La curva de Churchill representa gráficamente el aumento progresivo de la producción de armamentos por parte de Alemania entre 1933 y 1937, lo que permitió visualizar la escalada del conflicto con el tiempo. Churchill usó esta curva para advertir al Parlamento británico sobre la creciente amenaza de Hitler y la necesidad de rearme, no para sembrar pánico sino para prepararse ante lo inevitable.