BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, ABDIAS - JONAS, PARTE 25 DE 47

1. H'BDIAS
Abdías escribió probablemente después del año 500 y antes de Ia conquisra de
Edom, el año 312. Sus poemas están llenos de gritos de ven,eanza que en el
fondo demupstran su fe en la justicia de Dios.
Contra Edom
i Vision d.e Abdías. Palabra
Yavé sobre Edom:
Acabamos de oír un llamado
un rnensaie oue manda a las
*¡En p'S de güerra, levántense
mOS d tr-OOITI!»
'2 No te alegfes de Ia ruina de tu herrna-
B 3,,3noE', Sl"nÍ;,'He t','áá T,l"¿, T?. iir l;angustia, no te rías de su miseria
'' No vengaq a mirar a [a. puerta el dia en
que le va mal a mi pueblo: .¿se.rá Uueñó
que ve3§_sus sufrimieirtos el dÉ de su dé;:
gra,cia? No eches rnano de sus riquezas en
el día de la desventura
t1 No te pongas en la cruzada para ma-
tar a los que huyen, ni entregues a los ió-
brevivientes en el día de su algustiá.¡5 Ya viene, para todas las nacrones. el.
dia de Yavé: cómo tú has hecho, así sé ühu¡É;. sobre tu cabeza recaerá tu in".uciaóI
'6 Así como ústedes bebieron sobr" ñimonte. santo; así van a beber, nacionej
gue mé_rodean; bg-betán hasta que pierdáñ
los sentidos, y seián luego comb s!'no hu-
bieran sido. :
" Pero en el monte de Sión habrá super-
vivientes, que será un lugar santo, y et
pugb_Ig de iacob recobra"rá su f,erádaJ.
, '6 .EI pueblo de Jacob será un fuego, éi
de José una llama, mientras la qen-te-de
Esaú será la paja; la quemarán y"la devo-
1arán y no queclarán iestos de [a raza de
Esaú,
-porque
Yavé lo ha dicho.re Lós habitantes del Nequeb heredarán
los cerros de Esaú; Ios de I-a tierra baia. ei
país de los filisteos; heredarán del terrítorio
de Efrai- y los campos de Samaria, y los
de Beniamln hereááráñ Gt"áá. -
20
Lo§ desterrados de Israel dominarán Io
que pertenecía a los cananeos hasta Sa-
- repta, y los desterrados de Jerusalén sue ,
esián én Sefarad heredarán las ciudaáái .
del Negueb; 2' subirán victoriosos al moniá .
Sión pera gobemar de allí a los cerros de
Esaú- Entoñces Yavé reinará.
del Señor
áe.Yavé,
nacrones:
y ataque-
2 Desde ahora serás pequeño entre las
naciones, el menos conbidérado de todos.
3 La soberbia de tu corazón te ha ensa-
ñado a ti que habitas en las quebradas-de
Petra, que'te cuelgas de la n1üralla rocosa
y, guq diceg en !u éorazón: 1¿Quién me ha-
iá bajar a tierra?, -
o A'unque te eleves como el áquila v co-
logues tü nido entre las estrellás, te'haré
descender de allí, palabra de Yavé.
5 S¡ vienen a ti Iós ladrones, los salteado-
res noctumos. ¿cómo no te robarán,lo oue
quieran? Si vieñen a ti los vendirniador'es,
¿te deiarán acaso más gue algunos racimos?' e ¡C'ómo han rebuscá¿o eñ Esaú y escu-
drin'ado sus escondrijos! .,-
7 Hasta la frontera te Lián rechazado tus
amiqos: tus aliados han sido más fuertes
que-tú, y h.an puesto un lazo bajo tus pies.' t Aquét aia,'dice Yavé, haré d-esaparecer
a los §abios_de,Edom y a la astuciá de los
montes de Esaú
'' Tus valientes se estremecen, pueblo de
Temán, pues se está acuchillando a los
hombres-de los cerros de Esaú.
'9 A causa de tu violencia contra tu her-
mano Jacob quedarás cubierto de veri
güenza y desáparecerás para siempre." t t Tú té quedábas esperañ¿o cuandci los
extianjeros' hacían caüt¡vo a su ejército;
cuando los enemigos entr.aban por sud
puertas y sobre 'Jeiusalén echabán suer:
tes, tú támbién, éras'como uno de ellos.
oI 1.1 Cuando Nabucodonosor invadió a Judá.
en.el año 598, los edomitas Io awdaron: Y des:
Cuando cae la represión o la desqracia sobre
una categoríq de peisonas, muchos -son los que
callan .o se alegran o incluso se aprovechan bin
verguenza.
en el año 598, los edomitas Io awdaron. Y desj
pués de destruida la nación judía, trataron de
apoderarse de sus tierras.
En el presente siglo s-on bien pocos los que se equivocan sobre la naturaleza
de este libro y que preguntan si realmente Jonás estuvo tres días en el vientie de
un pez.
El .libro de Jonás es una narración, cuya héroe es un profeta del Reino del
Norte, del cüal sólo Se recuerda el nombre, junto con una promesa de miséricor-
dia de Dios en I Reyes 14,25.Pero su autor mereció haber sido profetá, puesr.o
que enfatizó aquí con mucha claridad algunas verdades que olvidaban los de su
dempo.
Esta narración graciosa critica, no a los idólatras o a los impíos, sino a los
mismos judíos'piado5os, que, encerrados en su nacionalismo, olvidan fácilmente
qu9 Diqs es el Dios de todos los hombres
La historia de Jonás se hizo inmediatamente popular y Jesús la mencionará:
-
La óonversión de Ios ninivitas (Lc I1,30).
: La comparación con los tres días que pasó Jonás en el pez (Mt 12,40)
Yavé manda a Jonás a Nínive
fl' ' La palabra de Yavé fue diri-
uJ gida a Jonás,,hijo de Amittay,
en estos términos: ' nlevántate, vete
a NÍnivg:, la ciudad grande , y predica
contra ellos, porque su maldad ha
subido hasta mí.,
' Se levantó Jonás, pero fue para
huir a Tarsis, lejos de Ia presencia de
Yavé, Descendió a Jafa, donde en-
contró un barco,eue salÍa. para Tar-
sis, pagó su pasaje y se embarcó pa-
ra irse gon ellos a Tarsis, lejo.s del
rostro de Yavé.
; 1.1 Jonás se nieqa'a,obedecer el llamado de
Yavé:.posiblernente ñq.tq.," no se . siente respon-
sable de la salvación de esos «moros" ninivitas.
Está du'rmiendo míentras los marinero§, paganos
bien simpáticos,"tratan de'salvar el barco (ló cual
no es-obia, reliqiosa, péro tarnbién interesa al pia-
doso Jonás). S alegia de pensaf en el cast§ci de
Dios que va a caerlobre fos paqanos de Nínive.
Se qué;a de la misericoidia de- Iavé con los nini-
ütas, porque su':propia reputación va'a sufrir con
Dos diriqe al mundo con visión, rnuy arnplia y
oeneros. Por ser creador de todos. se-sienté res-
óonsable de todos v quiere salvar a hombres v'
ánimales (4,11), sirí niirar la raza o la religión.
a.- .
DIOS SALVA A TODOS LOS'HOMBRES
- Jonás no ama a los paganos, y si Dios los sah¡a,
ál no está dispuesto a pag'.r el báto. .Pero esas pe-
queñeces, dignas de un creyente muy mediocret
no deben ocultamos un-escándalo del oue parecie-
La que Dios tiene la. culpa. ¿Cómo se eñtieirde que
Dioi sah¡a a todos los hombres, si al mismo üem-
po repite, a lo larqo de toda la. Biblia, que el- unico
áleqido é Israel. ñue'Jesús sólo tiené balabras dá
vidá, v que no podemos ser salr¡ados sin el bautis-
rno? ,Acaso tieñe Dios dos maneras de hablar? ;O
bien üebemos creer que [a]salr¿ación cristiana"es
una qntre todas.las qué Dlos f¡¿ rlado á,los pueblos
dediferentes.culfura§yreligiones?..';.'..;..,
.-Uno de'los,pii'meros que se'preqr.ritarori al res-
pecto; el filósofo'v mártir'san Juitinó. Densó oue va
ántes de Jebús, e[Verbo'de Dos estuvb eh,el'mr-rh.
do'como una sernilla de verdad, v que iluminó a los
sabios de todas las
'reliqiones.
Sáir'Aqustín. oor ei
contrario,'tomó al pie de la letra Marcós 16,16, "Elque no c¡rea será cóndenado." Por ende, se üo obti-
ciado a demostrar que todo lo que vemos de bueno'
én los no 'cristianoé es fruto del un'orqullo secreto.
En ellos- no hay : sino. ürtudes humanás, ;ies:deci¡:,
una perfección-aparente que no tiene valor a.loé

2. JONAS 1
4 Pero Yavé envió un fuerte viento
sobre el mar, causando una ternpes-
tad tan grande que el barco amena-
zaba hundirse. 5 Los marineros tuvie-
ron miedo y cada uno invocaba a su
Dios. Después echaron la cárga del
barco al mar para sacarle peso. Jo-
nás, mientras tanto, había bajado al
fondo del barco para tomar descan-
so, y dormía profundamente. 6 El ca-
pitán se acercó a él y le dijo: -¿Cómo
estás durmiendo? Levántate, invoca
a tu Dios, quizá se acuerde de noso-
tros y no pereceterTtos.»
7 Después se dijeron unos a otros:
uEchemos suertes para saber quién
nos trajo ese mal.,, Echaron suertes y
Ia suerte cayó en Jonás. I Entonces le
dijeron: nTiene que haber un causante
de nuestra desgracia; enséñanos, pues,
cuál es tu oficio y de dónde vienes.
¿Cuál es tu país y de qué pueblo eres?,
e Entonces empezó a decirles: uSoy he-
breo y temo a Yavé, Dios del Cielo,
que hizo el mar y los continentes....))
ro Aquellos hombres tuvieron gran
miedo y Ie_ dijeron; «¿Q,ué es lo que
has hecho?, Pues ahora esos horn- -
bres sabían que huía de la presencia
de Yavé. " Le dijeron: *¿Qué haremos
726
contigo para que.se calme el rnar?.
Pues el mar se embravecía.
tz Jonás les contestó: *Llévenrne v
arrójenmg al mar, y éste se .ut.naid
polque sé que por culpa mía leJi,l
sobrevenido esta tempestad., 13 p¡"-"
pqr más que.los marineros se esi;;:
zaban remando por alcanzar tierru, ntpodían,. y el mar cada vez r. pónii
L.ár, agitado. 14
Entonces invocaron-;
Yavé y Ie dijeron: -Oh Yavé, Do noi
hagas perecer a todos pof .causa d;
este hornbre, ni nos consideres .ufl
pables de su muerte , yd que tú, yaü
has obrado todo según deseabásli
15
L.uego, llevanclo á Jcnás, Io tiü-
ron al mar,. y el rnar calmó su fuiiá.
'u Aquellos hombres temieron a yar?
y co.l gran. resp_eto le ofrecieron uñ
sacrifÍcio y le hicieron votos.
Jonás en el vientre del pez
A ' Yavé ordenó a un ,gran. pez que tra-
L=J gara.a Jonásr y,.Jonás estuvo ties ,liás
y tres noches en el vientre del pez.
2 Entonces Jonás dirigió esta oración a
Yavé, su Dios, desde e-l vientre del pez:
3 nEn mí antgustia tlamé a Yaué
g me respondió,
grité desde el lugar de los muertos
g tú oiste mí uoz-
oios de Dos. Esta solución radical foqueaba el én-
túsias¡no d.e los bautizados y la Iglesñ no dernoró
en adoptarla.
Hav que decir que la Iqlesia vá'se había sentado
en el
-troho
de qloña oue -a Crisio. su esDoso. le co-
rrespondía. Sieñdo él'el unico Sálvadorl ella'se da-
ba iomo la- intemrediaria que ninquno podia,igno-
rar sin condenars€ Dara siei'npre. Era veidad oüe el
misterio de la Iglesiá gbrq4ba' la humanidad entera,
Dero se estabañ confundiendo dos cuestiones z )es
Ia Iqlesia necesaria para la sah.ración de Ia histolria
hurñana? Y aquella'otra: ;no hav acaso salración
para aquellgs ciue no se ub"ican dénko de la estruc-
fura eclbs¡al?
Así fue como la Iqlesia de Occidente se encasti-
lló en la posición de-san Aqustín v la apuntaló con
la doctriña del pecado oriénal dé la ciue él había
trazado las qrarides lineas fvéase el comentario de
Gén 3 v dáRorn 5.12). Se sostenía imoerturba-
blemeníé que debidb al pecado de Adán, todos
los hombrcis se condenaban al infiemo. exceoto
aouellos que fueran bautizados-o oue ál meños
mánifestaran el deseo de hacerlo. Y'esto se dijo y
se predibó hasta una época. muy rgciente.
Fug sólo en la pri¡nera'mitad del siglo XX, es-
pecialrnente fon el Concilio Vaticano TI, que este
inuro se cayó oficialmente. Durante los treis siglos
anteriores ésa.condena sin apelación de todas"las
religiones y de la gran maybría de 'los hombres
que no entraron en el
-moümiento
cristiano- ha-
bía escandalizado a innumerables espíritus
"biái
lii:,ÉtS%A?:i:,"1il:,':S",""ni','**,ni[?,l:io hay.pues gue qxtrañ.ar.se^{e que, apenas sé
reconoclo qLle la votuntacl de LJios era salvar a tcr
dos los hombres (y esto- no sólo en teoría, a §-
ber, ,que "D.ios- quiéra sal'u¡ar a todos los hornbüs
con la condición de que.crean y se hagan católi-
cos romanos"), Ia masa de los cristianos hava co-
rnenzado a desgstimar su fe. No,se ia nega6á,é.
pgnsaba que tal vez era mejor, perg- que t"odál lái
religiones tenían el misrno
-r¡alor.
Bie4 pronto $Ilegó a'pensar que en este tgrreno no hdy caminó
que se imponga y, que cada- u4o se sa[t¿a comó
puede, gi eg que áúri se puede hablar de s"Gliá
o ser salr¡ado. .
_,los creyentqs .de.hoy no.pueden asimilar, en
algunos años ni siquiera en el transcurso de un si-i
glo, un üraje de tal magnitud, y s¡n du-da seremos
rncapaces, antes de mucho tiempó, de entender
p [a vez cómo Pios ama y salr¡a á todos Ios horrr-
bres y cómo -el
llamado á la fe que hemos-rLábi-
Qo es pna gracia-única- Deberno3 éscuchar lo que.
Dios dice ál profeta Jonás, pero no por eso olvi-
daremos que Jesús es mucho más qtue cualouier
Jo.nás o Salomón (Mt 12,41), más ciue cualciuiéi
sabio o- profeta de'Orienie o'de Océidente. ñiñ:
guno., fuera de é1, ha recibido el' Nombre divino
sin el cual Ia humanidad no se salvará (He 4,121.
727
, Me habías arrojado en el corazón del
fr1li^ corr[ente me cercaba,
Y,,'lolas U tus remolinos pasa ban sobre mí.
i'-V Aür,H-e sído- Vrroiadg /e tu. pr?sencía,
nunca ry45 Uere tu santo temPlo- .
L'lie subian las.aguas has.tg "eI cuello,.
et ab$mo me rod'eaDa,
iál-ulgas se enredaban en mí cabeza.
t fi lag raíces de loq montes descendi,
at país cuglos cerroJos se cierran Para
t%l'he.hkíste subír d.e la fosa,
lin Yaué, mí Dios/
L Crundo en mí'se me desfattecía el alma,
me acordé de Yaué,
'u
rní oraciÓn llegÓ a ti., a tu santo templo.
í Los que síruem los idolos uanos
sacrifícan sus esPgrarlzas; .:
to pelo ao 9n accon ae gr4cras . -
td ofreéeré un sac rificío g cumplíré mis
*'fi'vuué uíene l.a saluací.ón.,
!r Entonces Yavé dio orden al pez y éste
vomitó a Jonás sobre la tierra. '
Conversión- de Nínive
JONAS 4
'o Al ver Dios lo gue hacían.y cómo
se habían arrepentido de su mála con-
ducta, §e arrepintió-él tarnbién y no los
castigó como los había ameñazado.
Dios arna a todos los hombres
A I A Jonás esto no le qustó na-
t.IJ da, y se enoió. 'Se diii'qió a Ya-
vé y le dijo: -Ah, YavQ, es-exacta-
mente lo-que yo preúeía cuando
estaba todavía en mi tierra, v Dor es-
to traté de huir a Tarsis. Yo §ab¡a que
tú eres un Dios clemente v misericbr-
djoso, pa,giente y lleno á",bon9lq,
siempre dispuesto a perdonar. 3 Oh
Yavé, te ruego que tomes mi vida,
plres.ahora es rriejor pára mí morir
qUe VIVII'.»
* Yavé Ie contestó: uJonás3 (crees tú
que tienes razón para enojaite así?,
P.ero Jonás salió de Nínive y se
hizo una cabaña al este de Ia ciuáad,
para ver lo gue sucedería a la ciudad.
t Entonces Yavé Dios hizo brotar una
planta de ricino que creció Dor enci-
ina de Jonás paia dar sombra a su
cabeza y así calrnarlo de su enoio.
Jonás sé ,alegró mucho por la planta.
7 Pero a! :dfa"siguien[e, á¡ :arnaneceri
Yavé mandó un" qusano sue malooró '
la planta y Ia se"có. s Al salir el íol,
Yavé hizo soplar viento caliente des-
de el este.
El sol.,acatprg !ant9 q .Jonás que
éste se,desmáyó. Se deséó Ia muerte.
y !ijo' nMejgí es merir: que,,vivir.,
5 Enlonces
-Yavé
le pregúntoj jr¿Ie
parece bien enojarte por éste ricinb?,
Jonás resDondió: *Sí. tenqo razón Da-
ra estar enoj'qdo hasta Ét punto'dé
quefel mOfl[.» .
un ricino que nó te ha costadó traba-'
jo atguno i qué nq h?s hecho. cfecer,
que én una noche- ha nacido y en
una EocL.re ha mUgrto. t',
.,iComo,
pues, yo ho voy a- tener lás*tima de
Nínive; la gran- ci.udad, dondé hay
más dá cieáto veinte á¡t personai
que no saben distinquir el bien v el
riral, y. gran cantidaá de animalés?,