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Jean-Claude_Glroud -
eB         Louls Panier
59        CADIR - LVON




     Semiótica
           Una práctica
     de lectura y de análisis
      de los textos bíblicos




            EDITORIAL VERBO DIVINO
             Avda. de Pamplona, 41
        31200 ESTELLA (Navarra) - España
                     1988
Diez años después ... ¡otro CUADERNO BÍBLICO sobre el análisis
    estructural! A comienzos de 1978, en el cuaderno 14, se presentaba una
    Iniciación al análisis estructural. Algunos lectores se sintieron algo
    desconcertados por aquel lenguaje nuevo; otros pudieron informarse de
    una manera nueva de estudiar los textos bíblicos; otros, finalmente,
    pudieron entrar en esta nueva práctica y encontraron no pocas sorpresas
    en esta aventura.
         No se trata ahora de editar de nuevo, sin más ni más, aquel viejo
    cuaderno. En diez años ha evolucionado el «análisis estructurah; ahora
    se le llama SEMIÓTICA, es decir, teoría de la significación, estudio del
    sentido. Las intuiciones de base de la teoría son las mismas, pero los
    procedimientos se han hecho más precisos, la terminología (que chocaba
    a muchos lectores) se ha simplificado... En resumen, el análisis semiótico
    se ha convertido sin duda en una práctica de lectura integral. Para mu-
    chos de los que se han lanzado a él ha supuesto una gran ayuda en la
    aproximación a los textos bíblicos. Se trata de un terreno nuevo de las
    ciencias bíblicas, que podría seguir renovando muchas cuestiones de exé-
    gesis.
        Desde hace diez años, el análisis semiótico se ha practicado en muchos
    lugares, en grupos de lectura bíblica muy distintos o en centros de inves-
    tigación con una vocación más universitaria. El presente cuaderno quiere
    hacerse eco de estas experiencias, de este «arte de leer» que se ha ido
    forjando poco a poco.
         Los redactores de este cuaderno, Jean-Claude GIROUD y Louis PA-
    NIER, participan de las actividades del Centro para el Análisis del Dis-
    curso Religioso (CADIR), del Instituto Católico de Lyon.
                                                          Philippe GRUSON
4
INTRODUCCION
    Este cuaderno es ante todo la presentación de una                    observar. Aquí se seguirá ante todo la teoría científica
práctica de análisis aplicado a textos bíblicos muy dife-                inspirada en 105 trabajos de A. J. Greimas.
rentes; el primero se presenta inicialmente como un                          Ciertamente, no hay que comenzar la lectura de este
relato; se trata de «la parábola de los obreros de la                    cuaderno por estas páginas téoricas, que suponen ha-
viña» en el evangelio de Mateo (c. 20); para el segundo                  ber leído antes 105 análisis de 105 dos textos. Este resu-
texto, «la parábola de los viñadores asesinos», en el                    men teórico es un «memorandum» para 105 que practi-
evangelio de Marcos (c. 12), proponemos como «ejerci-                    quen el análisis.
cio práctico» un rápido recorrido de las principales eta-
pas del análisis; el tercer texto no está clasificado habi-                  Al final del cuaderno añadimos dos íNDICES que pre-
tualmente entre 105 relatos; se trata del «himno a la                    sentan 105 términos técnicos de la semiótica:
caridad» en la primera carta a 105 corintios (c. 13). Tres                   • el primero, alfabético (p. 64), recoge las nocio-
textos muy distintos, cuyo análisis describiremos deta-                  nes que se han presentado en 105 comentarios adiciona-
lladamente para mostrar el uso práctico de 105 princi-                   les, que van puntuando 105 análisis del texto y en la
pios y de 105 «instrumentos» del análisis semiótico. Es-                 parte teórica; se trata, por tanto, de 105 términos útiles
tos tres análisis podrán leerse por sí mismos, como pro-                 para hacer un análisis;
posiciones de lectura que ilustran lo que puede hacer la                     • el segundo índice (p. 66) presenta 105 términos
semiótica cuando se aplica a un texto bíblico. Pero tam-                 indispensables de la teoría semiótica, y remite a las
lJ,'é.?   se puede.? toma.. co,w '('é'jie,rc,it;,ios.>' q¿oe ,intentan   páginas en donde se exp(ican a partir de su uso en er
comprender, a partir de las explicaciones dadas, cómo                    análisis y a partir de su significación en la teoría.
procede la semiótica para analizar un texto.
    Los principales términos técnicos de la semiótica                        No hay «recetas» para el análisis semiótico; cada
(es preciso que haya algunos) se explican, adicional-                    texto es un descubrimiento nuevo y necesita un proceso
mente, a lo largo de 105 análisis. No es muy difícil                     de aproximación original, pero siempre a partir de la
aprender el vocabulario de la semiótica y su teoría, pero                observación de 105 elementos constitutivos del texto,
la práctica es más bien cuestión de experiencia y de un                  proponiendo hipótesis sobre la organización de la signi-
poco de maña.                                                            ficación (formuladas de la manera más rigurosa posible,
    No habrá mucha «teoría» en este cuaderno, yevita-                    apelando a 105 elementos y a 105 modelos de la teoría),
remos la «jerga»; intentaremos, a base de ejemplos,                      y procediendo a una verificación de esta hipótesis sobre
mostrar cómo hay que moverse al hacer un análisis se-                    el texto mismo. La semiótica se presenta así como una
miótico, cuáles son 105 (<instrumentos» necesarios. Pre-                 lectura de 105 textos atenta y controlada.
sentaremos rápidamente la teoría semiótica (p. 46-54)                         Leer equivale a «trabajar» con el texto; a este tra-
de forma un tanto «densa», pero completa. En pocas                       bajo es al que invitamos a nuestros lectores, para que
páginas señalaremos sus postulados básicos, 105 prin-                    comiencen así su aprendizaje. Al final del cuaderno se
cipales niveles del texto que considera el análisis, 105                 darán algunos «consejos prácticos».
principales dispositivos de la significación que hay que


                                                                                                                                 5
DE LA LECTURA AL ANALI8IS

                            LA SEMIOTICA APLICADA
                             A LOS TEXTOS BIBLICOS

                      1. LEER                                      - lectura atenta: se trata de leer todo el texto hasta
                                                               en sus menores detalles, ya que es la significación del
     La semiótica no es bíblica; es una ciencia dedicada       texto lo que se trata de observar y de leer;
al estudio de los sistemas de significación. Por este              - lectura controlada: cualquier hipótesis de lectura
título, se interesa por las literaturas, y consiguiente-       tiene que formularse con rigor y la teoría semiótica in-
mente por los textos escritos, independientemente de           terviene como una «regla de juego» que favorece la bús-
su vinculación a talo cual cultura, a talo cual período        queda y el intercambio. Por otra parte, toda proposición
de la historia, a talo cual área geográfica.                   de lectura tiene que verificarse en el propio texto. La
     Para el análisis semiótico, el terreno bíblico es un      lectura que construye el lector se ve así «controlada))
campo posible de estudio, una especie de subconjunto           por la regla de la teoría y por el texto; el lector puede de
del conjunto «literatura». Presenta, al parecer, un gran       alguna manera observarse en plan de leer.
interés: por la variedad de formas discursivas que revis-
te, enriquece la descripción; por las cuestiones particu-
lares que plantea, permite a veces afinar la teoría ...
     Para nosotros, lectores de la biblia, la semiótica es               2. LAS CONDICIONES
un instrumento de trabajo valioso. Aunque sigamos con              Realizar una lectura coherente: tal es nuestro objeti-
rigor (¡y hay que hacerlo así!) el proceso teorizado por la    vo. Pero ¿en qué condiciones, o también, con qué pre-
semiótica, nuestro proyecto no es en primer lugar inten-       supuestos vamos a abordar y observar los textos bíbli-
tar una descripción científica y exhaustiva del «corpus»       cos? Sin entrar en una reflexión teórica sobre el conoci-
bíblico, sino más bien realizar sobre los textos bíblicos      miento para evaluar las bases y el alcance de nuestra
un trabajo de lectura inteligente. Ypuesto que es cien-        aproximación, recordemos algunos postulados o princi-
cia de la significación, la semiótica sirve a este trabajo y   pios que sirven de fundamento a la semiótica.
hace posible una lectura atenta y controlada:
     - trabajo de lectura: pues se trata de interpretar y
de organizar las informaciones que ofrece el texto y no
                                                               La autonomía del lenguaje
de acumular los conocimientos a propósito del texto o              Se trata de lo que se llama el principio de inmanen-
 de lo que él evoca en el lector;                              cia. El objeto del estudio semiótico es la forma del con-

6
tenido (o del código que preside a la emergencia de la             Para valorar esta red organizada (este sistema), nos
significación); por eso hay que excluir todo recurso a los     dedicaremos a medir, con los instrumentos del análisis
hechos extralinguísticos. Por tanto, conviene observar         semiótico, los desniveles y las diferencias. Todos los
el texto (todo el texto, pero nada más que el texto) para      procedimientos semióticos se derivan de este postula-
dar cuenta de las condiciones internas de la significa-        do: se trata siempre de observar y de medir las diferen-
ción. Semejante principio implica algunas actitudes.           cias que resultan pertinentes para la significación. Leer
                                                               es entrar en el juego de las diferencias significantes de
      - La resistencia a lo //verosímil»                       un texto.
     Considerar el texto en sí mismo nos invita a resistir a
ciertos hábitos de reconstrucción y de representación.
En función de nuestros conocimientos (que son siempre                3. EL FUNCIONAMIENTO
muy importantes), a partir de lo que presentimos y espe-
ramos, con los datos de la historia o de la psicología,              De estos principios se deriva una manera de abordar
intentamos reconstruir «verosímilmente» la escena o di-         los textos y de emprender la lectura. En efecto, vamos a
rigirnos hacia la «referencia)), es decir, hacia el mundo       utilizar algunos modelos concebidos por la teoría se-
al que nos remite el texto y que es posible confirmar con       miótica y propuestos por ella en función de las produc-
los datos de la geografía y de la historia. El texto tiene,     ciones que intenta explicar. Pero la utilización de estos
desde luego, una función representativa, pero lo que            modelos no se ofrece con unas «normas de empleo))
buscamos es su originalidad, su singularidad y no su            infalibles e inmutables.
conformidad con lo que ya sabemos. Leer es también                   Nuestra lectura tiene que ser reflexión y construc-
dejarnos desinstalar por el texto.                              ción. Por consiguiente, no se trata de hacer una opera-
                                                               ción de «etiquetaje)), para decir en términos eruditos lo
     - Un texto: micro-universo de sentido                     que el texto dice con claridad. Tampoco se trata de en-
    Examinar un texto según los procedimientos de la           contrar, sin fallo alguno, el modelo conocido y previsto
semiótica nos lleva a considerarlo como un universo            por la teoría. Se trata más bien de ver cómo produce
particular de significación. Habla, evidentemente, del         sentido un texto particular, con los datos del modelo
mundo (por su función referencial), pero ofrece también        teórico. Los datos de los modelos utilizados son por
un mundo particular que visitar y recorrer, un mundo           tanto unos «instrumentos)), unos aparatos de medida
organizado por descubrir y contemplar. Leer es también         que poseemos para dirigirnos hacia el texto. No están
entrar en un «(mundo posible)).                                ocultos en el texto para que nosotros los descubramos
                                                               allí.
El principio estructural                                             De este modo es como invitamos a los lectores a un
    La semiótica se ha definido a partir del marco de la       comportamiento de tipo científico, a una manera de
Iinguística estructural que se basa en el principio de         obrar que parte de la observación, propone unas hipóte-
estructura, según el cual no hay sentido más que en la         sis y realiza algunas verificaciones.
diferencia y por medio de la diferencia. Esto significa              La observación, llevada a cabo con los instrumentos
que concederemos la prioridad a las relaciones y no a          del análisis semiótico, sobre el texto, pone de relieve lo
los elementos; intentaremos construir la red de relacio-       que lo constituye, una manera de relacionar las signifi-
nes (la forma del contenido) a partir de la cual se cons-      caciones, las relaciones posibles que se dan bajo la
truye el sentido del texto que leemos.                         cobertura de las palabras...
                                                                                                                       7
• Unas hipótesis, a partir de los datos proporciona-     mente con los procedimientos del método. Para noso-
dos por la teoría, propuestas entonces para describir         tros, lectores de textos bíblicos, se trata de utilizar de la
con rigor y coherencia la organización de la significa-       mejor manera posible los procedimientos del método
ción.                                                         con la finalidad de entrar en el dispositivo de la signifi-
     • Unas verificaciones hechas a continuación, sobre       cación del texto. Mas sabemos que, al entrar así, quizá
el propio texto, para consolidar las hipótesis, reajustar-    llegue a alcanzarnos una palabra.
las y afinar la observación.                                      Pero hay que aceptar no saber de antemano lo que el
     En este continuo ir y venir, entre el texto leído y la   texto dice, aceptar que resista a nuestro deseo de saber
organización que intentamos darle, es donde se lleva a        y de encontrarnos en él, para descubrir finalmente esa
cabo el «trabajo» de la lectura. Leer es entrar en este       palabra que se nos ha dirigido, en el propio texto, pero
trabajo que actualiza la relación entre el texto y su lec-    más acá o más allá de lo que nosotros pensábamos
tor.                                                          saber a propósito de él.
                                                                  Hacer semiótica es aceptar esta aventura, este jue-
                                                              go con el texto que muchas veces «desconcierta», saca
                                                              fuera de los caminos trillados y de las interpretaciones
                4. ENTENDER                                   recibidas y hace descubrir, por el sendero de la lectura,
   Para la semiótica, todo texto es ante todo un objeto       no pocas huellas de la «palabra»
de estudio, un objeto que hay que construir paciente-




8
LA PARABOLA DE LOS
OBREROS DE LA VIÑA
                                                            Mt 20, 1·15


      1 El reinado de Dios se parece a un propietario que salió al amanecer
a contratar jornaleros para su viña. 2 DesRués de ajustarse con ellos en el
jornal de costumbre, los mandó a la viña. Salió otra vez a la hora tercia,
vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo 4 les dijo: «Id también
vosotros a mi viña y os pagaré lo que es justo». 1Ellos fueron. Salió de
nuevo hacia la hora sexta y hacia la hora nona e hizo lo mismo. 6 Saliendo.
hacia la hora undécima, vio a otros parados y les dijo: «¿Cómo es que
estáis aquí el día entero sin trabajar?» 7 Le respondieron: «Nadie nos ha
contratado», Elles dijo: «Id también vosotros a la viña». 8 Cuando oscu-
reció, dijo el dueño de la viña a su encargado: «Llama a los jornaleros y
págales el jornal, empezando por'los últimos y acabando por los prime-
ros». 9 Llegaron los de la hora undécima y cobraron cada uno el jornal
entero. 10 Al llegar los primeros, pensaban que les darían más, pero
también ellos cobraron el mismo jornal por cabeza. 11 Al recibirlo, se
pusieron a protestar contra el propietario: 12 «Estos últimos han trabaja-
do sólo una hora y los has tratado igual ~ue a nosotros, que hemos
cargado con el peso del día y el bochorno». 3 El repuso a uno de ellos:
«Amig0t' no te hago ninguna injusticia. ¿No te ajustaste conmigo en ese
jornal? 4 Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último lo mismo que-a
ti. 15 ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos?;
¿o ves tú con malos ojos que yo sea generoso?». 16 Así es como los últimos
serán primeros y los primeros últimos.
                                                                         9
Este texto narra una historia relacionada con el de-         respuesta única, válida en todas partes y para cual-
bate suscitado por Pedro sobre «lo que les va a tocar a          quier texto. La teoría semiótica define cierto número
los que lo han dejado tOOoll (19, 27).                           de pistas que conviene no perder de vista cuando es
    El relato es introducido por una comparación: ((El           preciso evaluar el funcionamiento del sentido en un
reinado de Dios se parece a ... )l. Este relato parabólico       texto:
se presenta, pues, como una especie de definición o de               - los niveles de estructuración de la significa-
ilustración del reino de los cielos. Termina con la afir-        ción;
mación: «Así es como los últimos serán primeros y los                - en el interior de esos niveles, algunos elemen-
primeros últimosll.                                              tos de organización, como:
    Para ilustrar los procedimientos del análisis semióti-           • las fases de la secuencia narrativa;
co, observaremos esencialmente el relato-parábola. Se                • los principios de organización de las figuras
trata de evaluar el funcionamiento de la significación de               (espacio, tiempo, actores);
este pequeño relato y captar así su coherencia. Intenta-
mos dar una representación de la forma del contenido                 - la regla de las relaciones: hay que poder esta-
de este texto, considerado como un micro-universo se-            blecer algunas «relaciones» entre los elementos
mántico.                                                         destacados por el análisis (todas estas pistas se de-
                                                                 sarrollan en nuestra presentación de la teoría semió-
                                                                 tica: p. 46).
          Hablar de micro-universo semántico es conside-             Estas son otras tantas balizas que permiten la
     rar el texto como un todo de significación. Sobre este      navegación del análisis. Pero para navegar, también
     todo de significación, el análisis intenta describir la      ~ 'jYi~i,'&O t'e'i'te'i 'e'i', v~t..Q ~, w,~ ~, 'j"j',Q'i •••', 'e'i',
      forma del contenido, es decir, la organización es-          otras palabras, cada texto puede, según sus propias
     tructural que es la única que permite al contenido           características, inducir la forma como conviene abor-
      manifestarse. Estos términos remiten a los dos prin-        darlo.
      cipales postulados de la semiótica. Nuestro análisis
      intentará mostrar aquí cómo se llega a esta descrip-         En este relato-parábola comenzaremos con la obser-
      ción.                                                    vación del componente discursivo. Este componente
          ¿Por dónde comenzar? Siempre es ésta la cues-        nos invita a examinar la manera como este texto dispo-
      tión que surge cuando se propone el análisis de un       ne y describe a los actores, en los diversos espacios y
      texto. Pero quizá no haya para esta pregunta una         tiempos.




                 1. Análisis del componente discursivo
    Este relato de Mateo 20 se presenta ante todo como                El componente discursivo está estructurado en
la historia de unas relaciones entre diversos perso-              torno a tres ejes que canalizan o regulan la multitud
najes. ¿Cómo están construidas estas relaciones? Por              de las figuras. No se trata de una interpretación, sino
esta cuestión es por donde comienza nuestro análisis.             de una regulación (lo mismo que se mide un consu-

10
mo de agua). Estos tres ejes son la actorialización,        lió de un lugar para ir al sitio en donde se encontraban
   la espacialización y la temporalización. Así el discur-     los obreros esperando ser contratados, y los envía a su
   so va tomando forma en torno a unos actores, unos           viña. El espacio se va a organizar esencialmente alrede-
   lugares y unos tiempos. Intentando comprender có-           dor de estos dos polos: el del contrato en la «plaza)) (v.
   mo se organizan los actores, los lugares y los tiem-        3) y el del trabajo en la «viña)).
   pos, o examinando cómo están dispuestos, en unos
   tiempos y en unos lugares definidos, unos actores,                 Así, desde las primeras líneas del texto, se ela-
   entramos en el análisis discursivo. Puede verse en la          bora una primera situación discursiva, definida como
   exposición teórica una definición del componente               la posición de los actores, en un lugar concreto y en
   discursivo (véase p. 48).                                      un tiempo determinado.

                                                               Versículo 2
         ACTORES, TIEMPOS, ESPACIOS                                Después de ajustarse con ellos en el jornal de cos-
                                                               tumbre, los mandó a la viña.
Versículo 1                                                        Se precisa la relación entre los actores: se estable-
                                                               ce una especie de contrato laboral sobre la base de un
     El reinado de Dios se parece a un propietario que         denario (el jornal de costumbre) para la jornada. Se tra-
salió al amanecer a contratar jornaleros para su viña.         ta de un acuerdo entre contratante y empleado. Todo
     El relato comienza con la entrada en escena de un         esto afina las figuras de los actores: el patrono que
actor: «un propietario)) definido enseguida por la activi-     propone un contrato y el empleado que es «contratado)).
dad que a'esarrUl'(a: C0l10atar j'omal'erospara S(f~Útd. h'e   Vuelve a definirse la viña tomo ellugar de trabajo.
aquí, descrita por un dispositivo figurativo, una relación
entre unos actores: un propietario de tierras (aquí, una              Observemos que, en el conjunto de figurativos po-
viña) por un lado, y unos obreros que contratar por otro.         sibles, a medida que avanza el discurso, selecciona
Los primeros elementos del «decorado» se ponen así de             ciertos «recorridos flgurativosll. La viña no aparece
relieve con estas figuras de actores. Sólo se dice lo             aquí más que como un lugar de trabajo para los obre-
menos posible de lo que habrá de ser esa relación entre           ros y una propiedad para el hombre en busca de
los actores: el contrato o la relación entre patrono y            empleados. No se dice nada sobre el tipo de trabajo
empleado. En todo caso, el texto no dice nada sobre la            que hay que realizar: poda, vendimia, limpieza... Un
coyuntura económica de esta relación: paro forzoso o              poco más tarde, volveremos sobre estos datos.
pleno empleo.
     También se señala una indicación de tiempo. Toma-         Versículos 3·5
rá toda su importancia cuando se la vincule a otras indi-          Salió otra vez a la hora tercia, vio a otros que esta-
caciones que intervendrán a continuación: «al amane-           ban en la plaza sin trabajo y les dijo: It/d también voso-
cer)) o «muy de mañana)). Por tanto, se señala el co-          tros a mi viña y os pagaré lo que es justo». Y ellos
mienzo de una jornada cuyo desarrollo irá presentando          fueron. Salió de nuevo hacia la hora sexta y hacia la
el texto.                                                      hora nona e hizo lo mismo.
     En cuanto a los lugares, se presentan de antemano             Aparece una nueva situación discursiva, muy pareci-
en el enunciado de un desplazamiento: ese hombre sa-           da -subrayémoslo cuanto antes-- a la anterior.
                                                                                                                      11
Si se llama «situación dlscursivall a una cierta     ciado. Pero todo texto enunciado presupone una ins-
     combinación de actores, tiempos, espacios, o a la        tancia que lo produce: la enunciación. En semiótica,
     posición de unos actores en un tiempo (t1) determi-      la enunciación no corresponde al contexto psicológi-
     nado y en un lugar (11) concreto, basta con modificar    co o histórico de la producción del texto, sjno a una
     cualquiera de estos elementos de actores, tiempos o      instancia lingüística lógicamente presupuesta por el
     lugares para cambiar la situación discursiva. Pode-      enunciado. En los textos realizados se encontrarán
     mos comparar esto con las escenas del teatro: cada       huellas, marcas o señales (representaciones) de es-
     vez que entra en escena un nuevo actor, cada vez         ta instancia. Así, la manera de presentar las cosas
     que varía una indicación de lugar o de tiempo, se        en un relato, o los puntos de vista adoptados para
     obtiene una nueva escena.                                describir los sucesos, determinarán lo que se llama
    ¿Qué es lo que cambia o se modifica en este pa-           la enunciación enunciada o la manera como se re-
saje? En primer lugar, el tiempo: después del amane-          presenta la enunciación en el enunciado. Se llamará
cer, la hora tercia, la hora sexta y la hora nona (la media   enunciación referida a la organización dentro del
mañana, el mediodía y la media tarde); el tiempo se           enunciado de una relación de comunicación entre
organiza por la sucesión de las horas: comienzo, 3.·          unos interlocutores.
hora, 6.0 hora, 9.· hora: aparece un ritmo, las activida-          Al comenzar este punto de nuestro análisis, con-
des de los actores se sitúan en unos intervalos regula-       viene hacer dos observaciones:
res de horario.                                                    1) A medida que vamos avanzando en el texto y
    En segundo lugar, los actores; uno de ellos perma-        en la indicación de las situaciones discursivas, po-
nece en la misma dimensión figurativa: el propietario         demos registrar algunas diferencias, en nombre del
que vuelve a intervalos regulares para contratar jornale-     principio estructural que guía toda nuestra reflexión.
ros; sale, ve a la gente que busca trabajo, les habla para    Estas diferencias deben destacarse con cuidado,
proponerles un contrato o prometerles un salario. Los         aunque no sepamos todavía si son las más pertinen-
otros actores son un poco diferentes, aunque se pare-         tes para el micro-universo de significación de este
cen a los actores de la situación precendente: están sin      texto particular. Por tanto, hemos de registrarlas pa-
trabajo yesperan ser contratados; el lugar es también la      ra recogerlas más tarde en el examen de la relación
plaza; respecto al tiempo, están claramente situados en        «figurativo I temático)) (cf. infra, p. 17).
la hora tercia, sexta y nona. La relación que se estable-          2) En el análisis se tiene a veces la impresión de
ce entre estas dos categorías de actores se presenta          que «todo viene a la vez», o mejor dicho, que el texto
como distinta de la anterior. El texto pone expresamente      nos da una cantidad de informaciones, sin que sepa-
atención en la mediación de la mirada y de la palabra:        mos bien cómo registrarlas. Entonces hay que saber
«vio y dijo», y es en el interior del discurso (se hablará    tener paciencia ... ; en el examen de los vínculos es-
aquí de una «enunciación referida») donde aparecen los        tablecidos por el texto entre todas esas figuras que
datos de la proposición y los términos que esbozan un         se han ido descubriendo poco a poco es como se
contrato de trabajo: «os pagaré lo que es justO», mien-       percibirá el valor de significación que tienen; y tam-
tras que en la relación con los primeros contratados          bién en el juego de los programas narrativos se verá
sólo se indica el resultado: «después de ajustarse... ,       cómo se han situado en el relato (cf. infra, p. 20). Se
los mandó».                                                   puede imaginar ciertamente a un analista entrenado

I       Se considera el texto realizado como un enuncia-
    do yse intenta analizar la organización de este enun-
                                                              para hacer simultáneamente las operaciones de des-
                                                              ciframiento de las figuras y de evaluación de sus

12
valores y relaciones, pero incluso en ese caso no         entero sin trabajar?ll. Le respondieron: IINadie nos ha
    debe evitarse el lento y paciente trabajo de lectura y    contratado 11. Elles dijo: Illd también vosotros a la viña».
I   relectura.                                                     La situación discursiva que se presenta en este ver-
                                                              sículo se parece también a las precedentes. En efecto,
     Finalmente, el espacio: aquí se indica mediante el
juego de los desplazamientos. La salida del propietario,      la distribución de los espacios es semejante y la opera-
los desplazamientos de los jornaleros contratados, la         ción contractual es igualmente representativa de las re-
plaza en donde se encontraban hasta entonces «sin tra-        laciones que se establecen entre los actores. El tiempo
bajo», todo esto refuerza la distribución del espacio en      sigue apareciendo en su dimensión de sucesividad. Po-
dos polos: la plaza y la viña.                                dríamos ciertamente contentarnos con estos aspectos y
                                                              proseguir nuestra lectura, obligados para ello por las
     Aunque en esta situación discursiva muchos de los        leyes de la narración que nos invitan a buscar lo que
elementos son bastante parecidos a los que había en la        ocurre con todas estas personas contratadas. Pero con-
primera, hay que señalar las nuevas indicaciones que se       viene resistir a este imperativo para entretenernos en el
 dan. La organización del tiempo marcado por la repeti-       dispositivo figurativo de esta escena y valorar los nue-
 ción de acciones idénticas a intervalos regulares nos        vos datos que nos proporcionan los «toques» del discur-
 lleva a reconsiderar la primera acción como la que inau-     so (es decir, las figuras del discurso).
 guraba una serie: «al amanecer, a la hora tercia, a la
 hora sexta, a la hora nona». Las relaciones entre acto-           «Hacia la hora undécima»: los versículos anteriores
 res también están bien señaladas: el contrato inicial se     habían introducido claramente en el desplazamiento de
 «personaliza» un poco; presentado al principio como un       la serie un ritmo (3, 6, 9); el 11, aunque se inscribe en
 contrato laboral con las condiciones financieras que su-     la sucesión, señala un pequeño desnivel respecto al
 pone, se convierte en objeto de una propuesta del pro-       ritmo en que nos había instalado el discurso. Este últi-
 pietario que contrata, cuando se generaliza en sus con-      mo intervalo no está en conformidad con los intervalos
 diciones: «lo que es justo» y no ya «un denario» (el         anteriores.
 jornal de costumbre). Recordemos igualmente que el                Las relaciones entre los actores están también des-
 primer contrato se presenta de forma impersonal (no          critas de una manera algo diferente. Hay primero una
 hay una escenificación -o sea, una organización en fi-       interpelación del propietario: «¿Cómo es que estáis
 guras-, ni unas miradas o discursos de intercambio),         aquí el día entero sin trabajar?», y se entabla un peque-
 mientras que el contrato siguiente, inscrito en la serie     ño diálogo entre los participantes. La respuesta de los
 regular, está vinculado a las figuras de la mirada y de la   jornaleros en la plaza es una constante: «Nadie nos ha
 palabra.                                                     contratado», no se ha presentado ningún contratador.
                                                              En el interior del diálogo podemos señalar también que
        Se constata aquí una diferencia bastante signifi-
                                                              aparece una señal de tiempo: «Estáis aquí el día entero
    cativa entre el contrato inicial y el contrato de los
                                                              sin trabajar». El día entero: se capta el tiempo en su
    obreros de la 3.', la 6.' y la 9.' hora. El trabajo del
                                                              globalidad, sin descomponerlo en intervalos. Pero esta
    análisis consiste en señalar bien las diferencias y los
                                                               indicación puede relacionarse con la que inauguraba
    parecidos en el desarrollo figurativo del texto.
                                                              esta escena: la hora 11.". En efecto, en el diálogo de los
                                                               actores, se percibe la jornada como acabada y la pregun-
Versículos 6·7                                                 ta del dueño de la viña y la respuesta de las personas a
   Saliendo hacia la hora undécima, encontró a otros           las que se dirige manifiestan esta constatación: se aca-
parados y les dijo: «¿Cómo es que estáis aquí el día           ba una jornada, sin trabajo para los que estaban allí.

                                                                                                                      13
En estas nuevas disposiciones figurativas ocupa su        «contratista» y el «pagador». Volveremos a encontrar-
sitio el envío del propietario: «Id también vosotros a la      nos con estos datos en el análisis narrativo. En todo
viña». La formulación es parecida a la que teníamos            caso, más que la posibilidad de recoger estas indicacio-
anteriormente en el v. 4. Pero está sola. No se indica         nes sobre un mismo personaje (en una reconstrucción
esta vez nada sobre el contrato laboral y la remunera-         plausible), son las variaciones figurativas y lo que éstas
ción posible. No hay más que el envío. Llevados por la         señalan para los valores de significación lo que nos
preocupación de una reconstrucción verosímil del episo-        interesa.
dio, podríamos pensar que el contrato laboral y la pro-            En fin, el discurso del patrono al encargado no es
mesa de un salario son algo lógico. Hay que resistir           simplemente una invitación para que distribuya el sala-
también a este movimiento yconstatar esta ausencia de          rio, sino que indica además cómo ha de hacerse esta
contrato de trabajo, para observar, por el contrario, lo       distribución: de los últimos a los primeros. Hay, pues,
que el texto ha escenificado con tanto cuidado: se aca-        una reorganización de la disposición de los actores. La
ba la jornada y no hay nadie que contrate a estos últi-
                                                               sucesión de contratos había establecido un orden; la
mos parados.                                                   proposición del patrono reorganiza este orden repartien-
                                                               do a los obreros en dos categorías solamente: (dos pri-
Versículo 8                                                    meros contratados» y los «últimos contratados», preci-
    Cuando oscureció, dijo el dueño de la viña a su en-        sando en qué sentido conviene efectuar la remunera-
cargado: «Llama a los jornaleros y págales el jornal,          ción.
empezando por los últimos y acabando por los prime-
ros».                                                          Versículos 9·10
    «Cuando oscureció»: esta indicación de tiempo mar-            Llegaron los de la hora undécima y cobraron cada
ca el enunciado de una nueva situación discursiva. Todo        uno el jornal entero. Al llegar los primeros, pensaban
lo que sigue en el texto -hasta el final- está situado         que les darían más, pero también ellos cobraron el mis-
bajo esta indicación temporal. Se articula igualmente          mo jornal por cabeza.
con la indicación que se daba al comienzo: «al amane-
cer». Llega ahora el final, el último punto de la sucesión         El texto indica a continuación el desarrollo de la ac-
del tiempo.                                                    ción que acaba de anunciarse: «los de la hora 11.a» -los
    Interviene un nuevo actor: el «encargado», a quien el      últimos- reciben un denario. Todo es posible, porque no
dueño de la viña encomienda la tarea de retribuir y de         se había pactado nada.
distribuir el salario. Hasta aquí, la relación entre el pro-       Los actores que se habían definido como los prime-
pietario y los jornaleros era directa; aquí, para la entre-    ros entran a su vez en escena. Yel texto pone en parale-
ga del jornal, se da la mediación de un nuevo actor, el        lo lo que ellos «pensaban» y lo que se hizo. Esperaban
encargado.                                                     algo más, pero no lo obtuvieron.
    Notemos además que la forma de designar al amo                 Aquí no aparecen indicaciones de lugar. Son más
se ha modificado un poco: el patrono que contrata es           bien los actores los que, ocupando la escena discursiva,
«un propietario», mientras que el que ordena pagar el          organizan el espacio: los últimos y luego los primeros.
salario es designado como «el dueño de la viña». Se            En efecto, a partir de aquel momento, los actores se
trata sin duda del mismo personaje, pero estas peque-          convierten en los polos de la comunicación y asumen de
ñas variaciones figurativas permiten distinguir entre el       algún modo las figuras del espacio.
14
Versículos 11·12                                              Versículos 13·15
    Al recibirlo, se pusieron a protestar contra el propie-       El repuso a uno de ellos: «Amigo, no te hago ninguna
tario: «Estos últimos han trabajado sólo una hora y los       injusticia. ¿No te ajustaste conmigo en ese jornal? To-
has tratado igual que a nosotros, que hemos cargado           ma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último lo mismo
con el peso del día y el bochornoll.                          que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que
    Las relaciones entre 105 actores pasan ahora por la       quiera en mis asuntos?; ¿o ves tú con malos ojos que yo
palabra, pero conviene señalar cómo están figurados           sea generoso?ll.
estos intercambios verbales: primero se trata de «pro-             Se precisa en primer lugar la relación entre 105 acto-
testar», es decir, palabras agresivas pero poco directas,     res. A la crítica se opone la réplica clara del patrono. Y
emitidas en sordina, suficientemente claras y articula-       la dirige a uno de ellos: esta vez la actividad verbal se
das porque se oyen, pero no lo suficiente para aparecer       define como un acto de comunicación dirigido a al-
como un acto de comunicación real. Esa murmuración            guien. Es una relación personalizada, una interlocución.
es un reproche.
    y este reproche recae sobre la relación entre el tiem-         Además, las reflexiones que le hace el patrono co-
 po de trabajo y el jornal recibido. «Una hora» de tra-       mienzan por la interpelación «amigo)). Se trata de una
 bajo, la última del día, para 105 últimos contratados;       personalización de la relación que aquí se figura; la
 «todo el día» con la fatiga, el bochorno y el peso del día   relación intenta ser singular, amigable quizá, interper-
 en su totalidad, para los primeros contratados. Para         sonal desde luego.
 unos, poco tiempo y poco trabajo, nada de cansancio y             A la reivindicación que hacía aparecer como injusta
 ningún esfuerzo; para otros, todo el tiempo de trabajo y     la igualdad de trato en nombre de un principio según el
toda la fatiga. «Casi nada)) en un caso; «todo)), en el       cua( «uno debe recibir más que (os que flan traoajado
otro. Yeste desnivel, esta diferencia no se mantiene en       menos)), el patrono recuerda el derecho y los términos
la retribución.                                               del contrato inicial: (<nos ajustamos en un denario)). El
    La posición que aquí se construye, de 105 «primeros       discurso podría terminar aquí; el relato podría acabar
contratados» frente al «patrono)), guarda cierto parecido     con este recuerdo de las condiciones iniciales, pero pro-
con la posición del «hijo mayor» en la parábola de Lucas      sigue enunciando nuevos elementos figurativos; de este
(15, 11-32). También él critica la forma de actuar de su      modo, el patrono expresa su «benevolencia)): «quiero
padre y reivindica algo (un aumento de salario) para sí       darle)) (v. 14), «tengo libertad para hacer lo que quiera
mismo, en función del trabajo realizado. Y la respuesta       en mis asuntos)) (v. 15). Las figuras de la justicia y del
del padre invita al hijo a advertir lo que, hasta aquí, él    derecho dejan su lugar a las figuras de la «benevolen-
no había comprendido (o no había «visto))).                   cia)) de una persona particular. En fin, el último enuncia-
                                                              do del patrono interroga al interlocutor sobre la posición
      Se puede advertir aquí el género de comparación         respectiva de 105 dos personajes: «¿ves tú con malos
   que hace posible el análisis semiótico. No se trata        ojos que yo sea generoso?)). Antes de limitarnos aquí a
   de comparar unas expresiones lexicales o unos tér-         la posibilidad que tienen las figuras de conducirnos a la
   minos del vocabulario, sino de relacionar unos «sis-       evaluación moral del comportamiento de los perso-
   temas» o unas posiciones en un sistema. Así, la rela-      najes, conviene mirar de cerca cómo el texto pone en
   ción entre 105 primeros contratados y el patrono es        escena estas figuras del comportamiento: se trata de un
   comparable con la relación establecida entre el hijo       ojo que tiene un defecto; es el ojo el que es considerado
   mayor y su padre.                                          como defectuoso, como si la vista tuviera un papel que
                                                                                                                     15
representar o más bien como si la vista tuviera repre-         la viña. Pero los cualifican unas características impor-
sentado ya un papel indebido. El patrono dirige aquí un        tantes.
reproche, pero no se trata de una evaluación moral que               • El dueño aparece esencialmente como propieta-
oponga el mal obrero, ávido de ganancia, al dueño bue-         rio de la viña, como dador de trabajo y luego como paga-
no y generoso; es más bien una pregunta: II¿Por qué            dor. La figura del «encargado» aparece en el momento
detenerte en lo que tú ves sobre mí?», o también: «¿Es-        de la retribución, como una prolongación del dueño o
tás mal de la vista?».                                         como una función especial que desempeñar en la esfera
    Nos hemos detenido mucho en esta observación de            del dador de trabajo. Pero a estas funciones ligadas al
las figuras con ayuda de las tres dimensiones (<<actores,       <Itrabajo» y al <Imundo profesional »se le añade u~a. nue-
tiempo, espacio»). Este examen, casi con lupa, ~os             va figura, la del interlocutor que habla y se dirige a
                                                               alguien.
ofrece ya una cierta forma, que podemos esquematizar
en un balance:                                                       • Los obreros pueden clasificarse, al final del texto,
                                                               en dos categorías: los contratados desde el principio,
     - El espacio                                              que serán designados como lelOS primeros» y los contra-
     Articula esencialmente dos polos:                         tados en la hora 11", calificados de <Iúltimos».
                                                                     Los I<primeros» son contratados a intervalos regula-
     • la plaza: lugar de contrato, lugar de espera;
                                                               res de horas, hacen un contrato por un jornal definido
     • la viña: lugar de trabajo.
                                                               por su importe (un denario) o por su valor según derecho
    - El tiempo                                                (Ido que es justo»), encuentran a alguien que les da
                                                               trabajo y soportan el peso y la fatiga.
    Se organiza de forma más compleja. Se presenta
bien bajo el aspecto de la sucesividad (distribución por             Los «últimos» son contratados al final de la jornada
horas), bien bajo el aspecto de la duración yde la globa-      (la hora 11."), no tienen contrato, sino SÓI? una invita:
lidad (toda la jornada). Pero también vemos su organiza-       ción a ir a la viña; no han encontrado a nadie que les de
ción en serie yen intervalos, que pueden ser regulares o       trabajo, se han quedado «todo el día») en la plaza y sólo
por el contrario manifestar cierta irregularidad. El           trabajarán un rato, algo ridículo en comparación con los
conjunto de las determinaciones de tiempo podría resu-         primeros.
mirse en el siguiente cuadro:
  ,.    - comienzo: <cal amanecer»                                           FIGURATIVO I TEMATICO
limites _ fin: «al atardecen>
                                                                    Ya hemos indicado algo sobre este aspecto del aná-
   ·  - regularidad: «comienzo, 3.·, 6.·, 9." hora»            lisis. Al señalar los actores, los lugares y los tiempos,
Senes _ irregularidad: «hora 11."»                             tuvimos que señalar los elementos nuevos que los pre-
Duración:    «el día», I<todo el día» (para el trabajo ytam-   cisaban y les iban dando consistencia a medida que el
             bién para el paro).                               texto progresaba. Se percibe ya una clasificación al re-
                                                               conocer las insistencias, las repeticiones, las noveda-
    - Los actores                                              des, las articulaciones.
    En este texto figuran dos clases de actores: el due-               También en este caso se puede constatar que no
ño, propietario de la viña, y los obreros contratados para     I   existe una «receta» definida de antemano para el
16
análisis semiótico de los textos. El análisis discursi-    mático, es decir, de las figuras manifestadas con los
  vo no se presenta como un trabajo en dos tiempos:          valores de sentido que subyacen a las mismas. Se com-
  señalar actores, espacios y tiempos, para hacer lue-       prende muy bien que nuestro texto no es un relato sobre
  go una clasificación según los valor~s temáticos.          el derecho al trabajo, aunque puedan encontrarse en él
  iNo! Este trabajo se lleva a cabo progresivamente y        figuras de «contrato», de «empleo», de «salario», así
  la atención que se dirige a las figuras manifestadas       como las «reivindicaciones de unos obreros que se con-
  por el discurso obliga a retener -en particular para       sideran víctimas de una injusticia o de una extorsión».
  calificar a las figuras- un valor de significación de-     Tampoco es un texto sobre los «conflictos laborales»,
  terminado y concreto que podrá posteriormente              aunque las figuras relativas a ellos pueden aparecer
  -cuando se articule con las demás- aparecer como           también en el dispositivo figurativo.
  un valor temático. Así, pues, los valores temáticos            La insistencia del discurso recae más bien en la re-
  son valores de significación (o unidades elementales       petición del contrato y en su carácter regulado, norma-
  de significación) sostenidos por las figuras, pero que     do, regular. El tiempo viene en cierto modo a sobrede-
  contribuyen a mantener la coherencia y la cohesión         terminar el «contrato» ya presentarlo como un sistema
  de las figuras y de los recorridos figurativos en un        «regulado como un reloj ». El proceso se repite a interva-
  texto. El análisis se hace entonces en un constante ir     los regulares para encontrar unos obreros indispensa-
  y venir entre las figuras observadas y los valores         bles, provistos de un mínimo de contrato.
   construidos a medida que va avanzando el trabajo.
  Por tanto, es la articulación entre lo figurativo y lo         Esta regularidad es la que se verá rota por el contra-
  temático lo que constituye la «pista a seguir» en el       to de los «últimos»: ruptura en relación con la serie
   análisis discursivo.                                      regular de intervalos de tiempo, ruptura en relación con
                                                             las condiciones de contrato. Los obreros de la hora un-
    Intentemos pues clasificar las figuras anteriormente     décima se presentan aquí como un plus o como un resto
señaladas con ayuda de unas parejas de valores temáti-       que no entra en el sistema normal y regulado del contra-
cos.                                                         to. Esta relación entre «regularidad» y «ruptura» es lo
                                                             que vale la pena considerar.
«Regulado» y «discontinuo))                                      Pues bien, esta relación vuelve a intervenir al final
                                                             del texto: cuando el propietario organiza la retribución
(o «regularidad)) y «ruptura)))                              de los obreros, los últimos interpretan esta norma en
    En nuestro relato-parábola hemos visto cómo se iba       función de una regla de proporcionalidad. Según esta
organizando sobre las dimensiones temporales, espa-          regla imaginada (lo veremos más adelante), la retribu-
ciales y actoriales, todo un conjunto de figuras relacio-    ción idéntica para todos (un denario a cada uno) inter-
nadas con «el contrato de unos obreros por parte de un       viene como un plus o como un fallo, como una ruptura
propietario». Esta especie de nebulosa figurativa, toma-     en el sistema.
da de este modo, podría abrir la puerta a numerosos
textos diferentes. La cuestión aquí es la de saber lo que           Es importante, para el análisis, poder disponer
retiene el texto particular que estamos analizando entre        los valores temáticos bajo la forma de parejas de
todas las virtualidades de sentido que ofrece un conjun-        oposiciones. Por comodidad, podemos marcar las
to semejante, y saber además lo que hace con ello. Al           oposiciones o las diferencias con ayuda del signo
plantear la cuestión de esta manera, nos metemos en la          «vs.» (que significa «versus», es decir, «en oposición
pista del descubrimiento de la articulación figurativo/te-      a»), por ejemplo: «grande» vs. «pequeño», «blanco»
                                                                                                                     17
vs. «negro», «alto» vs. «bajo». Todavía no sabemos                Así, todo funciona al principio según la perspectiva
     si las oposiciones encontradas recogen, en el                 de las relaciones legales y reglamentadas por la deman-
     micro-universo de sentido que constituye el texto,            da y la oferta del trabajo. Sin embargo, un «granito de
     unas incompatibilidades radicales, pero podemos               arena», la llegada inesperada y suplementaria de los
     registrarlas como diferencias que hacen posible el            obreros de la hora undécima, se ha introducido en la
     despliegue de los registros figurativos.                      mecánica bien engrasada de las relaciones puramente
         Observemos igualmente que esos valores -en                socio-profesionales. Ya la insistencia del propietario en
     este caso, la pareja «regularidad)) vs. «ruptura))- no        reclutar obreros planteaba algunas cuestiones sobre es-
     deben tomarse como interpretaciones del dato figu-            te registro figurativo. Yla manera como los obreros de la
     rativo, sino como aquello que, en ese texto, intenta          hora undécima fueron reclutados introducía algunos da-
     designar y mostrar lo que asegura la coherencia de            tos inéditos, desapareciendo para dejar sitio al cuestio-
     las figuras, esto es, lo que permite articular (y por         namiento y a la invitación.
     tanto leer) los recorridos figurativos (<<contrato», «re· -       Por otro lado, la proyección de las funciones sobre
     tribución salarial.), «distribución horaria») manipula-       los actores diferentes en la secuencia de la retribución
     dos por este relato.                                          nos parece desde este punto de vista bastante significa-
                                                                   tiva. La intervención del encargado -personaje interme-
                                                                   dio entre el propietario y los obreros- puede recibir sin
                                                                   duda múltiples interpretaciones. Nos contentamos aquí
«Relación soclo-profeslonab                                        con recordar que se manifiesta precisamente cuando se
vs. «relación personalizada»                                       modifica el sistema de las relaciones entre los perso-
                                                                   najes. Estas relaciones se personalizan y, sobre la figu-
    Ya hemos visto un poco esta articulación en nuestra            ra del «encargado», papel puramente funcional de dis-
lectura atenta del juego figurativo. Al comienzo del tex-          tribución del salario, se cataliza el registro de las rela-
to, ~s la ley del contrato social -por así decirlo- o el           ciones sociológicas, mientras que la figura del «propie-
prindipio de las condiciones contractuales lo que regula           tario.) y del «dueño de la viña.) se hace más disponible
las relaciones entre los actores. En este sentido, resulta         para sostener el registro de las relaciones personaliza-
fácil designar a los personajes con la ayuda de unas               das de interlocución.
funciones temáticas -presentadas, por así decirlo, sin
disimulos por el texto-: el «contratante» y los «contrata-             Efectivamente, con el discurso final encuentra su
dos».                                                              culminación este tipo de relación personalizada: frente
                                                                   a la murmuración, la réplica es clara, se dirige a uno,
         Se llama papel temático a la designación de un            designado como «amigo)). Alas relaciones funcionales y
     actor por un valor temático capaz de condensar el             a la relación colectiva del principio, les ha sucedido una
     conjunto de las determinaciones de un recorrido fi-           relación interpersonal, una relación yo-tú, de tipo ami-
     gurativo. En los relatos cortos (como las parábolas)          gable, aunque el contenido del discurso del propietario
     tenemos a menudo personajes designados simple-                contenga un cuestionario y una invitación a situarse. Por
     mente por un papel temático que es entonces algo              otro lado, en su discurso, el dueño no evocará al conjun-
     así como la memoria de un recorrido figurativo, por           to de los obreros reclutados en la hora undécima, sino
     ejemplo: el «sembradon., un «propietario)), el «rey»,         que designará a uno de ellos, a «este último)), de una
     etc. Pero conviene mirar de cerca lo que el texto             forma igualmente singular. Es como si se estableciera
     hace.                                                         una relación entre tres personas singulares: el yo que

18
habla, el tú a quien se dirige, y «este último» del que se    una lección para justificar los acontecimientos anterio-
habla.                                                        res. No, se trata por el contrario de una interpelación,
                                                              «amigo)), dirigida a «uno de ellos)), y por tanto a un
                                                              personaje singular. Y en esta interpelación no hay que
El «derecho)) y la ((voluntad»                                olvidarse de la figura del «ojo)) (que a veces omiten las
     Ya hemos descubierto en el texto esta oposición en-      traducciones): es el ojo el que está en discusión más
tre lo que pertenece al derecho (contrato, salario) y lo      que la moralidad del obrero que protesta.
que tiene que ver con el deseo, que designamos aquí               La relación entre el propietario y su «amigo)) está en
por «voluntad».                                               cuestión porque pasa por el ojo y por la vista: el interlo-
     Una vez más, la «voluntad)) introduce una especie de     cutor del dueño se porta según lo que el dueño ha hecho
 «fallo)), una ruptura en el dispositivo de las reglas y de   ver de lo que él es. «¿Ves tú con malos ojos que yo sea
 los reglamentos del derecho, una especie de plus ines-       generoso?)). En otras palabras, ha prevalecido el «es-
 perado y extraño.                                            pectáculo)). El obrero ha interpretado como injusto lo
     El derecho es sin duda el respeto al contrato esta-      que ha visto en el amo. Podría incluso decirse que, a
 blecido y a lo que es justo; en el relato no se traspasa     partir de lo que veía, el obrero ha forjado toda una «pelí-
ese derecho: «no te hago ninguna injusticia)), «no te         cula)) o un «espectáculo)), al imaginarse una modifica-
trato injustamente)), dirá el dueño. La justicia queda en     ción de las condiciones iniciales: «pensaban que les
 su lugar.                                                    darían más)). En cierto modo, es la capacidad visual del
                                                              ojo la que se juzga insuficiente y defectuosa. El ojo se
     Sin embargo, hay un problema. Al obrero de la pri-       ha dejado llevar por el espectáculo de la retribución,
 mera hora le parece injusta la desigualdad en el trato.      conviniéndose entonces en un oDstácu)o para captar )0
En efecto, parece normal definir el salario por el trabajo    que el dueño es y de lo que se dice que él hace. Y a
realizado y no tratar a los «sin contrato)) como a los        partir del espectáculo de la retribución de los «últimos)),
 «contratados)) ... Así, pues, en torno al derecho y a la     los «primeros)) se han inventado una especie de dere-
justicia se da todo un mecanismo de interpretaciones y        cho imaginario. Pero en vez de este espectáculo apare-
de evaluación (que se recogerá en el análisis narrativo).     cen la palabra del dueño y la interpelación: habla para
     Pero se trata de un cambio de nivel de apreciación,      que lo oigan, no para que lo vean. Habla para señalar su
al que invita el dueño al «amigo)) a quien se dirige. La      «deseo)), su «voluntad)) o sus «buenas intenciones))
 «voluntad)) no se opone al derecho, pero plantea una
 instancia, un punto de referencia que es el propio dueño        Observemos también aquí que la figura del encarga-
en lo que él quiere hacer y en lo que de hecho realiza.       do es una señal interesante en este dispositivo: en el
                                                              encargado convergen las figuras del «espectáculo)),
                                                              mientras que en el dueño se centran las figuras de la
El «espectáculo)) y la «palabra»                              «palabra)).
    Ya hemos subrayado la personalización de las rela-            Hay algo que «ver)) y algo que «oír)): se pueden opo-
ciones que nos introducen -al final del texto- en un          ner estos términos y considerarlos como valores temáti-
juego de interlocución y en la relación de un «yo)) frente    cos que dan cuenta de la manera como el texto ordena
a un «tú)).                                                   las figuras discursivas. Encerrándose en lo que ve (el
    En los últimos versículos no se trata de una explica-     espectáculo), el obrero corre el riesgo de no oír lo que
ción moral dirigida a todos al final del episodio como        se dice en la actividad del dueño: «yo soy generoso)).

                                                                                                                      19
Corre incluso el peligro de oír algo distinto, que él juzga              polos entre los que se establece una tensión. En la diná-
perfectamente injusto.                                                   mica del texto, el «contratado de la primera hora» se ve
    ((Espectáculo» y ((palabra»: tomados como valores                    invitado por una interpelación directa a pasar del orden
temáticos, estos dos términos permiten señalar los dos                   del ((espectáculo)) al orden de la ((palabra».




                     2. Análisis del componente narrativo
    En la práctica de la reflexión resulta cómodo a me-                       El análisis narrativo se apoya en la organización de
nudo vincular el análisis narrativo al análisis discursivo               la forma narrativa. Tenemos a nuestra disposición un
para ajustar y reajustar las hipótesis de organización del               esquema que prevé la manera como, en un texto, se
contenido que se propone. Lo presentamos aquí según                      encadenan las situaciones y las acciones figuradas por
el análisis discursivo, pero el trabajo de investigación                 el discurso. Pero no se trata de encontrar un esquema
se lleva a cabo al mismo tiempo que el desciframiento                    preexistente, sino de ver cómo el texto particular que
de las figuras.                                                          estamos analizando dispone de él y juega con él. Así,
                                                                         considerando este relato parabólico a nivel de una orga-
       Puede uno sentirse desconcertado por esta afir-                   nización narrativa, podemos establecer la hipótesis de
     mación o creer que en el análisis semiótico es preci-               que dos secuencias narrativas aseguran la ((base)) del
     ~~ )at.'et~ ~~~ 'eT'l~'e%'U'~a 'j   a m'~m~ ''emi>~... 'i)'e    re'lato: '105 v. 1 a'l "1 y '105 V. '& a'l 1'5. 'Por otra parte, e'l
     hecho, al hablar así, lo que queremos es subrayar                   análisis discursivo demuestra esta distribución: prime-
     que el trabajo de lectura paciente no es completo                   ro, lo que se desarrolla desde ((el amanecer)) hasta la
     más que cuando han encontrado su articulación los                    ((hora undécima)); luego, lo que ocurre ((al atardecer)).
     dos aspectos narrativo y discursivo. Así, cuando uno                Se trata de dos secuencias narrativas que vamos a ob-
     intenta caracterizar a un personaje, importa señalar                servar.
     los componentes figurativos que lo constituyen y de-
     finir además los aspectos narrativos que encierra. La
     identificación de los papeles temáticos (caracteriza-
     ción discursiva) va acompañada de la identificación                 Versículos 1 al 7: manipulación
     de los papeles actanciales (caracterización narrati-                y planteamiento del tema
     va).                                                                     La forma narrativa de esta secuencia se debe a la
          Se llama componente narrativo a la organización                ((manipulación)), que es la fase inaugural del esquema
     de los enunciados de un texto en una serie ordenada                 narrativo. La búsqueda de obreros para la viña, las figu-
     de estados y de transformaciones (los ((estados» re-                ras del contrato y del salario prometido nos orientan
     miten a los enunciados de tipo ((ser)), las transforma-             hacia esta fase. Hay un trabajo que realizar (representa-
     ciones» a los enunciados de tipo ((hacer»). Se trata                do en el plano figurativo por el lugar de su desarrollo
     de una ((gramática)) que define ciertas reglas para                 -((la viña))- más bien que por las actividades que ejer-
     organizar los enunciados y determinar el tipo de rela-              cer), y hay unos sujetos para realizarlo, presentados
     ciones que mantienen entre sí.                                      sucesivamente.

20
El esquema narrativo designa la organización de           rrativo: destinatario de la manipulación, destinatario
   conjunto del elemento narrativo. Este esquema pre-            de la sanción, sujeto de estado, sujeto operador,
   senta cuatro fases: la manipulación, la competen-             sujeto modal (para la competencia), objeto-valor...
   cia, la performancia y la sanción. Este esquema es                 Al distinguir entre un plano cognitivo y un plano
   una organización lógica de la que cada texto hace un          pragmático, se dan los medios para articular mejor
   uso particular: nuestro texto se centra aquí esencial-        las fases del esquema narrativo. El plan pragmático
   mente en las fases inaugural y final del esquema y            corresponde al motivo principal del programa en el
   da un «colorido» particular a la manipulación me-             que un sujeto tiene que adquirir un objeto (se trata
   diante esta repetición de la persuasión efectuada             de la performancia); en este caso, los obreros son
   por un destinatario. Pueden verse la representación y la      invitados al «trabajo de la viña». El plan cognitivo se
   articulación completa del esquema en la exposición            refiere a este plan pragmático para decir lo que vale
   teórica (cf. p. 50-51).                                       yel interés que presenta, para suscitar a unos suje-
                                                                 tos orientados hacía su realización (se trata de la
    Dos papeles actanclales vienen a sobreponerse a              manipulación) y para valorar su realización (se trata
los papeles temáticos para dar la densidad narrativa             de la sanción).
necesaria a los personajes del relato:
                                                                   Es así la relación Destinatario-Sujeto la que consti-
    - el destinatario (representado por el patrono) que       tuye el primer tiempo narrativo de este texto. Sin embar-
establece unos contratos con otros actores e invita a         go, el análisis discursivo nos ha llevado a distinguir dos
hacer lo que hay que realizar ((id a mi viña))), prometien-   modos de situación del sujeto, en correspondencia con
do una retribución. Es el que «hace hacer», aquel cuya        la distinción entre los «primeros)) y los «últimos)):
actividad inicial pone a los sujetos en camino hacia la
realización de un programa. Esta actividad es esencial-            - los reclutados según las reglas socio-profesio-
mente de tipo cognitivo: es un hacer persuasivo que           les;
presenta las perspectivas y define las condiciones del             - los reclutados de más y de forma inesperada.
programa y valores en juego.                                       Narrativamente, esto se manifiesta en la ausencia
    - el sujeto-operador (representado por los obreros)       de contrato explícito y de promesa de retribución. Tene-
es en este caso plural, ya que representa a unos perso-       mos aquí, por tanto, dos formas discursivas diferentes
najes diferentes: los empleados comprometidos sucesi-         de manipulación.
vamente en el desarrollo del tiempo.                               En otras palabras, al comienzo de un texto se sitúan
                                                              dos tipos de sujetos, pero su diferencia se manifiesta
        Los papeles actanciales remiten a las posiciones      de una manera original. No es su competencia la que
   que los actantes ocupan en el desarrollo narrativo y a     los distingue (por otra parte, no se nos dice nada de sus
   las relaciones que dichos actantes establecen entre        aptitudes para trabajar en la viña), sino la manera como
   sí. Los actores, identificados en el nivel de la super-    están vinculados en la manipulación con el destinatario,
   ficie textual, guardan una correspondencia, en el ni-       o la manera como entran en el programa narrativo. En la
   vel de la organización narrativa, con unas funciones       continuación del relato no habrá ya presentación de la
   particulares en los enunciados. El término actante          performancia ni de la competencia que ella presupone.
   designa unas funciones generales: destinatario, suje-       No se dirá nada sobre el trabajo de los obreros, a no ser,
   to, objeto; y los papeles actancialesvienen a especi-       en el discurso de uno de ellos, la evocación de su carác-
   ficar esas funciones situándolas en el esquema na-          ter fatigoso ((el peso del día y el bochorno»).
                                                                                                                      21
Estas observaciones narrativas permiten precisar         tema de valor verdadero y conforme con las perspecti-
una vez más las hipótesis sobre la organización discur-      vas del destinatario.
siva; en efecto, hemos visto las caracterizaciones de los        Es de nuevo la relación Destinatario-Sujeto la que se
diferentes «contratados», y podemos observar que la          precisa en este pasaje. Pero es entre el destinatario de
primera «manipulación» contiene igualmente algunos           la sanción (que da un juicio y evalúa el comportamiento)
elementos figurativos que caracterizan a la última «ma·      y el sujeto (realizado por la actividad ejercida) como se
nipulación»: así, esta última sólo se «representa» por el    establecen los datos.
envío a la viña, mientras que la primera estaba «repre-
sentada» por la contratación por una parte y por el envío
por otra (<<se ajustó con ellos y los mandó a la viña»).              Encontramos aquí por ello a los actantes destina-
                                                                tario y sujeto. Pero en la fase de la sanción se preci-
                                                                sa un papel actancial: el destinatario epistémico co-
                                                                rresponde al papel de aquel que evalúa las acciones
Versículos 8 al 15: la sanción                                  realizadas y que las sanciona (en la retribución por
      En esta segunda secuencia nos vemos situados en           ejemplo) en función de un sistema de valores. El
  la fase de sanción que es la fase final del esquema           sujeto es aquí el sujeto realizado, que ha efectuado
  narrativo. La distribución del salario se presenta como       la performancia para la que había sido establecido.
  la posición de los signos de reconocimiento por el tra-            Ahora se puede designar mejor la noción de ac-
  bajo realizado. El sujeto recibe su recompensa en fun-         tor: el actor que se descubre en la lectura (un perso-
 ción de las condiciones definidas en la manipulación.          naje, por ejemplo) tiene que ser portador por lo me-
      El relato podría acabar rápidamente, como en un           nos de un papel actancial (definido por el elemento
cuento, con esta «recompensa» que vfene a sancfonar             narrativo} y por )0 menos de un papel temático (defi-
 las performancias del sujeto. Pero, como ya hemos indi-        nido por el elemento discursivo). Así, el ((personaje»
cado, se establece un debate. Narrativamente, el relato         del hombre evoluciona en sus caracterizaciones:
termina con una especie de evaluación de la sanción                  - «propietario»: que tiene como papel actancial
misma o con la presentación del sistema de valores que          el de destinar la manipulación y como papel temáti-
preside a la sanción.                                           co el de ((contratan);
      En este sentido, la mención de las condiciones de              - ((señor de la viña»: con el papel actancial de
trabajo (((el peso del día y el bochorno») resulta intere-      ser el destinatario epistémico y los papeles temáti-
sante. Siguiendo las reglas elementales del cuento, el          cos de «retribuidor» y de «interlocutor».
héroe (el sujeto que ha cumplido el programa) manifies-
ta las señales que lo designan como héroe: lleva las             En esta relación entre el destinatario y el sujeto las
huellas de la actividad realizada, ysu reconocimiento se     operaciones son ante- todo interpretativas: el hacer in-
lleva a cabo a partir de las huellas que exhibe.             terpretativo manifestado por la operación de retribución
      Pero la sanción funciona en este caso según un sis-    y exigido por los valores del «señor de la viña») le lleva a
tema distinto de valores, que no toma en consideración       hacer distribuir un denario a cada uno: un mismo salario
las huellas visibles y espectaculares del héroe. No es       para unos tiempos diferentes de trabajo.
que se niegue ese sistema, sino que se propone otro.             Se le opondrá el hacer interpretativo de los primeros
Frente a la sanción esperada y deseada en función de         contratados que ((razonan» según un orden de valores
unas reglas imaginadas y «razonadas», aparece el sis-        que ellos se imaginan vigente.
22
Bajo diversas figuras, la manipulación y la san-          valores deseables para un sujeto podrán ser aprecia-
   ción ponen en escena unas operaciones considera-              dos como eufóricos (buenos y positivos) o disfóricos
   das como cognitivas. Son esenciales dos operacio-             (malos y negativos). Se trata, pues, de una especie
   nes de este orden: el hacer persuasivo y el hacer             de «disposición afectiva del sujeto» que le permite
   interpretativo.                                               enfrentarse con 105 valores, que desea o que recha-
       - El hacer persuasivo mira a hacer que un sujeto          za, con una·apreciación buena o mala. En este texto,
   acepte un programa que realizar ya hacer que este             el obrero de la primera hora hace ante todo, en nom-
   sujeto se adhiera al sistema de valores propuesto             bre de su propio sistema de valores, una evaluación
   por el destinatario.                                          tímica que le invita a considerar como disfórica su
                                                                 situación y lo que él «ve» en el dueño (una retribu-
       - El hacer interpretativo consiste en evaluar el          ción injusta), mientras que el destinatario enuncia el
   sistema de valores propuesto y en juzgar sobre la             sistema de valores que hace posible una evaluación
   realización del programa.                                     tímica que invita a considerar la situación como eu-
       En la manipulación entrará en escena el hacer             fórica y conforme con 105 «verdaderos» valores (yo
   persuasivo de un destinatario y en la sanción lo hará         soy bueno).
   el hacer interpretativo que le corresponde.
                                                                  Así, un texto particular no se presenta como la repe-
     El texto acabará con el hacer persuasivo del dueño      tición incesante de la forma canónica que es el esque-
exponiendo 105 motivos (es decir, el orden de valores)       ma narrativo. Al contrario, emplea esta forma de una
que dirigen su acción. Por consiguiente, se trata, en el     manera que le es propia. Esta es sin duda una de las
fondo de la sanción, de una especie de conflicto de          originalidades de su enunciación. El relato de esta pará-
interpretaciones, o de un cont1icto que opone a )05 di-      'oo'r& um'I.la 'r& '&~WiI~:It;""~ltrl en 'la 1TíclTirpu'1at;'rbn 'y en 'ícl
versos sistemas de valores y que aquí se pone de mani-        sanción, ydentro de estas dos fases pone de relieve una
fiesto. Porque lo que está en cuestión se refiere al «va-     relación que se presenta como un conflicto de sistemas
 lor de 105 valores», al valor de lo que constituye el nú-    de valores y de evaluación.
cleo de las actividades y que es objeto del deseo o del            La dimensión polémica se despliega esencialmente,
querer del sujeto.                                            en este texto, en el plano cognitivo y en la sanción.
                                                              Hace posible la operación de actualización y de mani-
       Se considera esta evaluación o esta apreciación        festación de unos valores considerados como «verdade-
I del valor como tímica: a partir de ella, 105 objetos-       ros» y de la «verdadll de este texto.




           3. Hacia la organización lógico-semántica
   Podría decirse que nunca se acabará un análisis se-               El análisis semiótico presupone la existencia de
miótico; se toma conciencia del punto al que se ha lle-          un nivel profundo que articula unos valores elemen·
gado cuando se han puesto en práctica las articulacio-           tales de significación. Estos se encuentran proyecta-
nes que se consideraban satisfactorias.                          dos en el desarrollo del texto mediante la organiza-

                                                                                                                                    23
ción narrativa y asumidos por las figuras del elemen-     tad. no es tan fuerte como la anterior en la medida en
      to discursivo. Así, la organización de los valores ele-   que un término no excluye al otro. No se trata de incom-
     mentales asegura la coherencia del discurso mani-          patibilidad. Si, en el orden del espectáculo, el derecho
      festado. Por tanto, en el análisis hemos de intentar      se opone a la voluntad, es porque se trata del derecho
     dar una representación de ese nivel a partir de los        imaginado (imaginario) por el obrero. Por el contrario,
     resultados del análisis narrativo y del análisis discur-   en el orden de la palabra, la voluntad no se opone al
     sivo, que muestran cómo los valores temáticos, con-        derecho, sino que lo incluye.
     siderados corno valores elementales, entran en un               La oposición «relación socio-profesional» vs. «rela-
     proceso de transformación y en un dispositivo de re-       ción personalizada» funciona un poco de la misma ma-
     faciones.                                                  nera. Pero notemos sin embargo que es la atención (por
          El cuadro semiótico es el instrumento que permi-      parte del obrero) a la única relación profesional la que
     te ordenar los valores elementales de sentido y arti-      conduce a valorar el orden del espectáculo y que, al
     cularios en un conjunto. Permite dar una forma lógi-       revés, la consideración de la relación personalizada es
     ca a las relaciones y a las diferencias que se han         la que hace posible el orden de la palabra. En este pun-
     establecido.                                               to, la oposición se encuentra en conformidad con la del
                                                                «espectáculo» vs. «palabra», pero parece lógicamente
    El texto que analizamos constituye un micro-uni-            anterior.
verso de sentido y la organización lógico-semántica in-
                                                                     Finalmente, la oposición «regulado» vs. c<disconti-
tenta ser una representación de ese micro-universo.
                                                                nuo» (o «regularidad» vs. «ruptura))) da cuenta más bien
    Rocogemos la serie de oposiciones propuesta en el           del modo de aparición de los valores: por la ruptura y por
análisis discursivo para intentar tomar la «medida» de          el fallo en la organización bien regulada de los actos y
las diferencias que hemos encontrado.                           de las relaciones es como se manifiestan el recluta-
    La oposición designada como «espectáculo» vs.               miento de los obreros de la hora undécima, la remune-
«palabra» (vs. =versus) nos parece la más fundamental           ración de los últimos lo mismo que la de los primeros, la
por dos razones, o según dos criterios:                         palabra del dueño enunciando lo que hay que oír. Esta
    - en el nivel discursivo, esta oposición resume y           oposición se presenta por tanto como capaz de ajustar-
caracteriza dos actitudes y dos comportamientos rela-           se a las oposiciones precedentes de esta manera:
cionados con los dos principales actores que son el
«propietario» y el «obrero de la primera hora»;                                     -espectáculo
                                                                   regulado       { - relación profesional
    - en el nivel narrativo, esta oposición caracteriza a
los dos sistemas de valores que están en conflicto en la
sanción y cuya valoración está en juego.                           discontinuo { - palabra
                                                                                 - relación personalizada
    (Para captar la organización lógico-semántica pro-
funda, conviene poner en relación el análisis narrativo y           De todo este juego de relaciones intenta dar cuenta
el análisis discursivo).                                        el siguiente cuadro semiótico:
    La oposición designada como «derecho» vs. «volun-



24
/ ESPECTACULO /                         / PALABRA /
                               derecho # voluntad                      buena voluntad> derecho
                               «lo que hay que ven)                    «lo que hay que oír»
                               .regulado imaginado.            ~



                                            ~
Regulado                                                                                                        Ruptura
«como un reloj»                                                                                                 «fallo»
                                                                      / NO ESPECTACUlO /
                               / NO PALABRA /                         relación personalizada
                               relación sólo profesional              «establecida por la palabra»
                               «regulado por contrato»                «interlocución»




       El cuadro semiótico ofrece así una representa-        res, en relación con otros valores de sentido que se
   ción de la forma del contenido, es decir, del disposi-    encuentran entonces afectados de un valor de negativi-
   tivo lógico que articula unos valores elementales de      dad o de falsedad (disforia).
   significación.                                                 Aquí, en el sistema valorado por el dispositivo enun-
       Las té.~w.~ que ngl.'fan 8qQ~r deOen toma,rse co-     ciativo del texto, el del dueño, es el orden de la (lalabra
   mo términos construidos para dar cuenta de unos           el que prevalece sobre el orden del espectáculo, gracias
   valores elementales de sentido, cuya articulación         a la ruptura creada por la personalización de las relacio-
   condiciona a los efectos de sentido que se dan a leer     nes, por el fallo en que se da a entender la (buena)
   en el texto. Verificar su funcionamiento es llevar a      voluntad del señor de la viña ...
   cabo una relectura del texto para ver si las relaciones       «Así es como los últimos serán primeros y los prime-
   percibidas y analizadas han sido debidamente apre-        ros últimos». El versículo final remite al conjunto del
   ciadas y articuladas de la mejor manera posible por       relato-palabra, obligando a su relectura. Entre «el reina-
   este modelo, y para ver igualmente si las operacio-       do de Dios se parece a un propietario... » y este «así
   nes realizadas en el desarrollo del texto (en este        es... » hay todo un pequeño relato. Y este relato dice lo
   caso, lo que hemos analizado como un conflicto de         que es el reinado de Dios y cómo se lleva a cabo una
   interpretaciones) se presentan como el paso de un         inversión entre los primeros y los últimos. Pero esta
   término a otro.                                           inversión no es un juicio o el acto de decisión de un
    Subrayemos además que el «trabajo» de este texto         dueño soberano. Es el efecto de una palabra escuchada
consiste también en conceder a esos valores puestos en       (aun cuando se diga bajo la comparación del denario
relación una evaluación tímica, es decir, en conceder un     idéntico para cada uno) o por el contrario transformada
valor de positividad o de verdad (euforia) a ciertos valo-   en un espectáculo ilusorio...




                                                                                                                     25
EJERCICIO PRACTICO


                                    LAPARABOLA
                                           ,.,
                                  DE LOS VINADORES
                                                                   Me 1:!, 1-11



       A título de ejercicio práctico, presentamos aquí IéS principales etapas de un recorrido práctico: del análisis
discursivo al análisis narrativo 1.



                l. Aproximación a la dimensión discursiva

           1. SIGUIENDO LAS «SITUACIONES                                      nocimiento?); la torre es «construida» (se pasa del re-
               DISCURSIVAS» DEL TEXTO                                         gistro agrícola al registro arquitectónico). Ella marca el
                                                                              espacio (alto).
             (ACTORES-nEMPOS-ESPACIOS)
                                                                                  El conjunto de datos parece organizarse en torno a
                                                                              la designación de un recorrido de fructificación y de
1. situación discursiva: v.1 a-b
     8
                                                                              explotación de la viña. ¿Cuál será el término: los raci-
    Un actor (<<un hombre») definido por su actividad: ha                     mos, el vino, el dinero...?
plantado una viña (registro agrícola); delimita la viña
como espacio (dentro / fuera); «cava un lagar», determi-
nando las condiciones de explotación del fruto de la
viña, marcando el espacio (abajo); «construye una to-                         2. situación discursiva: v. 1c
                                                                                8


rre»: la torre puede aparecer como una señal (¿de reco-                            El primer actor es puesto en relación con un segundo
                                                                              (<<los viñadores ll). Entre ellos se da una relación econó-
     1   Recogemos aqUl un estudiO publicado en SémlOtlque et Blble, n. 38,   mica (y contractual) de propietario a arrendatarios que
ÚUOlO 1985) 18-26                                                             implica ciertos intercambios.

26
Se observa una modificación del espacio: la viña         5. 8 situación discursiva: v.sa
pasa a ser el espacio de actividad de los viñadores, el
hombre parte para el extranjero: entre «la viña» y «el           Junto con «otro criado», una nueva actividad de los
extranjero» pueden organizarse desplazamientos e in-         viñadores. El asesinato llega al final de este recorrido
tercambios.                                                  que organiza los registros del cuerpo y del reconoci-
                                                             miento. Aparece aquí la muerte en lugar de los signos
                                                             de la fructificación.
3. 8 situación discursiva: v. 2-3
    Un nuevo actor: «un criado». Su envío vuelve a defi-     6.8 situación discursiva: v.sb
nir al «hombre» como «amo» (nueva determinación que              Esta secuencia recoge los datos de las situaciones
registrar) y realiza la relación entre el hombre (y su es-   discursivas 3 a 5. La actividad de los viñadores, repetiti-
pacio) y los viñadores (y su espacio).                       va, se convierte en lo que los califica ahora en el texto:
    Esta secuencia inscribe igualmente una figura de         nunca se les ve ocupándose de la viña. Esta calificación
objeto que ha de manifestar la relación entre el hombre      de los «viñadores» se hace igualmente calificación de
y los viñadores: es el «tanto de la cosecha». Esta figura    su espacio: «la viña» preparada para la fructificación y
de la «cosecha» (el «tanto») es un eco del programa de       la explotación (1.· situación) se convierte en espacio de
fructificación planteado en la primera secuencia: el tan-    muerte; podrá preguntarse cómo el texto interpreta aho-
to de la cosecha manifiesta el objetivo de este progra-      ra la articulación dentro I fuera que estructuraba el es-
ma.                                                          pacio.
    El criado es el objeto de una performancia de los
viñadores: lo «agarraron» y lo «apalearon»; el registro      7. 8 situación discursiva: v.6
del cuerpo aparece aquí tras los registros agrícola y            Un nuevo actor: el «hijo»:
económico. La performancia de los viñadores invierte
ciertas condiciones puestas anteriormente en las rela-           - esta figura vuelve a definir al «hombre» como
ciones del hombre con los viñadores: lo que le devuel-       «padre», nueva calificación de este actor;
ven al «hombre» es un criado con el cuerpo magullado.            - «todavía le quedaba uno, su hijo»: el «hijo» cuen-
                                                             ta en la serie de los enviados (detrás de los criados)
                                                             como lo que le queda al padre. Esta distribución de los
4. situación discursiva: v.4
  8
                                                             enviados puede hacer eco al reparto del fruto de la viña,
    Un nuevo actor: «otro criado». Esta situación discur-    de la que el hombre espera «su parte». Está «la parte» y
siva precisa las condiciones planteadas por la anterior.     «el resto»... Pero el hijo se distingue de los criados: es
Este criado es «descalabrado» e «insultado». El registro     el hijo «querido»; se inscribe en un registro afectivo,
del cuerpo se particulariza ahora en el de la «cabeza».      nuevo en nuestro texto;
La figura del «insulto» que se le añade pone el acento           - el envío del hijo se pone en relación con «el res-
en el respeto, en el honor, que pertenecen al registro       peto». Con el envío de su hijo, el padre espera, no ya un
del reconocimiento, mientras que no se habla ya del          valor económico, sino un valor de reconocimiento. Esta
«tanto de la cosecha», a no ser que éste entre en el         modificación estaba anunciada ya a propósito de los
registro del reconocimiento, y no ya en el registro agrí-    criados en la 4.· situación discursiva. Esta declaración
cola y económico. El discurso interpreta sus propias fi-     de valor (<<el respeto») forma el objeto de unas palabras
guras.                                                       del hombre-padre.

                                                                                                                     27
S.- situación discursiva: v.7                                  10.- situación discursiva: v.9
    Se puede destacar esta situación discursiva a partir           Esta secuencia está en futuro. Señala una ruptura
de la conversación que tienen los viñadores: la escena         temporal respecto al (ltiempo del relato» y el «tiempo de
se desarrolla desde su punto de vista. Es la primera vez       la narración», y establece una relación narrador-oyen-
que toman la palabra (<<se dijeron entre sí»). El discurso     tes, confirmada por la forma interrogativa del enuncia-
de los viñadores ofrece la interpretación que hacen del        do: el relato exige un receptor de ese relato.
actor «hijo».                                                      Encontramos en esta secuencia la relación del
    El hijo es interpretado como «heredero». Bajo este         (lhombre» y de 105 «viñadores», pero una relación direc-
valor es considerado por los viñadores e integrado en un       ta, sin la mediación de objetos o de actores enviados.
programa de apropiación de la viña: matar al heredero          Hay un desplazamiento del «hombre» (que hace eco a
para obtener la herencia.                                      su partida) hacia 105 viñadores, que hace prever dos
    En la 2.' situación discursiva habíamos observado la       acciones: la ejecución de los viñadores y lél entrega de
figura del cuerpo agarrado y maltratado, mientras que          la viña a otros. Es el final de un episodio. relativo a la
en la 4.' situación se hablaba por primera vez del asesi-      relación entre el amo y los viñadores; pueden intervenir
nato. Aquí se presenta de nuevo la violencia corporal.         otros episodios en la viña.
para llevar a cabo la ruptura de la relación contractual           El hombre es calificado aquí como l(dueño de la vi-
entre los viñadores y el dueño de la viña; ellos suprimen      ña» ydefinido por su poder sobre los viñadores (la muer-
lo que le quedaba al padre (el hijo) para manifestar esta      te) y sobre la viña (la entrega).
relación, a fin de apropiarse de todo (la viña). El registro
afectivo queda en suspenso.                                    11.- situación discursiva: v.10-11
9.- situación discursiva: v.S                                      Desaparecen los actores anteriores (el hombre, los
                                                               viñadores, los criados, el hijo...). Aparecen dos nuevos
    Realización de la performancia prevista en el discur-      actores en el marco de la comunicación del relato: los
so de los viñadores: define a los viñadores en su función      receptores del relato (NOsotros») calificados igualmen-
de asesinos.                                                   te de «lectores de la Escritura», y «la Escritura» misma
    Observamos aquí la organización del espacio: el hijo       que continúa el relato. Aparecen nuevos actores en el
es agarrado, matado y arrojado fuera de la viña. Cabe          discurso citado: la «piedra», los «constructores», el
preguntarse cómo este desplazamiento del hijo hace              «Señor», cuyas relaciones hacen eco al relato de los
eco a las organizaciones indicadas del espacio: la viña        viñadores:
fue delimitada como dentro respecto al fuera (situación            - la piedra es «rechazada» por los constructores, lo
discursiva 1), definida como espacio de muerte (situa-         mismo que el hijo matado por los viñadores;
ciones discursivas 5 y6). ¿Cuál es entonces el significa-
do de ese «fuera» adonde es arrojado el hijo? ¿Qué es lo           - la piedra es recogida para otra actividad como
que finalmente pasó de dentro a fuera de la viña? ¿Qué         «piedra angular», colocada en una posición destacada
diferencia con lo que el dueño esperaba recibir de la          (¿respetable?). Esta actividad es atribuida -por el na-
viña? Estas preguntas nos comprometen a seguir, des-           rrador- al «Señor» y propuesta al reconocimiento por
de una situación discursiva a la otra, el l(recorrido de la    otro actor: «nosotros» «<¡qué maravilla para nuestros
significación» y la manera como son reinterpretadas al-        ojos!»).
gunas figuras.                                                     Cabe suponer que, por el discurso citado de la Escri-

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  • 1. Jean-Claude_Glroud - eB Louls Panier 59 CADIR - LVON Semiótica Una práctica de lectura y de análisis de los textos bíblicos EDITORIAL VERBO DIVINO Avda. de Pamplona, 41 31200 ESTELLA (Navarra) - España 1988
  • 2. Diez años después ... ¡otro CUADERNO BÍBLICO sobre el análisis estructural! A comienzos de 1978, en el cuaderno 14, se presentaba una Iniciación al análisis estructural. Algunos lectores se sintieron algo desconcertados por aquel lenguaje nuevo; otros pudieron informarse de una manera nueva de estudiar los textos bíblicos; otros, finalmente, pudieron entrar en esta nueva práctica y encontraron no pocas sorpresas en esta aventura. No se trata ahora de editar de nuevo, sin más ni más, aquel viejo cuaderno. En diez años ha evolucionado el «análisis estructurah; ahora se le llama SEMIÓTICA, es decir, teoría de la significación, estudio del sentido. Las intuiciones de base de la teoría son las mismas, pero los procedimientos se han hecho más precisos, la terminología (que chocaba a muchos lectores) se ha simplificado... En resumen, el análisis semiótico se ha convertido sin duda en una práctica de lectura integral. Para mu- chos de los que se han lanzado a él ha supuesto una gran ayuda en la aproximación a los textos bíblicos. Se trata de un terreno nuevo de las ciencias bíblicas, que podría seguir renovando muchas cuestiones de exé- gesis. Desde hace diez años, el análisis semiótico se ha practicado en muchos lugares, en grupos de lectura bíblica muy distintos o en centros de inves- tigación con una vocación más universitaria. El presente cuaderno quiere hacerse eco de estas experiencias, de este «arte de leer» que se ha ido forjando poco a poco. Los redactores de este cuaderno, Jean-Claude GIROUD y Louis PA- NIER, participan de las actividades del Centro para el Análisis del Dis- curso Religioso (CADIR), del Instituto Católico de Lyon. Philippe GRUSON 4
  • 3. INTRODUCCION Este cuaderno es ante todo la presentación de una observar. Aquí se seguirá ante todo la teoría científica práctica de análisis aplicado a textos bíblicos muy dife- inspirada en 105 trabajos de A. J. Greimas. rentes; el primero se presenta inicialmente como un Ciertamente, no hay que comenzar la lectura de este relato; se trata de «la parábola de los obreros de la cuaderno por estas páginas téoricas, que suponen ha- viña» en el evangelio de Mateo (c. 20); para el segundo ber leído antes 105 análisis de 105 dos textos. Este resu- texto, «la parábola de los viñadores asesinos», en el men teórico es un «memorandum» para 105 que practi- evangelio de Marcos (c. 12), proponemos como «ejerci- quen el análisis. cio práctico» un rápido recorrido de las principales eta- pas del análisis; el tercer texto no está clasificado habi- Al final del cuaderno añadimos dos íNDICES que pre- tualmente entre 105 relatos; se trata del «himno a la sentan 105 términos técnicos de la semiótica: caridad» en la primera carta a 105 corintios (c. 13). Tres • el primero, alfabético (p. 64), recoge las nocio- textos muy distintos, cuyo análisis describiremos deta- nes que se han presentado en 105 comentarios adiciona- lladamente para mostrar el uso práctico de 105 princi- les, que van puntuando 105 análisis del texto y en la pios y de 105 «instrumentos» del análisis semiótico. Es- parte teórica; se trata, por tanto, de 105 términos útiles tos tres análisis podrán leerse por sí mismos, como pro- para hacer un análisis; posiciones de lectura que ilustran lo que puede hacer la • el segundo índice (p. 66) presenta 105 términos semiótica cuando se aplica a un texto bíblico. Pero tam- indispensables de la teoría semiótica, y remite a las lJ,'é.? se puede.? toma.. co,w '('é'jie,rc,it;,ios.>' q¿oe ,intentan páginas en donde se exp(ican a partir de su uso en er comprender, a partir de las explicaciones dadas, cómo análisis y a partir de su significación en la teoría. procede la semiótica para analizar un texto. Los principales términos técnicos de la semiótica No hay «recetas» para el análisis semiótico; cada (es preciso que haya algunos) se explican, adicional- texto es un descubrimiento nuevo y necesita un proceso mente, a lo largo de 105 análisis. No es muy difícil de aproximación original, pero siempre a partir de la aprender el vocabulario de la semiótica y su teoría, pero observación de 105 elementos constitutivos del texto, la práctica es más bien cuestión de experiencia y de un proponiendo hipótesis sobre la organización de la signi- poco de maña. ficación (formuladas de la manera más rigurosa posible, No habrá mucha «teoría» en este cuaderno, yevita- apelando a 105 elementos y a 105 modelos de la teoría), remos la «jerga»; intentaremos, a base de ejemplos, y procediendo a una verificación de esta hipótesis sobre mostrar cómo hay que moverse al hacer un análisis se- el texto mismo. La semiótica se presenta así como una miótico, cuáles son 105 (<instrumentos» necesarios. Pre- lectura de 105 textos atenta y controlada. sentaremos rápidamente la teoría semiótica (p. 46-54) Leer equivale a «trabajar» con el texto; a este tra- de forma un tanto «densa», pero completa. En pocas bajo es al que invitamos a nuestros lectores, para que páginas señalaremos sus postulados básicos, 105 prin- comiencen así su aprendizaje. Al final del cuaderno se cipales niveles del texto que considera el análisis, 105 darán algunos «consejos prácticos». principales dispositivos de la significación que hay que 5
  • 4. DE LA LECTURA AL ANALI8IS LA SEMIOTICA APLICADA A LOS TEXTOS BIBLICOS 1. LEER - lectura atenta: se trata de leer todo el texto hasta en sus menores detalles, ya que es la significación del La semiótica no es bíblica; es una ciencia dedicada texto lo que se trata de observar y de leer; al estudio de los sistemas de significación. Por este - lectura controlada: cualquier hipótesis de lectura título, se interesa por las literaturas, y consiguiente- tiene que formularse con rigor y la teoría semiótica in- mente por los textos escritos, independientemente de terviene como una «regla de juego» que favorece la bús- su vinculación a talo cual cultura, a talo cual período queda y el intercambio. Por otra parte, toda proposición de la historia, a talo cual área geográfica. de lectura tiene que verificarse en el propio texto. La Para el análisis semiótico, el terreno bíblico es un lectura que construye el lector se ve así «controlada)) campo posible de estudio, una especie de subconjunto por la regla de la teoría y por el texto; el lector puede de del conjunto «literatura». Presenta, al parecer, un gran alguna manera observarse en plan de leer. interés: por la variedad de formas discursivas que revis- te, enriquece la descripción; por las cuestiones particu- lares que plantea, permite a veces afinar la teoría ... Para nosotros, lectores de la biblia, la semiótica es 2. LAS CONDICIONES un instrumento de trabajo valioso. Aunque sigamos con Realizar una lectura coherente: tal es nuestro objeti- rigor (¡y hay que hacerlo así!) el proceso teorizado por la vo. Pero ¿en qué condiciones, o también, con qué pre- semiótica, nuestro proyecto no es en primer lugar inten- supuestos vamos a abordar y observar los textos bíbli- tar una descripción científica y exhaustiva del «corpus» cos? Sin entrar en una reflexión teórica sobre el conoci- bíblico, sino más bien realizar sobre los textos bíblicos miento para evaluar las bases y el alcance de nuestra un trabajo de lectura inteligente. Ypuesto que es cien- aproximación, recordemos algunos postulados o princi- cia de la significación, la semiótica sirve a este trabajo y pios que sirven de fundamento a la semiótica. hace posible una lectura atenta y controlada: - trabajo de lectura: pues se trata de interpretar y de organizar las informaciones que ofrece el texto y no La autonomía del lenguaje de acumular los conocimientos a propósito del texto o Se trata de lo que se llama el principio de inmanen- de lo que él evoca en el lector; cia. El objeto del estudio semiótico es la forma del con- 6
  • 5. tenido (o del código que preside a la emergencia de la Para valorar esta red organizada (este sistema), nos significación); por eso hay que excluir todo recurso a los dedicaremos a medir, con los instrumentos del análisis hechos extralinguísticos. Por tanto, conviene observar semiótico, los desniveles y las diferencias. Todos los el texto (todo el texto, pero nada más que el texto) para procedimientos semióticos se derivan de este postula- dar cuenta de las condiciones internas de la significa- do: se trata siempre de observar y de medir las diferen- ción. Semejante principio implica algunas actitudes. cias que resultan pertinentes para la significación. Leer es entrar en el juego de las diferencias significantes de - La resistencia a lo //verosímil» un texto. Considerar el texto en sí mismo nos invita a resistir a ciertos hábitos de reconstrucción y de representación. En función de nuestros conocimientos (que son siempre 3. EL FUNCIONAMIENTO muy importantes), a partir de lo que presentimos y espe- ramos, con los datos de la historia o de la psicología, De estos principios se deriva una manera de abordar intentamos reconstruir «verosímilmente» la escena o di- los textos y de emprender la lectura. En efecto, vamos a rigirnos hacia la «referencia)), es decir, hacia el mundo utilizar algunos modelos concebidos por la teoría se- al que nos remite el texto y que es posible confirmar con miótica y propuestos por ella en función de las produc- los datos de la geografía y de la historia. El texto tiene, ciones que intenta explicar. Pero la utilización de estos desde luego, una función representativa, pero lo que modelos no se ofrece con unas «normas de empleo)) buscamos es su originalidad, su singularidad y no su infalibles e inmutables. conformidad con lo que ya sabemos. Leer es también Nuestra lectura tiene que ser reflexión y construc- dejarnos desinstalar por el texto. ción. Por consiguiente, no se trata de hacer una opera- ción de «etiquetaje)), para decir en términos eruditos lo - Un texto: micro-universo de sentido que el texto dice con claridad. Tampoco se trata de en- Examinar un texto según los procedimientos de la contrar, sin fallo alguno, el modelo conocido y previsto semiótica nos lleva a considerarlo como un universo por la teoría. Se trata más bien de ver cómo produce particular de significación. Habla, evidentemente, del sentido un texto particular, con los datos del modelo mundo (por su función referencial), pero ofrece también teórico. Los datos de los modelos utilizados son por un mundo particular que visitar y recorrer, un mundo tanto unos «instrumentos)), unos aparatos de medida organizado por descubrir y contemplar. Leer es también que poseemos para dirigirnos hacia el texto. No están entrar en un «(mundo posible)). ocultos en el texto para que nosotros los descubramos allí. El principio estructural De este modo es como invitamos a los lectores a un La semiótica se ha definido a partir del marco de la comportamiento de tipo científico, a una manera de Iinguística estructural que se basa en el principio de obrar que parte de la observación, propone unas hipóte- estructura, según el cual no hay sentido más que en la sis y realiza algunas verificaciones. diferencia y por medio de la diferencia. Esto significa La observación, llevada a cabo con los instrumentos que concederemos la prioridad a las relaciones y no a del análisis semiótico, sobre el texto, pone de relieve lo los elementos; intentaremos construir la red de relacio- que lo constituye, una manera de relacionar las signifi- nes (la forma del contenido) a partir de la cual se cons- caciones, las relaciones posibles que se dan bajo la truye el sentido del texto que leemos. cobertura de las palabras... 7
  • 6. • Unas hipótesis, a partir de los datos proporciona- mente con los procedimientos del método. Para noso- dos por la teoría, propuestas entonces para describir tros, lectores de textos bíblicos, se trata de utilizar de la con rigor y coherencia la organización de la significa- mejor manera posible los procedimientos del método ción. con la finalidad de entrar en el dispositivo de la signifi- • Unas verificaciones hechas a continuación, sobre cación del texto. Mas sabemos que, al entrar así, quizá el propio texto, para consolidar las hipótesis, reajustar- llegue a alcanzarnos una palabra. las y afinar la observación. Pero hay que aceptar no saber de antemano lo que el En este continuo ir y venir, entre el texto leído y la texto dice, aceptar que resista a nuestro deseo de saber organización que intentamos darle, es donde se lleva a y de encontrarnos en él, para descubrir finalmente esa cabo el «trabajo» de la lectura. Leer es entrar en este palabra que se nos ha dirigido, en el propio texto, pero trabajo que actualiza la relación entre el texto y su lec- más acá o más allá de lo que nosotros pensábamos tor. saber a propósito de él. Hacer semiótica es aceptar esta aventura, este jue- go con el texto que muchas veces «desconcierta», saca fuera de los caminos trillados y de las interpretaciones 4. ENTENDER recibidas y hace descubrir, por el sendero de la lectura, Para la semiótica, todo texto es ante todo un objeto no pocas huellas de la «palabra» de estudio, un objeto que hay que construir paciente- 8
  • 7. LA PARABOLA DE LOS OBREROS DE LA VIÑA Mt 20, 1·15 1 El reinado de Dios se parece a un propietario que salió al amanecer a contratar jornaleros para su viña. 2 DesRués de ajustarse con ellos en el jornal de costumbre, los mandó a la viña. Salió otra vez a la hora tercia, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo 4 les dijo: «Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo que es justo». 1Ellos fueron. Salió de nuevo hacia la hora sexta y hacia la hora nona e hizo lo mismo. 6 Saliendo. hacia la hora undécima, vio a otros parados y les dijo: «¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?» 7 Le respondieron: «Nadie nos ha contratado», Elles dijo: «Id también vosotros a la viña». 8 Cuando oscu- reció, dijo el dueño de la viña a su encargado: «Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por'los últimos y acabando por los prime- ros». 9 Llegaron los de la hora undécima y cobraron cada uno el jornal entero. 10 Al llegar los primeros, pensaban que les darían más, pero también ellos cobraron el mismo jornal por cabeza. 11 Al recibirlo, se pusieron a protestar contra el propietario: 12 «Estos últimos han trabaja- do sólo una hora y los has tratado igual ~ue a nosotros, que hemos cargado con el peso del día y el bochorno». 3 El repuso a uno de ellos: «Amig0t' no te hago ninguna injusticia. ¿No te ajustaste conmigo en ese jornal? 4 Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último lo mismo que-a ti. 15 ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos?; ¿o ves tú con malos ojos que yo sea generoso?». 16 Así es como los últimos serán primeros y los primeros últimos. 9
  • 8. Este texto narra una historia relacionada con el de- respuesta única, válida en todas partes y para cual- bate suscitado por Pedro sobre «lo que les va a tocar a quier texto. La teoría semiótica define cierto número los que lo han dejado tOOoll (19, 27). de pistas que conviene no perder de vista cuando es El relato es introducido por una comparación: ((El preciso evaluar el funcionamiento del sentido en un reinado de Dios se parece a ... )l. Este relato parabólico texto: se presenta, pues, como una especie de definición o de - los niveles de estructuración de la significa- ilustración del reino de los cielos. Termina con la afir- ción; mación: «Así es como los últimos serán primeros y los - en el interior de esos niveles, algunos elemen- primeros últimosll. tos de organización, como: Para ilustrar los procedimientos del análisis semióti- • las fases de la secuencia narrativa; co, observaremos esencialmente el relato-parábola. Se • los principios de organización de las figuras trata de evaluar el funcionamiento de la significación de (espacio, tiempo, actores); este pequeño relato y captar así su coherencia. Intenta- mos dar una representación de la forma del contenido - la regla de las relaciones: hay que poder esta- de este texto, considerado como un micro-universo se- blecer algunas «relaciones» entre los elementos mántico. destacados por el análisis (todas estas pistas se de- sarrollan en nuestra presentación de la teoría semió- tica: p. 46). Hablar de micro-universo semántico es conside- Estas son otras tantas balizas que permiten la rar el texto como un todo de significación. Sobre este navegación del análisis. Pero para navegar, también todo de significación, el análisis intenta describir la ~ 'jYi~i,'&O t'e'i'te'i 'e'i', v~t..Q ~, w,~ ~, 'j"j',Q'i •••', 'e'i', forma del contenido, es decir, la organización es- otras palabras, cada texto puede, según sus propias tructural que es la única que permite al contenido características, inducir la forma como conviene abor- manifestarse. Estos términos remiten a los dos prin- darlo. cipales postulados de la semiótica. Nuestro análisis intentará mostrar aquí cómo se llega a esta descrip- En este relato-parábola comenzaremos con la obser- ción. vación del componente discursivo. Este componente ¿Por dónde comenzar? Siempre es ésta la cues- nos invita a examinar la manera como este texto dispo- tión que surge cuando se propone el análisis de un ne y describe a los actores, en los diversos espacios y texto. Pero quizá no haya para esta pregunta una tiempos. 1. Análisis del componente discursivo Este relato de Mateo 20 se presenta ante todo como El componente discursivo está estructurado en la historia de unas relaciones entre diversos perso- torno a tres ejes que canalizan o regulan la multitud najes. ¿Cómo están construidas estas relaciones? Por de las figuras. No se trata de una interpretación, sino esta cuestión es por donde comienza nuestro análisis. de una regulación (lo mismo que se mide un consu- 10
  • 9. mo de agua). Estos tres ejes son la actorialización, lió de un lugar para ir al sitio en donde se encontraban la espacialización y la temporalización. Así el discur- los obreros esperando ser contratados, y los envía a su so va tomando forma en torno a unos actores, unos viña. El espacio se va a organizar esencialmente alrede- lugares y unos tiempos. Intentando comprender có- dor de estos dos polos: el del contrato en la «plaza)) (v. mo se organizan los actores, los lugares y los tiem- 3) y el del trabajo en la «viña)). pos, o examinando cómo están dispuestos, en unos tiempos y en unos lugares definidos, unos actores, Así, desde las primeras líneas del texto, se ela- entramos en el análisis discursivo. Puede verse en la bora una primera situación discursiva, definida como exposición teórica una definición del componente la posición de los actores, en un lugar concreto y en discursivo (véase p. 48). un tiempo determinado. Versículo 2 ACTORES, TIEMPOS, ESPACIOS Después de ajustarse con ellos en el jornal de cos- tumbre, los mandó a la viña. Versículo 1 Se precisa la relación entre los actores: se estable- ce una especie de contrato laboral sobre la base de un El reinado de Dios se parece a un propietario que denario (el jornal de costumbre) para la jornada. Se tra- salió al amanecer a contratar jornaleros para su viña. ta de un acuerdo entre contratante y empleado. Todo El relato comienza con la entrada en escena de un esto afina las figuras de los actores: el patrono que actor: «un propietario)) definido enseguida por la activi- propone un contrato y el empleado que es «contratado)). dad que a'esarrUl'(a: C0l10atar j'omal'erospara S(f~Útd. h'e Vuelve a definirse la viña tomo ellugar de trabajo. aquí, descrita por un dispositivo figurativo, una relación entre unos actores: un propietario de tierras (aquí, una Observemos que, en el conjunto de figurativos po- viña) por un lado, y unos obreros que contratar por otro. sibles, a medida que avanza el discurso, selecciona Los primeros elementos del «decorado» se ponen así de ciertos «recorridos flgurativosll. La viña no aparece relieve con estas figuras de actores. Sólo se dice lo aquí más que como un lugar de trabajo para los obre- menos posible de lo que habrá de ser esa relación entre ros y una propiedad para el hombre en busca de los actores: el contrato o la relación entre patrono y empleados. No se dice nada sobre el tipo de trabajo empleado. En todo caso, el texto no dice nada sobre la que hay que realizar: poda, vendimia, limpieza... Un coyuntura económica de esta relación: paro forzoso o poco más tarde, volveremos sobre estos datos. pleno empleo. También se señala una indicación de tiempo. Toma- Versículos 3·5 rá toda su importancia cuando se la vincule a otras indi- Salió otra vez a la hora tercia, vio a otros que esta- caciones que intervendrán a continuación: «al amane- ban en la plaza sin trabajo y les dijo: It/d también voso- cer)) o «muy de mañana)). Por tanto, se señala el co- tros a mi viña y os pagaré lo que es justo». Y ellos mienzo de una jornada cuyo desarrollo irá presentando fueron. Salió de nuevo hacia la hora sexta y hacia la el texto. hora nona e hizo lo mismo. En cuanto a los lugares, se presentan de antemano Aparece una nueva situación discursiva, muy pareci- en el enunciado de un desplazamiento: ese hombre sa- da -subrayémoslo cuanto antes-- a la anterior. 11
  • 10. Si se llama «situación dlscursivall a una cierta ciado. Pero todo texto enunciado presupone una ins- combinación de actores, tiempos, espacios, o a la tancia que lo produce: la enunciación. En semiótica, posición de unos actores en un tiempo (t1) determi- la enunciación no corresponde al contexto psicológi- nado y en un lugar (11) concreto, basta con modificar co o histórico de la producción del texto, sjno a una cualquiera de estos elementos de actores, tiempos o instancia lingüística lógicamente presupuesta por el lugares para cambiar la situación discursiva. Pode- enunciado. En los textos realizados se encontrarán mos comparar esto con las escenas del teatro: cada huellas, marcas o señales (representaciones) de es- vez que entra en escena un nuevo actor, cada vez ta instancia. Así, la manera de presentar las cosas que varía una indicación de lugar o de tiempo, se en un relato, o los puntos de vista adoptados para obtiene una nueva escena. describir los sucesos, determinarán lo que se llama ¿Qué es lo que cambia o se modifica en este pa- la enunciación enunciada o la manera como se re- saje? En primer lugar, el tiempo: después del amane- presenta la enunciación en el enunciado. Se llamará cer, la hora tercia, la hora sexta y la hora nona (la media enunciación referida a la organización dentro del mañana, el mediodía y la media tarde); el tiempo se enunciado de una relación de comunicación entre organiza por la sucesión de las horas: comienzo, 3.· unos interlocutores. hora, 6.0 hora, 9.· hora: aparece un ritmo, las activida- Al comenzar este punto de nuestro análisis, con- des de los actores se sitúan en unos intervalos regula- viene hacer dos observaciones: res de horario. 1) A medida que vamos avanzando en el texto y En segundo lugar, los actores; uno de ellos perma- en la indicación de las situaciones discursivas, po- nece en la misma dimensión figurativa: el propietario demos registrar algunas diferencias, en nombre del que vuelve a intervalos regulares para contratar jornale- principio estructural que guía toda nuestra reflexión. ros; sale, ve a la gente que busca trabajo, les habla para Estas diferencias deben destacarse con cuidado, proponerles un contrato o prometerles un salario. Los aunque no sepamos todavía si son las más pertinen- otros actores son un poco diferentes, aunque se pare- tes para el micro-universo de significación de este cen a los actores de la situación precendente: están sin texto particular. Por tanto, hemos de registrarlas pa- trabajo yesperan ser contratados; el lugar es también la ra recogerlas más tarde en el examen de la relación plaza; respecto al tiempo, están claramente situados en «figurativo I temático)) (cf. infra, p. 17). la hora tercia, sexta y nona. La relación que se estable- 2) En el análisis se tiene a veces la impresión de ce entre estas dos categorías de actores se presenta que «todo viene a la vez», o mejor dicho, que el texto como distinta de la anterior. El texto pone expresamente nos da una cantidad de informaciones, sin que sepa- atención en la mediación de la mirada y de la palabra: mos bien cómo registrarlas. Entonces hay que saber «vio y dijo», y es en el interior del discurso (se hablará tener paciencia ... ; en el examen de los vínculos es- aquí de una «enunciación referida») donde aparecen los tablecidos por el texto entre todas esas figuras que datos de la proposición y los términos que esbozan un se han ido descubriendo poco a poco es como se contrato de trabajo: «os pagaré lo que es justO», mien- percibirá el valor de significación que tienen; y tam- tras que en la relación con los primeros contratados bién en el juego de los programas narrativos se verá sólo se indica el resultado: «después de ajustarse... , cómo se han situado en el relato (cf. infra, p. 20). Se los mandó». puede imaginar ciertamente a un analista entrenado I Se considera el texto realizado como un enuncia- do yse intenta analizar la organización de este enun- para hacer simultáneamente las operaciones de des- ciframiento de las figuras y de evaluación de sus 12
  • 11. valores y relaciones, pero incluso en ese caso no entero sin trabajar?ll. Le respondieron: IINadie nos ha debe evitarse el lento y paciente trabajo de lectura y contratado 11. Elles dijo: Illd también vosotros a la viña». I relectura. La situación discursiva que se presenta en este ver- sículo se parece también a las precedentes. En efecto, Finalmente, el espacio: aquí se indica mediante el juego de los desplazamientos. La salida del propietario, la distribución de los espacios es semejante y la opera- los desplazamientos de los jornaleros contratados, la ción contractual es igualmente representativa de las re- plaza en donde se encontraban hasta entonces «sin tra- laciones que se establecen entre los actores. El tiempo bajo», todo esto refuerza la distribución del espacio en sigue apareciendo en su dimensión de sucesividad. Po- dos polos: la plaza y la viña. dríamos ciertamente contentarnos con estos aspectos y proseguir nuestra lectura, obligados para ello por las Aunque en esta situación discursiva muchos de los leyes de la narración que nos invitan a buscar lo que elementos son bastante parecidos a los que había en la ocurre con todas estas personas contratadas. Pero con- primera, hay que señalar las nuevas indicaciones que se viene resistir a este imperativo para entretenernos en el dan. La organización del tiempo marcado por la repeti- dispositivo figurativo de esta escena y valorar los nue- ción de acciones idénticas a intervalos regulares nos vos datos que nos proporcionan los «toques» del discur- lleva a reconsiderar la primera acción como la que inau- so (es decir, las figuras del discurso). guraba una serie: «al amanecer, a la hora tercia, a la hora sexta, a la hora nona». Las relaciones entre acto- «Hacia la hora undécima»: los versículos anteriores res también están bien señaladas: el contrato inicial se habían introducido claramente en el desplazamiento de «personaliza» un poco; presentado al principio como un la serie un ritmo (3, 6, 9); el 11, aunque se inscribe en contrato laboral con las condiciones financieras que su- la sucesión, señala un pequeño desnivel respecto al pone, se convierte en objeto de una propuesta del pro- ritmo en que nos había instalado el discurso. Este últi- pietario que contrata, cuando se generaliza en sus con- mo intervalo no está en conformidad con los intervalos diciones: «lo que es justo» y no ya «un denario» (el anteriores. jornal de costumbre). Recordemos igualmente que el Las relaciones entre los actores están también des- primer contrato se presenta de forma impersonal (no critas de una manera algo diferente. Hay primero una hay una escenificación -o sea, una organización en fi- interpelación del propietario: «¿Cómo es que estáis guras-, ni unas miradas o discursos de intercambio), aquí el día entero sin trabajar?», y se entabla un peque- mientras que el contrato siguiente, inscrito en la serie ño diálogo entre los participantes. La respuesta de los regular, está vinculado a las figuras de la mirada y de la jornaleros en la plaza es una constante: «Nadie nos ha palabra. contratado», no se ha presentado ningún contratador. En el interior del diálogo podemos señalar también que Se constata aquí una diferencia bastante signifi- aparece una señal de tiempo: «Estáis aquí el día entero cativa entre el contrato inicial y el contrato de los sin trabajar». El día entero: se capta el tiempo en su obreros de la 3.', la 6.' y la 9.' hora. El trabajo del globalidad, sin descomponerlo en intervalos. Pero esta análisis consiste en señalar bien las diferencias y los indicación puede relacionarse con la que inauguraba parecidos en el desarrollo figurativo del texto. esta escena: la hora 11.". En efecto, en el diálogo de los actores, se percibe la jornada como acabada y la pregun- Versículos 6·7 ta del dueño de la viña y la respuesta de las personas a Saliendo hacia la hora undécima, encontró a otros las que se dirige manifiestan esta constatación: se aca- parados y les dijo: «¿Cómo es que estáis aquí el día ba una jornada, sin trabajo para los que estaban allí. 13
  • 12. En estas nuevas disposiciones figurativas ocupa su «contratista» y el «pagador». Volveremos a encontrar- sitio el envío del propietario: «Id también vosotros a la nos con estos datos en el análisis narrativo. En todo viña». La formulación es parecida a la que teníamos caso, más que la posibilidad de recoger estas indicacio- anteriormente en el v. 4. Pero está sola. No se indica nes sobre un mismo personaje (en una reconstrucción esta vez nada sobre el contrato laboral y la remunera- plausible), son las variaciones figurativas y lo que éstas ción posible. No hay más que el envío. Llevados por la señalan para los valores de significación lo que nos preocupación de una reconstrucción verosímil del episo- interesa. dio, podríamos pensar que el contrato laboral y la pro- En fin, el discurso del patrono al encargado no es mesa de un salario son algo lógico. Hay que resistir simplemente una invitación para que distribuya el sala- también a este movimiento yconstatar esta ausencia de rio, sino que indica además cómo ha de hacerse esta contrato de trabajo, para observar, por el contrario, lo distribución: de los últimos a los primeros. Hay, pues, que el texto ha escenificado con tanto cuidado: se aca- una reorganización de la disposición de los actores. La ba la jornada y no hay nadie que contrate a estos últi- sucesión de contratos había establecido un orden; la mos parados. proposición del patrono reorganiza este orden repartien- do a los obreros en dos categorías solamente: (dos pri- Versículo 8 meros contratados» y los «últimos contratados», preci- Cuando oscureció, dijo el dueño de la viña a su en- sando en qué sentido conviene efectuar la remunera- cargado: «Llama a los jornaleros y págales el jornal, ción. empezando por los últimos y acabando por los prime- ros». Versículos 9·10 «Cuando oscureció»: esta indicación de tiempo mar- Llegaron los de la hora undécima y cobraron cada ca el enunciado de una nueva situación discursiva. Todo uno el jornal entero. Al llegar los primeros, pensaban lo que sigue en el texto -hasta el final- está situado que les darían más, pero también ellos cobraron el mis- bajo esta indicación temporal. Se articula igualmente mo jornal por cabeza. con la indicación que se daba al comienzo: «al amane- cer». Llega ahora el final, el último punto de la sucesión El texto indica a continuación el desarrollo de la ac- del tiempo. ción que acaba de anunciarse: «los de la hora 11.a» -los Interviene un nuevo actor: el «encargado», a quien el últimos- reciben un denario. Todo es posible, porque no dueño de la viña encomienda la tarea de retribuir y de se había pactado nada. distribuir el salario. Hasta aquí, la relación entre el pro- Los actores que se habían definido como los prime- pietario y los jornaleros era directa; aquí, para la entre- ros entran a su vez en escena. Yel texto pone en parale- ga del jornal, se da la mediación de un nuevo actor, el lo lo que ellos «pensaban» y lo que se hizo. Esperaban encargado. algo más, pero no lo obtuvieron. Notemos además que la forma de designar al amo Aquí no aparecen indicaciones de lugar. Son más se ha modificado un poco: el patrono que contrata es bien los actores los que, ocupando la escena discursiva, «un propietario», mientras que el que ordena pagar el organizan el espacio: los últimos y luego los primeros. salario es designado como «el dueño de la viña». Se En efecto, a partir de aquel momento, los actores se trata sin duda del mismo personaje, pero estas peque- convierten en los polos de la comunicación y asumen de ñas variaciones figurativas permiten distinguir entre el algún modo las figuras del espacio. 14
  • 13. Versículos 11·12 Versículos 13·15 Al recibirlo, se pusieron a protestar contra el propie- El repuso a uno de ellos: «Amigo, no te hago ninguna tario: «Estos últimos han trabajado sólo una hora y los injusticia. ¿No te ajustaste conmigo en ese jornal? To- has tratado igual que a nosotros, que hemos cargado ma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último lo mismo con el peso del día y el bochornoll. que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que Las relaciones entre 105 actores pasan ahora por la quiera en mis asuntos?; ¿o ves tú con malos ojos que yo palabra, pero conviene señalar cómo están figurados sea generoso?ll. estos intercambios verbales: primero se trata de «pro- Se precisa en primer lugar la relación entre 105 acto- testar», es decir, palabras agresivas pero poco directas, res. A la crítica se opone la réplica clara del patrono. Y emitidas en sordina, suficientemente claras y articula- la dirige a uno de ellos: esta vez la actividad verbal se das porque se oyen, pero no lo suficiente para aparecer define como un acto de comunicación dirigido a al- como un acto de comunicación real. Esa murmuración guien. Es una relación personalizada, una interlocución. es un reproche. y este reproche recae sobre la relación entre el tiem- Además, las reflexiones que le hace el patrono co- po de trabajo y el jornal recibido. «Una hora» de tra- mienzan por la interpelación «amigo)). Se trata de una bajo, la última del día, para 105 últimos contratados; personalización de la relación que aquí se figura; la «todo el día» con la fatiga, el bochorno y el peso del día relación intenta ser singular, amigable quizá, interper- en su totalidad, para los primeros contratados. Para sonal desde luego. unos, poco tiempo y poco trabajo, nada de cansancio y A la reivindicación que hacía aparecer como injusta ningún esfuerzo; para otros, todo el tiempo de trabajo y la igualdad de trato en nombre de un principio según el toda la fatiga. «Casi nada)) en un caso; «todo)), en el cua( «uno debe recibir más que (os que flan traoajado otro. Yeste desnivel, esta diferencia no se mantiene en menos)), el patrono recuerda el derecho y los términos la retribución. del contrato inicial: (<nos ajustamos en un denario)). El La posición que aquí se construye, de 105 «primeros discurso podría terminar aquí; el relato podría acabar contratados» frente al «patrono)), guarda cierto parecido con este recuerdo de las condiciones iniciales, pero pro- con la posición del «hijo mayor» en la parábola de Lucas sigue enunciando nuevos elementos figurativos; de este (15, 11-32). También él critica la forma de actuar de su modo, el patrono expresa su «benevolencia)): «quiero padre y reivindica algo (un aumento de salario) para sí darle)) (v. 14), «tengo libertad para hacer lo que quiera mismo, en función del trabajo realizado. Y la respuesta en mis asuntos)) (v. 15). Las figuras de la justicia y del del padre invita al hijo a advertir lo que, hasta aquí, él derecho dejan su lugar a las figuras de la «benevolen- no había comprendido (o no había «visto))). cia)) de una persona particular. En fin, el último enuncia- do del patrono interroga al interlocutor sobre la posición Se puede advertir aquí el género de comparación respectiva de 105 dos personajes: «¿ves tú con malos que hace posible el análisis semiótico. No se trata ojos que yo sea generoso?)). Antes de limitarnos aquí a de comparar unas expresiones lexicales o unos tér- la posibilidad que tienen las figuras de conducirnos a la minos del vocabulario, sino de relacionar unos «sis- evaluación moral del comportamiento de los perso- temas» o unas posiciones en un sistema. Así, la rela- najes, conviene mirar de cerca cómo el texto pone en ción entre 105 primeros contratados y el patrono es escena estas figuras del comportamiento: se trata de un comparable con la relación establecida entre el hijo ojo que tiene un defecto; es el ojo el que es considerado mayor y su padre. como defectuoso, como si la vista tuviera un papel que 15
  • 14. representar o más bien como si la vista tuviera repre- la viña. Pero los cualifican unas características impor- sentado ya un papel indebido. El patrono dirige aquí un tantes. reproche, pero no se trata de una evaluación moral que • El dueño aparece esencialmente como propieta- oponga el mal obrero, ávido de ganancia, al dueño bue- rio de la viña, como dador de trabajo y luego como paga- no y generoso; es más bien una pregunta: II¿Por qué dor. La figura del «encargado» aparece en el momento detenerte en lo que tú ves sobre mí?», o también: «¿Es- de la retribución, como una prolongación del dueño o tás mal de la vista?». como una función especial que desempeñar en la esfera Nos hemos detenido mucho en esta observación de del dador de trabajo. Pero a estas funciones ligadas al las figuras con ayuda de las tres dimensiones (<<actores, <Itrabajo» y al <Imundo profesional »se le añade u~a. nue- tiempo, espacio»). Este examen, casi con lupa, ~os va figura, la del interlocutor que habla y se dirige a alguien. ofrece ya una cierta forma, que podemos esquematizar en un balance: • Los obreros pueden clasificarse, al final del texto, en dos categorías: los contratados desde el principio, - El espacio que serán designados como lelOS primeros» y los contra- Articula esencialmente dos polos: tados en la hora 11", calificados de <Iúltimos». Los I<primeros» son contratados a intervalos regula- • la plaza: lugar de contrato, lugar de espera; res de horas, hacen un contrato por un jornal definido • la viña: lugar de trabajo. por su importe (un denario) o por su valor según derecho - El tiempo (Ido que es justo»), encuentran a alguien que les da trabajo y soportan el peso y la fatiga. Se organiza de forma más compleja. Se presenta bien bajo el aspecto de la sucesividad (distribución por Los «últimos» son contratados al final de la jornada horas), bien bajo el aspecto de la duración yde la globa- (la hora 11."), no tienen contrato, sino SÓI? una invita: lidad (toda la jornada). Pero también vemos su organiza- ción a ir a la viña; no han encontrado a nadie que les de ción en serie yen intervalos, que pueden ser regulares o trabajo, se han quedado «todo el día») en la plaza y sólo por el contrario manifestar cierta irregularidad. El trabajarán un rato, algo ridículo en comparación con los conjunto de las determinaciones de tiempo podría resu- primeros. mirse en el siguiente cuadro: ,. - comienzo: <cal amanecer» FIGURATIVO I TEMATICO limites _ fin: «al atardecen> Ya hemos indicado algo sobre este aspecto del aná- · - regularidad: «comienzo, 3.·, 6.·, 9." hora» lisis. Al señalar los actores, los lugares y los tiempos, Senes _ irregularidad: «hora 11."» tuvimos que señalar los elementos nuevos que los pre- Duración: «el día», I<todo el día» (para el trabajo ytam- cisaban y les iban dando consistencia a medida que el bién para el paro). texto progresaba. Se percibe ya una clasificación al re- conocer las insistencias, las repeticiones, las noveda- - Los actores des, las articulaciones. En este texto figuran dos clases de actores: el due- También en este caso se puede constatar que no ño, propietario de la viña, y los obreros contratados para I existe una «receta» definida de antemano para el 16
  • 15. análisis semiótico de los textos. El análisis discursi- mático, es decir, de las figuras manifestadas con los vo no se presenta como un trabajo en dos tiempos: valores de sentido que subyacen a las mismas. Se com- señalar actores, espacios y tiempos, para hacer lue- prende muy bien que nuestro texto no es un relato sobre go una clasificación según los valor~s temáticos. el derecho al trabajo, aunque puedan encontrarse en él iNo! Este trabajo se lleva a cabo progresivamente y figuras de «contrato», de «empleo», de «salario», así la atención que se dirige a las figuras manifestadas como las «reivindicaciones de unos obreros que se con- por el discurso obliga a retener -en particular para sideran víctimas de una injusticia o de una extorsión». calificar a las figuras- un valor de significación de- Tampoco es un texto sobre los «conflictos laborales», terminado y concreto que podrá posteriormente aunque las figuras relativas a ellos pueden aparecer -cuando se articule con las demás- aparecer como también en el dispositivo figurativo. un valor temático. Así, pues, los valores temáticos La insistencia del discurso recae más bien en la re- son valores de significación (o unidades elementales petición del contrato y en su carácter regulado, norma- de significación) sostenidos por las figuras, pero que do, regular. El tiempo viene en cierto modo a sobrede- contribuyen a mantener la coherencia y la cohesión terminar el «contrato» ya presentarlo como un sistema de las figuras y de los recorridos figurativos en un «regulado como un reloj ». El proceso se repite a interva- texto. El análisis se hace entonces en un constante ir los regulares para encontrar unos obreros indispensa- y venir entre las figuras observadas y los valores bles, provistos de un mínimo de contrato. construidos a medida que va avanzando el trabajo. Por tanto, es la articulación entre lo figurativo y lo Esta regularidad es la que se verá rota por el contra- temático lo que constituye la «pista a seguir» en el to de los «últimos»: ruptura en relación con la serie análisis discursivo. regular de intervalos de tiempo, ruptura en relación con las condiciones de contrato. Los obreros de la hora un- Intentemos pues clasificar las figuras anteriormente décima se presentan aquí como un plus o como un resto señaladas con ayuda de unas parejas de valores temáti- que no entra en el sistema normal y regulado del contra- cos. to. Esta relación entre «regularidad» y «ruptura» es lo que vale la pena considerar. «Regulado» y «discontinuo)) Pues bien, esta relación vuelve a intervenir al final del texto: cuando el propietario organiza la retribución (o «regularidad)) y «ruptura))) de los obreros, los últimos interpretan esta norma en En nuestro relato-parábola hemos visto cómo se iba función de una regla de proporcionalidad. Según esta organizando sobre las dimensiones temporales, espa- regla imaginada (lo veremos más adelante), la retribu- ciales y actoriales, todo un conjunto de figuras relacio- ción idéntica para todos (un denario a cada uno) inter- nadas con «el contrato de unos obreros por parte de un viene como un plus o como un fallo, como una ruptura propietario». Esta especie de nebulosa figurativa, toma- en el sistema. da de este modo, podría abrir la puerta a numerosos textos diferentes. La cuestión aquí es la de saber lo que Es importante, para el análisis, poder disponer retiene el texto particular que estamos analizando entre los valores temáticos bajo la forma de parejas de todas las virtualidades de sentido que ofrece un conjun- oposiciones. Por comodidad, podemos marcar las to semejante, y saber además lo que hace con ello. Al oposiciones o las diferencias con ayuda del signo plantear la cuestión de esta manera, nos metemos en la «vs.» (que significa «versus», es decir, «en oposición pista del descubrimiento de la articulación figurativo/te- a»), por ejemplo: «grande» vs. «pequeño», «blanco» 17
  • 16. vs. «negro», «alto» vs. «bajo». Todavía no sabemos Así, todo funciona al principio según la perspectiva si las oposiciones encontradas recogen, en el de las relaciones legales y reglamentadas por la deman- micro-universo de sentido que constituye el texto, da y la oferta del trabajo. Sin embargo, un «granito de unas incompatibilidades radicales, pero podemos arena», la llegada inesperada y suplementaria de los registrarlas como diferencias que hacen posible el obreros de la hora undécima, se ha introducido en la despliegue de los registros figurativos. mecánica bien engrasada de las relaciones puramente Observemos igualmente que esos valores -en socio-profesionales. Ya la insistencia del propietario en este caso, la pareja «regularidad)) vs. «ruptura))- no reclutar obreros planteaba algunas cuestiones sobre es- deben tomarse como interpretaciones del dato figu- te registro figurativo. Yla manera como los obreros de la rativo, sino como aquello que, en ese texto, intenta hora undécima fueron reclutados introducía algunos da- designar y mostrar lo que asegura la coherencia de tos inéditos, desapareciendo para dejar sitio al cuestio- las figuras, esto es, lo que permite articular (y por namiento y a la invitación. tanto leer) los recorridos figurativos (<<contrato», «re· - Por otro lado, la proyección de las funciones sobre tribución salarial.), «distribución horaria») manipula- los actores diferentes en la secuencia de la retribución dos por este relato. nos parece desde este punto de vista bastante significa- tiva. La intervención del encargado -personaje interme- dio entre el propietario y los obreros- puede recibir sin duda múltiples interpretaciones. Nos contentamos aquí «Relación soclo-profeslonab con recordar que se manifiesta precisamente cuando se vs. «relación personalizada» modifica el sistema de las relaciones entre los perso- najes. Estas relaciones se personalizan y, sobre la figu- Ya hemos visto un poco esta articulación en nuestra ra del «encargado», papel puramente funcional de dis- lectura atenta del juego figurativo. Al comienzo del tex- tribución del salario, se cataliza el registro de las rela- to, ~s la ley del contrato social -por así decirlo- o el ciones sociológicas, mientras que la figura del «propie- prindipio de las condiciones contractuales lo que regula tario.) y del «dueño de la viña.) se hace más disponible las relaciones entre los actores. En este sentido, resulta para sostener el registro de las relaciones personaliza- fácil designar a los personajes con la ayuda de unas das de interlocución. funciones temáticas -presentadas, por así decirlo, sin disimulos por el texto-: el «contratante» y los «contrata- Efectivamente, con el discurso final encuentra su dos». culminación este tipo de relación personalizada: frente a la murmuración, la réplica es clara, se dirige a uno, Se llama papel temático a la designación de un designado como «amigo)). Alas relaciones funcionales y actor por un valor temático capaz de condensar el a la relación colectiva del principio, les ha sucedido una conjunto de las determinaciones de un recorrido fi- relación interpersonal, una relación yo-tú, de tipo ami- gurativo. En los relatos cortos (como las parábolas) gable, aunque el contenido del discurso del propietario tenemos a menudo personajes designados simple- contenga un cuestionario y una invitación a situarse. Por mente por un papel temático que es entonces algo otro lado, en su discurso, el dueño no evocará al conjun- así como la memoria de un recorrido figurativo, por to de los obreros reclutados en la hora undécima, sino ejemplo: el «sembradon., un «propietario)), el «rey», que designará a uno de ellos, a «este último)), de una etc. Pero conviene mirar de cerca lo que el texto forma igualmente singular. Es como si se estableciera hace. una relación entre tres personas singulares: el yo que 18
  • 17. habla, el tú a quien se dirige, y «este último» del que se una lección para justificar los acontecimientos anterio- habla. res. No, se trata por el contrario de una interpelación, «amigo)), dirigida a «uno de ellos)), y por tanto a un personaje singular. Y en esta interpelación no hay que El «derecho)) y la ((voluntad» olvidarse de la figura del «ojo)) (que a veces omiten las Ya hemos descubierto en el texto esta oposición en- traducciones): es el ojo el que está en discusión más tre lo que pertenece al derecho (contrato, salario) y lo que la moralidad del obrero que protesta. que tiene que ver con el deseo, que designamos aquí La relación entre el propietario y su «amigo)) está en por «voluntad». cuestión porque pasa por el ojo y por la vista: el interlo- Una vez más, la «voluntad)) introduce una especie de cutor del dueño se porta según lo que el dueño ha hecho «fallo)), una ruptura en el dispositivo de las reglas y de ver de lo que él es. «¿Ves tú con malos ojos que yo sea los reglamentos del derecho, una especie de plus ines- generoso?)). En otras palabras, ha prevalecido el «es- perado y extraño. pectáculo)). El obrero ha interpretado como injusto lo El derecho es sin duda el respeto al contrato esta- que ha visto en el amo. Podría incluso decirse que, a blecido y a lo que es justo; en el relato no se traspasa partir de lo que veía, el obrero ha forjado toda una «pelí- ese derecho: «no te hago ninguna injusticia)), «no te cula)) o un «espectáculo)), al imaginarse una modifica- trato injustamente)), dirá el dueño. La justicia queda en ción de las condiciones iniciales: «pensaban que les su lugar. darían más)). En cierto modo, es la capacidad visual del ojo la que se juzga insuficiente y defectuosa. El ojo se Sin embargo, hay un problema. Al obrero de la pri- ha dejado llevar por el espectáculo de la retribución, mera hora le parece injusta la desigualdad en el trato. conviniéndose entonces en un oDstácu)o para captar )0 En efecto, parece normal definir el salario por el trabajo que el dueño es y de lo que se dice que él hace. Y a realizado y no tratar a los «sin contrato)) como a los partir del espectáculo de la retribución de los «últimos)), «contratados)) ... Así, pues, en torno al derecho y a la los «primeros)) se han inventado una especie de dere- justicia se da todo un mecanismo de interpretaciones y cho imaginario. Pero en vez de este espectáculo apare- de evaluación (que se recogerá en el análisis narrativo). cen la palabra del dueño y la interpelación: habla para Pero se trata de un cambio de nivel de apreciación, que lo oigan, no para que lo vean. Habla para señalar su al que invita el dueño al «amigo)) a quien se dirige. La «deseo)), su «voluntad)) o sus «buenas intenciones)) «voluntad)) no se opone al derecho, pero plantea una instancia, un punto de referencia que es el propio dueño Observemos también aquí que la figura del encarga- en lo que él quiere hacer y en lo que de hecho realiza. do es una señal interesante en este dispositivo: en el encargado convergen las figuras del «espectáculo)), mientras que en el dueño se centran las figuras de la El «espectáculo)) y la «palabra» «palabra)). Ya hemos subrayado la personalización de las rela- Hay algo que «ver)) y algo que «oír)): se pueden opo- ciones que nos introducen -al final del texto- en un ner estos términos y considerarlos como valores temáti- juego de interlocución y en la relación de un «yo)) frente cos que dan cuenta de la manera como el texto ordena a un «tú)). las figuras discursivas. Encerrándose en lo que ve (el En los últimos versículos no se trata de una explica- espectáculo), el obrero corre el riesgo de no oír lo que ción moral dirigida a todos al final del episodio como se dice en la actividad del dueño: «yo soy generoso)). 19
  • 18. Corre incluso el peligro de oír algo distinto, que él juzga polos entre los que se establece una tensión. En la diná- perfectamente injusto. mica del texto, el «contratado de la primera hora» se ve ((Espectáculo» y ((palabra»: tomados como valores invitado por una interpelación directa a pasar del orden temáticos, estos dos términos permiten señalar los dos del ((espectáculo)) al orden de la ((palabra». 2. Análisis del componente narrativo En la práctica de la reflexión resulta cómodo a me- El análisis narrativo se apoya en la organización de nudo vincular el análisis narrativo al análisis discursivo la forma narrativa. Tenemos a nuestra disposición un para ajustar y reajustar las hipótesis de organización del esquema que prevé la manera como, en un texto, se contenido que se propone. Lo presentamos aquí según encadenan las situaciones y las acciones figuradas por el análisis discursivo, pero el trabajo de investigación el discurso. Pero no se trata de encontrar un esquema se lleva a cabo al mismo tiempo que el desciframiento preexistente, sino de ver cómo el texto particular que de las figuras. estamos analizando dispone de él y juega con él. Así, considerando este relato parabólico a nivel de una orga- Puede uno sentirse desconcertado por esta afir- nización narrativa, podemos establecer la hipótesis de mación o creer que en el análisis semiótico es preci- que dos secuencias narrativas aseguran la ((base)) del ~~ )at.'et~ ~~~ 'eT'l~'e%'U'~a 'j a m'~m~ ''emi>~... 'i)'e re'lato: '105 v. 1 a'l "1 y '105 V. '& a'l 1'5. 'Por otra parte, e'l hecho, al hablar así, lo que queremos es subrayar análisis discursivo demuestra esta distribución: prime- que el trabajo de lectura paciente no es completo ro, lo que se desarrolla desde ((el amanecer)) hasta la más que cuando han encontrado su articulación los ((hora undécima)); luego, lo que ocurre ((al atardecer)). dos aspectos narrativo y discursivo. Así, cuando uno Se trata de dos secuencias narrativas que vamos a ob- intenta caracterizar a un personaje, importa señalar servar. los componentes figurativos que lo constituyen y de- finir además los aspectos narrativos que encierra. La identificación de los papeles temáticos (caracteriza- ción discursiva) va acompañada de la identificación Versículos 1 al 7: manipulación de los papeles actanciales (caracterización narrati- y planteamiento del tema va). La forma narrativa de esta secuencia se debe a la Se llama componente narrativo a la organización ((manipulación)), que es la fase inaugural del esquema de los enunciados de un texto en una serie ordenada narrativo. La búsqueda de obreros para la viña, las figu- de estados y de transformaciones (los ((estados» re- ras del contrato y del salario prometido nos orientan miten a los enunciados de tipo ((ser)), las transforma- hacia esta fase. Hay un trabajo que realizar (representa- ciones» a los enunciados de tipo ((hacer»). Se trata do en el plano figurativo por el lugar de su desarrollo de una ((gramática)) que define ciertas reglas para -((la viña))- más bien que por las actividades que ejer- organizar los enunciados y determinar el tipo de rela- cer), y hay unos sujetos para realizarlo, presentados ciones que mantienen entre sí. sucesivamente. 20
  • 19. El esquema narrativo designa la organización de rrativo: destinatario de la manipulación, destinatario conjunto del elemento narrativo. Este esquema pre- de la sanción, sujeto de estado, sujeto operador, senta cuatro fases: la manipulación, la competen- sujeto modal (para la competencia), objeto-valor... cia, la performancia y la sanción. Este esquema es Al distinguir entre un plano cognitivo y un plano una organización lógica de la que cada texto hace un pragmático, se dan los medios para articular mejor uso particular: nuestro texto se centra aquí esencial- las fases del esquema narrativo. El plan pragmático mente en las fases inaugural y final del esquema y corresponde al motivo principal del programa en el da un «colorido» particular a la manipulación me- que un sujeto tiene que adquirir un objeto (se trata diante esta repetición de la persuasión efectuada de la performancia); en este caso, los obreros son por un destinatario. Pueden verse la representación y la invitados al «trabajo de la viña». El plan cognitivo se articulación completa del esquema en la exposición refiere a este plan pragmático para decir lo que vale teórica (cf. p. 50-51). yel interés que presenta, para suscitar a unos suje- tos orientados hacía su realización (se trata de la Dos papeles actanclales vienen a sobreponerse a manipulación) y para valorar su realización (se trata los papeles temáticos para dar la densidad narrativa de la sanción). necesaria a los personajes del relato: Es así la relación Destinatario-Sujeto la que consti- - el destinatario (representado por el patrono) que tuye el primer tiempo narrativo de este texto. Sin embar- establece unos contratos con otros actores e invita a go, el análisis discursivo nos ha llevado a distinguir dos hacer lo que hay que realizar ((id a mi viña))), prometien- modos de situación del sujeto, en correspondencia con do una retribución. Es el que «hace hacer», aquel cuya la distinción entre los «primeros)) y los «últimos)): actividad inicial pone a los sujetos en camino hacia la realización de un programa. Esta actividad es esencial- - los reclutados según las reglas socio-profesio- mente de tipo cognitivo: es un hacer persuasivo que les; presenta las perspectivas y define las condiciones del - los reclutados de más y de forma inesperada. programa y valores en juego. Narrativamente, esto se manifiesta en la ausencia - el sujeto-operador (representado por los obreros) de contrato explícito y de promesa de retribución. Tene- es en este caso plural, ya que representa a unos perso- mos aquí, por tanto, dos formas discursivas diferentes najes diferentes: los empleados comprometidos sucesi- de manipulación. vamente en el desarrollo del tiempo. En otras palabras, al comienzo de un texto se sitúan dos tipos de sujetos, pero su diferencia se manifiesta Los papeles actanciales remiten a las posiciones de una manera original. No es su competencia la que que los actantes ocupan en el desarrollo narrativo y a los distingue (por otra parte, no se nos dice nada de sus las relaciones que dichos actantes establecen entre aptitudes para trabajar en la viña), sino la manera como sí. Los actores, identificados en el nivel de la super- están vinculados en la manipulación con el destinatario, ficie textual, guardan una correspondencia, en el ni- o la manera como entran en el programa narrativo. En la vel de la organización narrativa, con unas funciones continuación del relato no habrá ya presentación de la particulares en los enunciados. El término actante performancia ni de la competencia que ella presupone. designa unas funciones generales: destinatario, suje- No se dirá nada sobre el trabajo de los obreros, a no ser, to, objeto; y los papeles actancialesvienen a especi- en el discurso de uno de ellos, la evocación de su carác- ficar esas funciones situándolas en el esquema na- ter fatigoso ((el peso del día y el bochorno»). 21
  • 20. Estas observaciones narrativas permiten precisar tema de valor verdadero y conforme con las perspecti- una vez más las hipótesis sobre la organización discur- vas del destinatario. siva; en efecto, hemos visto las caracterizaciones de los Es de nuevo la relación Destinatario-Sujeto la que se diferentes «contratados», y podemos observar que la precisa en este pasaje. Pero es entre el destinatario de primera «manipulación» contiene igualmente algunos la sanción (que da un juicio y evalúa el comportamiento) elementos figurativos que caracterizan a la última «ma· y el sujeto (realizado por la actividad ejercida) como se nipulación»: así, esta última sólo se «representa» por el establecen los datos. envío a la viña, mientras que la primera estaba «repre- sentada» por la contratación por una parte y por el envío por otra (<<se ajustó con ellos y los mandó a la viña»). Encontramos aquí por ello a los actantes destina- tario y sujeto. Pero en la fase de la sanción se preci- sa un papel actancial: el destinatario epistémico co- rresponde al papel de aquel que evalúa las acciones Versículos 8 al 15: la sanción realizadas y que las sanciona (en la retribución por En esta segunda secuencia nos vemos situados en ejemplo) en función de un sistema de valores. El la fase de sanción que es la fase final del esquema sujeto es aquí el sujeto realizado, que ha efectuado narrativo. La distribución del salario se presenta como la performancia para la que había sido establecido. la posición de los signos de reconocimiento por el tra- Ahora se puede designar mejor la noción de ac- bajo realizado. El sujeto recibe su recompensa en fun- tor: el actor que se descubre en la lectura (un perso- ción de las condiciones definidas en la manipulación. naje, por ejemplo) tiene que ser portador por lo me- El relato podría acabar rápidamente, como en un nos de un papel actancial (definido por el elemento cuento, con esta «recompensa» que vfene a sancfonar narrativo} y por )0 menos de un papel temático (defi- las performancias del sujeto. Pero, como ya hemos indi- nido por el elemento discursivo). Así, el ((personaje» cado, se establece un debate. Narrativamente, el relato del hombre evoluciona en sus caracterizaciones: termina con una especie de evaluación de la sanción - «propietario»: que tiene como papel actancial misma o con la presentación del sistema de valores que el de destinar la manipulación y como papel temáti- preside a la sanción. co el de ((contratan); En este sentido, la mención de las condiciones de - ((señor de la viña»: con el papel actancial de trabajo (((el peso del día y el bochorno») resulta intere- ser el destinatario epistémico y los papeles temáti- sante. Siguiendo las reglas elementales del cuento, el cos de «retribuidor» y de «interlocutor». héroe (el sujeto que ha cumplido el programa) manifies- ta las señales que lo designan como héroe: lleva las En esta relación entre el destinatario y el sujeto las huellas de la actividad realizada, ysu reconocimiento se operaciones son ante- todo interpretativas: el hacer in- lleva a cabo a partir de las huellas que exhibe. terpretativo manifestado por la operación de retribución Pero la sanción funciona en este caso según un sis- y exigido por los valores del «señor de la viña») le lleva a tema distinto de valores, que no toma en consideración hacer distribuir un denario a cada uno: un mismo salario las huellas visibles y espectaculares del héroe. No es para unos tiempos diferentes de trabajo. que se niegue ese sistema, sino que se propone otro. Se le opondrá el hacer interpretativo de los primeros Frente a la sanción esperada y deseada en función de contratados que ((razonan» según un orden de valores unas reglas imaginadas y «razonadas», aparece el sis- que ellos se imaginan vigente. 22
  • 21. Bajo diversas figuras, la manipulación y la san- valores deseables para un sujeto podrán ser aprecia- ción ponen en escena unas operaciones considera- dos como eufóricos (buenos y positivos) o disfóricos das como cognitivas. Son esenciales dos operacio- (malos y negativos). Se trata, pues, de una especie nes de este orden: el hacer persuasivo y el hacer de «disposición afectiva del sujeto» que le permite interpretativo. enfrentarse con 105 valores, que desea o que recha- - El hacer persuasivo mira a hacer que un sujeto za, con una·apreciación buena o mala. En este texto, acepte un programa que realizar ya hacer que este el obrero de la primera hora hace ante todo, en nom- sujeto se adhiera al sistema de valores propuesto bre de su propio sistema de valores, una evaluación por el destinatario. tímica que le invita a considerar como disfórica su situación y lo que él «ve» en el dueño (una retribu- - El hacer interpretativo consiste en evaluar el ción injusta), mientras que el destinatario enuncia el sistema de valores propuesto y en juzgar sobre la sistema de valores que hace posible una evaluación realización del programa. tímica que invita a considerar la situación como eu- En la manipulación entrará en escena el hacer fórica y conforme con 105 «verdaderos» valores (yo persuasivo de un destinatario y en la sanción lo hará soy bueno). el hacer interpretativo que le corresponde. Así, un texto particular no se presenta como la repe- El texto acabará con el hacer persuasivo del dueño tición incesante de la forma canónica que es el esque- exponiendo 105 motivos (es decir, el orden de valores) ma narrativo. Al contrario, emplea esta forma de una que dirigen su acción. Por consiguiente, se trata, en el manera que le es propia. Esta es sin duda una de las fondo de la sanción, de una especie de conflicto de originalidades de su enunciación. El relato de esta pará- interpretaciones, o de un cont1icto que opone a )05 di- 'oo'r& um'I.la 'r& '&~WiI~:It;""~ltrl en 'la 1TíclTirpu'1at;'rbn 'y en 'ícl versos sistemas de valores y que aquí se pone de mani- sanción, ydentro de estas dos fases pone de relieve una fiesto. Porque lo que está en cuestión se refiere al «va- relación que se presenta como un conflicto de sistemas lor de 105 valores», al valor de lo que constituye el nú- de valores y de evaluación. cleo de las actividades y que es objeto del deseo o del La dimensión polémica se despliega esencialmente, querer del sujeto. en este texto, en el plano cognitivo y en la sanción. Hace posible la operación de actualización y de mani- Se considera esta evaluación o esta apreciación festación de unos valores considerados como «verdade- I del valor como tímica: a partir de ella, 105 objetos- ros» y de la «verdadll de este texto. 3. Hacia la organización lógico-semántica Podría decirse que nunca se acabará un análisis se- El análisis semiótico presupone la existencia de miótico; se toma conciencia del punto al que se ha lle- un nivel profundo que articula unos valores elemen· gado cuando se han puesto en práctica las articulacio- tales de significación. Estos se encuentran proyecta- nes que se consideraban satisfactorias. dos en el desarrollo del texto mediante la organiza- 23
  • 22. ción narrativa y asumidos por las figuras del elemen- tad. no es tan fuerte como la anterior en la medida en to discursivo. Así, la organización de los valores ele- que un término no excluye al otro. No se trata de incom- mentales asegura la coherencia del discurso mani- patibilidad. Si, en el orden del espectáculo, el derecho festado. Por tanto, en el análisis hemos de intentar se opone a la voluntad, es porque se trata del derecho dar una representación de ese nivel a partir de los imaginado (imaginario) por el obrero. Por el contrario, resultados del análisis narrativo y del análisis discur- en el orden de la palabra, la voluntad no se opone al sivo, que muestran cómo los valores temáticos, con- derecho, sino que lo incluye. siderados corno valores elementales, entran en un La oposición «relación socio-profesional» vs. «rela- proceso de transformación y en un dispositivo de re- ción personalizada» funciona un poco de la misma ma- faciones. nera. Pero notemos sin embargo que es la atención (por El cuadro semiótico es el instrumento que permi- parte del obrero) a la única relación profesional la que te ordenar los valores elementales de sentido y arti- conduce a valorar el orden del espectáculo y que, al cularios en un conjunto. Permite dar una forma lógi- revés, la consideración de la relación personalizada es ca a las relaciones y a las diferencias que se han la que hace posible el orden de la palabra. En este pun- establecido. to, la oposición se encuentra en conformidad con la del «espectáculo» vs. «palabra», pero parece lógicamente El texto que analizamos constituye un micro-uni- anterior. verso de sentido y la organización lógico-semántica in- Finalmente, la oposición «regulado» vs. c<disconti- tenta ser una representación de ese micro-universo. nuo» (o «regularidad» vs. «ruptura))) da cuenta más bien Rocogemos la serie de oposiciones propuesta en el del modo de aparición de los valores: por la ruptura y por análisis discursivo para intentar tomar la «medida» de el fallo en la organización bien regulada de los actos y las diferencias que hemos encontrado. de las relaciones es como se manifiestan el recluta- La oposición designada como «espectáculo» vs. miento de los obreros de la hora undécima, la remune- «palabra» (vs. =versus) nos parece la más fundamental ración de los últimos lo mismo que la de los primeros, la por dos razones, o según dos criterios: palabra del dueño enunciando lo que hay que oír. Esta - en el nivel discursivo, esta oposición resume y oposición se presenta por tanto como capaz de ajustar- caracteriza dos actitudes y dos comportamientos rela- se a las oposiciones precedentes de esta manera: cionados con los dos principales actores que son el «propietario» y el «obrero de la primera hora»; -espectáculo regulado { - relación profesional - en el nivel narrativo, esta oposición caracteriza a los dos sistemas de valores que están en conflicto en la sanción y cuya valoración está en juego. discontinuo { - palabra - relación personalizada (Para captar la organización lógico-semántica pro- funda, conviene poner en relación el análisis narrativo y De todo este juego de relaciones intenta dar cuenta el análisis discursivo). el siguiente cuadro semiótico: La oposición designada como «derecho» vs. «volun- 24
  • 23. / ESPECTACULO / / PALABRA / derecho # voluntad buena voluntad> derecho «lo que hay que ven) «lo que hay que oír» .regulado imaginado. ~ ~ Regulado Ruptura «como un reloj» «fallo» / NO ESPECTACUlO / / NO PALABRA / relación personalizada relación sólo profesional «establecida por la palabra» «regulado por contrato» «interlocución» El cuadro semiótico ofrece así una representa- res, en relación con otros valores de sentido que se ción de la forma del contenido, es decir, del disposi- encuentran entonces afectados de un valor de negativi- tivo lógico que articula unos valores elementales de dad o de falsedad (disforia). significación. Aquí, en el sistema valorado por el dispositivo enun- Las té.~w.~ que ngl.'fan 8qQ~r deOen toma,rse co- ciativo del texto, el del dueño, es el orden de la (lalabra mo términos construidos para dar cuenta de unos el que prevalece sobre el orden del espectáculo, gracias valores elementales de sentido, cuya articulación a la ruptura creada por la personalización de las relacio- condiciona a los efectos de sentido que se dan a leer nes, por el fallo en que se da a entender la (buena) en el texto. Verificar su funcionamiento es llevar a voluntad del señor de la viña ... cabo una relectura del texto para ver si las relaciones «Así es como los últimos serán primeros y los prime- percibidas y analizadas han sido debidamente apre- ros últimos». El versículo final remite al conjunto del ciadas y articuladas de la mejor manera posible por relato-palabra, obligando a su relectura. Entre «el reina- este modelo, y para ver igualmente si las operacio- do de Dios se parece a un propietario... » y este «así nes realizadas en el desarrollo del texto (en este es... » hay todo un pequeño relato. Y este relato dice lo caso, lo que hemos analizado como un conflicto de que es el reinado de Dios y cómo se lleva a cabo una interpretaciones) se presentan como el paso de un inversión entre los primeros y los últimos. Pero esta término a otro. inversión no es un juicio o el acto de decisión de un Subrayemos además que el «trabajo» de este texto dueño soberano. Es el efecto de una palabra escuchada consiste también en conceder a esos valores puestos en (aun cuando se diga bajo la comparación del denario relación una evaluación tímica, es decir, en conceder un idéntico para cada uno) o por el contrario transformada valor de positividad o de verdad (euforia) a ciertos valo- en un espectáculo ilusorio... 25
  • 24. EJERCICIO PRACTICO LAPARABOLA ,., DE LOS VINADORES Me 1:!, 1-11 A título de ejercicio práctico, presentamos aquí IéS principales etapas de un recorrido práctico: del análisis discursivo al análisis narrativo 1. l. Aproximación a la dimensión discursiva 1. SIGUIENDO LAS «SITUACIONES nocimiento?); la torre es «construida» (se pasa del re- DISCURSIVAS» DEL TEXTO gistro agrícola al registro arquitectónico). Ella marca el espacio (alto). (ACTORES-nEMPOS-ESPACIOS) El conjunto de datos parece organizarse en torno a la designación de un recorrido de fructificación y de 1. situación discursiva: v.1 a-b 8 explotación de la viña. ¿Cuál será el término: los raci- Un actor (<<un hombre») definido por su actividad: ha mos, el vino, el dinero...? plantado una viña (registro agrícola); delimita la viña como espacio (dentro / fuera); «cava un lagar», determi- nando las condiciones de explotación del fruto de la viña, marcando el espacio (abajo); «construye una to- 2. situación discursiva: v. 1c 8 rre»: la torre puede aparecer como una señal (¿de reco- El primer actor es puesto en relación con un segundo (<<los viñadores ll). Entre ellos se da una relación econó- 1 Recogemos aqUl un estudiO publicado en SémlOtlque et Blble, n. 38, mica (y contractual) de propietario a arrendatarios que ÚUOlO 1985) 18-26 implica ciertos intercambios. 26
  • 25. Se observa una modificación del espacio: la viña 5. 8 situación discursiva: v.sa pasa a ser el espacio de actividad de los viñadores, el hombre parte para el extranjero: entre «la viña» y «el Junto con «otro criado», una nueva actividad de los extranjero» pueden organizarse desplazamientos e in- viñadores. El asesinato llega al final de este recorrido tercambios. que organiza los registros del cuerpo y del reconoci- miento. Aparece aquí la muerte en lugar de los signos de la fructificación. 3. 8 situación discursiva: v. 2-3 Un nuevo actor: «un criado». Su envío vuelve a defi- 6.8 situación discursiva: v.sb nir al «hombre» como «amo» (nueva determinación que Esta secuencia recoge los datos de las situaciones registrar) y realiza la relación entre el hombre (y su es- discursivas 3 a 5. La actividad de los viñadores, repetiti- pacio) y los viñadores (y su espacio). va, se convierte en lo que los califica ahora en el texto: Esta secuencia inscribe igualmente una figura de nunca se les ve ocupándose de la viña. Esta calificación objeto que ha de manifestar la relación entre el hombre de los «viñadores» se hace igualmente calificación de y los viñadores: es el «tanto de la cosecha». Esta figura su espacio: «la viña» preparada para la fructificación y de la «cosecha» (el «tanto») es un eco del programa de la explotación (1.· situación) se convierte en espacio de fructificación planteado en la primera secuencia: el tan- muerte; podrá preguntarse cómo el texto interpreta aho- to de la cosecha manifiesta el objetivo de este progra- ra la articulación dentro I fuera que estructuraba el es- ma. pacio. El criado es el objeto de una performancia de los viñadores: lo «agarraron» y lo «apalearon»; el registro 7. 8 situación discursiva: v.6 del cuerpo aparece aquí tras los registros agrícola y Un nuevo actor: el «hijo»: económico. La performancia de los viñadores invierte ciertas condiciones puestas anteriormente en las rela- - esta figura vuelve a definir al «hombre» como ciones del hombre con los viñadores: lo que le devuel- «padre», nueva calificación de este actor; ven al «hombre» es un criado con el cuerpo magullado. - «todavía le quedaba uno, su hijo»: el «hijo» cuen- ta en la serie de los enviados (detrás de los criados) como lo que le queda al padre. Esta distribución de los 4. situación discursiva: v.4 8 enviados puede hacer eco al reparto del fruto de la viña, Un nuevo actor: «otro criado». Esta situación discur- de la que el hombre espera «su parte». Está «la parte» y siva precisa las condiciones planteadas por la anterior. «el resto»... Pero el hijo se distingue de los criados: es Este criado es «descalabrado» e «insultado». El registro el hijo «querido»; se inscribe en un registro afectivo, del cuerpo se particulariza ahora en el de la «cabeza». nuevo en nuestro texto; La figura del «insulto» que se le añade pone el acento - el envío del hijo se pone en relación con «el res- en el respeto, en el honor, que pertenecen al registro peto». Con el envío de su hijo, el padre espera, no ya un del reconocimiento, mientras que no se habla ya del valor económico, sino un valor de reconocimiento. Esta «tanto de la cosecha», a no ser que éste entre en el modificación estaba anunciada ya a propósito de los registro del reconocimiento, y no ya en el registro agrí- criados en la 4.· situación discursiva. Esta declaración cola y económico. El discurso interpreta sus propias fi- de valor (<<el respeto») forma el objeto de unas palabras guras. del hombre-padre. 27
  • 26. S.- situación discursiva: v.7 10.- situación discursiva: v.9 Se puede destacar esta situación discursiva a partir Esta secuencia está en futuro. Señala una ruptura de la conversación que tienen los viñadores: la escena temporal respecto al (ltiempo del relato» y el «tiempo de se desarrolla desde su punto de vista. Es la primera vez la narración», y establece una relación narrador-oyen- que toman la palabra (<<se dijeron entre sí»). El discurso tes, confirmada por la forma interrogativa del enuncia- de los viñadores ofrece la interpretación que hacen del do: el relato exige un receptor de ese relato. actor «hijo». Encontramos en esta secuencia la relación del El hijo es interpretado como «heredero». Bajo este (lhombre» y de 105 «viñadores», pero una relación direc- valor es considerado por los viñadores e integrado en un ta, sin la mediación de objetos o de actores enviados. programa de apropiación de la viña: matar al heredero Hay un desplazamiento del «hombre» (que hace eco a para obtener la herencia. su partida) hacia 105 viñadores, que hace prever dos En la 2.' situación discursiva habíamos observado la acciones: la ejecución de los viñadores y lél entrega de figura del cuerpo agarrado y maltratado, mientras que la viña a otros. Es el final de un episodio. relativo a la en la 4.' situación se hablaba por primera vez del asesi- relación entre el amo y los viñadores; pueden intervenir nato. Aquí se presenta de nuevo la violencia corporal. otros episodios en la viña. para llevar a cabo la ruptura de la relación contractual El hombre es calificado aquí como l(dueño de la vi- entre los viñadores y el dueño de la viña; ellos suprimen ña» ydefinido por su poder sobre los viñadores (la muer- lo que le quedaba al padre (el hijo) para manifestar esta te) y sobre la viña (la entrega). relación, a fin de apropiarse de todo (la viña). El registro afectivo queda en suspenso. 11.- situación discursiva: v.10-11 9.- situación discursiva: v.S Desaparecen los actores anteriores (el hombre, los viñadores, los criados, el hijo...). Aparecen dos nuevos Realización de la performancia prevista en el discur- actores en el marco de la comunicación del relato: los so de los viñadores: define a los viñadores en su función receptores del relato (NOsotros») calificados igualmen- de asesinos. te de «lectores de la Escritura», y «la Escritura» misma Observamos aquí la organización del espacio: el hijo que continúa el relato. Aparecen nuevos actores en el es agarrado, matado y arrojado fuera de la viña. Cabe discurso citado: la «piedra», los «constructores», el preguntarse cómo este desplazamiento del hijo hace «Señor», cuyas relaciones hacen eco al relato de los eco a las organizaciones indicadas del espacio: la viña viñadores: fue delimitada como dentro respecto al fuera (situación - la piedra es «rechazada» por los constructores, lo discursiva 1), definida como espacio de muerte (situa- mismo que el hijo matado por los viñadores; ciones discursivas 5 y6). ¿Cuál es entonces el significa- do de ese «fuera» adonde es arrojado el hijo? ¿Qué es lo - la piedra es recogida para otra actividad como que finalmente pasó de dentro a fuera de la viña? ¿Qué «piedra angular», colocada en una posición destacada diferencia con lo que el dueño esperaba recibir de la (¿respetable?). Esta actividad es atribuida -por el na- viña? Estas preguntas nos comprometen a seguir, des- rrador- al «Señor» y propuesta al reconocimiento por de una situación discursiva a la otra, el l(recorrido de la otro actor: «nosotros» «<¡qué maravilla para nuestros significación» y la manera como son reinterpretadas al- ojos!»). gunas figuras. Cabe suponer que, por el discurso citado de la Escri- 28