El documento presenta tres obras conceptuales clave: "Una y tres sillas" de Joseph Kosuth, que explora la naturaleza del arte a través de un objeto, su fotografía y su definición; "Objeto indestructible" de Man Ray, que examina la relación entre el arte y su destrucción; y "La caja verde" de Marcel Duchamp, que documenta el proceso de creación de su obra "La novia desnudada". Estas obras representan el giro del arte conceptual hacia cuestionar la naturaleza del arte y alejarse de
2. Joseph Kosuth | 1965 | Obra formada por una silla de madera, la fotografía de la silla y ampliación fotográfica de la definición de la voz «silla» en el
diccionario | Pieza derecha: 52 x 80 cm / Pieza izquierda: 110 x 60 cm / Pieza central: 81 x 40 x 51 cm | Colección Museo Reina Sofía
Una y tres sillas Joseph Kosuth
3. «El arte que yo denomino conceptual lo es porque se basa en una investigación en torno a la naturaleza del arte»
J. Kosuth
La obra propone tres perspectivas diversas: el objeto (la
silla), su representación (la fotografía de la misma silla), y dos
canales lingüísticos (la palabra que designa al objeto y su
definición).
La obra puede ser una buena excusa para reflexionar sobre la
naturaleza del arte; nos encontramos con tres códigos de
aproximación: objetual, visual y verbal. Abordan así al
referente, a la representación, y al lenguaje,
aproximaciones propias del
arte
En las palabras de Kosuth: “Ser un artista significa cuestionar
la naturaleza del arte, el arte cambio su enfoque, pasando de
la forma del lenguaje hacia un planteamiento de lo que se
estaba diciendo…”
4. El arte moderno y las obras anteriores se conectaban parecían estar
conectadas en virtud de su morfología. Otra manera de plantearlo sería que
el “lenguaje” del arte siguió siendo el mismo pero decía cosas nuevas
– Joseph Kosuth, 1969
5. Man Ray | 1923-1933/1982 | Ensamblaje | Ejemplar ampliado único realizado en 1982 con diseño de Corominas Farré y Ramón
Yvars, expuesto la muestra «Man Ray» de la Biblioteca Nacional | 227 x 110 x 110 cm | Colección Museo Reina Sofía
Objeto indestructible
[objeto para ser destruido]
El readymade original es de 1923 y se tituló 'Objeto para ser
destruido’, medía 26 cm.
En 1932, Man Ray al ser abandonado por su pareja cambio la
fotografía del ojo por una de ella y el título por el de
'Objeto de Destrucción'
En 1957 un grupo de estudiantes destruyó [efectivamente] el
metrónomo durante una exposición Dadá en París.
En el año siguiente, Man Ray planeó una edición de 100
ejemplares del readymade, realizada en 1965, y cambió de nuevo
el título por el de 'Objeto Indestructible’.
Man Ray
6. En la versión que puedes ver en el Museo Reina Sofia el
movimiento del compás se acompaña con un efecto visual
donde el ojo se abre y cierra continuamente.
Lo relaciono directamente con lo
Infrafino
el paso del tiempo, el parpadeo continuo e imperceptible y
su relación con la respiración
El cambio de nombre es una paradoja irónica sobre el “objeto
para ser destruido” que es ahora; indestructible
“Muchas de sus obras giran en efecto, entorno a esta noción
que trasciende lo visual para entrar en otras categorías o
dominios de la existencia humana. Duchamp, pues, suscitó el
interés por cosas y situaciones que nadie había colocado
antes en el terreno del arte” (Ramirez, 1997)
7. – Joseph Kosuth, 1969
La sustancia del arte esta indudablemente relacionada con la
“creación” de nuevas propuestas
8. La caja verde. La novia desnudada por sus solteros, incluso
Marcel Duchamp
Marcel Duchamp | 1934 | Cartón, fotografía en blanco y negro, tela y notas manuscritas | Calotipo sobre dibujo | Conjunto de noventa y cuatro facsímiles de
fotografías, dibujos y notas, fechados entre 1911 y 1915, contenidos en una caja de cartón forrado de seda verde | 33,2 x 28 x 2,5 cm | Colección Museo Reina Sofía
9. La boîte verte (La caja verde) Se trata de una amplia documentación del
proceso de producción y de los significados de la obra: La mariée mise à
nu par ses célibataires, même (La novia desnudada por sus solteros,
incluso), denominada por lo general Le grand verre (El gran vidrio).
Esta colección- catálogo de los elementos y referentes visuales y
lingüísticos que habían interesado a Duchamp incluye las notas de
producción de la obra, láminas y fotografías.
Señala el arte como proceso de pensamiento [algo fundamental en el
trabajo de Duchamp] donde no podemos dejar de lado un sentido
enigmático y aparentemente aleatorio
-el azar-
pues los elementos no tienen un orden de relación y algunos no hacen
referencia directa a Le grand verre.
Es una obra que pone en juego el carácter serial y objetual de la obra de
arte debido a su relación múltiple (300 ejemplares) que rompía con la
idea de la obra de arte única y que propone la reproductibilidad de la
obra de arte.
10. El legado
Algunas ideas que podrían parecer aleatorias pero que si tienen una débil relación serían: la necesidad en el
contexto de la guerra sobre la oportunidad para el arte (“justificando” al Dadá) y la necesaria mirada paradigmática
de los modernos de pensar en los lenguajes del arte por los lenguajes del arte.
Así, los modernos proponen un rompimiento, que en su momento, se mira como escandaloso y esa será una de las
técnicas del primer camino de los artistas que revisamos esta semana: el cabaret voltaire
El arte perdió su aura de magia y misticismo; no sólo cambio la forma sino que se modifico la relación entre
creación y destinatario. Y esas ideas están a manera primigenia en las reflexiones sobre la mirada, la refracción de la
luz y el color, la reconstrucción de la composición y la forma en muchos artistas modernos.
Y encontramos el legado fundamental: el observador completa la obra con su mirada o su incluso su acción directa.
Entonces como lo leímos: el arte lo hacemos todos. Y ahí, lo cotidiano, las escenas de la vida, los personajes, las
calles, los muebles y los patrones y figuras de las obras modernas permiten vislumbrar ya con en el Dadá el arte
como política, como reflexión social, entonces regresamos a una forma de representación del mundo real pero en
otras dimensiones. Haciendo una ironía y una paradoja no sólo de los objetos sino de la vida misma. El artista
entonces se comporta como un mecánico que ensambla- de ahí que muchos de los artistas de la época del Dadá se
denominen “montadores” y aún no lejano sino obvio como proceso final de la alquimia del color, la forma y la
composición de los modernos.