BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, RUT, PARTE 38 DE 47

1. fil 'En los tiempos.en que gober-
lr I naban los Jueces en lsrael,
hubo una gran hambruna en el país.
Debido a éso, un hombre de Belén
de Judá se trasladó á los campos de
Moab con su mujer y sus dos hijos. 2
El hombre se llámába Elimeleé; su
esposa Noemí, y sus hijos, Majalón y
Guilvón.
''AI poco tiempo falleció Elirnelec,
y Noemí quedó sola con sus dos hi-
jos.. o
Ambos tomaron por eposas a
muieres moabitas: una se llamaba
Orfa y la otra Rut. 5
Al cabo de diéz
años murieron también los dos horn.
b¡es y Noeml e.u.edó desamparada,
srn esposo y srn huos.
6
Entonces decidió salir de Moab
gn compañía de sus nueras, 7
pues
había oído decir que Yavé se había
acordado de .su pueblo y les había
dado qyé comer. u
Cuanüo estaban
en camino de regreso a Ju dá, Noerní
959
diio a s.us, nueras: ucreo que es mejor
OUe USteOeS Se Va}an a SUS CaSaS- -
áu. el Señor les re.comPense todo Io
Ñeno. que han hecho con'mis hijos Y
.ónmigq Y les Permita que encuen-
i*n cáda una un esposo con quien
Ir]edan vivir en paz.i '0Y en seiuida
ÉI aio un abrazo, Pero ellas, lloran-
'¡;, le respondieron: *No.
los iremos,
í¡no que seguiremos contigo-'
r¡ *Vuelvan a sus casas, insisüó Noe-
¡¡í, Pyq: ¿qué sac.an con Yg.nir con-
'Á¡gol Ya
-no puedo, tene¡. hijos Para'aué
sean sus maridos . '=.Les rePito,
|.gr..s"., a sus hogares, Pues Yo soy
va vie.¡a Para casarme oe nuevo. Y
áünqu-e tüviera la remota esPeranza
de casarmq estA misma noche y de
ün.t hijos, " ¿serían u.sle-des capáces
á. _.rpgr?r I que se hicieran mayo;
rps? ¿Deiarían por eso de casarse?
h;; nY;itai, bastánte me ha castigado
va Dios como par? añadir esta Preo-
tupación Por ustedes-»
'o Ellas sequían llorando, hasta que
al fin Orfa, dándole un beso, se fué a
iu casa. Rut, en cambio, se quedó
áon ella. 'tNoemí le dijo entonces:
r¿?or qué no te vas también tú con tu
ci:ñada, y así regresas a tu casa Y a
tus dioses?, t6
Rut le replicó: *No me
óbligues a p"ja,.te yéndome. Iglos de
ti, pHeq .a qonoe P. Yayqs,. lre Yoj ,Y
donde tu vlvas, vlvlre Yo; tu PueDlo
será mi pueblo y tu Dios será mi
Dios. '' Donde tú mueras, allí también
áuiero rnorir y ser enterrada. yo. Que
dl Senor me,Castigue como es debido
si no es la muerte la que Ros sepore .»
t8Viendo Noemí qr-ie Rut se mante-
nía firme en su decisión, no qüiso in-
sistirle más. le Y continuando el cami-
no llegaron las dos a Belén. Todo Ia
qentele impresionó al verlas, llegat.
zoy como Nbemí se:diera cuenta de
úue las muieres comentaban: «¿ Pero
rio es ésta-Noemí?1, 2'les diioi -*No
me llamen por mi nómbre, §ino dí-
qanme Am árga, porque el Todopo-
deroso me ha llenado de amargura.
Partí con todo , y el: ,Señor me hace
volver con las manos vacÍas. ¿Para
gué, pues, ffie llaman Noeffií, cu-ando
Yavá me'ha condenado a ser una
RUT 2
ñada de Brt,. sq-nuera moabita, re -
gresó de Moab. Y justo cuando lleqa-
fon a Belén estaba comenzanddla
cosecha de la cebada.
Rut espiga en el campo de Booz
D)
, Noemí tenía, pgr parte de su
I a I marido, yI pqrieqtg muy rico
Ilamado Booz. 'Rut Ie pidió permiso
a Noemí p,ara if e resoggr espig.us
dondg ^pudier_E hacerlo sin prbb-le-
mas. 'Corno ella se lo diera, Rut salió
al campo y se puso a espigar detrás
de los segadores. Dio Ia coincidencia
de que el campo adonde ella había
llegado pertenecía a Booz,' pariente
de"Eliméle_c, que precisamente llegó
ese día de Bélén.
o
Luego de saludar a los segadores
con uni *El Señor esté con uÉtedes,,
v de recibir por respuesta: r¡¡El Señoi
[e bendiga!r,'t Booz pregunto al capa-
taz de la cuadrilla de seqadores: n;;De
quién es esa joven?, Y-el ernpleádo
lá contestó: unEs la moabita que aca-
ba de regresar de Moab con Ñoemí. 7
La autor-icé para. que recogiera las
esp.igas qye'{ejan los sega?ores, y
es lo que ha hecho toda la mañana
t'Bo oz, diriqiéndose entonces. a
Rut, Ie dijo: *Óye, hiiita, ño vayas"'a
recoger espigas a otra parte, 'e-Qs§=
date aquí v no te separes de los tra.
bajadoies. Siguélos'a cu?lquiei po-
trero donde Vayan a segai. Yo'les
daré órdenes de que no té molebten.
Y si tienes .sed, -ño tienes más que
acercarte a los cántaros dondé tienen
Etouá.»
:' - :
'' :' 1 '
"'o Al oír esto, Rut se inclinó profun-
damente hasta el sue.lo y le dijo:
*¿Qué de bueno has visto eh,,mí, tina
eitraniera, para que me trates con
tanta 6ondail?, t' *Ñte han contado, le
respondió Booz, lo bien que te has
portado con tu suegra después de
hr" .murió tu rngridol hasta bt punto
de dejar tu patria y tus :padres para
venirte a un país totalménte,de§co-
nocido pa[a ti. '2 Qge Yavé' te recem-
Dense tüs'buenas obras v oue el Dios
ile Israel, baio cuyas alai té has cobi-
jado, t€ dé
-el
prémio,que merec€s.»
El libro de Rut es uno de esos qqe se leen sin dificultad como si fuera una
novela. La historia está situada en tiempos de los Jueces, pero algunos opin¿¡¡
que lo esencial del relato es una creación tardía: ei autcr había escrito Ln .i
siglo IV antes de nuestra era como'.una reacción,contra las leyes de Esdras.que
separaban a Ios judíos de los demás pueblo-s y prohibían especialmente los
matrimonios mixtos.
La historia se sitúa en una época sin muchos marcos ni instituciones. En aquel .
tiempo, "sólo Dios réinaba en Istael" (Jue 17,6; 18,l), lo que quiere decir que
cada cual hacía lo que quería. Era un.tiempo de gran libertad tanto para el bie¡
como para el mal. Más tarde se Io considerará como un tiempo de ignorancia,
pero el autor valoriza aquí las riquezas escondidas de los seres sencillos para
quienes Dios no es un desconocido. -
El libro de Rut pertenece a la categoría de los que prescinden sin dificultad ,
del Templo, de los sacerdotes y de las querélias religiosas: para los héroes.de..
esta historia lo esencial de la vida y de la relación con Dios se da en otra parte.
, . En realidad, y esto.vale incluso para.los profesionales de Iareligió.n, la vidá dia-
. ria nos pone ante una serie de. eleccionet u ¡¿5:que podemos responder de mane-
ras muy distintas. Dios nos reconoce en deteiniinadas decisiones más personales
y atrevidas que, siendo nuestras, también fueron ob"ra de Dios
Rut no siguié los consejos de su suegra Noemí que le'pedíá que no se sacrifica-
ra inútilmente, sino que rehiciera su vida. Ella apostó por qna opción más arries-
gada; quedarse con Noer-ní sin niás seguridad Que sg bupna estrella. Escogió la
fidelidad, y el Dio_s de Israel que es ante todo veraz y'fieI, lbreservó un lugar de
elección en su obra de salvación: sería uno de los antepasados del Salvador.
Tu Dios será mi Dios

2. RUT 2
'3 Ella replicó: .iOjalá me haga me-
recedora áe tanta bondad cómo la
que me has demostrado con tus pa-
lábras arnables y tranquilizadoras, en
circunstancias en que yo no me egui-
paro ni a la últimá de tus esclavás!,
'o A la hora del almuerzo, Booz la
invitó a acercarse y a que comiera
un ped azo de pan emDaDándolo en
salsa. r5Cuandó ella eitaba sentada
en. medio de los segadores, él le ofre-
ció tarnbién un puñado de granos
tostados. Ella comió hasta quedar
satisfecha y se quardó las sbbras.
16
En sequida se levantó para prose-
guir su tÍabajo, y entonceis Boóz d[o
á. sus trabajáabíesr.«Déje¡lq que iá-
gluso arransue espigas de l?s gav[-
llas y no Ie^llameñ por eso Ia áten-
ción. Más aún, de vez en cuando
vayan dejando caer de p-topósito al-
qunas esoioas'Dara que ella pueda ir-
I-as recobiéndb, si.,deq¡rlé nada.,
y, Iuego de desgranarlas, vio que ha-
bía iuñtado más o menos un ouintal
de iebada. 't Regresó a la ciudad con
la cebada a cue§tas y, cuando llegó a
su Casa, mostró a su suegra lo kue
había relogido y le entregó"lo que ña-
bía guardaáo para ella del almuetzo.
1' S u s Lle g.r
? le P rqg u ntó': ,1i Po r
dónde anduüiste reéoqiéndo esDrqas.
ya,gue te fue tan bien), Corrio blt-e t"
contase dónde había estado traba-
jándo, su suegra prosiguió: ?0 u¡P_ero, si
"_l
dugño de ,esos -carypol gs Booz!
iBendito seal,Yavér gue siempre se
rnuestra tan :bueno, con los'vivos v
los muertos! Ese hombre es parientá
nues'tro; a é1, entre'otros, le'icorres,
ponde rescatdrtos.» :
?'Rut, entonces, agregó: ..Fíjatg
que todavía me dUo que me quqdará
con sus trabaiadores'hasta g'ue ter-
minen de coséchar., 22
Noemí' le res-
3::ol?;."t:{, },fl; lirs T* yyegah3 3 t',l?;,
"
r |!!iiia "iii ?ri i : !iil;tendrás rlr re naqar rYralnq rr+,..tendrás que pasar malos ratos-*oi'.30
a otra Pdt-te .» ' vtls
a otra pdrte .»
23
Rut continuó, pues, recóni.
oineq ar taác¡.áe rÁ. r**l?§9^giendo
R'# g
1'" :J"91 :- I :.9?J ", ? 1 i1,i; üiH
3"'fioX" ;'i §'.?i LT"il:,': :i""*!- i:
::b.19-I j:l.lli?,?: ?or lo á"-ñd:#
se separó de su suegra.
Se acuesta a sus pies
E'' x?:::#J'"S :#, tslü;§H
aseourarte un porvenir tra"quli.i
'Puás bien, Bociz, n,resiró pu.eote
qon ,cuya g.§nte, has estado t.uUijin=:
dg, ya. a .trillar la cebada esta tá,rdé
I ;rf"i?§:i !E i,l d,1t'. *i ;.: : ; it.[:lo mejor que puedas y vete d su er>
pero.no.te $ejes ver hasta que h;;;
terminado de
-comer
y bebei. ; Éídü
bien dónde se va a ac'ostar, y cuando
yS_ Ttg_qurmiendo, acércaté, t"yánia
las mantas,,9uS, t.eng.? ,a sus pies v
acuéstate allí., El te- dirá entonc.r rü
oue debas hacer'.» tBrt le contéitó]
*Haré todo'lo, qG rne has ái.-ü., .',
6
Bajó, pues;'a la era e hizo todo lo
,qgg su ,sue ga le ha bía indicááo.
' ógaz, cleipues de una cena bien re.
gaqd, sg fue a ac_q.star muy alegié
junto a 11 p1.yg, Etl.u, por §u ggité,
caminando d".tpa,cito, destapó iué
" Como a Ia rnedianoche se des-
pertó el hombre'y miró con uiómüib
S*e,tenía,a sus pies a una .mujer.
: Como [e.preggntara quién era, élla
l.e respondíó: -Soy Rut, tu sirviénta.
I apame cer-l tu manta, pues tú debes
Iesc_atarmp,» '.o"rlQue Yavé te bendi-
gd, hija mía, replicó é1, pues este ai-
to .tuyo de piedad es. mayor que el
plimero, ya g'Ue no has-elegido a
. 3.1 ;Por qué Rut quier? tener a Booz co-
mo esDosó?'Paia cumplir con la costumbre lla-
mida üel: "levirato,, a lá quei alude el capítulo 38
del Génesis.' : '
--büiñáá-r. hombre huere 'sin deiar hüos-.. es
deber éaqrado de la üuda casar.se'corí el más cer-
cano de'los deudos de':su difunto.ésposo. El ori-
mer hiio varón que tendrá de él llevaiá el nombre
del dilunto y sei.r.a considerado ccimo su hijo y
también corrío el hered ero de sus tierras.
Eso explica el sacrificio de Rut..Ella renuncia al
matrirnonio.con un joven y acepta ser la esposa
de un ho¡nbre ya entradó eF á¡qs' porque ese
hombre, Booz,..és.el que puede darle ün hi;o "pá-
ra» su rnanoo clrtunto.
un
a
.t
designio misterioso de
ser añtepasada de Cris.
Así Rut cumole con
Dios. que la prádestinó
to (verMt t,5).
06l 'óvenes. r lbres!
fá,?i??"' ?¿iii,'r; :'nT; ;,iq: h a É
|:,^í; Io qu.e me pidgs, Yd que todo- el
11lÁlo dabe que tú eres una mujer
?^i"áordinaria- '2Es cierto que a mí-
T)' ZorresPonde rescatarte, Pero hay
i)li"-oariente tuyo más cercano que
ílñ.'rnás obligación._'3 Quédate aqui
l^r eSta nocne, Y manana veremos SI
llnuiere rescatarte o no. Pues, si él
I.ii.gr,,19 lo Prometo Por Javé, lo
irr¿ yb 'o Pgt ahora, sigue durmien-
io hasta manal'Id.»
'"Ant.t de que aparleciera, cuando
náavía no se pue.de distinguir bien a
ill oersonas, se levantó Booz, Pues
'Iínsaba: *Nadie debe saber que esta
['li.r estuvo aquí durmiendo¡ '5 Lue-
l,i- le pidió a Rut que extendiera su
Irll v se lo llenó dé cebada. Ella se
iá'.,:hu al hombro y se volvió a la
t'YÍ8Í;ndo
llegó a casa de su sue-
nrd, le _preguntó; *¿Córno te ha idg,
ti¡je, " Ella, entondes, le contó todo
ií qr" el hgnbr.e. había hecho por
'álu'y.cómo Ie había dado toda aque-
Ita c-ebada Para que no volviera a su
'iusa
con las manos vacías. '8 Noemí
irpli.O, *Quédate tranquila hasta gue
,eias en qué termina esto, Pues estoY
sequra de que él agotará todos los
mádios para llevarlo a buen fin hoy
mismo.'
h ley del levirato
ñ1 'Booz se sentó al lado de Ia
19 puerta de la ciudad a esperar
que pasara el pariente que debía r€s-
iatar a Rut. 'Cuan6ls:pasó lo detuvo
v io invitó a sentarse. Llamó enton-
tes a diez ancianos de la ciudad para
oue se sentaran también a su alrede-
dor.
sCuando todo estuvo listo, le
dijo al pariente: *Noemí, la viuda de
núestró pariente Elimdlec, que ha
regresado de Moab, quigre vender la
própiedad que pertenecra a su marr-
do.
o
Yo he creído conveniente avisar-
te de esto para gue tú la coTpres en
presencia de todos estos testigos. Si
iú quieres cumplir con tu obligación
de iescatarla, hazlo;'si Do; dímelo,
porque después de ti me toca a mí
RUT 4
Symplirle.» El otro contestó: lMuy
bien, Ia voy a rescatdr.»
5
Pero Bo,oz_ prosiguió: *Hay algg
más todavía,- puesii adquiáres-el
c?rnpo de manos de Noemi, también
debes gdqqir¡r g Rut, la rnoabita, que ,
era. myjel del difunto, )¡ sus hijos he-
redaráñ Ia parcela dej difuntb.» 6EI-
otro, entonces, respohdió: *Si es así
Ia cosa, ño podré hacerlo por temor
a perjudicar a mis herederos. Te ce-
do el derecho, cumple'tú con la obli-'
c?ctor1.»v
'Era entonces Costurnbre en lsrael
q.ue para confirrnar cualquier negg-
cio, corno rescate o cambio, una-de
las partes se sacara su sandalia y se
la diera al otro. Y este gesto sávía
como prueba del contrato. 8
Por eso,
el pgriente que debía cgmprar la pro-
piedad se sacó la sandaliá, dicieindo
a Booz: *Cómpratela.,
eAl ver esto, Booz dUo a todos los
que estaban presentes: *Ustedes son
testigos de qúe hoy día Noemí me ha
vendido todo lo que pertenecía a su
marido Elirnelec y a sus hijos, 'o y de
que también he adquirido a Rut, la
moabita, viuda de Majalón, para con-
servar e[ apellido junto con la propie-
dad del difunto y para que su nombre
esté siempre presente entre sus her-
manos, cuando se reúnan.a la entra-
da de la ciudad., :
" Todos los que se encontraban allí
dijeron: «En efecto, nosotros somos
testigos., Los ancianos, por su parte,
agregaron; «¡Que Yavé_te conceda
que tu mujer sea como Raquel y Lía;
lás dos qu'e dieron origen a'la fámiliá
de lsraelt. ¡Que sear_pp-dqroso en
Efrata y famoso en Belén! ,'¡9u",
gracias a. la descendencia que'Yavé
te concederá de esta joven, tu casa
sea tan célebre como la de Peres, el
h[o que Judá tuvo de Tamar!,
Obed fue padre de Jesé y
'3 Booz se casó, prl-es; con ,nr! y se
la llevó a su casa. Tuvo relaciones
con ella y Yavé permitió que quedara
emba razada y que diera luego a ,luz
un niño. to
Al áaberlo, las mujáes feli-