Este documento presenta los resultados de un estudio estilístico e iconográfico de imágenes talladas en objetos de la parafernalia alucinógena del área de Atacama. Se define un estilo local llamado "Estilo San Pedro" que se distingue de los estilos Tiawanaku y Circumpuneño. El Estilo San Pedro se caracteriza por tener rasgos propios y una alta frecuencia en contextos funerarios de cementerios en los oasis del Salar de Atacama. Se propone que su desarrollo comenzó durante el período
Las Cuevas de Lauricocha en Perú contienen los restos de once personas que vivieron hace aproximadamente 10,000 años. Los restos, descubiertos en 1958-1959 por Augusto Cárdich, incluyen cuatro adultos y siete niños y son algunos de los restos humanos más antiguos encontrados en Perú. Los habitantes de Lauricocha eran cazadores que se alimentaban de camélidos y realizaban ritos funerarios.
La cultura olmeca surgió en el 1500 a.C. en las regiones de Veracruz y Tabasco en Mesoamérica. Los olmecas realizaron importantes avances en arte, arquitectura, matemáticas y astronomía. Algunos de sus logros incluyen la creación del primer calendario, el desarrollo de la escritura jeroglífica y la construcción de pirámides e impresionantes cabezas colosales de piedra. La cultura olmeca tuvo una gran influencia en las civilizaciones mesoamericanas poster
La Casa Museo Maria Reiche se encuentra cerca de la ciudad de Palpa y contiene información sobre los estudios de las Líneas de Nazca realizados por María Reiche. El museo muestra mapas, fotos y una maqueta de los diseños de Nazca, así como la cabaña donde vivió Reiche. También exhibe cerámica Nazca, fotos del asentamiento de Cahuachi, y describe las técnicas utilizadas para construir las líneas. El museo rinde homenaje al trabajo pionero de Reiche para revelar los m
El documento resume los hallazgos arqueológicos realizados por Augusto Cardich en las cuevas de Lauricocha, Perú en las décadas de 1960 y 1970. Se encontraron restos líticos, esqueletos humanos de niños y adultos con más de 7,000 años de antigüedad, lo que permitió establecer tres fases culturales en la región entre 10,000 a. C. y 4,000 a. C. Adicionalmente, se encontraron once contextos funerarios de adultos y niños, con ofrendas como puntas líticas y o
Existencia de la rueda en america precolombina Orlando Barrios
El documento discute la existencia de la rueda en las civilizaciones precolombinas de América. Aunque comúnmente se cree que la rueda era desconocida, hay evidencia arqueológica de que algunas culturas como los olmecas y nazcas conocían y usaban la rueda, por ejemplo en juguetes y alfarería. Investigadores han encontrado piezas que demuestran el uso de tornos primitivos basados en ruedas para hacer cerámica. La rueda no se generalizó debido a la falta de animal
Este documento discute la importancia continua del trabajo de campo etnográfico en la era de la globalización y la tecnología. Aunque el trabajo de campo surgió en el contexto de la comprensión espacio-temporal del siglo XIX-1910, hoy en día sigue siendo útil para describir y explicar fenómenos como la globalización y el resurgimiento de identidades étnicas desde la perspectiva de los propios grupos. El trabajo de campo etnográfico implica adoptar el enfoque, método y forma de texto que busca comprender
Rosana guber La Etnografía - método, campo, reflexividadalemon2605
Este documento presenta una introducción a la etnografía como enfoque, método y texto para comprender fenómenos sociales desde la perspectiva de sus miembros. Explica que la etnografía surgió en un contexto de compresión espacio-temporal similar al actual y busca describir los mundos desde la perspectiva nativa para evitar interpretaciones etnocéntricas. Propone que el trabajo de campo etnográfico es una forma valiosa de producir conocimiento social aun hoy en día.
Imágenes en Cerámica de la Región de Fiambalá (Catamarca, Argentina). Cambios y Continuidades entre los Siglos IV y XV
Images in Pottery from the Region of Fiambalá (Catamarca, Argentina). Changes and Continuities Between the IV and XV Centuries
Mara Basile
Las Cuevas de Lauricocha en Perú contienen los restos de once personas que vivieron hace aproximadamente 10,000 años. Los restos, descubiertos en 1958-1959 por Augusto Cárdich, incluyen cuatro adultos y siete niños y son algunos de los restos humanos más antiguos encontrados en Perú. Los habitantes de Lauricocha eran cazadores que se alimentaban de camélidos y realizaban ritos funerarios.
La cultura olmeca surgió en el 1500 a.C. en las regiones de Veracruz y Tabasco en Mesoamérica. Los olmecas realizaron importantes avances en arte, arquitectura, matemáticas y astronomía. Algunos de sus logros incluyen la creación del primer calendario, el desarrollo de la escritura jeroglífica y la construcción de pirámides e impresionantes cabezas colosales de piedra. La cultura olmeca tuvo una gran influencia en las civilizaciones mesoamericanas poster
La Casa Museo Maria Reiche se encuentra cerca de la ciudad de Palpa y contiene información sobre los estudios de las Líneas de Nazca realizados por María Reiche. El museo muestra mapas, fotos y una maqueta de los diseños de Nazca, así como la cabaña donde vivió Reiche. También exhibe cerámica Nazca, fotos del asentamiento de Cahuachi, y describe las técnicas utilizadas para construir las líneas. El museo rinde homenaje al trabajo pionero de Reiche para revelar los m
El documento resume los hallazgos arqueológicos realizados por Augusto Cardich en las cuevas de Lauricocha, Perú en las décadas de 1960 y 1970. Se encontraron restos líticos, esqueletos humanos de niños y adultos con más de 7,000 años de antigüedad, lo que permitió establecer tres fases culturales en la región entre 10,000 a. C. y 4,000 a. C. Adicionalmente, se encontraron once contextos funerarios de adultos y niños, con ofrendas como puntas líticas y o
Existencia de la rueda en america precolombina Orlando Barrios
El documento discute la existencia de la rueda en las civilizaciones precolombinas de América. Aunque comúnmente se cree que la rueda era desconocida, hay evidencia arqueológica de que algunas culturas como los olmecas y nazcas conocían y usaban la rueda, por ejemplo en juguetes y alfarería. Investigadores han encontrado piezas que demuestran el uso de tornos primitivos basados en ruedas para hacer cerámica. La rueda no se generalizó debido a la falta de animal
Este documento discute la importancia continua del trabajo de campo etnográfico en la era de la globalización y la tecnología. Aunque el trabajo de campo surgió en el contexto de la comprensión espacio-temporal del siglo XIX-1910, hoy en día sigue siendo útil para describir y explicar fenómenos como la globalización y el resurgimiento de identidades étnicas desde la perspectiva de los propios grupos. El trabajo de campo etnográfico implica adoptar el enfoque, método y forma de texto que busca comprender
Rosana guber La Etnografía - método, campo, reflexividadalemon2605
Este documento presenta una introducción a la etnografía como enfoque, método y texto para comprender fenómenos sociales desde la perspectiva de sus miembros. Explica que la etnografía surgió en un contexto de compresión espacio-temporal similar al actual y busca describir los mundos desde la perspectiva nativa para evitar interpretaciones etnocéntricas. Propone que el trabajo de campo etnográfico es una forma valiosa de producir conocimiento social aun hoy en día.
Imágenes en Cerámica de la Región de Fiambalá (Catamarca, Argentina). Cambios y Continuidades entre los Siglos IV y XV
Images in Pottery from the Region of Fiambalá (Catamarca, Argentina). Changes and Continuities Between the IV and XV Centuries
Mara Basile
El Territorio Kallawaya y el Taller Alfarero de Milliraya: Evaluación de la Producción, Distribución e Intercambio Interregional de la Cerámica Inka Provincial
The Kallawaya Territory and the Milliraya Pottery Workshop: Assessing Inka Provincial Ceramic Production, Distribution, and Interregional Exchange
Sonia Alconini
Las nuevas dataciones realizadas en las pinturas de la Cueva de Altamira en España han determinado que algunas de las pinturas en ocre rojo son 15,000 años más antiguas que los famosos bisontes de la cueva, fechando las primeras pinturas en la cueva en unos 35,000 años. Adicionalmente, un canal de televisión japonés documentó sitios patrimonio mundial relacionados con el Camino Real de Tierra Adentro en México, incluyendo la Cueva de Ávalos, con la intención de transmitir el documental
Este documento describe el arte rupestre, que incluye petroglifos y pictografías. Los petroglifos son imágenes grabadas en rocas, mientras que las pictografías son pinturas rupestres realizadas con pigmentos. El arte rupestre se encuentra en todo el mundo y representa las creencias y experiencias de las sociedades prehistóricas. Algunos de los sitios de arte rupestre más conocidos se encuentran en Europa, como las cuevas de Altamira y Lascaux en España y Francia.
Buenaventura Suárez, nacido en Argentina en 1679, fue el primer astrónomo criollo. Construyó un observatorio astronómico en la misión jesuita de San Cosme y realizó observaciones meticulosas de los cielos. Publicó sus resultados en Europa en 1743 en un Lunario Centenar, casi 10 años antes que Benjamin Franklin, siendo la primera contribución científica de un criollo sudamericano.
El arte rupestre apareció hace aproximadamente 60,000 años con la llegada de Homo sapiens. Este arte prehistórico se manifiesta a través de pinturas, grabados y petroglifos realizados en rocas. En Argentina existen numerosos sitios de arte rupestre, como la Cueva de las Manos en Santa Cruz, conocida por sus pinturas de manos, y el parque nacional Talampaya en La Rioja, ambos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Este documento presenta una introducción a la arqueología histórica. Explica que la arqueología histórica estudia el período después de la llegada de los europeos al Nuevo Mundo y se enfoca en cómo las culturas nativas se transformaron debido al contacto. También discute las diferentes definiciones de arqueología histórica y las diferencias con la arqueología posmedieval practicada en Europa. Finalmente, señala los desafíos de fechar el inicio del período histórico en América debido a la escasez de
En este trabajo se pretende avanzar en el conocimiento acerca de la manufactura y circulación de vasijas de estilo Inca Pacajes o Saxamar. Para ello se pusieron a prueba dos estrategias analíticas (a) la petrografía de pastas en secciones delgadas (N = 33) y (b) el análisis químico por fluorescencia de rayos X (N = 18). Los resultados obtenidos de las muestras analizadas procedentes de sitios arqueológicos del noroeste argentino (NOA), sur de Bolivia y norte de Chile indicaron que la mayoría de las pastas conforman un mismo grupo composicional caracterizado por la presencia de abundantes inclusiones de pómez y trizas vítreas, aunque en las muestras del NOA se registraron las mayores diferencias composicionales. Se plantean alternativas para explicar dicha variación en un estilo con amplia distribución geográfica pero mínimamente representado en sitios de época incaica en el NOA.
Las Túnicas Rupestres Pintadas de la Cuenca Media y Alta del Loa Vistas desde Quillagua (Norte de Chile)
The Painted Tunics of the Middle and Upper Loa Basin Viewed from Quillagua (Northern Chile)
Bárbara Cases e Indira Montt
Análisis Tecno-Tipológico de Instrumentos Líticos del Sitio Arcaico Temprano Ipilla 2 en los Andes de Arica, Chile
Techno-Typological Analysis of Lithic Tools from Ipilla 2 an Early Archaic Site in the Andes of Arica, Chile
Katherine A. Herrera, Paula C. Ugalde, Daniela Osorio, José M. Capriles, Salomón Hocsman y Calogero M. Santoro
El documento resume el descubrimiento de la tumba de un personaje de élite de la cultura Lambayeque encontrada en el Complejo Chotuna-Chornancap. La tumba contenía ofrendas funerarias como cerámica de estilo Cajamarca y Lambayeque, así como dos mantos textiles con la iconografía de la ola antropomórfica y círculos. Dentro de la tumba se encontró la estructura ovoide que contenía los restos del individuo, identificado por su máscara facial característica de
Los arqueólogos han descubierto evidencia de los primeros habitantes del Perú que datan de hace 13,000 años en adelante en varias cuevas a lo largo del país. Una de las culturas más desarrolladas fue la cultura Mochica, que floreció entre los años 1-800 d.C. en la costa norte. Los Mochicas construyeron grandes centros ceremoniales pirámides de adobe y desarrollaron una sociedad compleja con una jerarquía política y social definida. Crearon obras de arte detalladas y produjeron cerá
Este artículo describe la distribución espacial y densidad poblacional de los Wankas en el valle de Jauja durante los períodos Intermedio Tardío y Horizonte Tardío. Explica que los Wankas estaban organizados como un curacazgo que controlaba su propio territorio y poseía un ejército, características de un estado regional en formación. Además, analiza cómo las presiones demográficas generaron un rápido crecimiento poblacional que llevó a una mayor integración de los curacazgos a través
Este documento describe la cultura Mochica, una de las civilizaciones preincaicas más importantes del Perú. Los Mochicas se desarrollaron en la costa norte entre los años 100 y 800 d.C., centrándose en los valles de Moche, Chicama y Virú. Construyeron grandes pirámides de adobe que funcionaban como templos y centros administrativos. Destacaron por su cerámica escultórica y pictórica, así como por su orfebrería. Aunque tradicionalmente se pensó que los Mochicas form
Iconos Claves del Formativo en Tarapacá (Chile): El Arte Rupestre de Tamentica y su Distribución Regional
Key Icons of Formative in Tarapacá (Chile): Tamentica’s Rock Art and its Regional Distribution
Gloria Cabello y Francisco Gallardo
Nuevas excavaciones en Tiltil, temporada noviembre 1983 - mayo 1984Antonio Brunet Merino
Results of the new excavations carried out in the burial mound graves located near the small town of Tiltil in the Central Zone of Chile, with ceramics coherent and perfectly diagnostic with the Aconcagua Culture. Temporarily this culture is placed between the final of the I Millennium A. D. and the open of the II Millennium A.D. (variable date of + - 900 A.D.) to beginning of the intervention of the Incas in the Central Zone of Chile around the date of + - 1400 or 1410 A.D. (for maps, see also, Brunet, Antonio: "Prehistoria Agroalfarera de Chile Central y la llegada de los Incas a este territorio", in ResearchGate, September 2016, pp. 8-9). ————----------------------------------------- Resultados de las nuevas excavaciones llevadas a cabo en las tumbas de túmulos funerarios ubicados cerca del pequeño pueblo de Tiltil en la Zona Central de Chile, con cerámica coherente y perfectamente diagnóstica con la Cultura Aconcagua. Temporalmente, esta cultura se ubica entre la finalización del I Milenio d.C. y la apertura de la II Milenio d.C. (fecha variable de + - 900 d. C.) hasta el comienzo de la intervención de los Incas en la Zona Central de Chile alrededor de la fecha de + - 1400 o 1410 d.C. (para mapas, ver también, Brunet, Antonio: "Prehistoria Agroalfarera de Chile Central y la llegada de los Incas a este territorio", en ResearchGate, septiembre de 2016, pp. 8-9)
El documento describe la influencia de la cultura Tiwanaku en los pueblos atacameños de San Pedro de Atacama entre los años 400 d.C. y 1000 d.C. Señala que Tiwanaku estableció relaciones de complementariedad con los atacameños, introduciendo su estilo artístico e iconografía. Si bien los atacameños internalizaron algunas costumbres de Tiwanaku, conservaron su identidad cultural. La sociedad atacameña se estratificó durante este periodo, surgieron sacerdotes y líderes locales. Las
La cultura Paracas se desarrolló en la península de Paracas, costa sur de Perú, entre los años 700 a.C. y 200 d.C. Construyeron centros ceremoniales compuestos de pirámides truncas, plazas y templos. Eran conocidos por su destreza en arquitectura, textilería, cerámica y cestería. Enterraban a sus muertos en tumbas a manera de copa invertida.
El documento describe el Periodo Formativo Andino, un tiempo de transformaciones entre el 2000 a.C. y el 1 d.C. que alteró las estructuras de poder y control en los Andes. Se introdujeron nuevas tecnologías como la cerámica, el cultivo del maíz, la metalurgia y la textilería. Sitios arqueológicos como Kunturhuasi, Sechín y Moxeque muestran logros como canales de riego e indican la evolución de las expresiones artísticas y las creencias religiosas.
El documento describe los métodos de datación relativa utilizados en arqueología, principalmente la estratigrafía. La estratigrafía estudia la secuencia y relaciones entre los estratos sedimentarios en un yacimiento, donde los estratos inferiores son más antiguos. Esto permite construir una cronología relativa. También se mencionan otros métodos como la seriación, datación absoluta mediante radiocarbono y arqueomagnetismo, y la importancia del contexto arqueológico.
El Territorio Kallawaya y el Taller Alfarero de Milliraya: Evaluación de la Producción, Distribución e Intercambio Interregional de la Cerámica Inka Provincial
The Kallawaya Territory and the Milliraya Pottery Workshop: Assessing Inka Provincial Ceramic Production, Distribution, and Interregional Exchange
Sonia Alconini
Las nuevas dataciones realizadas en las pinturas de la Cueva de Altamira en España han determinado que algunas de las pinturas en ocre rojo son 15,000 años más antiguas que los famosos bisontes de la cueva, fechando las primeras pinturas en la cueva en unos 35,000 años. Adicionalmente, un canal de televisión japonés documentó sitios patrimonio mundial relacionados con el Camino Real de Tierra Adentro en México, incluyendo la Cueva de Ávalos, con la intención de transmitir el documental
Este documento describe el arte rupestre, que incluye petroglifos y pictografías. Los petroglifos son imágenes grabadas en rocas, mientras que las pictografías son pinturas rupestres realizadas con pigmentos. El arte rupestre se encuentra en todo el mundo y representa las creencias y experiencias de las sociedades prehistóricas. Algunos de los sitios de arte rupestre más conocidos se encuentran en Europa, como las cuevas de Altamira y Lascaux en España y Francia.
Buenaventura Suárez, nacido en Argentina en 1679, fue el primer astrónomo criollo. Construyó un observatorio astronómico en la misión jesuita de San Cosme y realizó observaciones meticulosas de los cielos. Publicó sus resultados en Europa en 1743 en un Lunario Centenar, casi 10 años antes que Benjamin Franklin, siendo la primera contribución científica de un criollo sudamericano.
El arte rupestre apareció hace aproximadamente 60,000 años con la llegada de Homo sapiens. Este arte prehistórico se manifiesta a través de pinturas, grabados y petroglifos realizados en rocas. En Argentina existen numerosos sitios de arte rupestre, como la Cueva de las Manos en Santa Cruz, conocida por sus pinturas de manos, y el parque nacional Talampaya en La Rioja, ambos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Este documento presenta una introducción a la arqueología histórica. Explica que la arqueología histórica estudia el período después de la llegada de los europeos al Nuevo Mundo y se enfoca en cómo las culturas nativas se transformaron debido al contacto. También discute las diferentes definiciones de arqueología histórica y las diferencias con la arqueología posmedieval practicada en Europa. Finalmente, señala los desafíos de fechar el inicio del período histórico en América debido a la escasez de
En este trabajo se pretende avanzar en el conocimiento acerca de la manufactura y circulación de vasijas de estilo Inca Pacajes o Saxamar. Para ello se pusieron a prueba dos estrategias analíticas (a) la petrografía de pastas en secciones delgadas (N = 33) y (b) el análisis químico por fluorescencia de rayos X (N = 18). Los resultados obtenidos de las muestras analizadas procedentes de sitios arqueológicos del noroeste argentino (NOA), sur de Bolivia y norte de Chile indicaron que la mayoría de las pastas conforman un mismo grupo composicional caracterizado por la presencia de abundantes inclusiones de pómez y trizas vítreas, aunque en las muestras del NOA se registraron las mayores diferencias composicionales. Se plantean alternativas para explicar dicha variación en un estilo con amplia distribución geográfica pero mínimamente representado en sitios de época incaica en el NOA.
Las Túnicas Rupestres Pintadas de la Cuenca Media y Alta del Loa Vistas desde Quillagua (Norte de Chile)
The Painted Tunics of the Middle and Upper Loa Basin Viewed from Quillagua (Northern Chile)
Bárbara Cases e Indira Montt
Análisis Tecno-Tipológico de Instrumentos Líticos del Sitio Arcaico Temprano Ipilla 2 en los Andes de Arica, Chile
Techno-Typological Analysis of Lithic Tools from Ipilla 2 an Early Archaic Site in the Andes of Arica, Chile
Katherine A. Herrera, Paula C. Ugalde, Daniela Osorio, José M. Capriles, Salomón Hocsman y Calogero M. Santoro
El documento resume el descubrimiento de la tumba de un personaje de élite de la cultura Lambayeque encontrada en el Complejo Chotuna-Chornancap. La tumba contenía ofrendas funerarias como cerámica de estilo Cajamarca y Lambayeque, así como dos mantos textiles con la iconografía de la ola antropomórfica y círculos. Dentro de la tumba se encontró la estructura ovoide que contenía los restos del individuo, identificado por su máscara facial característica de
Los arqueólogos han descubierto evidencia de los primeros habitantes del Perú que datan de hace 13,000 años en adelante en varias cuevas a lo largo del país. Una de las culturas más desarrolladas fue la cultura Mochica, que floreció entre los años 1-800 d.C. en la costa norte. Los Mochicas construyeron grandes centros ceremoniales pirámides de adobe y desarrollaron una sociedad compleja con una jerarquía política y social definida. Crearon obras de arte detalladas y produjeron cerá
Este artículo describe la distribución espacial y densidad poblacional de los Wankas en el valle de Jauja durante los períodos Intermedio Tardío y Horizonte Tardío. Explica que los Wankas estaban organizados como un curacazgo que controlaba su propio territorio y poseía un ejército, características de un estado regional en formación. Además, analiza cómo las presiones demográficas generaron un rápido crecimiento poblacional que llevó a una mayor integración de los curacazgos a través
Este documento describe la cultura Mochica, una de las civilizaciones preincaicas más importantes del Perú. Los Mochicas se desarrollaron en la costa norte entre los años 100 y 800 d.C., centrándose en los valles de Moche, Chicama y Virú. Construyeron grandes pirámides de adobe que funcionaban como templos y centros administrativos. Destacaron por su cerámica escultórica y pictórica, así como por su orfebrería. Aunque tradicionalmente se pensó que los Mochicas form
Iconos Claves del Formativo en Tarapacá (Chile): El Arte Rupestre de Tamentica y su Distribución Regional
Key Icons of Formative in Tarapacá (Chile): Tamentica’s Rock Art and its Regional Distribution
Gloria Cabello y Francisco Gallardo
Nuevas excavaciones en Tiltil, temporada noviembre 1983 - mayo 1984Antonio Brunet Merino
Results of the new excavations carried out in the burial mound graves located near the small town of Tiltil in the Central Zone of Chile, with ceramics coherent and perfectly diagnostic with the Aconcagua Culture. Temporarily this culture is placed between the final of the I Millennium A. D. and the open of the II Millennium A.D. (variable date of + - 900 A.D.) to beginning of the intervention of the Incas in the Central Zone of Chile around the date of + - 1400 or 1410 A.D. (for maps, see also, Brunet, Antonio: "Prehistoria Agroalfarera de Chile Central y la llegada de los Incas a este territorio", in ResearchGate, September 2016, pp. 8-9). ————----------------------------------------- Resultados de las nuevas excavaciones llevadas a cabo en las tumbas de túmulos funerarios ubicados cerca del pequeño pueblo de Tiltil en la Zona Central de Chile, con cerámica coherente y perfectamente diagnóstica con la Cultura Aconcagua. Temporalmente, esta cultura se ubica entre la finalización del I Milenio d.C. y la apertura de la II Milenio d.C. (fecha variable de + - 900 d. C.) hasta el comienzo de la intervención de los Incas en la Zona Central de Chile alrededor de la fecha de + - 1400 o 1410 d.C. (para mapas, ver también, Brunet, Antonio: "Prehistoria Agroalfarera de Chile Central y la llegada de los Incas a este territorio", en ResearchGate, septiembre de 2016, pp. 8-9)
El documento describe la influencia de la cultura Tiwanaku en los pueblos atacameños de San Pedro de Atacama entre los años 400 d.C. y 1000 d.C. Señala que Tiwanaku estableció relaciones de complementariedad con los atacameños, introduciendo su estilo artístico e iconografía. Si bien los atacameños internalizaron algunas costumbres de Tiwanaku, conservaron su identidad cultural. La sociedad atacameña se estratificó durante este periodo, surgieron sacerdotes y líderes locales. Las
La cultura Paracas se desarrolló en la península de Paracas, costa sur de Perú, entre los años 700 a.C. y 200 d.C. Construyeron centros ceremoniales compuestos de pirámides truncas, plazas y templos. Eran conocidos por su destreza en arquitectura, textilería, cerámica y cestería. Enterraban a sus muertos en tumbas a manera de copa invertida.
El documento describe el Periodo Formativo Andino, un tiempo de transformaciones entre el 2000 a.C. y el 1 d.C. que alteró las estructuras de poder y control en los Andes. Se introdujeron nuevas tecnologías como la cerámica, el cultivo del maíz, la metalurgia y la textilería. Sitios arqueológicos como Kunturhuasi, Sechín y Moxeque muestran logros como canales de riego e indican la evolución de las expresiones artísticas y las creencias religiosas.
El documento describe los métodos de datación relativa utilizados en arqueología, principalmente la estratigrafía. La estratigrafía estudia la secuencia y relaciones entre los estratos sedimentarios en un yacimiento, donde los estratos inferiores son más antiguos. Esto permite construir una cronología relativa. También se mencionan otros métodos como la seriación, datación absoluta mediante radiocarbono y arqueomagnetismo, y la importancia del contexto arqueológico.
Resúmenes de ponencias del área de arqueologíawendymarina
Este documento presenta los resúmenes de varias investigaciones arqueológicas recientes sobre la civilización Caral en el valle de Supe, Perú. Incluye investigaciones sobre edificios en los sitios de Chupacigarro, Caral y Miraya, destacando hallazgos sobre su arquitectura, secuencias constructivas y materiales usados como la quincha. Los estudios brindan nuevos conocimientos sobre la organización social y monumentalidad arquitectónica de esta importante civilización formativa del antiguo Perú.
RESUMEN DE CULTURAS PERUANAsS-2023.pdfssuser40fa17
Resumen de la culturas peruanas ,2023 asimismo un breve y entendible resumen, tal vez que será fácil de entender, espero les sirva , lo subo con mucho gusto
La zona arqueológica de Tapachula, Chiapas es importante para la cultura Mixe-Zoque. Izapa fue un centro religioso y civil entre 1500 a.C. y 500 d.C. que conectó las culturas Olmeca y Maya. Hoy en día, la contaminación y basura dejada por visitantes amenaza la preservación de los sitios arqueológicos. Se necesitan lineamientos claros que involucren al gobierno y comunidades locales para proteger mejor estas áreas culturalmente significativas.
Los estudios sobre joyería indígena de Patagonia han privilegiado las colecciones procedentes de Araucanía (centro-sur de Chile), considerando en menor escala la producción platera de la vertiente oriental de los Andes en el siglo diecinueve. Este artículo pre- senta los resultados obtenidos del estudio de los aros de plata reunidos en 1896 por Henry de La Vaulx en la toldería del cacique Valentín Saygüeque (1830-1903), famoso por el tesoro monetario y platero acumulado antes de su derrota militar en 1882, cuan- do encabezaba un grupo de orígenes mixtos huilliche, pehuenche, pampa y tehuelche que controlaba el “País de las Manzanas” (provincia de Neuquén, Argentina). El análisis formal, tecnológico y físico-químico de la colección conservada en el Musée du quai Branly de Paris ofrece una primera síntesis sobre una producción platera contextualizada geográfica y cronológicamente, así como criterios analíticos para la datación de la joyería indígena.
El trabajo aborda las epistemes decoloniales como prácticas antagónicas al estado de relaciones (inter)culturales impuestos por la colonialidad. A partir de un análisis semiótico aplicado a dos obras del pensamiento mapuche, se propone la dimensión epistémico decolonial como basal en su organización de sentidos, comprendiendo que son sistemas de conocimientos en oposición a las formas de dominación que desde el mundo moderno-colonial se han ejercido en desmedro del pueblo mapuche. Se concluye proponiendo que este tipo de epistemes contribuyen a re-escribir la interculturalidad, construyendo, así, un nuevo marco de convivencia humana.
El poder en las ciudades coloniales latinoamericanas ha sido representado como “blanco” y “masculino”. Por medio de este texto nos aproximaremos a las transformaciones experimentadas en las representaciones raciales, de clase y género en la ciudad de Cuenca (Ecuador) a partir del análisis comparativo de la elección de las reinas y cholas cuencanas, en un contexto social marcado por la reivindicación del mestizaje cultural.
Presentamos los resultados de un estudio exploratorio y cualitativo acerca de las transformaciones agrarias y los conflictos hídricos que han emergido en las últimas tres décadas entre localidades históricamente agrícolas y grandes empresas mineras en el norte de Chile. Investigamos en tres casos de estudio: Quillagua (comuna María Elena, Región de Antofagasta), Peine (comuna San Pedro de Atacama, Región de Antofagasta) y Los Loros (comuna Tierra Amarilla, Región de Atacama). A partir del discurso de los entrevistados, efectuamos una reconstrucción histórica de los cambios centrándonos en tres dimensiones interrelacionadas que permiten abordar el problema: características de las actividades agropecuarias, presencia y vínculos con la minería, y situación de los recursos hídricos.
El análisis antracológico realizado en el sito de El Caño (provincia de Coclé, Panamá) nos permite hacer una primera aproximación a las posibilidades que este tipo de análisis arqueobotánico proporciona para el estudio de las sociedades de jefatura, y específi- camente de sus contextos funerarios. La identificación de los recursos leñosos utilizados, y el establecimiento de hipótesis acerca de su posible función en relación con el ritual mortuorio, es fundamental para poder profundizar en la comprensión del ritual y de la gestión de los recursos realizada por las jefaturas en el istmo de Panamá.
El presente trabajo examina variaciones dietéticas asociadas a diferencias de estatus al interior de comunidades jerarquizadas utilizando indicadores de patología oral. En los Andes Centrales, a pesar de la existencia comprobada de profundas divisiones sociales, la etnohistoria sugiere pocas diferencias dietéticas durante periodos tardíos, pero los datos bioarqueológicos que sustenten esta afirmación son escasos. Se analizaron 145 individuos exhumados del cementerio Los Pinos del valle de Huaura, costa central peruana (ca. 1200-1300 d.C.). Este conjunto de individuos fue clasificado en tres grupos de estatus social de acuerdo con la riqueza en ofrendas de los entierros. En dicha muestra se estudiaron 14 indicadores de patología oral. Los resultados muestran que todos los individuos de Los Pinos, independientemente de su grupo de estatus, estaban expuestos a una dieta considerablemente cariogénica y exhiben un patrón de lesiones común en el que predominan caries oclusales y una altísima proporción de caries cervicales (que parece estar estrechamente asociada al consumo de chicha), remanentes radiculares y abundantes pérdidas dentales en vida (con una mayor propensión en mujeres). Los datos de patología oral sugieren que el estatus social no condicionó el consumo diferenciado de carbohidratos y confirman el carácter extendido del hábito de coqueo en todos los grupos sociales, con un ligero predominio en individuos masculinos de estatus superior.
Se presenta el análisis zooarqueológico de los restos de guanacos (Lama guanicoe) recuperados de la ocupación Arcaica Tardía del sitio MAU085, emplazado en el valle de Mauro, Norte Semiárido chileno. Este análisis tuvo por objetivo entender la organización espacial del sitio, el cual corresponde a un campamento de cazadores-recolectores orientado al procesamiento de animales, entre otras actividades. El conjunto de análisis realizados apunta a una ocupación no estival y reiterada del sitio desde el 3.200 hasta los 2.500 años a.p., con una organización espacial relacionada a actividades de procesamiento, descarte y transporte principalmente de guanacos, junto a la confección y preparación de artefactos líticos de apropiación.
Presentamos los resultados de la investigación arqueológica de un sitio fechado hacia el Holoceno Medio en los Andes del Norte Semiárido de Chile. La escasez de este tipo de evidencias pone de relieve la importancia de dar cuenta cabal del contexto estudiado y los conjuntos ahí recuperados. Las características del sitio como una estación de tareas de tipo avistadero hacen que Techo Negro se integre de forma significativa al conjunto de información regional disponible y permite confrontarla con el actual estado de algunos modelos de ocupación que incluyen la distribución diferencial de sitios y los cambios ambientales a escala de milenios.
Este trabajo discute la secuencia de desarrollo histórico prehispánico en el Norte Semiárido de Chile a partir del estudio de las dinámicas espaciales y temporales de las ocupaciones humanas en la cuenca hidrográfica del río Limarí. A partir del estudio de asentamientos, materiales depositados en colecciones y arte rupestre se observa una secuencia de transformaciones y desarrollo desde el Arcaico Temprano hasta el período Incaico que diverge de lo tradicionalmente planteado para la región, reconociéndose ritmos de cambios sociales diferenciales dentro de la misma zona, especialmente en relación con la tradicional asociación entre incorporación de cerámica y la constitución de un modo de vida agrícola. La incorporación del arte rupestre permite articular sus características espaciales y representacionales con procesos más amplios, discutiéndose las relaciones establecidas entre dinámi- cas y cambios sociales con los flujos de información que producen las representaciones rupestres y sus respectivas audiencias.
En las últimas décadas los arqueólogos han tendido a examinar la problemática Tiwanaku fuera del núcleo altiplánico, principal- mente en términos de acceso a recursos y/o complementariedad ecológica y religiosa, entre un centro y su periferia. Sin embargo, dominados por las ideas de Estados o imperios, estas reconstrucciones adolecen de reduccionismo económico e iconográfico, en perjuicio del entendimiento de los fenómenos políticos andinos. Dentro de esta problemática, retomamos la relación entre Tiwanaku y San Pedro de Atacama a partir de un nuevo estudio de la cerámica negra pulida de los cementerios de Solcor y Coyo, en razón del carácter fundacional que Le Paige y Tarragó le imprimieron a esta alfarería para abordar el impacto altiplánico en la región. Este análisis, en conjunto con la reciente evidencia bioarqueológica obtenida por este equipo y otros, nos permiten repensar este vínculo y avanzar hacia la compresión de una realidad social mucho más dinámica, heterogénea y desigual.
Será hasta la Vuelta de Año: Bailes Chinos, Festividades y Religiosidad Popular en el Norte Chico.
Rafael Contreras Mühlenbrock y Daniel González Hernández. Primera edición. Edición Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile, Santiago, 2014
La identificación de las comunidades a partir de la organización socioespacial de su territorio es un interés clásico, pero no menos problemático de los estudios regionales en arqueología. Dentro del contexto andino, el problema es particularmente dificultoso debido a la flexibilidad de escala demográfica e identitaria del concepto vernáculo de ayllu tal como aparece en las fuentes etno- históricas y etnográficas, así como por el hecho de la paradigmática espacialidad discontinua e interdigitada del poblamiento de los territorios descritos por las mismas fuentes.
El análisis del poblamiento prehispánico tardío (siglo XI a siglo XVI d.C.) del valle del Apurímac (Cusco, Perú) es una oportunidad para contribuir en esta discusión a partir de informaciones inéditas referentes a la estructura territorial de las comunidades aldeanas asentadas en uno de los más profundos valles interandinos ubicado al pie de la cordillera de Vilcabamba. El estudio combina análisis espacial, ecología cultural, arqueología del paisaje y analogía etnográfica para proponer una lectura multifactorial y multiescalar de los patrones de asentamiento prehispánicos. A escala local, el estudio pone en evidencia un tipo de red de asentamientos re- currente que podría corresponder al esquema socioespacial de comunidad aldeana. A escala regional, el estudio muestra, desde una perspectiva bottom-up, la heterogeneidad del poblamiento del valle, el mismo que ilustra la compleja situación geopolítica expresada por las fuentes etnohistóricas sobre este espacio territorial intermedio vecino al corazón del Tawantinsuyu. Desde el punto de vista teórico, los datos permiten desarrollar una reflexión acerca de los fundamentos territoriales de las comunidades aldeanas prehispánicas tardías.
Los estudios sobre la presencia de límites sociales o de diferentes sociedades y poblaciones en el humedal del Paraná inferior (Argentina) fueron siempre inferidos a partir de la base material del registro arqueológico, ya sea por diferencias estilísticas o bien por la presencia/ausencia de ciertas características arqueológicas materiales. El presente trabajo tiene como objetivo complementar dichos estudios mediante el análisis de rasgos epigenéticos craneofaciales. Para esto se analizaron 39 indivi- duos provenientes, por un lado, del norte y sur del Paraná Guazú y, por el otro, de los subsectores ambientales denominados Planicies inundables y Delta inferior. Los resultados obtenidos muestran diferencias estadísticamente significativas entre estas dos últimas unidades ambientales, dadas por la presencia de la foramina infraorbital múltiple y del hueso wormiano epiptérico entre los individuos de Planicies inundables y su completa ausencia entre aquellos del Delta inferior. Estos resultados, si bien preliminares, son un gran avance para la arqueología regional, ya que es la primera vez que la existencia de diferencias bio- lógicas puede ser interpretada como la coexistencia de diferentes sociedades a través de análisis que exceden la comparación intrarregional de la variabilidad artefactual.
La presente investigación explora el grado de estrés sistémico al que estaban sometidas las poblaciones de San Pedro de Atacama durante los períodos Medio e Intermedio Tardío mediante el análisis de cortisol en el cabello de restos humanos de estos períodos. Los niveles similares de cortisol encontrados en los individuos de San Pedro de Atacama y en individuos actuales sugieren que, si bien las condiciones ambientales y sociales de las poblaciones prehispánicas fueron muy distintas a las actuales, la población prehispánica en San Pedro de Atacama no estaba sometida a niveles de estrés sistémico mayores que la actual, posiblemente debido a la larga historia de ocupación en la región que permitió que dichas poblaciones se adaptaran a sus condiciones particulares. Los niveles de cortisol de los individuos analizados del período Medio mostraron una tendencia a ser menores que los del Intermedio Tardío, congruente con las diferencias en la calidad de vida sugeridos por marcadores osteológicos y con los cambios culturales y ambientales asociados a ambos períodos. Aunque diversos factores pueden afectar los niveles de cortisol encontrados en muestras arqueológicas, este marcador muestra el potencial para complementar los resultados obtenidos sobre las poblaciones de San Pedro de Atacama utilizando otros enfoques.
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El fracaso de los enfoques semiológicos aplicados al arte rupestre tiene su origen en el intento de atribuirle un carácter fonémico, es decir, la reducción de la expresión visual a su contenido o expresión verbal. En tanto que la mayoría de los casos rupestres el significado es inaccesible, es claro que el punto de partida debe necesariamente descansar en el significante. En el presente artículo exploramos en una nueva vía de análisis, que apela a un lenguaje intersemiótico que se nutre tanto de la semiótica como de la arqueología. Fundados en este diálogo o arqueosemiótica, consideramos aquí los estilos de arte rupestre como un sistema, como una configuración de significantes distintivos organizados en relaciones, vínculos que constituyen una estructura visual culturalmente significativa. Estas soluciones definen la arquitectura de modos de ver determinados histórica y socialmente, arreglos que distinguen a dos estilos de pintura rupestre de la región atacameña que nos sirven de casos de estudio: los estilos Confluencia (Formativo Temprano 4.000-2.400 a.p.) y Cueva Blanca (Formativo Tardío 2.400-1.600 a.p.).
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1891 - Primera discusión semicientífica sobre Una Nave Espacial Propulsada po...Champs Elysee Roldan
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Ganswindt también exploró el uso de una estación espacial giratoria para contrarrestar la ingravidez y crear gravedad artificial.
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LO PROPIO Y LO AJENO. DEFINICIÓN DEL ESTILO
SAN PEDRO EN LA PARAFERNALIA ALUCINÓGENA
DE LOS OASIS DEL SALAR DE ATACAMA
LOCAL AND INTRODUCED STYLES IN THE HALLUCINOGENIC
PARAPHERNALIA OF THE SALAR DE ATACAMA OASES
Helena Horta Tricallotis1
Este artículo da cuenta de un estudio estilístico-iconográfico realizado basándose en la observación de las imágenes talladas en dife-
rentes elementos del complejo alucinógeno del área atacameña, objetos actualmente preservados por el Instituto de Investigaciones
Arqueológicas y Museo R. P. Gustavo Le Paige S. J. (IIAM) de San Pedro de Atacama, Chile. En él se aborda la definición de uno
de los estilos presentes en una muestra de más de 600 tabletas y tubos de inhalación, así como de cucharillas, cucharas, espátulas,
pilones, morteros, tubos contenedores, implementos del equipo utilizado en la práctica sicotrópica. De dicho estudio se desprende
que se trata de un estilo con características propias que lo distancian de los patrones visuales del estilo Tiawanaku, así como del
estilo Circumpuneño, que además presenta una importante frecuencia en los contextos funerarios de los cementerios excavados en
los diferentes oasis o ayllus del salar de Atacama, y que no ha sido detectado ni registrado más allá de dicho ámbito. Por lo mismo,
se propone denominarlo estilo San Pedro y ubicar tentativamente el inicio de su desarrollo en el período Medio o de influencia
Tiawanaku (ca. 400-1.000 d.C.).
Palabras claves: tableta de inhalación, parafernalia alucinógena, salar de Atacama, San Pedro de Atacama, talla
prehispánica.
This article presents the results of a stylistic and iconographic study of the images carved onto the various components of the halluci-
nogenic complex of the Atacama area (these objects are currently curated at the Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo
R. P. Gustavo Le Paige S. J. in San Pedro de Atacama, Chile, IIAM). It defines one of the styles present in a sample of more than 600
inhalation trays and tubes, as well as in spoons, little spoons, spatulas, mortars and bone containers necessary for the practice of
snuffing. From this study, it is possible to claim that it is a style with features that separate it from the visual patterns of the Tiawanaku
style and the Circumpeño style. This style is also quite common in the funerary contexts that have been excavated in the different ayllus
or oases of the Atacama Salt Flat, and which -interestingly has not been documented outside this area. Therefore, I propose to call it
the “San Pedro” style, and I tentatively situate its use in the Middle Period or Tiawanaku Horizon (ca. AD 400-1,000).
Key words: Snuff tray, hallucinogenic paraphernalia, Atacama Salt Flat, San Pedro deAtacama, Prehispanic wood carving.
1 Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo R. P. Gustavo Le Paige S.J. (IIAM), Universidad Católica del Norte,
San Pedro de Atacama, Chile. hhorta@ucn.cl
Recibido: diciembre 2013. Aceptado: agosto 2014.
Hace más de un siglo se inició el estudio de
los elementos arqueológicos de la parafernalia
alucinógena atacameña, y durante este tiempo gran
parte de los investigadores centraron sus esfuerzos
en definir el estilo Tiawanaku presente en las tabletas
y tubos para inhalar, elementos conspicuos de las
ofrendas funerarias locales, quedando fuera de
un análisis más detenido aquellas piezas que no
eran reconocidas como de origen altiplánico. En
parte, esto ocurrió debido a que el paradigma de la
investigación de la época era la idea de que el Estado
Tiawanaku había dominado el área atacameña en
términos culturales y políticos1. Por otra parte, la
llamativa iconografía de dichos objetos permitía
que fuesen comparados con la iconografía de la
litoescultura circum-Titicaca, así como con túnicas
en tapicería e íconos cerámicos de la misma área; en
una palabra, existían referentes iconográficos que
facilitaban la tarea y de ello dan cuenta valiosos
trabajos de diferentes autores (entre otros, Barón
1984; Berenguer 1985, 1987, 1993, 1998, 2001;
Berenguer et al. 1980; Latcham 1938; Le Paige
1965; Llagostera 1995, 1996, 2001, 2006a, 2006b;
Llagostera et al. 1988; Núñez 1962, 1963; Oyarzún
1931; Torres 1984a, 1984b, 1986, 1987a, 1987b,
1998, 2001a, 2001b, 2004; Thomas y Benavente
1984; Torres y Conklin 1995; Uhle 1913, 1915;
Wassén 1965, 1972).
Con el avance de las investigaciones en el tema,
ha ido quedando en evidencia que el número de
2. Helena Horta Tricallotis560
tabletas y tubos, espátulas o tubos contenedores con
características técnicas e iconográficas claramente
asimilables al arte Tiawanaku es reducido respecto
del conjunto total (Llagostera 2006a; Torres 1984b,
1986). De los estudios de Torres se desprende que
solo un 9% de las tabletas del salar de Atacama
corresponderían a tallas confeccionadas según
los cánones estilísticos e iconográficos del arte de
Tiawanaku (Torres 2001). Llagostera menciona
una mayor frecuencia: 17,5% (Llagostera 2006a).
Recientemente, tomando como base los resultados de
un análisis morfométrico –y la subsecuente propuesta
de interpretación de los mismos datos– realizado a
tabletas trapezoidales con y sin iconografía tiawanaku
de la colección del IIAM, se puede sostener que
en conjunto dichas tabletas alcanzan un 25% en
el universo de tabletas conservadas2 (Figura 1a).
Aunque desde temprano hubo autores que
advirtieron que no todas las tabletas descubiertas
enAtacama presentaban rasgos tiawanaku, y que la
mayoría –en efecto– difería de dicho estilo (desde
Uhle o Latcham mismos), no es hasta los años 60
que surgen trabajos que empiezan a profundizar en
su naturaleza particular (Núñez 1963, y más tarde
Torres 1984a, 1986)3. En las décadas siguientes
se desarrollaron investigaciones orientadas a
establecer la especificidad de lo “no Tiawanaku”
o lo “atacameño” entre los elementos del complejo
sicotrópico; aquí hay que destacar los aportes de
Torres (1998), Llagostera (1995, 2001) y Llagostera
et al. (1988), quienes han realizado importantes
avances respecto de la definición de estilos locales.
Observando la multiplicidad de estilos presentes
en el material arqueológico alucinógeno, he ido
centrando mis investigaciones en la definición de
aquellos estilos que se perfilan como estilos locales,
con amplitud tanto micro como macrorregional.
Para esta última, he propuesto la existencia de
un estilo que he denominado Circumpuneño,
debido a su amplio campo de dispersión, cuyo
eje es el trópico de Capricornio. Se trata del
área Circumpuneña, la cual incluye en el norte
de Chile la costa de Atacama, la cuenca del río
Loa, el salar de Atacama, y en Argentina, la
Puna de Jujuy y la quebrada de Humahuaca. En
términos iconográficos el estilo Circumpuneño
destaca por retratar volumétricamente dos tipos
de seres básicos: antropomorfo y felino, cuyas
característicassecombinangenerandoAntropomorfos
Simples (Víctimas), Antropomorfos Complejos
y Antropomorfos Felinizados (Sacrificadores).
Sacrificadores y Víctimas se diferencian por la
gestualidad relacionada con el carácter específico
de cada uno, posición corporal y ciertos objetos
connotativos (vestimenta ad hoc, instrumento de la
decapitación), aunque se encuentran interconectados
por medio de los roles que habrían desempeñado
en la coreografía del ritual chamánico del sacrificio
humano por medio de la decapitación de una o más
víctimas y la inhalación del alucinógeno depositado
en las tabletas (Horta 2012).
En síntesis, he presentado una propuesta de
definición para un estilo de carácter macrorregional, el
cual habría surgido después del período de influencia
Figura 1a. Distribución de parafernalia inhalatoria según estilo (tableta, tubo, pilón, cucharilla,
cuchara, espátula). Muestra total: 610 ejemplares (Col. IIAM, UCN, San Pedro de Atacama).
Snuff paraphernalia according each style (snuff tray, tube, pestle, spoons, spatula). Total sample:
610 (IIAM collection, UCN, San Pedro de Atacama).
9,7%
13,6%
24,7%
52,4%
Otros No Definidos 52,4% (320 ejemplares)
San Pedro 13,6% (83 ejemplares)
Circumpuneño 9,7% (56 ejemplares)
Tiawanaku 24,7% (151 ejemplares)
3. 561Lo propio y lo ajeno. Definición del estilo San Pedro en la parafernalia alucinógena de los oasis…
tiawanaku, manteniéndose vigente durante todo el
Intermedio Tardío e incluso bajo la dominación
ejercida por los incas en el área. Pero las preguntas
que han surgido son varias: más allá del estilo foráneo
(Tiawanaku) y del macrorregional (Circumpuneño),
¿qué sucede en el salar de Atacama durante el
período Medio, época durante la cual los oasis
sampedrinos reciben elementos de la parafernalia
alucinógena importados tanto desde el área circum-
Titicaca como de otros puntos aún no definidos?, ¿la
sociedad local habría sido receptora pasiva de esta
nueva práctica inhalatoria que arribaba a Atacama
desde tierras altas?, y basándose en qué cánones
visuales y conceptuales fabricaron los atacameños
sus propios equipos para la sicotropia? En este
artículo intento responder a estas preguntas desde
el análisis iconográfico de las piezas, integrándolo
a las evidencias contextuales de los entierros con
este tipo de parafernalia.
El Estilo San Pedro y el Salar de Atacama
Hilando aún más fino por medio del análisis
iconográfico de los diferentes elementos del equipo
alucinógeno estudiado, creo que actualmente es
posible definir un estilo, en este caso de carácter
microrregional, circunscrito a los oasis/ayllus
del salar de Atacama. Llagostera en el curso de
investigaciones previas (1995, 2001, 2004) planteó
la existencia de tabletas “atacameñas”, aunque
sin definir sistemáticamente tal estilo en términos
formales, iconográficos y contextuales, situación
que pretendo subsanar con el presente análisis. Por
otra parte, la propuesta de este autor ha sido ubicar
a tales tabletas en tiempos anteriores a Tiawanaku,
hipótesis que no comparto basándome en evidencias
que indican que la parafernalia denominada
“atacameña” sería contemporánea con la altiplánica,
como se expondrá más adelante.
Material y Método
Mi propuesta es denominar a tales elementos
del complejo alucinógeno como estilo San Pedro,
puesto que como se verá, su dispersión geográfica es
muy acotada, y no se encuentra presente en el resto
del área atacameña (costa del Pacífico, cuenca del
río Loa). Ejemplares de este estilo –79 ejemplares
adscritos con seguridad y cuatro inciertos debido a
la alta fragmentación de la pieza u otros obstáculos
varios, en total 83 ejemplares entre tabletas, tubos
para inhalar, pilones4, cucharillas, cucharas5 y
espátulas– provienen de los ajuares funerarios de
los siguientes cementerios: Coyo Oriente, Quitor 1,
Quitor 2, Quitor 5, Quitor 6, Sequitor Alambrado,
Solcor 3, Solcor Plaza, Solor 3, Solor 5, Toconao
Oriente, Yaye 1.
La muestra analizada involucra a 610 artefactos
(580 tabletas; 15 tubos para inhalar; dos cucharillas;
una espátula; siete pilones y cinco cucharas), los
que fueron sometidos a la observación minuciosa
de sus respectivos rasgos iconográficos. Con este
número no se agota este tipo de parafernalia, ya que
todavía resta registrar piezas, fundamentalmente
pilones y espátulas, con lo cual aumentará en el
futuro la colección alucinógena del IIAM. El corpus
total de tabletas registradas hasta el momento se
compone de 308 ejemplares con algún tipo de
iconografía, lo cual corresponde al 53%. Torres
habría de llamar la atención tempranamente sobre
la alta presencia de tabletas sin iconografía en esta
misma colección, calculando para aquel entonces
en un 25% el número de estas (Torres 1984a:189).
Actualmente, como resultado de la investigación
llevada a cabo con esta colección, ha sido posible
establecer la verdadera cuantía de las tabletas lisas
en sus tres variantes esenciales: (a) lisa-rectangular;
(b) lisa-semitrapezoidal y (c) lisa-trapezoidal); esta
alcanza al 47% con 272 piezas, y hasta el momento
ha podido ser establecida la adscripción a estilo de
104 ejemplares.
El concepto de estilo que he utilizado en este
y otros trabajos corresponde al concepto clásico
de la historia del arte, aplicado notablemente por
arqueólogos e historiadores del arte que han realizado
estudios estilísticos de gran repercusión (Menzel
1964, 1968, 1978; Rowe 1960, 1961; Wallace
1957; Kubler 1962, entre otros). “Estilo” alude
a la forma específica en que ha sido realizado un
objeto, a sus rasgos formales estables que derivan
en una configuración específica o conjunción de
características formales y técnicas asociadas a un
contenidodeterminado.Laaplicacióndeesteconcepto
en arqueología ha sido fundamental, convirtiéndose
en herramienta básica de la clasificación del material
cultural: con ella se definen conjuntos de objetos con
características semejantes, recurrentes y exclusivas,
lo cual permite su diferenciación respecto de otros
conjuntos e introduce un orden al interior de la
variabilidad artefactual. Al mismo tiempo, tras
cada estilo existe una elección cultural vigente en
un tiempo y espacio específicos, y por tanto, el
4. Helena Horta Tricallotis562
estilo es históricamente definido por la práctica
social; este último rasgo ha permitido plantear en
relación con el material arqueológico que el estilo
identifica grupos sociales, y como tal, es indicador
de etnicidad (Hodder 1977).
En el presente trabajo utilizo además las
directrices metodológicas propuestas por González
(1972, 1977, 1992) y González y Baldini (1991)
para el análisis iconográfico integral, el que consiste
en analizar una muestra lo más amplia posible
sobre cada repertorio iconográfico, con el fin de
determinar los atributos constantes que conforman
su estilo, en términos formales y de contenido, así
como establecer la regularidad de las asociaciones
entre atributos.
De las Figuras 1b y 2 se desprende que el
estilo San Pedro solo ha podido ser observado en
cementerios de los oasis sampedrinos, no existiendo
hasta el momento evidencias de parafernalia
semejante en territorios vecinos al salar deAtacama.
La Figura 1b muestra la frecuencia del estilo San
Pedro según cementerio/ayllu; de acuerdo con
esto, Quitor 5 y Quitor 6 (23 y 22 ejemplares,
respectivamente) son los cementerios en los
cuales este estilo tiene su mayor representación,
encontrándoselo también presente en Coyo Oriente
y Solcor 3 con 7 y 10 ejemplares cada uno, mientras
que en el resto de los sitios su presencia es menor, ya
que fluctúa entre el 1 y 4%. En la Tabla 1 se aprecia
la frecuencia de los otros estilos registrados en los
contextos de los cuatro cementerios con mayor
presencia de tabletas de estilo San Pedro.
Características formales e iconográficas del
estilo San Pedro
En términos temáticos hay que señalar que
–tal como ya fuese observado por Llagostera en
publicaciones previas6– este estilo cuenta con un
número limitado de representaciones, centrándose
casi exclusivamente en diferentes expresiones
plásticas de la figura humana. Las tallas volumétricas
que las caracterizan giran en torno a los siguientes
temas:
Figura 1b. Frecuencia estadística del estilo San Pedro según cementerio.
Statistical frequency of San Pedro style according cemeteries.
Tabla 1. Frecuencia porcentual de estilos definidos en cementerios de San Pedro de Atacama.
Statistical frequency of determined styles in San Pedro de Atacama cemeteries.
Estilo Circumpuneño Estilo Tiawanaku Estilo San Pedro Otros no definidos
Quitor 6 2,2% 31% 17% 50%
Quitor 5 1,4% 25% 33,3% 40,5%
Coyo Oriente 5,1% 33,3% 9% 52,5%
Solcor 3 0% 49% 18% 33%
5. 563Lo propio y lo ajeno. Definición del estilo San Pedro en la parafernalia alucinógena de los oasis…
Figura 2. Mapa con la ubicación espacial de los oasis mencionados del salar de Atacama (dibujo de Tania Basterrica adaptado de
Uribe 2002).
Map showing the Atacama Salt Flat oases referred in the text (drawing by Tania Basterrica based on Uribe 2002).
6. Helena Horta Tricallotis564
(a) cabeza humana con o sin gorro, apéndices
laterales a la altura de las orejas y otros aditamentos
(Figura 3),
(b) series de 2, 3, 4 o 5 figuras humanas idénticas
(Figura 4a, b y c; Tabla 2),
(c) figura humana individual erguida (Figura 5),
(d) figura humana con cabeza de felino
sobrepuesta (Figura 6),
(e) felino completo trepado sobre figura humana
(Figura 7a y b),
O bien, tableta sin talla volumétrica:
(f) lisa, rectangular (Figura 8).
Respecto del canon de representación de la
figura humana –que es en definitiva el rasgo más
notable de este estilo– hay que precisar que es
básicamente esquemático, con énfasis en elementos
específicos de la indumentaria (como diferentes tipos
de gorros o tocados, túnicas y fajas) o del adorno
personal (peinados o cabellera cubriendo la espalda,
apéndices [¿de pelo?] a ambos lados de la cabeza,
pectorales, brazaletes dobles) (Figuras 3, 4a, 5 y 6).
Este hecho contrasta con la casi general omisión de
la representación de rasgos faciales, especialmente
la boca y los ojos en las figuras humanas. Los
brazos son largos, en ocasiones llegan a tocar el
suelo, o son dispuestos sobre el pecho (Figuras
4a, 4c y 5). En varios casos, la división entre las
piernas se logra mediante calados en la madera
(Figuras 4b y c). Las rodillas son representadas
como protuberancias muy marcadas, y gran parte
de las figuras humanas se encuentran sentadas –o
alternativamente, erguidas– con las piernas flectadas
y los brazos enlazados por la espalda conformando
grupos (Figura 9). Especialmente característica es
la representación de figuras o cabezas humanas
idénticas (Tabla 3); en estos casos, los integrantes
del grupo retratado pueden vestir un mismo tipo de
túnica, faja o tocado (Figuras 10a y 10b).
En cuanto a la cabeza humana tallada como
elemento aislado (sin tronco), esta se conforma de
una forma ovalada con representación de las cejas
unidas a la nariz en altorrelieve, lo cual genera una
cavidad profunda para el alojamiento de cuentas
líticas de colores. Sin embargo, los ojos incrustados
con cuentas se dan en un número menor de casos, y
por lo mismo, no parece ser un atributo estable de
este estilo, e incluso podría plantearse la posibilidad
de que puedan ser inserciones tardías.
En la muestra analizada se han podido
contabilizar 15 casos con dos figuras en serie, tres
tabletas con series de 3, tres con series de 4, y tan solo
una tableta con talla de cinco personajes idénticos
(Tabla 2 y Figura 4a, b y c). Existen también seis
casos, que por presentar figuras humanas completas
o solo cabezas humanas con rasgos que difieren del
patróngeneral(entreelloslaausenciadeextremidades
y la boca con dentadura expuesta asimilable a la
del felino, o el recurso técnico de la cavidad de
la tableta que presenta un reborde sobresaliente),
me hacen integrarlos en un estilo diferente, cuyo
origen se encontraría presumiblemente fuera de la
zona atacameña (Figura 11).
Cabeza de felino sobrepuesta a cabeza de figura
humana
En términos iconográficos es preciso destacar un
tema frecuentemente abordado en tabletas y pilones
del estilo San Pedro, y sobre el cual Torres llamó
tempranamente la atención, definiéndolo como una
de las posibles representaciones de felino o “álter
ego” (Torres 1984a:181). Tal como se mencionó
más arriba, se trata de una composición conformada
por una cabeza de felino que se sobrepone a un
personaje humano (Figura 6), o en su defecto, un
felino de cuerpo completo encaramado sobre un
humano (Figura 7 a y b).Ambas variantes se pueden
observar igualmente en tubos encontrados en sitios
de la Puna de Jujuy, en el noroeste de Argentina
(Ambrosetti 1908:Figs.100 y 284), así como en
una tableta del pucara de Tilcara (preservada en
el Instituto de Investigaciones Interdisciplinarias
de Tilcara, N° Inv. 2227; Casanova 1946:Fig. 57).
Considerando esta área de dispersión, se puede
plantear que el tema en cuestión habría gozado de
un carácter circumpuneño, ya que no parece tener
paralelos en el arte Tiawanaku.
Por su parte, Llagostera señaló que la
cabeza de animal sobrepuesta “representaría la
personalidad adoptada en el curso del proceso de
transformación sicológica logrado por medio del uso
de alucinógenos” (traducido por la autora; Llagostera
1995:57); considero que –complementando la idea
formulada por este autor, y también la planteada
en su momento por Torres (1984a:188)– existen
pruebas arqueológicas del uso de máscaras, así
como de capuchones o gorros de pellejo de felino
que amplían el conocimiento acerca de esta dualidad
panandina hombre-felino.
Tanto Mostny (1958) como Núñez (1962)
destacaron en su momento este punto sobre máscaras
de madera y cuero, se ha tenido oportunidad de ver
7. 565Lo propio y lo ajeno. Definición del estilo San Pedro en la parafernalia alucinógena de los oasis…
Figura 3. Tableta 8964 de Quitor 2, tumba 1309. Foto registro
IIAM.
Snuff tray 8964 from grave 1309, Quitor 2 cemetery. Photo
property of IIAM.
Tabla 2. Tabletas con figuras humanas en series.
Snuff trays with human figures in series.
Nº Inv. Sitio Tumba Objeto Material Iconografía Estilo
9283 Coyo O. 4040 Tableta Madera Dos figuras humanas idénticas San Pedro
9008 Coyo O. 3975 Tableta Madera Dos figuras humanas idénticas San Pedro
9157 Quitor 2 1311-1313 Tableta Madera Tres figuras humanas idénticas San Pedro
9125 Quitor 5 2094-2108 Tableta Madera Dos figuras humanas idénticas San Pedro
9135 Quitor 5 2094-2108 Tableta Madera Dos figuras humanas idénticas San Pedro
9136 Quitor 5 2195 Tableta Madera Dos figuras humanas idénticas San Pedro
9152 Quitor 5 2047-2076 Tableta Madera Dos figuras humanas idénticas San Pedro
9267 Quitor 5 1930-1931 Tableta Madera Dos figuras humanas idénticas San Pedro
9129 Quitor 5 2181-2182 Tableta Madera Dos figuras humanas idénticas? San Pedro
9098 Quitor 5 1962-1965 Tableta Madera Tres figuras humanas idénticas San Pedro
9158 Quitor 6 2524 Tableta Madera Cuatro figuras humanas idénticas San Pedro
9011 Quitor 6 2800-2802 Tableta Madera Dos figuras humanas idénticas San Pedro
8988 Quitor 6 2820-2823 Tableta Madera Dos figuras humanas idénticas San Pedro
8960 Quitor 6 3550-3552 Tableta Madera Dos figuras humanas idénticas San Pedro
S/R Quitor 6 2824-2826 Tableta Madera Dos figuras humanas idénticas San Pedro
9007 Quitor 6 3631-3633 Tableta Madera Tres figuras humanas idénticas? San Pedro
8786? Sin ref. Sin ref. Tableta Madera Dos figuras humanas idénticas? San Pedro
9295 Solcor 3 148 Tableta Madera Cinco figuras humanas idénticas San Pedro
9292 Solcor 3 144 Tableta Madera Cuatro figuras humanas idénticas San Pedro
8862 Solor 5 148 Tableta Madera Dos figuras humanas idénticas? San Pedro
9060 Toconao O. 4665-4669 Tableta Madera Cuatro figuras humanas idénticas San Pedro
9005 Yaye 1 5491-5493 Tableta Madera Dos figuras humanas idénticas San Pedro
Total 22
Figura 4a. Tableta 9283 de Coyo Oriente, tumba 4040. Foto
registro IIAM.
Snuff tray 9283 from grave 4040, Coyo Oriente cemetery. Photo
property of IIAM.
8. Helena Horta Tricallotis566
Figura 4b. Tableta 9157 de Quitor 2, tumba 1311-1313. Foto
registro IIAM.
Snuff tray 9157 from grave 1311-1313, Quitor 2 cemetery. Photo
property of IIAM.
Figura 4c. Tableta 9158 de Quitor 6, tumba 2524. Foto registro
IIAM.
Snuff tray 9158 from grave 2524, Quitor 6 cemetery. Photo
property of IIAM.
algunos especímenes reales de capuchones que
dan cuenta de este singular atuendo, permitiendo
al mismo tiempo reconocerlo en las tallas de la
parafernalia sicotrópica. Se trata de dos ejemplares
conservados por la Corporación Cultural de Calama,
uno de ellos (2002, sin contexto) corresponde a la
cabeza completa de un felino, probablemente puma,
con sus fauces y colmillos entrecruzados, parte del
pellejo del lomo del animal, así como también su
cola. El otro (2201, asociado a cráneo humano,
pero sin contexto conocido) está compuesto del
pellejo desollado de la cabeza de un felino, cortado
inmediatamente debajo del morro del animal, por lo
tanto, sin fauces, y también de una parte tejida en
técnica de anudado, con la cual se le dio la estructura
de un gorro o capuchón que se afirmaba mediante
cuerdas trenzadas a la cabeza del individuo portador
(Figuras 12a y 12b).
A su vez, del valle deAzapa,Arica (cementerio
Azapa 2, ejemplares 27195 y 27196, se desconoce
contexto más preciso), provienen otros dos
capuchones de similar confección que se encuentran
en exhibición en el MuseoArqueológico San Miguel
deAzapa; la diferencia respecto del ejemplar 2201
de Calama radica en que los azapeños presentan
cortes y costuras del cuero de felino, mediante
los cuales se conformó el capuchón adaptable a
la cabeza humana con un trozo ancho de pellejo
cayendo por la espalda, pero en reglas generales
deben haber cumplido el mismo rol de connotar con
atributos felínicos al portador del atuendo7. De esta
forma, el vínculo establecido entre el chamán y el
felino se debe a la transformación del primero en
el segundo durante el trance inducido por vegetales
capaces de alterar el estado de la conciencia del
chamán; por lo mismo, es lógico inferir que el
oficiante incorporara a su vestimenta o atuendos
cefálicos algún elemento que lo conectara explícita
o implícitamente con tal animal.Ya he señalado en
otro lugar la utilización de gorros con dos orejas
que se pueden observar en figuras talladas de
Víctimas y Sacrificadores de la parafernalia del
estilo Circumpuneño (Horta 2012), sobre los cuales
conviene hacer notar que han sido descritos como
9. 567Lo propio y lo ajeno. Definición del estilo San Pedro en la parafernalia alucinógena de los oasis…
Figura 5. Tableta 1668 de Solcor 3, tumba 29. Foto registro
IIAM.
Snuff tray 1668 from grave 29, Solcor 3 cemetery. Photo pro-
perty of IIAM.
Figura 6. Tableta 9148 de Quitor 5, tumba 2077-2089. Foto
registro IIAM.
Snuff tray 9148 from grave 2077-2089, Quitor 5 cemetery. Photo
property of IIAM.
gorros que “simulan orejas de felino” (Llagostera
y Costa 1984:66).
En la colección del IIAM ocho casos representan
a individuos portando una cabeza de felino sobre sus
respectivas cabezas, y otros cinco casos con felino
trepado sobre un humano (Tabla 4); uno de estos
ejemplares es una tableta especialmente interesante,
y me referiré a él en detalle. Es parte de la tumba
colectiva 2094-2108 de Quitor 5, en la cual fueron
enterrados 16 individuos, entre ellos, dos infantes,
por lo mismo es difícil asociar el ajuar acompañante
a algún individuo en especial. Este ajuar resultó
especialmente rico en términos de parafernalia
alucinógena, ya que contenía seis tabletas y un
pilón –todos conservados afortunadamente–, de los
cuales pertenecen al estilo San Pedro el pilón y dos
de las tabletas. Una de ellas es el ejemplar 9151,
representando volumétricamente a un individuo con
características de personaje de alto rango, a juzgar por
su vestimenta y atuendos, que se resuelven en túnica
y apéndices auriculares junto a las orejas, probable
capuchón de pellejo de felino como tocado cubriendo
también la espalda (Figura 13a y b). Es igualmente
sugerente que dicho personaje sea flanqueado en
ambos costados por dos pequeños cuadrúpedos de
cola enroscada (probablemente cachorros de felino),
cuyas cabezas miran frontalmente, mimetizándose
con las protuberancias talladas que conforman
las rodillas de la figura humana. A esto hay que
agregar un adorno en el pecho (probable pectoral
de lámina de metal) que lo inviste indiscutiblemente
de una condición especial. Un pectoral igual se
puede observar, por una parte, en el pecho de dos
personajes de la otra tableta de estilo San Pedro de
este mismo conjunto (tableta 9125), con el detalle
adicional de que estos individuos no presentaban
cabezas, tal como lo reseña Gustavo Le Paige en
sus notas (“antiguamente sin cabezas”) y exhiben
10. Helena Horta Tricallotis568
Figura 7a. Pilón de Quitor 6, tumba 2742. Foto registro IIAM.
Pestle from grave 2742, Quitor 6 cemetery. Photo property
of IIAM.
Figura 7b. Vista lateral del pilón de Quitor 6, tumba 2742. Foto
registro IIAM.
Side view of pestle from grave 2742, Quitor 6 cemetery. Photo
property of IIAM.
sendas hachas en la mano derecha, mientras que en
la izquierda lucen brazaletes dobles8 (Figura 14a y
b). Por otra parte, de la tumba 2224 de este mismo
cementerio contamos con un pilón con una figura
humana, cuyo atuendo incluye el mismo pectoral
y un tocado radiado y los apéndices laterales a la
altura de las orejas, como los que hemos visto en
relación con otros personajes del estilo San Pedro
(Figura 15). En la tableta 9151 el pectoral fue
trabajado en bajorrelieve, por el contrario, en la
9125 y en el pilón mencionado, en sobrerrelieve;
a pesar de esta mínima diferencia técnica lo que
se quería representar tenía una forma claramente
definida: arriba una forma de medialuna que permite
rodear el cuello, y abajo una prolongación en forma
de trapecio.
La búsqueda de imágenes de pectorales
semejantes me ha conducido hasta un trabajo
de González y Baldini (1992) referido a las
manifestaciones culturales de LaAguada, en el cual
describen a “adornos semilunares con proyección
hacia abajo y agujeros de suspensión en los
extremos, fabricados sobre láminas de oro o cobre”
(González y Baldini 1992:10), acompañándolos
de dibujos (Figura 16). Lo interesante es que los
ejemplares recabados por dichos autores provienen
de áreas vecinas al salar de Atacama, como el
altiplano sur o Lipes (cuatro casos), quebrada
de Humahuaca (un caso), Catamarca (tres casos)
y un pectoral sin proyección hacia abajo de
Tebenquiche (puna de Jujuy). Hay que agregar
también el ejemplar de aproximadamente 8 cm de
11. 569Lo propio y lo ajeno. Definición del estilo San Pedro en la parafernalia alucinógena de los oasis…
Tabla 3.Parafernaliaalucinógenaconiconografíadefiguraycabezahumana.
Hallucinogenicparaphernaliawithiconographyofhumanfigureandhumanhead.
NºInv. Sitio TumbaObjetoMaterial Iconografía Estilo
8989CoyoO.5373-5375TabletaMaderaCabezahumanaSanPedro
9034CoyoO.4011TabletaMaderaCabezahumanaSanPedro
8021CoyoO.4120TabletaMaderaFigurahumanaerguidaSanPedro
8964Quitor21309TabletaMaderaCabezahumanacongorroyapéndicesauricularesSanPedro
9268Quitor51923-1925TabletaMaderaCabezahumanaSanPedro
S/N°Quitor52224PilónMaderaFigurahumanaerguidaSanPedro
S/N°Quitor52179TabletaMaderaFigurahumanaerguidas/cabezaSanPedro
9050Quitor62532-2546TabletaMaderaCabezahumanaSanPedro
9198Quitor63520-3522TabletaMaderaCabezahumanaSanPedro
S/N°Quitor62452-2453TabletaMaderaCabezahumanacongorroSanPedro
9003Quitor62741TabletaMaderaCabezahumanacongorroyapéndicesauricularesSanPedro
9154Quitor62527TabletaMaderaCabezahumanacongorroyapéndicesauriculares
8970Quitor62476TabletaMaderaCabezahumanaconapéndicesauricularesypiesSanPedro
9046Quitor62843TabletaMaderaFigurahumanaerguidaSanPedro
9066Quitor63540TabletaMaderaFigurahumanaerguidaSanPedro
8975SequitorAlambradoO.1300-1303TabletaMaderaCabezahumanacongorroSanPedro
9065SequitorAlambradoO.5203-5205TabletaMaderaCabezahumanacongorroyapéndicesauricularesSanPedro
9058SequitorAlambradoO.1665TabletaMaderaFigurahumanaerguidaSanPedro
1573Solcor324TabletaMaderaCabezahumanaypiesSanPedro
1668Solcor329TabletaMaderaFigurahumanaerguidaSanPedro
2381Solcor362TabletaMaderaFigurahumanaerguidaSanPedro
9063Solor3439-441TabletaMaderaFigurahumanaacostadadeespaldasSanPedro
8832ToconaoO.4503-4505TabletaMaderaCabezahumana?SanPedro
Total23
12. Helena Horta Tricallotis570
Tabla 4. Ejemplares de la muestra analizada con iconografía de figura humana con felino.
Analyzed samples with iconography of human figure with feline.
Nº Inv. Sitio Tumba Objeto Material Iconografía Estilo
9014 Coyo O. 4090 Tableta Madera Figura humana con cabeza de felino sobrepuesta San Pedro
Sin Ref. Quitor 5 3357-3361 Espátula Madera Felino trepado sobre humano San Pedro
Sin Ref. Quitor 5 2094-2108 Pilón Madera Felino trepado sobre humano San Pedro
9270 Quitor 5 2047-2076 Tableta Madera Figura humana con cabeza de felino sobrepuesta San Pedro
9148 Quitor 5 2077-2089 Tableta Madera Figura humana con cabeza de felino sobrepuesta San Pedro
9151 Quitor 5 2094-2108 Tableta Madera Figura humana con cabeza de felino sobrepuesta San Pedro
9211 Quitor 6 2587-2595 Cucharilla Madera Felino trepado sobre humano San Pedro
Sin Ref. Quitor 6 2742 Pilón Madera Felino trepado sobre humano San Pedro
Sin Ref. Quitor 6 2419 Pilón Madera Figura humana con cabeza de felino sobrepuesta San Pedro
9155 Quitor 6 2442-2447 Tableta Madera Figura humana con cabeza de felino sobrepuesta San Pedro
9277 Quitor 6 2442-2447 Tableta Madera Figura humana con cabeza de felino sobrepuesta San Pedro
3839 Solcor 3 107 Pilón Madera Felino trepado sobre humano San Pedro
8996 Toconao O. 4552 Tableta Madera Figura humana con cabeza de felino sobrepuesta San Pedro
Total 13
Tabla 5. Tabletas rectangulares de la muestra analizada sin ningún tipo de iconografía.
Analyzed samples without any iconography.
Nº Inv. Sitio Tumba Objeto Material Iconografía Estilo
8944 Coyo O. 4024-4025 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
9069 Quitor 1 3458 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
8880 Quitor 1 3458 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
8878 Quitor 1 3449 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
8850 Quitor 2 1326-1327 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
9127 Quitor 5 2196-2198 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
9128 Quitor 5 2000-2002 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
9137 Quitor 5 1981-1983 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
Sin Ref. Quitor 5 2207-2208 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
9139 Quitor 5 2210 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
9149 Quitor 5 2163 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
9099 Quitor 5 2029 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
9102 Quitor 5 2250 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
9192 Quitor 6 3589 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
8798? Quitor 6 3548-3549 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
9177 Quitor 6 2678-2679 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
9240 Sequitor Alambrado Oriente 1666 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
9178 Sin Ref. Sin Ref. Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
8929 Sin Ref. 4334 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
1425 Solcor 3 16 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
3058 Solcor 3 49 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
3679 Solcor 3 97 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
8438 Solcor 3 112 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
Sin Ref. Solcor Plaza 1378 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro?
Sin Ref. Toconao O. 4586-4589 Tableta Madera Lisa, rectangular San Pedro
Total 25
13. 571Lo propio y lo ajeno. Definición del estilo San Pedro en la parafernalia alucinógena de los oasis…
Figura 8. Tableta 9127 de Quitor 5, tumba 2196-2198. Foto
registro IIAM.
Snuff tray 9127 from grave 2196-2198, Quitor 5 cemetery. Photo
property of IIAM.
Figura 9. Reverso de la tableta 9157 de Quitor 2, tumba 1311-
1313. Foto registro IIAM.
Back of snuff tray 9157 from grave 1311-1313, Quitor 2 cemetery.
Photo property of IIAM.
Figura 10a. Tableta 9005 de Yaye 1, tumba 5491-5493. Foto
registro IIAM.
Snuff tray 9005 from grave 5491-5493, Yaye 1 cemetery. Photo
property of IIAM.
Figura 10b. Reverso de la tableta 9005 deYaye 1, tumba 5491-
5493. Foto registro IIAM.
Back of snuff tray 9005 from grave 5491-5493, Yaye 1 cemetery.
Photo property of IIAM.
14. Helena Horta Tricallotis572
compuesta de figuras humanas grabadas en el
sitio quebrada de Tambores-2 cercano a San Pedro
de Atacama, mostrando inusuales vestimentas y
atuendos (Núñez et al. 1997:Fig. 7). El pie de
foto describe la escena, señalando que “en la zona
pectoral se advierten posibles placas metálicas,
semidiscoidales y semialunadas”; más adelante,
añaden “se observan dos diseños aislados como
estribos que recuerdan a los bancos de “kurakas”
y/o pectorales metálicos” (haciendo referencia a
Latcham 1938:300, Pérez 1994:42). Al observar
detenidamente la escena en nuestra Figura 18, es
posible apreciar que los “estribos” son formalmente
muy semejantes a los pectorales detectados en
el pecho de los personajes de la iconografía
alucinógena; por lo demás, con esta interpretación
adquiere sentido lo plasmado en la roca: un “desfile”
como este de personajes importantes –portando
túnicas decoradas, tocados cefálicos, bastones de
mando o armas en las manos, extraños aditamentos
tipo “perneras” en las piernas– de entre los cuales,
uno exhibe en el pecho un pectoral cuya forma es
reforzada además por la presencia de otros dos
pectorales en un extremo del panel, es en sí mismo
un acto narrativo en torno a los símbolos del poder
prehispánico. Aunque la escena incorpora además
otros íconos y figuras de camélidos, dando cuenta
de la densidad del discurso visual y de lo difícil
que es penetrarlo, al menos la interpretación que
presento aquí arrojaría luz sobre el uso de estas
insignias de metal como símbolos de jerarquía
social y de connotación ritual, así como de su
probable vigencia macrorregional.
Tabletas lisas, sin figuras talladas
Parece probable que al igual que lo que ocurre
con las tabletas con o sin iconografía Tiawanaku,
cuya forma general trapezoidal ha permitido definir
a las lisas sin imágenes como pertenecientes al
estilo Tiawanaku (Niemeyer et al. 2013), también
el estilo San Pedro pudiera presentar una variante
o subestilo sin tallados volumétricos, pero con el
rasgo compartido con las que exhiben iconografía
de poseer una cavidad rectangular. De esta manera,
el formato rectangular podría resultar decisivo en la
adscripción estilística, permitiendo asignar una pieza
a un estilo determinado (Tiawanaku = trapezoidal
o San Pedro = rectangular), aun cuando la tableta
no posea imágenes10. Es así como se ha observado
un total de 25 tabletas lisas con cavidad rectangular
alto publicado por Tarragó et al. (2010:Fig. 12),
cuya característica bimetálica (oro y plata) lo hace
aún más especial, y que igualmente proviene de
la quebrada de Humahuaca (Pueblo Viejo de la
Cueva). Conviene señalar el dato adicional acerca
del tamaño de este tipo de insignia, el cual figura
en una publicación acerca de objetos de metal de
colecciones del NOA (Figura 17). El ejemplar
de la foto alcanza los 15 cm de alto, dimensión
necesaria para constituir un pectoral en el pecho del
individuo portador, al igual que otros conservados
en diversos museos9. No obstante lo señalado,
también han sido registradas piezas de menos
de 10 cm, de modo tal que algunos ejemplares
menores podrían haber servido alternativamente
como adornos cosidos a la vestimenta.
Aparte de lo expuesto, en territorio chileno
contamos con una representación en arte rupestre
que resulta extraordinariamente interesante,
Figura 11. Tableta 9113 de Quitor 6, tumba 2512-2517. Foto
registro IIAM.
Snuff tray 9113 from grave 2512-2517, Quitor 6 cemetery. Photo
property of IIAM.
15. 573Lo propio y lo ajeno. Definición del estilo San Pedro en la parafernalia alucinógena de los oasis…
(Tabla 5), que quizás pudiesen ser consideradas
como integrantes del estilo San Pedro, aunque la
variedad de subformas dentro de la categoría de
tabletas lisas rectangulares es considerable, y por
tanto se requiere de investigaciones futuras centradas
en el tema. Por otra parte, hay que destacar que en
general, el marco de la cavidad de estas 25 tabletas
lisas es estrecho, y no permite alojar incrustaciones
en el borde perimetral, a diferencia de lo que ocurre
con los marcos más anchos de las tabletas de estilo
Circumpuneño, en los cuales se solían colocar
piedras de variadas formas y materiales diversos
(Horta 2012:8).
Como ya se vio en la Figura 1, la frecuencia
del estilo San Pedro en la parafernalia de los oasis
sampedrinos estudiada arroja un 14%, valor que
es superado por el estilo Tiawanaku con un 25%,
debido básicamente a sus tabletas lisas de forma
trapezoidal, ya que las con iconografía son solo 58
(véase explicación en la Nota 2). En Otros Estilos
no Definidos se consideran todas aquellas piezas
que de momento no han podido ser objeto de
definición estilística debido a diversas circunstancias,
como: (a) faltan datos; se trata de ejemplares hoy
ausentes, que sin embargo son consignados en las
Notas de Campo de Gustavo Le Paige (1955-1975);
(b) ejemplares que debido a su nivel de desgaste no
presentan iconografía reconocible; (c) ejemplares
con iconografías inclasificables en el estado actual
de la investigación.
Figura 12a. Capuchón Nº 2201de cabeza desollada de felino, in situ sobre cráneo humano, Corporación de Cultura y Turismo de
Calama. Foto de la autora.
Hood prepared from feline skin No 2201, in situ over human cranium, Corporación de Cultura y Turismo de Calama. Author’s photo.
16. Helena Horta Tricallotis574
Diferencias estilísticas e iconográficas del
estilo San Pedro respecto de los estilos
Circumpuneño y Tiawanaku
El estilo San Pedro solo ha podido ser registrado
en parafernalia acotada al salar de Atacama,
en tal sentido debemos considerarlo un estilo
microrregional, con características propias que
permiten distinguirlo, por una parte, de los rasgos
del estilo Circumpuneño que evidencia un marcado
caráctermacrorregional,yporotraparte,delparticular
estilo de la parafernalia Tiawanaku. Algunos
de los aspectos diferenciales más notables son:
1. Frontalidad. El estilo San Pedro destaca por
la frontalidad de sus personajes. No se observan
figuras de perfil, a diferencia de los estilos
Figura 12b. Reconstrucción ideal del capuchón 2201, Corporación
de Cultura y Turismo de Calama (dibujo de Alex Olave).
Hypothetical drawing of the feline skin hood No 2201, Corporación
de Cultura y Turismo de Calama (drawing by Alex Olave).
Figura 13a. Tableta 9151 de Quitor 5, tumba 2094-2108. Foto
registro IIAM.
Snuff tray 9151 from grave 2094-2108, Quitor 5 cemetery. Photo
property of IIAM.
Figura 13b. Reverso de la tableta 9151 de Quitor 5, tumba 2094-
2108. Foto registro IIAM.
Back of snuff tray 9151 from grave 2094-2108, Quitor 5 cemetery.
Photo property of IIAM.
17. 575Lo propio y lo ajeno. Definición del estilo San Pedro en la parafernalia alucinógena de los oasis…
viste, como el uso de adornos personales de metal
(pectoral semilunar) o de gorros y tocados (entre
ellos, los capuchones de felino que se observan
en las tallas de la parafernalia). Cada uno de estos
objetos –de acuerdo con el registro arqueológico del
contexto funerario– parecen haber sido exclusivos
y connotativos de un pequeño círculo de individuos
que en tiempos prehispánicos habrían liderado
ceremonias religiosas de corte chamánico; esta idea
se sustenta en el hallazgo de capuchones de felino
–en su doble correlato arqueológico e iconográfico–,
situación que vincula al oficiante con dicho animal,
y por otra parte, con la imagen del hacha. Aun
cuando en el estilo San Pedro la representación de
la cabeza cortada y del hacha (atributos esenciales
de la iconografía de la decapitación y del sacrificio
humano en el área centro sur andina) es claramente
excepcional, hay que consignar el caso de la tableta
9125 (Figura 14a y b), cuyos personajes portan
hachas enmangadas en la mano derecha. El carácter
Figura 14a. Tableta 9125 de Quitor 5, tumba 2094-2108. Foto
registro IIAM.
Snuff tray 9125 from grave 2094-2108, Quitor 5 cemetery. Photo
property of IIAM.
Figura 14b. Detalle de la tableta 9125 de Quitor 5, tumba 2094-
2108. Foto registro IIAM.
Detail of snuff tray 9125 from grave 2094-2108, Quitor 5 ce-
metery. Photo property of IIAM.
Tiawanaku y Circumpuneño; en el primero, El
Sacrificador o Personaje de Nariz Prominente se
retrata invariablemente de perfil. En el segundo, la
posición de perfil se reserva exclusivamente para
el Custodio de Víctimas (Horta 2012).
2. Énfasis en la figura humana. En efectivo, en el
estilo San Pedro se observa una muy baja presencia
de zoomorfos, su aparición se remite básicamente al
felino. Llagostera ha destacado una cierta obsesión
por la figura humana, interpretando este hecho como
una búsqueda de identidad, en la cual se habría
dado un “encuentro con el propio ser humano”,
pero al mismo tiempo vincula la representación
humana con lo sobrenatural (Llagostera 2004:102).
En mi opinión no se trata de la representación
de deidades, ni tampoco de la de un ser humano
cualquiera –sino de uno especial que detenta cargos
políticos y religiosos– que se destaca precisamente
por los atributos de connotación jerárquica que
18. Helena Horta Tricallotis576
excepcional de esta representación marca una
diferencia consistente respecto de lo observado en
los estilos Tiawanaku y Circumpuneño, en donde el
binomio cabeza humana/hacha es parte del núcleo
duro de sus respectivas iconografías.
3. Representación en serie. Rasgo compartido
en cierta forma con el estilo Circumpuneño, en
cuanto a la representación de dúos (generalmente
Víctimas), pero el estilo San Pedro es el único que
retrata series de 3-4-5 figuras humanas idénticas,
que no exhiben diferencias en la vestimenta o
el tocado, contrariamente a lo que ocurre en el
Circumpuneño. En este último se da la configuración
de tres personajes yuxtapuestos (“Tríadas”), pero
casi nunca son enteramente idénticos, por el
contrario, la diferencia entre las figuras laterales y
la central se enfatiza mediante atributos exteriores
de la vestimenta o de la gestualidad corporal. Es
necesario preguntarse –aunque no tengamos de
momento alguna pista para su respuesta– si no es
un nuevo concepto de sentido de colectividad o
pertenencia a una identidad grupal atacameña lo
que está en juego detrás de las imágenes en serie.
4. Ausencia de narración. A diferencia de los
estilos Circumpuneño y Tiawanaku, el estilo San
Pedro no se destaca por la articulación de escenas
o por incorporar elementos narrativos en las
representaciones talladas en madera, aun cuando
se podrían mencionar determinadas acciones,
como el entrelazamiento de brazos por la espalda
de figuras humanas retratadas en serie, o la acción
de flectar los brazos sobre el pecho, que exhiben
en ocasiones algunos personajes; también hay que
mencionar la acción del felino trepando sobre un
antropomorfo. Empero, nada de ello alcanza la
dimensión de la narrativa circumpuneña, en donde
contamos con tres tipos de personajes distintos entre
sí, aunque aunados en la configuración precisa del
rito de la decapitación (Sacrificador, Víctima y
Custodio deVíctima). Tampoco es equiparable con
la narrativa moderada de las imágenes talladas en
la parafernalia tiawanaku, en donde El Sacrificador
hace presentación de la cabeza humana cortada, o
lleva en el tocado miembros del cuerpo humano
cercenados, acciones o situaciones que permiten
al observador inferir algo acerca del significado
de las imágenes. En este sentido, el estilo San
Pedro puede ser calificado como el más críptico
de los tres estilos: vemos en él figuras que –a
pesar de su tridimensionalidad– entregan muy
pocas pistas acerca de su verdadera identidad,
revelando apenas algo del contexto de acción en
que se habrían desenvuelto.
5. Rol del felino. En el estilo San Pedro el felino
es representado básicamente como álter ego
del Sacrificador, cuya vestimenta parece hacer
referencia a su capacidad de transmutarse en
felino. Por otra parte, al parecer el felino cumple
también el rol activo de oficiante del rito cuando
se lo retrata presentando una cabeza humana o a
un ser humano de cuerpo completo (Figura 5a y
b), lo cual en esta narrativa correspondería a la
víctima sacrificada o al sujeto por ofrendar en
el marco de un rito desconocido, en el que se
usaban sustancias sicoactivas. Por tanto, el felino
puede denotar al oficiante del rito al formar parte
de la vestimenta de este (capuchón de felino), y
también puede presentarse como ejecutor directo
Figura 15. Pilón S/Nº de Quitor 5, tumba 2224. Foto registro
IIAM.
Pestle from grave 2224, Quitor 5 cemetery. Photo property
of IIAM.
19. 577Lo propio y lo ajeno. Definición del estilo San Pedro en la parafernalia alucinógena de los oasis…
Figura 16. Pectorales de metal provenientes de Bolivia y Argentina (tomado de González y Baldini 1992:Lám. 4).
Metal chest ornaments from Bolivia and Argentina (taken from González and Baldini 1992:Plate 4).
20. Helena Horta Tricallotis578
Figura 17. Pectoral de metal proveniente de Queta (Jujuy, NOA),
N° 43-32 -2278, Colección Casanova, Museo Etnográfico Juan
Bautista Ambrosetti, Buenos Aires (Goretti 2012).
MetalchestornamentfromQueta(Jujuy,NorthWesternArgentina),
N° 43-32 -2278, Casanova collection, Museo Etnográfico Juan
Bautista Ambrosetti, Buenos Aires (Goretti 2012).
Figura 18. Panel de arte rupestre grabado en Quebrada de Tambores 2, salar de Atacama (tomado de Núñez et al. 1997: Fig. 7).
Los círculos señalan la representación de posibles pectorales.
Rock art engraving from Quebrada de Tambores 2, Atacama Salt Flat (Núñez et al. 1997: Plate 7). The circles show the represen-
tation of possible chest ornaments.
de la acción. En todo caso, esta cualidad activa
del felino corresponde a un concepto difundido
en un área más amplia y manifestado de acuerdo
con los diferentes patrones de cada estilo; así
es como se conocen representaciones en tubos
y pilones del estilo Circumpuneño en la cuenca
del río Loa (Núñez 1962:Lám. 10b; Lám. 32a;
Oyarzún 1931:Fig.12), en una espátula de Chañaral
(Torres 1986:Plate 143), y otra de Taltal (Núñez
1962:Lám. 11c), en tubos del NOA (Ambrosetti
1908:Fig. 100 y 284) o en cucharas de la tumba
5382 de Coyo Oriente y de la tumba 2789-2792
de Quitor 6 (Berenguer 1986:Figs. 4 y 5). A pesar
de las diferencias estilísticas observadas entre
ejemplares, no cabe duda que en conjunto resultan
clara expresión de una ideología compartida por
los antiguos habitantes del área Circumpuneña, e
incluso más al sur, por los del área Valliserrana en
el NOA, verificándose en la parafernalia atacameña
un vínculo ideológico especial con la cultura La
Aguada, por medio de las mencionadas cucharas,
talladas magistralmente en estilo naturalista.
21. 579Lo propio y lo ajeno. Definición del estilo San Pedro en la parafernalia alucinógena de los oasis…
Consideraciones Finales
En suma, considero que la iconografía del estilo
San Pedro gira en torno a un rito chamánico, cuyos
oficiantes se presentan ataviados con símbolos de
alto rango (pectoral, brazaletes, peinado especial)
y con un tocado que haría referencia a su condición
de ser humano transmutado en felino, mediante el
uso de gorro-capuchón confeccionado de cabezas
desolladas de felino. Como lo señalara Torres,
hablando de tabletas de San Pedro: “…es posible
observar la estrecha relación existente entre el
concepto de felino, la búsqueda de la visión y las
experiencias extáticas facilitadas por el uso de
sustancias alucinógenas” (Torres 1984a:191).
Se han podido establecer asociaciones
contextuales entre el estilo Tiawanaku y el San
Pedro, no así entre los estilos Tiawanaku y
Circumpuneño: en toda la muestra no se verifica
la presencia simultánea en una misma tumba de
tabletas u otros elementos de la parafernalia que
respondan a los cánones de dichos estilos; por el
contrario, la coincidencia Tiawanaku/San Pedro
o San Pedro/Circumpuneño suele darse, lo que
refuerza la idea que se ha planteado de que el estilo
Circumpuneño sería manifestación de un desarrollo
post-Tiawanaku que habría perdurado hasta tiempos
incaicos. Respecto de la presencia conjunta de los
estilos Tiawanaku y San Pedro, podemos referir
los siguientes casos, en donde fueron registradas
sus respectivas parafernalias en un mismo contexto
funerario:
(1) Quitor 6, tumba individual 2742, tableta
Tiawanaku (falcónida incisa plana) con pilón
San Pedro (véanse Figuras 5a y b); el ajuar
contenía además: cerámica Negra Pulida
(forma IV=1, forma XIII=3; una botella con
mascariforme; Tarragó 1976, 1989:319); mazo
de metal enmangado; un arco completo y ocho
astiles (lo cual da cuenta de que el enterrado
era un hombre); un lliptero cerámico; cuatro
cestos decorados; una cabeza de camélido.
(2)Quitor6,tumba2434-2441,tabletalisatrapezoidal
estilo Tiawanaku con pilón San Pedro; el ajuar
contenía además: seis cerámicas Negra Pulida
(cuatro botellones con rostro; Notas Le Paige);
dos morteritos; otro pilón con figura de loro;
tres arcos y astiles; ocho cestos decorados.
(3) Solcor 3, tumba 107, tableta Tiawanaku (calada,
con el Personaje de Nariz Prominente) con pilón
San Pedro (felino trepado sobre humano); el
ajuar contenía además: cerámica “tipo Gris
grueso” y cerámica foránea (vaso queriforme
con asa) (Llagostera et al. 1988:94); arco y
astiles; hacha; tubo inhalador estilo Tiawanaku
con cinta de oro embarrilada; 19 “campanitas”
de metal; cucharillas de madera.
(4) Solcor3,tumba112,tuboytabletalisatrapezoidal
Tiawanaku con tableta lisa rectangular que
tentativamente podríamos asignar al estilo San
Pedro, debido a que el panel superior presenta
horadaciones de antiguas incrustaciones,
práctica poco frecuente en este estilo; el ajuar
contenía además: “dos vasijas ovoides gris
gruesas y fragmento de plato”; arco; hacha de
metal (de acuerdo con los datos entregados
por Llagostera et al. 1988:94); gorro tubular
aterciopelado con mechas anudadas rojas, en
todo semejante al gorro señalado por Oakland
(1992, 1994) como gorro altiplánico (tall red
hat) para la tumba 5382 de Coyo Oriente11. En
parafernalia alucinógena destaca esta tumba por
ser la única del cementerio Solcor 3 que incluye
dos bolsas tejidas a telar con sendos equipos
inhalatorios en el interior, compuestos de tableta,
tubo, cucharilla, bolsa aterciopelada y bolsas
contenedoras de cuero. Una de estas últimas
contenía un polvo que fue sometido a análisis
químico, resultando ser el primero en arrojar
la presencia de “componentes psicoactivos” en
materiales arqueológicos del área surandina.A
su vez, se obtuvieron siete fechados 14C y seis
dataciones en Tl en cerámica de esta tumba,
en un rango que va desde 320 a 910 d.C., lo
cual da un promedio de 780 d.C. (Torres et al.
1991:640).
Las asociaciones contextuales expuestas
anteriormenteestaríanapoyandomiposicióncontraria
a la tesis de que en San Pedro habría existido un
estilo local previo a las influencias tiawanaku
(Llagostera 1995, 2006a; Llagostera et al. 1988).
En mi opinión, la práctica inhalatoria habría llegado
al área atacameña desde tierras altas junto con la
penetración religiosa irradiada desde Tiawanaku.
A pesar de las distintas influencias culturales que
arribaron a la región, la población sampedrina habría
desarrollado un particular estilo en la parafernalia
alucinógena con sus propios cánones visuales y
conceptuales, por medio de los cuales se habrían
manifestado sus creencias religiosas de carácter
22. Helena Horta Tricallotis580
chamánico. Queda así de manifiesto el rol activo
de la sociedad atacameña en cuanto a capacidad de
generar y mantener en el tiempo sus particulares
códigos culturales, tanto en la cerámica, vestimenta
textil y tocados, como en la parafernalia alucinógena.
Agradecimientos. En esta ocasión reciban mi
agradecimiento especial Saúl Cervantes, bibliotecario
del IIAM, por su colaboración constante en mis
búsquedas bibliográficas. De igual manera, debo
mencionar la ayuda de Arturo Torres, Guadalupe
Anza, Jimena Cruz y Macarena Oviedo, de la Unidad
de Colecciones y Conservación del IIAM, quienes
me auxiliaran permanentemente en la ubicación de
piezas de la colección del complejo alucinógeno.
Asimismo, debo agradecer al colega Lautaro Núñez
el haberme facilitado bibliografía antigua que no
había tenido oportunidad de consultar y que resultó de
especial interés para este artículo.Vayan también mis
agradecimientos a Jannice Rojas de la Corporación
Cultural de Calama, quien gentilmente me asistiera
en el estudio de los “capuchones” conservados por
su institución, así como a su padre, Osvaldo Rojas,
miembro fundador del Museo de Historia Natural
y Cultural del Desierto de Atacama, ubicado en
Calama, por darme a conocer la colección del
complejoalucinógenodeLasana;aGustavoEspinosa,
Encargado de Registro del MuseoArqueológico de
San Miguel de Azapa, Arica, por la información
entregada acerca de los ejemplares preservados por
su museo y a Nieves Acevedo, por la búsqueda de
antecedentes del ejemplar de capuchón exhibido en
el Museo Nacional de Historia Natural de Santiago.
Finalmente, no puedo dejar de agradecer la lectura
detenida de este manuscrito que hicieran, por una
parte, los evaluadores anónimos y, por otra, Hermann
Niemeyer,concuyoscomentariosprocedíareplantear
varios puntos de la argumentación de una primera
versión del presente artículo, mejorando ciertos
aspectos claves del mismo.
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Notas
1 Este paradigma se expresa en los escritos de algunos autores
de la época, cuyos planteamientos se basan en la idea de un
“sistema de explotación colonial” por parte de Tiawanaku
en San Pedro de Atacama, el cual se habría mantenido por
medio de una “cuidadosa conducción religiosa” (Núñez
et al. 1975:7). Estos mismos investigadores planteaban la
aparición de “oleadas de un poblamiento vinculado con
el altiplano”, en el marco de un “esquema de expansión
colonial del altiplano que exigió el control de microambientes
marginales” (Núñez et al. 1975:8).
2 De acuerdo con la clasificación estilística e iconográfica que
he llevado a cabo de la colección del complejo alucinógeno
del IIAM, 151 ejemplares (137 tabletas y 14 tubos de
inhalación) corresponden al estilo Tiawanaku (24,7%).
Entre las tabletas adscritas a este estilo contamos con 58 que
exhiben iconografía y 79 lisas trapezoidales, sin imágenes;
estas últimas no presentan figuras talladas o incisas, pero
su formato es tan trapezoidal como el de las tabletas con
imágenes.
3 L.Núñezaplicaen1963laclasificaciónpreviamentepropuesta
por Krapovickas (1908) al material proveniente de San Pedro
de Atacama y el vecino río Loa, estableciendo en su Tipo
II claras influencias Tiawanaku, así como en su Tipo VI a
“creaciones localistas”. Al mismo tiempo, determinó dos
centros de manufacturación (Zona I o San Pedro deAtacama,
y Zona II o Calama-Caspana-Chiuchiu), cada uno de estos
centros con tabletas de distinto formato. Planteaba que en la
Zona I se habrían concentrado “tabletas de mango de sección
planiforme en abanico” (su Tipo II, al cual reconoce como
de influencia Tiawanaku), mientras que en la Zona II sería
mayoritaria la presencia de “labrados tridimensionales”
con recurrentes formas de seres antropomorfos (su Tipo
VI). Aunque este autor no define estilísticamente a los
tallados de la Zona II, establece una diferencia espacial-
geográfica básica para estos dos tipos, punto que ha sido
de gran utilidad en la definición del estilo Circumpuneño
establecida posteriormente por Horta 2012.
4 Por pilón se entiende un instrumento de madera, estrecho y
largo, cuya extremidad superior suele presentar una figura
volumétrica, y la inferior remata en una punta roma o
aguzada; se le asocia a pequeños morteros cilíndricos con
y sin tapa.
5 Algunas de las cucharas de pala ovalada chata provenientes
de entierros de los oasis sampedrinos del período Medio
corresponden a una categoría especial de utensilios, la cual
se diferencia claramente de la categoría de cucharas que
abundan en tiempos posteriores. Tarragó establece que las
cucharas de madera se presentan desde la fase Quitor hasta
la faseYaye (Tarragó 1989:446); igualmente, reconoce como
características del período Medio a “las cucharas talladas
volumétricamente”, consignándolas como parte del “complejo
de rapé” (Tarragó 1989:448). Haciendo una revisión en el
tema, ha sido posible establecer que las figuras talladas en
los remates proximales de algunos de estos implementos
tienen directa relación con escenas del rito de la decapitación,
ya sea porque retratan a figuras humanas con hacha en las
manos (cucharas de la tumba 2157-58 de Quitor 5 y 2869
de Quitor 6), por complejas escenas donde el felino trepa
sobre una figura humana, o en su defecto la flanquea (aquí
se pueden consignar la cuchara de la tumba 2789-92 de
Quitor 6, así como las 5382 y 3935 de Coyo Oriente).
6 En su momento, Llagostera destacó entre las tabletas llamadas
por él “atacameñas”, que estas se caracterizaban por tallar
“representaciones antropomorfas tridimensionales” en dos
variantes; una correspondía a “figura humana sosteniendo
una cabeza zoomórfica o álter ego” y la otra, “figura humana
normal” (Llagostera 1995:58).
7 Aquí hay que mencionar además un fardo completo
proveniente deArica (sin contexto conocido), que actualmente
se encuentra en la exhibición del Museo Nacional de Historia
Natural de Santiago, sobre cuya cabeza tapada por los textiles
del paquete funerario se puede observar un capuchón en
todo semejante a los otros ejemplares de Arica.
8 Es importante referir la presencia de brazaletes encontrados
por Le Paige (1955-1975) en los siguientes contextos
funerarios, algunos de ellos in situ en los cuerpos mismos:
Quitor 5, tumba elite 2047-2076, con un rico ajuar que
incluía entre otros objetos de metal, “dos brazaletes de
cobre finos”; Quitor 5, tumba 3334-3350 (“el 3345 tenía
un brazalete de cobre en el brazo izquierdo y dos anillos
de cobre”); Quitor 6, tumba 2491-2493 (“dos pulseras
de cobre al brazo”); Quitor 6, tumba 2512-2517 (“una
pulsera de cobre macizo” en el brazo de uno de los cuerpos
enterrados); Quitor 6, tumba 2524 (“dos pulseras de cobre
25. 583Lo propio y lo ajeno. Definición del estilo San Pedro en la parafernalia alucinógena de los oasis…
al brazo izquierdo”); Quitor 1, tumba 889 (“un brazalete
de plata, sencilla lámina de plata con dos hoyitos en cada
extremo”); Solor 3, Túmulo Norte, tumba con “cuatro
pulseras de cobre, dos en cada brazo”; Coyo Oriente, tumba
5322-25 (brazo izquierdo de adulto con “brazalete de plata”
y niño con “brazaletes de cobre en cada brazo”). Resulta
sugerente que varios de estos individuos hayan portado
precisamente brazaletes dobles, como se puede apreciar
en las figuras talladas de las tabletas para alucinógenos
(Figuras 5 y 14a y b).
9 El National Museum of American Indian de Nueva York
preserva una importante colección de adornos personales
de oro provenientes de la zona sur-Lipes (Bolivia), entre
los cuales figura un “breast ornament” de 14 cm de largo,
en todo semejante a los ejemplares comentados en el
presente artículo (N° Inv. 15-8261; http://www.nmai.si.edu/
searchcollections/item.aspx?irn=169683&catids=2&coun
try=Bolivia&src=1-3).
10 Aquí es necesario precisar que Berenguer señaló en diferentes
momentos, que las tabletas trapezoidales sin decoración
también podrían ser de estilo Tiawanaku (Berenguer 1993:
Nota 11), ya que poseían “un contorno formalmente similar”
(Berenguer 1998:31), advirtiendo al mismo tiempo, que “la
cantidad de tabletas de San Pedro de Atacama imputables
a una relación con Tiawanaku podría ser harto mayor…”
(Berenguer 1987: Nota 5). Estas tempranas observaciones
no derivaron, sin embargo, en estudios que profundizaran
en el tema de la posible identidad altiplánica de este tipo
de tabletas lisas, hasta el reciente trabajo de Niemeyer
et al. (2013). Este se ha centrado en la investigación
estadística de los atributos morfométricos de 59 tabletas
lisas trapezoidales consideradas por los investigadores
citados como pertenecientes al estilo Tiawanaku.
11 Otros ejemplares idénticos pertenecen a la tumba 37 y 3934
de Coyo Oriente, así como a la tumba 2532 de Quitor 6.
En el registro de gorros del IIAM que se maneja hasta el
momento, estos cuatro ejemplares difieren claramente,
tanto en forma general como en técnica, del tocado local o
atacameño representado por el gorro con corona y casquete
(Agüero 2000), ya que estos son tubulares y se conforman
de una base interior de fibra vegetal trenzada plana, a la cual
se cosía un tejido anillado con mechas rojas exteriores. De
esta manera, se obtenía un tocado relativamente rígido, de
aspecto cilíndrico, cuyo tope –como lo evidencia el único
gorro que conserva el casquete en su forma original: el de
la tumba 3934 de Coyo Oriente– se tejía con “técnica de
anudado con diseño por textura y volumen, en color crudo”
(Morales 2012).