La guerra civil española tuvo graves consecuencias políticas, sociales y económicas. Políticamente, la zona republicana experimentó un proceso revolucionario que debilitó al Estado, mientras que en la zona sublevada Franco consolidó su poder dictatorial. Socialmente, hubo enormes pérdidas humanas y culturales, y la represión franquista buscó aniquilar a la oposición. Económicamente, la guerra causó grandes daños y el aislamiento posterior retrasó el desarrollo de España. En Castilla-La Mancha