Las sales se forman por la unión iónica entre metales y no metales, lo que da como resultado enlaces eléctricos fuertes entre los iones. Esto hace que las sales sean sustancias duras y frágiles que no conducen electricidad ni calor y requieren altas temperaturas para fundirse. Las sales se disuelven en agua cuando los iones se separan debido a la atracción entre las partes cargadas de la molécula de agua y los iones de la sal.