Alejandro Vigil, director de orquesta en la creación de vinos de Catena Zapata, cree que las denominaciones de origen como se plantean en Europa no deben ser importadas a Sudamérica. Vigil defiende la diversidad y sostiene que las diferencias del suelo y el clima, que pueden variar en metros, son más importantes que delimitaciones políticas. Además, ve a Chile no como un rival sino como un aliado potencial de Argentina, y ambos países deben ir juntos contra competidores como Europa y Australia.
Las denominaciones de origen en el vino sudamericano ponen en riesgo la diversidad
1. Jueves 21 de febrero del 2013 GESTIÓN
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DILBERT
por SCOTT ADAMS
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MUNDO DEL VINO
“Chile y Argentina no deben ser
rivales, sino ir contra Europa”
Alejandro Vigil es de los más reputados enólogos argentinos. Para él las denominaciones de
origen, que son casi ley en Europa, no son necesarias en la región y son más bien “irritantes”.
PAULO RIVAS PEÑA
privas@diariogestion.com.pe
Alejandro Vigil es el director
de orquesta en la creación y
elaboración de los vinos de
Catena Zapata, bodega que
tiene en su portafolio a Alamos y Catena, las primeras
dos marcas más exportadas
de Argentina durante el
2012.
Sus vinos no van por la
tendencia, de varias bodegas del Nuevo Mundo, del
uso excesivo de la madera
-predominancia de sabores
tostados y especiados, que
se generan por el añejamiento en barricas de roble.
“Es una discusión eterna
que vamos a tener entre los especialistas. Hay posibilidades
para cada vino; vinos que tienen 300% de madera y vinos
que no tienen madera”, sostiene el enólogo argentino.
Él apunta a que sus vinos
representen la zona en la
que fue criada la vid, “tenemos la suerte de que cada región e hilera (en Argentina)
nos da sabores distintos.
Esas diversidades, que nos
brinda el mismo terruño,
debemos explotarlas y así tener sabores más complejos”.
Reglas que limitan
Al ser un defensor de la diver-
llevan es no hacer pruebaerror, pero sí hacer experimentación. Pero, aunque se
estudie, hacen falta los años
y la experiencia, y eso no se
puede acortar de ninguna
manera”.
CIFRAS Y DATOS
Hacia afuera. En el 2012
Catena Zapata exportó US$
31.8 millones de la marca
Alamos, US$ 19.5 millones de
Catena y US$ 5.4 millones de
Nicolás Catena Zapata.
Por su cuenta. El enólogo
lanzó en el 2011, en sociedad con Adrianna Catena, su
propia marca de vinos: “El
Enemigo”, la cual ha recibido altos puntajes entre los
conocedores.
Premio. El enólogo recibió
este año el premio peruano
Barricas.com a mejor enólogo del 2012.
Vigil en una sesión de fotos para el lanzamiento de su vino “El Enemigo”.
sidad, el enólogo cree que las
denominaciones de origen,
tal y como se plantean en Europa no deben ser importadas a Sudamérica.
“Este concepto tiene que
ver hasta con delimitaciones
políticas en Francia. Ellos trabajan diciendo ‘del río tal hasta tal lado es tal lugar’. Yo no
creo tanto en eso”, comenta.
“Son mucho más importantes las diferencias del suelo y el clima real, que pueden
variar tan solo en metros. El
intentar uniformar las formas
de trabajo disminuye la diversidad, me suena a un concepto hasta un poco irritante, y
por eso creo, más bien, en las
zonificaciones e identificaciones geográficas”.
Para Vigil, esto debe hacerlo cada enólogo con su
empresa, aunque sea un trabajo titánico: “Tardaremos
200 años, 300 años, sí, pero
eso es lo que se debe tardar”.
LA FICHA
Nombre: Alejandro Vigil.
Puesto actual: Enólogo
jefe de Catena Zapata y
copropietario de la Bodega
Aleanna.
Estudios: Ingeniero agrónomo
y Máster en Enología de la
Universidad Nacional de Cuyo.
Hobbies: Literatura , música y
escribir.
Lucha contra el tiempo
El tiempo es un factor clave en
la elaboración y perfeccionamiento de los vinos. Vigil tiene muy presente que los productores europeos tienen una
gran ventaja al respecto frente a los sudamericanos.
“Los franceses tienen la
suerte de elaborar hace cientos de años vino, y lo hicieron
con un método de pruebaerror. Nosotros la única forma
de acortar el camino que nos
Competencia
El enólogo de Catena Zapata
no ve en Chile una amenaza,
sino un potencial aliado.
“Chile y Argentina no deben ser rivales; cada uno tiene nichos y vinos distintos;
sino ir contra Europa o Australia y Sudáfrica, que es de
donde viene la más grande
competencia”, dice el experto argentino.
Entre los vinos argentinos y chilenos que se pueden complementar durante una comida o reunión,
Vigil nos comenta que “el
Malbec con el Carmenere
hacen una pareja perfecta.
También el Sirah de las
zonas frías chilenas con el
Chardonay de las zonas cálidas de Mendoza, o el
Chardonay de zonas frías
mendocinas con un Merlot
de zonas cálidas de Chile”.
“El beber los distintos vinos, no es solo experimentar una mezcla de sabores,
sino también de lugares y
de cultura”.