Alfonso Malagón, un estudiante de quinto grado, investigó detrás de los salones de segundo año y observó cochinillas y gusanos. Las cochinillas pueden enrollarse en bolas cuando se sienten amenazadas debido a que su esqueleto es como un acordeón. Los gusanos tienen cuerpos blandos y alargados sin esqueleto ni apéndices, y suelen vivir en suelos húmedos o agua, aunque algunos son parásitos dañinos.