En las edades antigua y medieval no existía un concepto claro de la niñez, los niños se consideraban como adultos en miniatura y se les explotaba para el trabajo y el servicio. En la antigua Grecia y Roma se valoraba más a los varones y la mortalidad infantil era alta. Durante la Edad Media la religión dominaba y los niños recibían castigos físicos. A partir del Renacimiento surgieron tratados sobre educación y la pediatría, pasando de la explotación infantil a la escolarización.