1. Importancia deljuego en el aprendizaje de los niños y las niñas.
Comentario.
Los niños tienen la necesidad de estar en movimiento a esta edad ese es el trabajo para
el cuerpo y que mejor forma que enseñarles a
partir de lo que les gusta y le surge
naturalmente, un juego se repite una y otra
vez lo que forma un conocimiento unas reglas
ya sean traídas del el juego en sí o por ellos
ya son limitaciones y lineamientos que están
aprendiendo y esto ya es base para seguir el
juego a otro nivel cuando crecen y siguen
cumpliendo lineamientos.
El juego da inicio a los trabajos y actividades en equipo dando paso a la imaginación de
los niños, y la comunicación en varias de sus formas pues este dibuja, hace gestos y
expresa sus emociones según la actividad que realice.
A través de un mismo juego se les puede enseñar los colores, las formas, los números,
así como a practicar la memoria hacer actividades dirigidas siguiendo reglas y por
imitación.
Se les muestra diferencia entre correr y caminar. Las partes del cuerpo el lugar de
posición es decir se conocen a sí mismos y a su entorno.
Dándoles participación se motiva a querer continuar la actividad, se hace más dinámico
y divertido.
2. Características evolutivas por edades de cómo responden los
niños y niñas al juego.
A partir de los dos años de edad, el niño comienza una nueva etapa de juego utilizando
su experiencia anterior para conseguir nuevos aprendizajes más elaborados debido a
que la naturaleza de sus juegos cambiará porque está desarrollando su capacidad para
pensar el sus nuevos descubrimientos, comienza
a comunicarse fluidamente, amplía su vocabulario
y cuenta con un mejor dominio de su cuerpo
(motricidad gruesa y fina), haciendo que busque
nuevas experiencias, compañeros de juego para
desenvolver su imaginación participando más en
el mundo de los adultos.
La etapa escolar significa otro escalón en el
progreso de sus juegos, ahora juegan en el
colegio y al llegar a casa siguen jugando y
poniendo en práctica lo que han vivido y aprendido en el colegio, imitando la realidad,
representando por medio del juego simbólico todo lo que han vivido o quieren vivir,
permitiéndoles exteriorizar sus emociones: alegrías, sentimientos, momentos difíciles,
frustraciones, etc.
El tipo de juego característico del niño de tres años es el juego simbólico o juego de
ficción ("hacer como si"). Se trata de una de las cinco conductas que caracterizan la
aparición de la función de representación, aproximadamente en la mitad del segundo
año de vida (las restantes son: la imagen mental, la imitación diferida, el lenguaje y el
dibujo).
El juego simbólico depende de la posibilidad de
sustituir y representar una situación vivida en otra
supuesta. Por ejemplo, hacer "como si" comiera, pero
utilizando un palito. Constituye una asimilación
deformante de la realidad, a diferencia de la
representación adaptada, que supone un equilibrio
entre asimilación y acomodación.
En efecto, el niño se ve continuamente obligado a adaptarse al mundo social de los
adultos y a un mundo físico que todavía no comprende bien. Por consiguiente, no llega
a satisfacer las necesidades afectivas e intelectuales de su yo en esas adaptaciones,
como lo hace el adulto. Resulta indispensable, entonces, para su equilibrio emocional,
contar con un tipo de actividad cuyo objeto no sea la adaptación a lo real sino, por el
contrario, la asimilación de lo real al yo.
3. Esta función la cumple el juego simbólico, que transforma lo real, por asimilación casi
pura, a las necesidades del yo.
En los primeros juegos simbólicos puede observarse que el niño:
Ejerce simbólicamente sus acciones habituales (por ejemplo, hacer "como si"
tomara la sopa. etc.)
Atribuye a los otros y a las cosas esos mismos esquemas de conducta (por
ejemplo, "hacer dormir" a su osito, "hacer pasear" a su muñeca, etc.)
Para Piaget el niño nace en un medio que condiciona su conducta, crece con una serie
de factores sociales que estimulan el desarrollo
del niño/a en mayor o menor medida y
desarrolla un nivel madurativo propio, diferente
al de los demás, estos tres factores influyen en
el esquema de representación del mundo que el
niño/a va creando, ello genera que asimile
conductas nuevas y acomode esas conductas
en sus esquemas de acción, formando de esta
manera nuevos esquemas de acción
perfeccionados.
Diferentes formas de relación niño-juego, en estadios:
1. Estadio Sensoriomotor, entre los 0 y los 2 años, predomina el juego funcional o
de ejercicio. Al principio el niño solamente reacciona frente a los reflejos, pero
progresivamente experimenta utilizando su propio cuerpo como herramienta,
repite acciones e incorpora el manejo y descubrimiento de objetos en sus
movimientos, también desarrolla juegos de ejercicios con personas mediante los
cuales desarrolla habilidades sociales.
2. Estadio Preoperacional, entre los 2 y los 6 años, se caracteriza por el desarrollo
del juego simbólico. El niño/a juega a imitar: juega a que cocina, a mamas y papas,
a que es conductor de coches…
3. Estadio de las operaciones concretas, entre los 6 y los 12 años. En este estadio
se desarrolla el juego de reglas.