Los anfibios se caracterizan por tener cuatro extremidades, respirar a través de la piel y reproducirse en el agua. Se dividen en anuros, como sapos y ranas que carecen de cola y saltan con sus patas traseras más largas, y urodelos como tritones y salamandras que poseen cola y cuatro patas iguales. Algunos urodelos respiran solo a través de la piel mientras que otros desarrollan pulmones o mantienen branquias a lo largo de su vida.