La batalla de Guadalete en 711 marcó el inicio de la invasión musulmana en la Península Ibérica. Tras derrotar a don Rodrigo, Tariq abrió el camino para que los musulmanes conquistaran gran parte de la península debido a la escasa resistencia que encontraron y su táctica de pactar con los visigodos. El califato de Córdoba desde 929 logró un fuerte dominio sobre al-Ándalus manteniendo a raya a los territorios cristianos.