El documento describe las representaciones sociales de los niños a través de la historia. En la antigüedad, los niños eran vistos como objetos y no tenían una identidad distinta a los adultos. En la Edad Media, los niños eran tratados como adultos en miniatura, sometidos a las mismas expectativas y responsabilidades. No fue hasta la modernidad cuando surgió la idea de la infancia como una etapa distinta de desarrollo, con los niños como sujetos de afecto familiar y estudio científico.