por lo general no
requieren la colocación de ningún material de protección. Sus propiedades
adhesivas les permiten sellar bien la dentina, bloqueando la transmisión de
estímulos hacia la pulpa. Al adherirse a la pared dentaria, cierran perfectamente
la brecha diente- restauración e impiden la filtración marginal.
La amalgama no es adhesiva y, por lo tanto, se requiere la interposición de un
sellador dentinario sobre las paredes de la preparación para evitar la filtración
marginal. En las restauraciones de composite sus propios sistemas de adhesión
cumplen esa función. La necesidad de colocar, además, forros o bases cavitarias
dependerá de otros factores.
En lo que respecta estrictamente a la compatibilidad entre los materiales de
protección y de restauración, el uso de barnices convencionales y bases de oxido
de zinc y eugenol bajo restauraciones de composite esta contraindicado.
47. Oclusion Correcta.
Una oclusion correcta no es la que ofrece una excelente disposición anatómica
entre el arco dentario superior e inferior si no la que permite una relación
fisiológica normal entre ambos arco dentario y envía al máximo las posibilidades
de provocar brusismo mediante la armonía de las relaciones dentarias y
neuromusculares.
Las fuerzas oclusales excesivas, ocasionales o repetidas pueden causar
alteraciones pulpares como calcificación intrapulpar, pulpitis y necrosis.
48. Preparacion Superficial
En la preparación superficial la mejor protección pulpar es la dentina misma. El espesor
de dentina remanente provee suficiente aislamiento térmico y eléctrico, y tiene la rigidez
necesaria como para alojar cualquier material de restauración sin flexionarse. la
protección estará destinada simplemente a sellar la dentina para evitar el paso de
sustancias químicas, bacterias y toxina e impedir la filtración marginal.
Preparacion Intermedia.
En una preparación de profundidad intermedia puede ser necesaria alguna acción
bacteriostática o reparadora, además del aislamiento químico, eléctrico y bacteriano. Si la
preparación se encontrara situada en zona no activa de oclusion, podría utilizarse un
cemento de hidróxido de calcio fraguable. El cemento de ionomero vítreo es una mejor
opción, ya que es adhesivo, menos soluble y tiene la resistencia adecuada como para ser
utilizado en cualquier sector de la boca y aumentar la rigidez del piso cavitario si es
necesario. Sobre las paredes se coloca a continuación el barniz o sistema adhesivo.
49. Proteccion Pulpar Profunda.
La preparación profunda es de alto riesgo debido a la cercanía de la pulpa y a
que puede haber microesposiciones no visible que la comunique con el piso
cavitario. En este caso es habitual aplicar una capa de hidróxido de calcio
fraguable en la profundidad de la dentina. La compresión mas actualizada de los
mecanismo de defensa pulpare determina la firme tendencia a desaconsejar el
hidróxido de calcio como material de protección en cavidades profundas.
50. Proteccion Pulpar Directa.
Una vez producida la exposición pulpar el primer paso consiste cohibir la
hemorragia.
Esto se logra comprimiendo suavemente la zona con bolitas de algodón estériles
embebidas en agua de cal un antiséptico que contenga cloresidina 2%. Si el
operador no había concluido la preparación cavitaria lo hará en este momento
eliminando la totalidad de las caries mienta mantiene el sitio de exposición
cubierto con el algodón estéril. Se lava la cavidad con solución hidroalcoholica y
se seca.
Se retira la bolita de algodón que cubría la exposición y se procede a colocar una
protección de hidróxido de calcio. El hidróxido de calcio puro se mezcla con dos
gota de agua destilada (o del liquido anestésico local) para formar una pasta. Se
lleva al sitio de la perforación con un explorador o aplicador de cemento. Algunos
operadores prefieren agrandar la exposición e incluso remover la capa superficial
de la pulpa expuesta antes de realizar la protección.
51. Atrición: es el desgaste dental producido por el contacto entre los dientes sin la
presencia de alimentos y de elementos extraños.
Abrasión: fue descrita por Every en 1972 como el desgaste de los tejido duro
dentario como resultado de la fricción de un material exógeno sobre la superficies
dentales.
Abfraccion: es la perdida de tejidos dentales en las zonas cervical por encima
del anclaje óseo por cargas oclusales excesivas.
Erosión: es la pérdida superficial de tejido dental debido un proceso químico en
el que no intervienen las bacterias.
Atrición, Abrasión, Abfracción, Erosión.
53. Desecamiento de la Dentina
El calor friccional producido producido durante la
instrumentación y la aplicación excesivamente prolongada
sobre la dentina de aire o de fármacos deshidratantes
( alcohol, cloroformo, éter, ácidos hipertónicos y agentes
adhesivos) remueven el contenido de los túbulos dentinarios y
pueden provocar el fenómeno denominado “aspiración de los
odontoblastos”.