1. ¿Es verdad que tarde o temprano la pasión se tiene que morir? ¿O que la convivencia mata la
pasión? ¿Y que esta no se puede recuperar una vez perdida? La pasión nos atrae y aterra a la
vez, por eso algunos somos adictos a las relaciones mientas que otros prefieren aislarse de sus
turbulencias. Pero... ¿de qué pasión estamos hablando? Lo primero que deberíamos hacer,
según explica Fady Bujana, experto en terapia de pareja y autor del libro El Amor Excelente, es
definir la pasión. Para él, la pasión es «la energía que emana de nuestro propio espíritu cuando
nos sentimos "inspirados", "en espíritu", o sea, cuando nos permitimos percibir la dimensión
espiritual de cada experiencia. Y no hay experiencia más espiritual que la del amor, ya que nos
pone en contacto con lo más profundo de nosotros mismos». En concreto, la pasión a la que se
refiere Bujana, emana de un amor especial, con una dimensión profundamente espiritual, que
él llama «amor excelente». Un amor, dice este coach personal, «que crece cada día,
cocinándolo lentamente y a conciencia». Esa es, a su juicio, la pasión que no se pierde.
«Porque parte del amor excelente, que se cocina como el buen pan. Y de la misma manera que
el pan alimenta, deleita y calienta el cuerpo, el amor excelente alimenta, deleita, y calienta el
espíritu».
Y como el pan, el amor excelente tiene, para Bujana, estos cuatro ingredientes, que permiten
mantener la pasión sin cambiar de pareja:
1. Empatía. A menudo, una relación no acaba de cuajar, porque, a pesar de estar metidos hasta
el cuello, sus integrantes siguen albergando dudas sobre el otro, sobre uno mismo, o sobre la
viabilidad de la relación. En algún momento hay que saber desprenderse de la duda, tomar una
decisión y entrar de una vez en la relación, creando una nueva historia acerca del otro, sus
motivos e intenciones. ¿Serás capaz de «ver el mundo a través de sus ojos»? Es importante,
explica este experto, «comprender las principales necesidades y motivaciones profundas de
cada persona, que tienen que ser satisfechas para la buena marcha de la relación».
2. Entusiasmo. Uno de los requisitos del amor excelente es tener un nivel de energía lo
bastante alto para poder sentir pasión. Una persona que se siente cansada, que tiene la
sensación de estar agotada y con la energía por los suelos difícilmente podrá soportar los
remolinos de la pasión si es que llega a sentirla. Para poder seguir adelante y crecer con tu
pareja, explica Bujana, «tienes que ser capaz de controlar tus niveles de ansiedad y encontrar
dentro de ti la energía y el entusiasmo necesarios para vivir los procesos del amor. El
entusiasmo (y la colaboración) son como el agua para el pan: no solo mantienen la mezcla
fluida y maleable, sino que son los ingredientes necesarios para que los demás se fundan en
uno. Se trata de saber encontrar al otro, honrarlo y apoyarlo desde el compromiso personal y
con entusiasmo. El entusiasmo es la base de la pasión».
3. Erotismo. Para llegar a ser excelente e interesante, el pan (como el amor) deber tener su
punto óptimo de sal, dice Bujana. Y lo que sala el amor, asegura, es el erotismo. «El erotismo,
que es función del cerebro, es esa telaraña de guiones e imágenes que alimentan el deseo y la
vida íntima humana. Para "salar" la relación hay que crear y aderezar a conciencia una historia
erótica que nutra y aumente la polaridad de la energía sexual de la pareja. Sin polaridad, la
2. energía sexual se atasca ya que, como toda energía, solo puede fluir entre polos de carga
opuesta, en este caso, masculina y femenina. Masculino y femenino, ojo, se refieren en este
caso a la esencia sexual o «carga» de cada persona, no a su género», matiza. Y para aderezar a
conciencia tu historia, sugiere Bujana, «prueba a añadirle una pizca de curiosidad, otra de
variedad y aventura y finalmente algo de riesgo».