Los anticuerpos monoclonales son proteínas producidas en el laboratorio que se unen específicamente a una sustancia. Pueden usarse solos o para dirigir medicamentos, toxinas o materiales radiactivos directamente a las células cancerosas. La opsonización ocurre cuando un antígeno se une a una inmunoglobulina, activando los macrófagos e iniciando la fagocitosis y destrucción de los complejos antígeno-anticuerpo.