Su representación en imágenes paso por un proceso de blanqueamiento de las formas originales, transformando la diosa-madre negra en una sensual sirena o en una imagen de una joven mujer de piel clara y ojos azules. Después de eso, su fuerte ligación con el mar y sus atribuciones de protectora da aquellos que dependen del trabajo junto a esta
fuerza de la naturaleza (pescadores principalmente), tiene que ver con transformaciones de sus características africanas originales, donde representaba “el elemento líquido sin especificar”
1. Iemanjá
Opera aquí, con las variadas representaciones de esa divinidad, un proceso
similar a lo ocurrido con otras representaciones simbólicas que, inicialmente ligadas a
determinados grupos étnicos son elevados a la condición de símbolos de identidad
nacional o de partes de la misma. Así fue como el samba, como la capoeira y así
ocurre con algunos trazos de la religiosidad afro-brasilera, dentro de los cuales
aquellos relacionados a esa orixá están entre los mas notables. De las canciones de
Dorival Caymmi a los romances de Jorge Amado y sus muchas adaptaciones
televisivas y cinematográficas, pasando por las festividades de fin-de-año litoraleñas y
por su presencia en publicaciones de divulgación masiva como revistas populares,
talvez esta sea la divinidad africana más diseminada en el conjunto general de
expresiones que se denomina “cultura popular brasilera”. Su representación en
imágenes paso por un proceso de blanqueamiento de las formas originales,
transformando la diosa-madre negra en una sensual sirena o en una imagen de una
joven mujer de piel clara y ojos azules. Después de eso, su fuerte ligación con el mar y
sus atribuciones de protectora da aquellos que dependen del trabajo junto a esta
fuerza de la naturaleza (pescadores principalmente), tiene que ver con
transformaciones de sus características africanas originales, donde representaba “el
elemento líquido sin especificar” (BASTIDE, 2001, p. 341 -342).
Sin embargo, del punto de vista religioso esta es una divinidad de gran
importancia, considerada en las narrativas míticas como madre de muchos de los
orixás del panteón nagô-queto
Del punto de vista musical, una característica suya es notable y distintiva, la
que es compartida también por otras divinidades del culto queto. Ella es una dentro de
los orixás que observamos que posee un toque asociado de forma muy particular,
como ya vimos en el caso del orixá Ogum. Esto significa que, aunque hay una gran
variedad de correlaciones entre determinados orixás y determinados patrones rítmicos
ejecutados – prácticamente ningún toque es “exclusivo” de un orixá - algunos están
más ligados entre si. Eso se manifiesta en el habla, cuando se dice, por ejemplo, “un
egó para Iansã”, o “ahora vamos a tocar un agabi para Ogum”; “próximo toque, un
agueré para Oxóssi”; “un oguere para Ossaim, próximo toque...” En el caso particular
de Iemanjá el toque característico es el llamado jincá o jicá.
Traducción: Nicolás Rodríguez.
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- RIBEIRO DE VASCONCELOS, Jorge Luiz; AXÉ, ORIXÁ, XIRÊ E MÚSICA: Estudo
de música e performance no candomblé queto na Baixada Santista; Campinas; 2010