La conducción con lluvia requiere mayor precaución debido a la pérdida de adherencia de los neumáticos y la reducción de la visibilidad. Se recomienda reducir la velocidad, aumentar la distancia de seguridad, y utilizar las luces de cruce y antiniebla. También es importante revisar el estado de los neumáticos y limpiar los cristales con regularidad.
2. Las condiciones adversas, hacen
que la conducción sea más difícil y
riesgosa. Los factores
climatológicos más importantes a
tener en cuenta son la lluvia, la
nieve, el hielo, la niebla, el viento y
el sol.
3.
4. La lluvia disminuye la
adherencia de los
neumáticos a la calzada y
dificulta la visibilidad.
5. En previsión de lluvia, es importante
revisar la presión y la profundidad del
dibujo de los neumáticos así como el
estado de las escobillas y los
difusores de aire del parabrisas.
6. Prestaremos especial atención
durante las primeras gotas de lluvia
caídas. La acumulación de polvo y
grasa de los vehículos en la calzada
hace que con las primeras gotas se
forme una capa de suciedad muy
deslizante.
7. Con la calzada mojada los
neumáticos pierden adherencia
aumentando la distancia necesaria
para frenar, por lo que reduciremos la
velocidad y aumentaremos la
distancia de seguridad.
8. Los frenos mojados también
pueden perder eficacia, sobre
todo al pasar por zonas con
acumulaciones importantes de
agua. Para favorecer el secado
del sistema de freno realizaremos
unas pulsaciones cortas y
repetidas al pedal.
12. Evite a toda costa pisar la pintura
blanca, puede comportarse como hielo
No intente cruzar agua en movimiento
13. Los peatones pueden distraerse al abrir un
paraguas o al colocarse un impermeable,
además con las gotas de lluvia se confunde los
ruidos habituales del entorno que nos rodean.
La gran mayoría de los peatones son apáticos
a mojarse con las gotas de lluvia y se ven en la
necesidad de buscar refugio sin tener medidas
de precaución para atravesar las calles
14. La conducción con lluvia es más
exigente y fatigosa para el
conductor, por lo que
realizaremos paradas de
descanso con mayor frecuencia.
15. Uno de los efectos más peligrosos
producidos por la lluvia es el
conocido como hidroplaniamiento.
Se puede producir al circular a
cierta velocidad por tramos de la
calzada que presenten
acumulación de agua.
16.
17. La nieve provoca una
disminución de la adherencia de
los neumáticos y, mientras está
nevando, dificulta la visibilidad.
18. Al realizar un trayecto por una zona con
previsión de nevadas, es aconsejable
lleva el depósito de combustible lleno.
Esto nos permitirá disponer de suficiente
tiempo de calefacción en el caso de
quedar bloqueados a causa de la nieve.
También es aconsejable llevar ropa de
abrigo, agua y el teléfono móvil con su
batería completamente cargada.
19. Arrancaremos el vehículo con
suavidad y utilizando la marcha más
larga posible, normalmente la
segunda o tercera marcha, para
evitar que las ruedas patinen.
Reduciremos la velocidad.
Las frenadas, aceleraciones y giros
de volante los realizaremos con
suavidad.
20. Colocaremos las cadenas en los
neumáticos cuando sea necesario.
En días de sol, utilizaremos gafas oscuras
para evitar el reflejo de los rayos solares
en la nieve.
Ante la disminución de la visibilidad
durante las nevadas, utilizaremos las luces
de cruce y en su caso las antiniebla.
21.
22. La existencia de hielo en la
calzada disminuye de forma muy
importante la adherencia de los
neumáticos.
23. Debemos tener especial cuidado al
circular por zonas sombrías, puentes
y proximidades de arroyos en las
que será más fácil encontrar hielo,
sobre todo si la temperatura es
inferior a los cero grados, o próxima,
durante la noche y las primeras
horas del día.
24. Al circular sobre hielo actuaremos
de la misma forma que en el caso
de nieve, arrancando el vehículo
con marchas largas, reduciendo la
velocidad, actuando sobre el
volante y los pedales con suavidad
y, en el caso que el vehículo no
tenga sistema ABS, frenando con el
motor siempre que sea posible.
25.
26. La niebla reduce de forma brusca la
visibilidad. En algunas ocasiones
incluso hace imposible el seguir
circulando aun disponiendo de un
buen equipamiento de luces.
Al circular con niebla actuaremos de
siguiente forma:
27. Eliminaremos las pequeñas gotas del
parabrisas y mantendremos el habitáculo
bien ventilado para evitar que se empañen
los cristales.
Extremaremos la precaución cerca de ríos y
zonas húmedas en las que la niebla puede
aparecer con mayor frecuencia.
28. Utilizaremos el alumbrado de cruce, y
antiniebla si es necesario, para ver y ser
vistos.
Reduciremos la velocidad hasta adaptarla
a nuestro campo de visión.
Utilizaremos las marcas horizontales de la
calzada como guías.
Prestaremos atención a la falta de
adherencia que produce la niebla al
humedecer el asfalto.
29.
30. El viento puede sacudir de forma
imprevista nuestro vehículo llegando
incluso a modificar su trayectoria,
especialmente al pasar de zonas
resguardadas a zonas desprotegidas
como puede ser a la salida de un
túnel o al adelantar a un camión.
31. Comprobaremos la dirección del
viento observando la vegetación u
otros elementos del entorno de la
vía. El viento lateral es el que más
puede afectar la estabilidad del
vehículo.
Sujetaremos el volante con firmeza para
mantear la trayectoria deseada.
32. Reduciremos la velocidad.
Extremaremos las precauciones ante
la posibilidad de encontrar obstáculos
en la calzada.
Cerraremos las ventanillas para evitar
la entrada de polvo o algún objeto
inesperado en el habitáculo.
33.
34. Al conducir es importante que la
temperatura del interior del
vehículo sea la adecuada. Una
temperatura excesiva puede
aumentar la fatiga del conductor.
35. › Utilizaremos el aire
acondicionado o el climatizador
del vehículo, procurando que la
temperatura interior sea
aproximadamente de entre 20 y
23 ºC.
36. En el caso de conducir con una
temperatura elevada, es aconsejable
beber agua o zumos con frecuencia
para evitar la deshidratación.
Prestaremos especial atención a la
conducción después de las comidas
ya que el calor aumenta aún más la
aparición del sueño.
37. El uso de ropas claras, ligeras y
holgadas es recomendable para
evitar el calor al volante.
Nos protegeremos convenientemente
de los rayos solares con el uso de
gafas oscuras y parasoles para evitar
deslumbramientos o la fatiga ocular.
38. A la hora de comprar un vehículo
tendremos en cuenta que un color
oscuro, a pleno sol en verano y
comparándolo con un color claro,
puede provocar un aumento en la
temperatura del habitáculo de hasta
10 grados.
39.
40. Antes de aventurarte a conducir en el
barro, inspecciona las huellas de los
neumáticos de otros vehículos que hayan
avanzado con éxito.
Sabes de lo que es capaz tu vehículo. Si
no estás seguro, da la vuelta, no te
arriesgues a quedarte atascado.
41.
42. El 42 por ciento de los
accidentes de tráfico
se produce durante la
noche.
43. Riesgos
Hay que tener en cuenta todos los
riesgos que existen al circular por la
noche. Principalmente, el conductor
pierde agudeza visual y disminuye su
campo de visión, por lo que cuesta
más interpretar correctamente las
señales. Además, la oscuridad puede
ocultar peligros que son visibles a la
luz del día, por lo que hay que circular
con una mayor precaución.
44. Ventajas
hay personas que prefieren circular de
noche por la menor densidad de tráfico,
para conducir más relajados y para
mantener una velocidad más elevada.
Pero, para conducir de noche, el conductor
debe tener en cuenta ciertos factores:
encontrarse en buen estado físico y
psíquico (sin cansancio ni dolencias), el
vehículo debe estar en buen estado y el
viaje debe ser planificado con tiempo, es
decir, se deben conocer, perfectamente, la
ruta que va a realizar.
45. Reducir la velocidad:
Mantener la distancia de seguridad
Aumentar la frecuencia de mirada
por los retrovisores
46. Aumentar la frecuencia de las
paradas
Al atardecer, encender las luces de
cruce
Parar si aparecen síntomas de fatiga:
Parar si aparecen síntomas de
somnolencia:
47. Utilizar las luces largas si es posible:
Quitar las luces largas en
adelantamientos
Reducir la intensidad de la luz del
cuadro de instrumentos