El documento describe los protocolos de una residencia geriátrica para la evaluación geriátrica de residentes, la prevención y tratamiento de úlceras por presión, y la gestión de medicamentos. Incluye escalas de valoración, directrices para el cuidado de úlceras, e indicadores para medir la calidad asistencial. También analiza los problemas actuales en la gestión de medicamentos y propone un protocolo para mejorar la adherencia a tratamientos y reducir errores.
10. ESTADIAJE DE LAS ÚLCERAS POR PRESIÓN ESTADÍO 1 Eritema cutáneo que no palidece, en piel intacta. En pacientes de piel oscura observar edema, induración, decoloración, calor local. ESTADÍO 2 Pérdida parcial del grosor de la piel que afecta a la epidermis, dermis o ambas. Úlcera superficial que tiene aspecto de abrasión, ampolla o cráter superficial.
11. ESTADÍO 3 Pérdida total del grosor de la piel que implica lesión o necrosis del tejido subcutáneo, que puede extenderse hacia abajo, pero no por la fascia subyacente. ESTADÍO 4 Pérdida total del grosor de la piel con destrucción extensa, necrosis del tejido o lesión en el músculo, hueso o estructuras de sostén (tendón, cápsula articular, etc. ). En este estadío como en el III, pueden presentarse lesiones con cavernas o trayectos sinuosos.
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19. INFORME DE SITUACIÓN DE PARTIDA SOBRE GESTIÓN DEL MEDICAMENTO EN LA RESIDENCIA El manejo de los numerosos medicamentos encontrados en la Institución está a cargo directamente del equipo auxiliar, y la organización de los mismos consiste exclusivamente en la “acumulación” de los envases con tos nombres de los usuarios en las cajas. El espacio reservado al respecto no es el adecuado, y no se asegura una conservación correcta de aquellos que necesitan condiciones especiales de conservación. Las prescripciones son realizadas a medida que los envases se van agotando, sin que medie, en la mayoría de los casos, ninguna evaluación por parte del médico. Sin documentación escrita ni historias de ningún tipo, cuando se pregunta a los auxiliares por los tratamientos, rara vez había coincidencia ni en medicamentos ni en posología. En numerosos casos, había duplicación del mismo principio activo, sin que pudiera recordarse la fecha de las prescripciones ni de las revisiones de los tratamientos por parte de los médicos. No es infrecuente, que una vez agotados los envases, los pacientes no reciban su medicación hasta pasados algunos días. En cuanto al manejo de ciertos medicamentos como antipsicóticos en forma farmacéutica de gotas, no son utilizados correctamente, administrándose estos en sobredosificación o subdosificación. La Polimedicación en ese momento supera los 5 medicamentos/persona/día, de los cuales en muchos casos no tiene constancia el médico de cabecera, por ser éstos prescritos por terceros o por automedicación. Se carece de botiquín convenientemente equipado y stock adecuado, y la acumulación de medicamentos de tratamientos anteriores, induce constantemente a error a la hora de organizar las tomas. Dichas tomas se organizan sobre la marcha, observándose gran diversidad de problemas relacionados con las mismas: olvidos, deficiente higiene, confusiones... y desde luego sin ningún sistema individualizado de dosis. Todo esto hace que los usuarios con mejor perfil de salud mental, se responsabilicen directamente de sus medicaciones, lo cual provoca otras situaciones no deseables, como por ejemplo acumulaciones innecesarias de medicamentos, subadherencias a los tratamientos, interacciones entre fármacos prescritos y los automedicados... A esta situación hay que añadir la falta de comunicación con los médicos del Consultorio de la Z.B.S., que tiene entre otras repercusiones, el desconocimiento en la evolución de sus pacientes en el Centro y la no revisión de los tratamientos.