El artículo discute la relación entre el agua y la energía en el contexto del Día Mundial del Agua. Señala que todas las fuentes de energía requieren agua en su proceso de producción y que la demanda de ambos recursos está aumentando rápidamente, especialmente en países en desarrollo. Argumenta que los problemas de agua y energía deben abordarse de forma conjunta y que los países necesitan políticas públicas integrales para hacer frente a este desafío creciente.

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Agua y energía
Por: Florencia Bunge
El próximo sábado 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua. El agua es un
recurso natural esencial para cualquier nación, su acceso es un derecho humano que
debe ser garantizado por los Estados al ser un elemento fundamental para el desarrollo
integral de las personas y para la erradicación de la pobreza.
Como una vez señaló Ismael Serageldin, vicepresidente del Banco Mundial en 1995, “si
las guerras de este siglo fueron por el petróleo, las del siglo XXI serán por el agua”.
Esto, debido a que aunque el acceso al agua potable se ha incrementado durante las
últimas décadas en la superficie terrestre, estudios de la FAO estiman que uno de cada
cinco países en vías de desarrollo tendrá problemas de escasez de agua antes de 2030.
Naciones Unidas, cada año, vincula esta jornada con un área en específico. Este año
me llamó la atención ver que se dedica a la correlación entre agua y energía. Sí
conocía el vínculo existente entre ambos, ya que todas las fuentes de energía utilizan
agua en las diferentes fases de su proceso productivo, pero las cifras que ha facilitado
la ONU son realmente notorias. En este sentido, señalan que hasta el 90% del
aumento en el uso de agua provendrá de los países en transición al desarrollo
económico, que la demanda de energía renovable crecerá un 60% hasta el año 2030
(WWAP, 2009 y EIA, 2010), y estiman que el consumo global de energía aumentará
en un 50% entre 2007 y 2035.
Por ello, estoy cien por cien de acuerdo con el llamado que se hace este año por parte
del Organismo Internacional, que aboga a que los problemas de agua y energía no
sean vistos como dos retos independientes. Debemos ser conscientes sobre que la
demanda de agua y de energía es cada vez mayor en las economías emergentes,
donde la agricultura, la industria y las ciudades se desarrollan a un ritmo vertiginoso.
Los países deben liderar el debate y plantear políticas públicas que establezcan una
hoja de ruta ante este gran desafío. Como señala Irina Bokova, Directora General de la
UNESCO, en su mensaje con motivo del Día Mundial del Agua, “en el planeta hay agua
suficiente para todos. Lo que aún nos falta es una mejor gobernanza y la valentía
colectiva para llegar a acuerdos equitativos, que deben basarse en los resultados de la
investigación y en datos fiables”.
Este artículo ha sido basado en la opinión personal de Florencia Bunge.